Si es por real, ¿qué importa?

domingo, noviembre 29, 2009 | Comments

edward optimus-prime-poster

Quiero aclarar que, aunque digo esto de toda sinceridad y con cierta dosis de sentido del humor, no por ello considero que un fanático de lo que sea merece ser despreciado. (A menos que seas extremista y violento.) Que sean blancos fáciles de burlas en una cosa; que sean maltratados de cualquier manera es otra muy distinta. No a la violencia.

Cuando cierre este año 2009, y con ello una década, estoy seguro que los críticos mirarán al rey y reina de la taquilla y llorarán amargamente. De primero estará Transformers: Revenge of the Fallen, que reunió más de 400 millones de dólares alrededor del mundo. Y estoy seguro que de segundo estará The Twilight Saga: New Moon, pues acaba de salir este fin de semana y ya, con sus 142 millones de dólares, es el tercer mayor estreno de la historia, detrás de The Dark Knight y Spiderman 3. Joder, si ya está de sexta en todo el año, según Box Office Mojo.

Y si vemos Rotten Tomatoes, veremos que, si fuera por los críticos, estas dos películas deberían estar al fondo de la lista. Transformers 2 (una película que yo consideré decente mas no buena) tiene 19% de aprobación, mientras que New Moon va por 30%. Podríamos decir que esto es evidencia una vez más que los críticos están totalmente desubicados en cuanto a lo que el público en general le gusta, otra razón porque son los blogueros y gente de Twitter que debe dominar el espacio que estos dinosaurios ocupan.

¿O no?

Si vemos las otras cuatro taquilleras del año, vemos que todas tienen el “certificado fresco” de los críticos, lo que quiere decir que fueron éxitos en taquilla y además recibieron reseñas favorables. En quinto lugar, por encima de New Moon (por ahora), está la nueva Star Trek (95%), seguida de The Hangover (78%) en un merecidísimo cuarto lugar, Up (98%) de tercero (y además la mejor reseñada del año) y Harry Potter y el Misterio del Príncipe (83%) de segundo. ¿Son entonces Transformers y New Moon las excepciones que demuestran la regla? No, mi gente; son la evidencia de otra regla.

Creo que uno de los más emocionantes momentos del cine para mí fue cuando finalmente iba a poder ver una nueva película de La Guerra de las Galaxias luego de casi 30 años, en 1999. Cuando esa resultó ser Episodio I: La Amenaza Fantasma (que aún así tiene 62%), fue divertido pero denotaba mucho más estilo que sustancia; había demasiados personajes que fastidiaban (hablo de ti, Jar-Jar Binks) y muchos personajes excelentes que no estaban suficiente tiempo en pantalla (Darth Maul, te extrañamos). No había el toque tan humano que las tres originales guardaban, y aunque respetaban la mitología casi por completo, habían puesto una particular atención a los efectos especiales, más que en la historia.

Esa es la regla que he mencionado, y que demuestra algo que es tristemente cierto sobre el principal público que va al cine en estos días, que son jóvenes colegiales o universitarios. Transformers y Twilight no tienen éxito a pesar de sus fallas, sino que es gracias a ellas. Es porque están apelando exactamente a lo que ese público quiere –y ellos van en tropel a vivir esas fantasías.

En el caso de Transformers, observen nada más. Unos increíbles robots que se transforman en unos carros al cual más arrecho, con un protagonista un poquito “loser” que se logra levantar a la más ridículamente buena de las mamis, a la vez que su mejor amigo no sólo es un increíble robot, sino que a la vez es un carro último modelo que un chamo que yo conocí una vez llamaría “un baja-pantaletas”. La universidad a la que va parece que fue invadida por las oficinas de Maxim y Urbe Bikini, y hay explosiones que rivalizarían la Segunda Guerra Mundial. Qué importa que hayan terribles errores de geografía (qué geografía coño, de lógica) y unos descarados visos de racismo, si marico, qué arrecho se ve, güón…

El caso de Twilight es algo absolutamente increíble. Esta es una serie que sus fanáticas defenderán a capa y espada, como descubrí yo mismo. Stephanie Meyer le quitó el trono a J.K. Rowling con sus novelas donde agarró el mito del vampirismo y básicamente lo convirtió en emo-porn, y las películas que salieron de ellas simplemente lo ratificaron. Sólo en este mundo retorcido puede Twilight considerarse en la misma vena que Slumdog Millionaire (¡y ganarleeee!).

No se puede negar que Twilight apela a un deseo oculto de toda niña adolescente de encontrar al hombre de su vida, un tipo que aún a pesar de su sufrimiento personal la ama sinceramente y daría su vida por asegurar su felicidad. Es bello al punto que brilla como un diamante, y la entiende, Dios mío, la entiende, puede hablar conmigo, es culto, es inteligente, no es como los demás que sólo piensan en carro y sexo, y robots gigantes y ay Dios no. No, no puedo con ellos. Oc-sea. Qué importa los malos mensajes que dizque pueda estar enviando, es que ellos no nos entienden… (Versión en español de la lista aquí.)

Lo que quizá nos cueste entender y los bolsas de Michael Bay y Stephanie Meyer sí es que si apelas a las cosas más primarias de la gente ella acudirán en hordas y te darán tu dinero con gusto. Yo y los que lean esto y me honren con sus comentarios positivos ya hemos madurado lo suficiente para determinar que ni Transformers ni Twilight son lo mejor que ha salido del mundo ni son modelos a seguir. Yo lamento que películas así sigan saliendo, aunque más me molestan sus fans que ellas en sí, como aplico en cualquier caso que haya gente que s corta las venas por algo. Lo diré así: Señores Caraquistas, señores del Squadra Azzurra, señores fanáticos-a-morir-de-lo-que-sea, ustedes para mí son cuales fanáticos de Twilight, que alguien se medio mete con ustedes por joda y están listos para retarlos a duelo. Desarrollen un sentido del humor y luego puede que los respete.

Que el debate se inicie.

Viaja por las mejores películas de todos los tiempos

miércoles, noviembre 25, 2009 | Comments

Lo sabroso de esto de la red 2.0 es que tus amigos serán virtuales, pero la forma en que te consienten o están pendientes de tus gustos y caprichos es muy real. Una muy querida amiga, sin verme presente, lanzó un mensaje en Twitter preguntándose qué opinaría de este mapa de Metro cuyas paradas son las 250 películas más aclamadas de la historia, original de la gente de Vodkaster. Opino que es algo sumamente genial, y agradezco mucho me lo hayas pasado. :) Hagan clic en la imagen para verlo en detalle, o descárguenlo en PDF aquí.

 f250bestmoviesmap_HQ

Esta es aún otra manera de tratar de decidir qué películas te faltan por ver y cuál sería una buena idea ver después. Si te dices por “Dramas Extrañosy Oscuros”, te montarías en Réquiem por un Sueño (2000), seguirías por Trainspotting (1996), Memento (2000), Belleza Americana (1999) y luego podrías bajarte en Fight Club (1999), donde podrías quedarte en esa línea o continuar por “Romance” (cómo intersecta esa línea con Fight Club nunca entenderé). Bien interesante.

Clave:

1 Obra maestra universalmente aclamada 4bis Drama político 8 Gángster 12 Drama oscuro y extraño
1bis Obra maestra sobre el negocio del espectáculo 5

Western y afines

9 Thriller / Terror / Monstruo 13 Ciencia ficción
2

Romance

6 Mundo / aventura 10 Acción 14 Fantasía
3

Comedia

6bis

Musical

10bis Cómics 15 Guerra
4 Drama 7 Misterio/crimen 11 Drama sobre la tolerancia 16 Animación

Plasma de Miércoles E44: Monty Python and The Holy Grail (1975)

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monty_python_and_the_holy_grail Quizá recuerden al sarcástico prometido inglés de Karen en Will & Grace, o el que reemplazó al fallecido Llewleyn Moss como Q en la serie de 007 (en Goldeneye). O a lo mejor no, y es una vergüenza. En todo caso, su nombre es John Cleese, y solía ser parte de un grupo de comeidantes británicos que también incluían al actual director de 12 Monkeys, The Fisher King, Fear & Loathing in Las Vegas y la venidera The Imaginarium of Dr. Parnassus, Terry Gilliam. Durante casi 20 años, Monty Python hizo las maravillas en la televisión británica burlándose de cada aspecto de la sociedad inglesa con Monty Python’s Flying Circus. Su éxito fue tal que cuando propuesieron hacer cine, no tuvieron ningún problema en ser aceptados. Su primera incursión fue para orinarse encima de la leyenda arturiana con Monty Python and The Holy Grail (conocida en español como Los Caballeros de la Mesa Cuadrada). Y han quedado inmortalizados como una de las 50 mejores comedias de la historia (según Premiere).


Lo particular de esta versión es que, a diferencia de Excalibur, esta versión del viaje del rey Arturo por el Santo Grial fue hecha con lo que muy a propósito parecen ser cuatro lochas. Cleese, Gilliam y el resto de los Python (Terry Jones, Eric Idle, Graham Chapman y Michael Palin) interpretan casi todos los papeles en escena, y hay efectos que podrían haber sido hechos en mi cuarto. Se podría decir que más que una película con principio y fin (que lo tiene) es una serie de sketchs concatenados con una misma historia que los hila, así que es imposible referirse a esta película como un todo, pues se peredería la sencia de loq ue la ahce tan especial. Y tengan en cuenta esto: Jones (quien dirigió junto a Gilliam) es un experto catedrático arturiano, así que cada referencia que se hace a la leyenda de Arturo es precisa.


Cuando terminé de ver esta película, entendí quizá el 90% de muchos chistes que había visto referenciados en otras películas menores e incluso juegos de video, empezando por el guardia francés provocador que grita “¡Me tiro peos en su dirección general! ¡Me orino encima de sus padres!”. Luego están los temibles Caballeros que Dicen Ni. Un temible oponente que, aún después que le han cortado brazos y piernas, amenaza con arrancarle las rodillas a mordiscos. El hechicero Tim. El conejo asesino. Y así.


Comprendo que les suelto las cosas así como así y quizá no las entiendan. Es que como todo lo salido de los Python, lo que podría parecer caótico lentamente va cobrando sentido una vez que lo contemplas. Ellos sabían que nada de lo que harían tendrían un sentido completo si se aplicaban, así que sencillamente se van a lo más absurdo. ¿Quién bombardea con animales domésticos? ¿Un conejo de Troya? ¿El asunto con la policía?


Mi consejo es, véanla y simplemente traten de reírse y ya. No es un humor tan terriblemente británico, y de verdad hay suficientes escenas solas como para hacer que toda la extraña experiencia bien valga la pena. Si no… pues escupo en la tierra de sus parientes más cercanos, bellacos.



NOTAS CURIOSAS
  • Dos semanas antes de empezar a filmar, el Departamento Escocés para el Ambiente les retiró el permiso de filmar en sus castillos diciendo que el guión sería “incomaptible con la historia y estructura” de sus castillos. Terminaron usando el interior y exterior de dos castillos privados, Doune y Stalker, para varias escenas, con ligeras re-decoraciones.
  • Michael Palin interpreta la mayor cantidad de personajes (12). John Cleese y Terry Jones son los únicos que nunca tienen una escena de muerte.
  • Curiosamente para un montaje de Monty Python, todos los papeles femeninos excepto uno son interpretados por mujeres.
  • Los miembros de Pink Floyd eran tan fanáticos de Monty Python que dejarían de grabar sólo para ver el Flying Circus. Y mucho de lo que reunieron con su disco Dark Side of the Moon fueron contribuidos para el presupuesto de Holy Grail.
  • Cuando hizo de Tim el Encantador, John Cleese realmente estuvo parado en un pináculo de piedra al principio de su escena. De un lado había un risco que él dijo podría matarlo, y del otro lado un risco que dijo podría destrzoarlo. Entre tomas se agacharía para que el viento, que estaba muy fuerte, no lo tumbara. Recuerda la experiencia como muy atemorizante, pero la quiso hacer de todos modos pues sabía la clase de presupuesto y tiempo que tenían.
  • Muchos de los extras son en realidad parte del equipo de filmación.
  • Se suponía que Terry Gilliam sería el director, pero pronto se exasperó con los actores, y ellos con él. Llegó un punto en que lo abandonó y se durmió bajo un árbol. Para este punto Terry Jones tomó la dirección en su lugar, por lo cual los dos tienen el crédito de director.
  • Terry Gilliam diseñó el barco en la escena final. Cuando lo vieron, el resto del elenco estuvo muy impresionado.
  • Graham Chapman (como el rey Arturo) fue el único en usar verdadera armadura, que le pesaba unos 50 kg. El resto usaba lana tejida, pintada para parecer metal.
  • El alcoholismo de Graham Chapman produjo varios problemas y no sólo en el olvido de sus líneas. El primer día, debían cruzar el Puente de la Muerte. Chapman estaba acostumbrado a beber fuertemente para calmar sus nervios, pero descubrió que para su pesar nadie tenía alcohol en el plató, y el pueblo más cercano estaba demasiado lejos. Consecuentemente, estaba muy nervioso, a pesar de ser un escalador reconocido.

La teoría darwiniana de los actores

lunes, noviembre 23, 2009 | Comments

THE SIMPSONS: Flanders calls Homer an ape and makes a case for evolution revolution in THE SIMPSONS episode "The Monkey Suit" airing Sunday, May 14 (8:00-8:30 PM ET/PT) on FOX.  THE SIMPSONS™ & ©2006TCFFC ALL RIGHTS RESERVED.  ©2006FOX BROADCASTING  CR:FOX Viendo Julie & Julia este fin de semana, me encuentro admirando una vez más la maravilla que es Meryl Streep en su habilidad casi camaleónica para interpretar prácticamente cualquier papel. Igualmente es cierto para su compañero el año pasado en La Duda, Philip Seymour Hoffman, quien ha tenido una increíble variedad de papeles en los últimos años que culminó en el Oscar muy merecido que tuvo al interpretar a Truman Capote en, pues, Capote. Es la seña de un verdadero talento al ver a estos dos monolitos de la actuación tomar tal variedad de roles y hacer un trabajo increíble con el papel que les dan.

Pero hay un grupo de actores que, por una u otra causa, han logrado ido de blanco a negro en sus carreras, tanto así que es difícil pensar en estos actores en otros términos ahora. Cierto, en muchos casos aplica aquello de “si no está roto no lo arregles”, pero también es de notar que muchas veces los riesgos rinden frutos. En los casos de estos actores, es como suponer que la Mercedes-Benz algún día terminará vendiendo patinetas. O la Nokia dedicarse a hacer carros.

ANGELINA JOLIE

hackers_l Antes: La película Hackers era sobre un grupo de… bueno, hackers, coño, que tratan de detener un plan que podría crear un desastre ecológico. O algo así. El caso es que fue el primer papel de la hija del legendario actor Jon Voight como protagonista. Como exudaba una extraña sensualidad pero tenía una personalidad un tanto “freaky”, pensaron que tendría una vida de personajes en ese estilo. De hecho, su siguiente película fue de una problemática modelo (Gia Marie Carangi) en la película de televisión, Gia. Muchos dicen que ella fue la primera Megan Fox, una bomba de sensualidad con un aura de impenetrable misterio.

Ahora: Cierto, hay quienes sueñan con ver esa boquita de cerca y dejar que te Angelina_Joliemaltrate. Pero Angelina Jolie creció con algo que nadie adivinaba que tenía: respeto. Y demostró que tenía más talento en la ceja derecha de lo que Megan Fox nunca podría desarrollar en veinte años. Es embajadora de buena voluntad de la ONU, trabaja activamente en ACNUR, tiene seis chamos (tres adoptados, dos con Brad Pitt –oh que feos van a ser, no joda), y ha sido nominada dos veces a un premio Oscar, habiendo ganado en Girl, Interrupted y luego en Changeling. Puede balancear un rol serio como esos con otro tan “pop” como Tomb Raider o Wanted. Ahora casi te daría pena referirte a ella como una “mami”, aunque estemos claros, en todos los sentidos, lo es. Ah: y dice que Megan Fox actúa como una pendeja.

ALEC BALDWIN

alec_baldwin_2 Antes: Los intensos ojos azules, la oscura presencia y una suave y aérea voz hacían de Alec Baldwin el niño bonito del cine durante muchos años. Con la sola excepción de su papel ligeramente “nerd” de Beetlejuice, Baldwin tenía papeles intensos y feroces, como la primera interpretación de Jack Ryan en La Caza del Octubre Rojo, un terrible ejecutivo en Glengarry Glenn Ross, o su intenso romance con su futura ex-esposa Kim Basinger en The Getaway. Incluso interpretó a Stanley Kowalski, un papel hecho inmortal por Marlon Brando, en una nueva versión de Un Tranvía Llamado Deseo. Sus tenebrosas apariciones en The Juror (donde aterrorizó a Demi Moore) y The Edge (donde sólo un gigantesco oso asustaba a Anthony Hopkins más) lo cimentaron en el papel de gran galán.

alec-baldwin-30-rock-farmer-cheese Ahora: Alguien de verdad me explique cómo llegó el mayor de los Baldwin a tener más éxito en la comedia que su atolondrado hermano Stephen. Como tantos otros actores de cine que han pasado su mejor momento allí (Kiefer Sutherland, es contigo, ¡bien hecho!), Baldwin comenzó a trabajar más y más en televisión –y ahí reinó. Cierto, tuvo roles pequeños pero memorables en The Departed, The Aviator y Pearl Harbor (si es que hay algo de memorable en esa última), pero fue cuando apareció en dos capítulos de Friends que alguien lo vio y dijo: “Oye, pero si el pana es cómico”. También tuvo un papel divertidísimo (my opinion) en Will & Grace, y ahora es el rey de la comedia gracias a su papel de Jack Donaghy en 30 Rock. Por si fuera poco, ha sido 14 veces anfitrión de la Radio Rochela estadounidense, Saturday Night Live. Y ahora va a ser anfitrión de los Oscar junto a Steve Martin. ¿Cómo pasó eso?

KEANU REEVES

billandted-keanu Antes: Corría el año de 1988, y dos alocados adolescentes viajaban por el tiempo con sólo dos propósitos: ser amos de la guitarra y conquistar a sus jevas. De maneras inexplicables, Bill y Ted tuvieron dos películas que son clásicos de culto, Bill & Ted’s Excellent Adventure y Bill & Ted’s Bogus Journey. El más atolondrado de los dos, un canadiense de 22 años y pelo largo como un ovejero inglés llamado Keanu Reeves, también había tenido una breve aparición en Parenthood, de Ron Howard, como… bueno, un atolondrado adolescente. Que embaraza a alguien.

Después: Por alguna extraña razón, alguien pensaba que este pana sabía actuar, y Keanu-Reevesde hecho dio una increíble actuación en My Private Idaho de Gus Van Sant, junto al desaparecido River Phoenix. Después de eso, nadie puede predecir qué pàpel va a agarrar el ya no atolondrado ni adolescente. Puede ser un asombroso héroe de acción en la trilogía Matrix, un rudo policía en Point Break, un abogado a punto de conocer el diablo tanto en Drácula como en, eh, El Abogado del Diablo, un romántico soldado en Un Paseo por las Nubes o en La Casa del Lago, un encantador médico en Alguien Tiene Que Ceder, o un intrépido cazademonios en Constantine. Ah sí, o un acartonado alienígena en El Día que La Tierra se Detuvo. No dije que TODO lo que hizo está bien.

MICKEY ROURKE

273826 Antes: Una de las grandes películas de amigos de 1982 fue Diner, de Barry Levinson, donde cinco amigos se reúnen en un comedor a hablar de todo y la vida. Ellos eran Steve Guttenberg, Daniel Stern, Paul Reiser, Kevin Bacon y un tal Mickey Rourke. De ellos, sólo Bacon y Rourke tuvieron carreras largas y productivas (aunque con toda justicia, Reiser sí logró estrellato en televisión con My Two Dads y Mad About You), y de hecho Rourke logró un nivel de rspeto que Bacon sólo ha soñado. Su desagarbado pero intenso aspecto escondía un intenso talento por la actuación, pero también hizo suspirar y sudar a más de una gracias a sus eróticos papeles en Angelheart (con Lisa Bonet) y la hiper-ardiente 9 Semanas y Media (con Kim Basinger). Por si fuera poco, su interpretación del escritor Charles Bukowski en Barfly le ganó elogio casi universal.

mickey-rourke-iron-man-2 Después: Por razones que sólo el mismo Rourke entiende del todo, en los ‘90 el hombre decide meterse a boxeador, y se vuelve mierda su instrumento de trabajo, que era su rostro. Ni siquiera las cirugías estéticas logran acomodarle el rostro, así que cuando vuelve a la actuación, que se olvide de los papeles de galán. Los ‘90 pasaron por él sin pena ni gloria, hasta que decidió interpretar al temible Marv en Sin City y las cosas empiezan a verse mejor. Y su gran resurrección ocurrió cuando Darren Aronofsky insistió en que interpretara al luchador Randy “The Ram” Robinson en El Luchador, y ahora Rourke tiene un segundo aliento. Esperamos con ansias sus apariciones en Iron Man 2, The Expendables y Sin City 2.

JACKIE EARLE HALEY

kellyleak Antes: Más allá de Jack Warren y Corey Feldman, ninguno de los actores de la serie de televisión Los Osos Revoltosos (basada en una película protagonizada por Walter Matthau) tuvieron alguna promesa en el mundo, excepto uno: Jackie Earle Haley interpretó al chico malo de la partida, Kelly Leak. Las interacciones entre él y Warren eran quizá lo más divertido de las dos pelícuals en las que estaban, y Haley parecía que seguiría el mismo camino de tantas otras estrellas infantiles, recordadas sólo por un papel y ya. Una serie de películas directas a DVD parecían confirmar que Haley sería “ese tipo”, uno de esos actores que uno siempre ve pero nunca sabes más nada de él.

Ahora: Hasta Little Children. El drama de 2006 tenía ya un impresionante elenco jackie-earle-haley-imagecon Kate Winslet, Jennifer Conelly y Patrick Wilson, y Haley estaba haciendo una especie de regreso luego de 13 años ausente. Pero su papel como un pederasta registrado fue nominado con un Oscar, y pronto Haley se encontraba en el medio de un pleito para contratarlo. Cuando reapareció, fue detrás de una misteriosa máscara como el vigilante Rorscharch en una peliculita que ustedes, mis lectores constantes, deben conocer harto bien: Watchmen. Fue tan convincente, tan tenebroso, que no había que buscar mucho para poner a Haley como el siguiente Freddy Krueger en el venidero remake de Nightmare on Elm Street, para el año que viene. También lo vamos a ver como un paciente mental en la nueva de Martin Scorcese, Shutter Island. Vaya manera de crecer, Kelly.

TOM HANKS

bosom_buddies_season_two_dvd__large_ Antes: Una de las series más extrañas de los ‘80 fue de una pareja de amigos que, enfrentados a la crisis, deben vestirse como mujeres para poder vivir en un apartamento barato en un edificio sólo para mujeres, llamada Bosom Buddies. Uno de los dos protagonistas era un flacuchento tipo con cara inocentonga llamado Tom Hanks, quien hizo suficiente impacto para aparecer como invitado recurrente en otras series, como Family Ties, Taxi y Happy Days. Y luego, Ron Howard (protagonista de Happy Days) lo llamó para protagonizar la primera película de ambos, Splash, y Hanks fue visto como un genio de la comedia absurda. De ahí no pararon los éxitos: Despedida de Soltero (una película que mi hermano ha visto 1.283 veces –y ese no es un número al azar), The Money Pit, Dragnet, Punchline, Turner & Hooch… Incluso logró ser nominado a un OScar por su papel de un niño que desea ser grande y se le cumple en Big.

Ahora: Al contrario de Alec Baldwin, Hanks hizo un inesperado vuelco de queridoPalais Du Festival payaso en escena a uno de los más respetables y queridos actores en Hollywood hoy en día. Luego de Big, el mundo del cine vio que había algo más en Hanks. Y ese “algo ma´s” salió a borbotones en su increíble representación del abogado enfermo de SIDA Andy Beckett en Philadelphia, que le valió su primer Oscar. Al año siguiente, el niño dorado se fue con él de nuevo al hacer uno de los papeles más memorables de la historia filmica, Forrest Gump. Y lo hubiera logrado por tercera vez gracias a Náufrago si Russel Crowe no hubiera sido una presencia tan poderosa. Incluso hizo de matón con corazón en Road to Perdition, además de proveer la voz de Woody el vaquero en todas las Toy Story, las dos que existen y la (¿las?) que vienen. Apolo 13, Saving Private Ryan, The Terminal, The Green Mile, Catch Me If You Can… sus papeles normalmente son alabados por la crítica y siempre queridos por la audiencia. Sí, tuvo unos tropezones como The Ladykillers y ese ridículo peinado en El Código da Vinci y Ángeles y Demonios, pero no se puede negar que, para alguien que empezó su carrera vistiéndose de mujer, Tom Hanks pertenece a un panteón de Hollywood a donde se llega a punta de talento y esfuerzo. Me encantaría que hiciera más comedia, pero a estas alturas ha demostrado que puede hacer lo que le dé la gana.

Julie & Julia: ¡Ahora tengo hambre!

sábado, noviembre 21, 2009 | Comments

julie-julia Atención blogueros y afines: aplíquense en sus blogs e incluso sus cuentas Twitter, pues hay una posibilidad de que no sólo se conviertan en escritores en el sentido tradicional de la palabra, sino que pueden convertirse en una comedia para televisión o de una vez saltar y ser adaptado a una película. Y si tienen suerte, en una buena película.

En 2002, Julie Powell estaba frustrada con su vida, así que para superarlo decidió que dedicaría un año de su vida a cocinar todas las 524 recetas del libro Dominando El Arte de la Cocina Francesa, de la aclamada chef Julia Childs. Documentó toda la experiencia en el blog The Julie/Julia Project, que se convirtió en tal éxito que le ofrecieron convertirlo en un libro, que a su vez fue tal éxito que Nora Ephron, guionista de la madre de todas las comedias románticas, Cuando Harry Conoció a Sally, y directora además de Sleepless In Seattle (también de Hechizada, por desgracia), decidió adaptarla al cine.

decente_thumb[3][6] La genial idea de Ephrom, sin embargo, es que además decidió no sólo adaptar el libro de Powell, sino también la autobiografía de la propia Child, Mi Vida en Francia, coescrita con Alex Prud’homme. Así, las dos mujeres llevan vidas paralelas en una película que es tan encantadora como original, con un excelente elenco y un estilo distinto al que nos tienen acostumbradas las biopics.

Por un lado tenemos a Child (la magnífica Meryl Streep), quien acaba de casarse en los años 50 a los 37 años con Paul (Stanley Tucci), un diplomático norteamericano residenciado en París. Es el primer hombre de su vida, y están profundamente enamorados. Julia había tenido una vida muy cómoda y nunca había aprendido a cocinar, pero quiere cuidar de Paul, así que decide meterse en una escuela de cocina para poder alimentar a su marido.

Por el otro lado tenemos a Powell (la encantadora Amy Adams), quien vive con su esposo Eric (Chris Messina) en un pequeño apartamento en Long Island, Nueva York, y trabaja en la Corporación de Desarollo del Bajo Manhattan (la compañía encargada de reconstruir la parte baja de Manhattan luego de los ataques del 11 de septiembre). Se siente frustrada con su vida y el constante regaño de su mamá no la ayuda. Fue Eric el que le propuso que buscara un proyecto para distraerse, y ahí fue cuando decidió arrancar con el blog. Pequeño spoiler: logró completar la tarea, y la última entrada está fechada el 13 de agosto de 2004 –al día siguiente de la muerte de Julia Childs.

Creo que el único problema de esta película es que es demasiado rosa. Algo que la verdad agradezco, pues no sigue la misma línea de muchas de las biografías filmadas que he visto (Ray, Walk The Line, La Bamba), que es mostrar al personaje salir de la pobreza para lograr el éxito, para luego caer y volver a alzarse. La vida de Julia Child no careció de durezas, pero en general era una mujer querida por cuanta persona entrara en contacto con ella, con la sola excepción de la directora de la academia de cocina a la que atendió (Joan Juliet Buck). El único momento en que la vemos realmente golpeada es cuando se entera que su hermana Dorothy (Jane Lynch), recién casada, está embarazada, cuando ella ya no puede tener hijos. De resto, sólo algunas angustias cuando está tratando de vender su libro a las editoriales. No digo que necesitábamos que tuviera un problema con el alcohol, pero entre el marido perfecto y su triunfo en el mundo de la cocina, fue una vida interesante pero no fascinante.

Curiosamente, me pude identificar más con al vida de Powell. Nunca se rindió, aún en los momentos más difíciles de su proyecto, y se volvió tan obsesionada con su blog que descuidaba sus matrimonio, al punto que en algún momento el divorcio parece una posibilidad. Sin embargo, estas dos mujeres comparten el hecho de que sus maridos son tan pacientes como amorosos. Ya quisieran ustedes, mis lectoras, tener hombres así. Y están basados en personas reales. No digan que no existen.

¿Es menester decir que Meryl Streep es el centro de este particular Universo? A estas alturas creo que podría aparecer leyendo la guía telefónica y sería suficiente para nominarla a un Oscar. Hay pocos personajes que yo puedo decir son devorados por sus actores –Andy Kauffman por Jim Carrey, Malcolm X por Denzel Washington, Peter Sellers por Geoffrey Rush— y en este caso esa frase es particularmente apropiada. Si ven los videos de la verdadera Child pueden ver el parecido que logra Streep sin una gota de maquillaje, sólo con una (¿peluca? ¿pelo pintado?), cuidando cada gesto, cada expresión, y esa extraña voz entre melodiosa y gutural. Aburre decir que es casi seguro que la veremos nombrada en febrero como nominada, pero cómo hacemos, la mujer es así de buena.

Adams, por su parte, ha elevado la calidad de su actuación notablemente desde Encantada, siendo ya una actriz que ha recibido dos nominaciones al Oscar (una por La Duda, y la primera por Junebug). Este papel no parece ser muy exigente, pues tiene ese aura de inocencia y buena persona que Adams ya es, pero aún así lo lleva bastante bien, y su química con Messina se ve muy auténtica. Sus momentos de angustia hacen que uno quiera abrazarla y decirle que todo está bien, y cuando se porta “mal” uno está rápidamente dispuesto a perdonarla (bueno, ni tan rápido).

Es el elenco de apoyo que me encanta en particular, empezando pro Stanley Tucci, un actor que puede ser encantador o detestable con la facilidad con la que yo digo esa frase. Paul jamás se cansa, jamás se abure y jamás deja de apoyar a Julia, y Tucci hace que desees fuera tu papá (o te recuerda a él, en mi caso). Jane Lynch sale por cinco minutos y no hace gran cosa, pero ella es tan genial como actriz que me veo obligado a mencionarla. Y Messina –bue. Como ya dije, logra buena química con Adams, pero este papel pudo haber sido de cualquiera. Sólo agradezco que no se lo hayan dado a Patrick Dempsey.

Por supuesto, la comida es un personaje más en Julie & Julia. Les garantizo que cualquier cosa que coman después de verla no les sabrá de la misma manera, más que nada por lo extraordinariamente presentada que está. Requiere un cuidado especial lograr que la comida quede así, y me da envidia no saber cocinar para poder hacer platos así (aunque si Julia pudo, y Julie también)… Esta es la propia película para ver en pareja, acompañada de una rica cena. Así que les acabo de dar su plan de fin de semana. De nada.

This Is It: Al final cayó el telón

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Quiero que quede algo bien claro: me parece que This Is It es un descarado intentomichael-jackson-this-is-it-movie-poster(419)-m-1  por aprovechar la popularidad de un artista recientemente fallecido para hacer dinero, y de paso creo que el mismo Michael Jackson no habría querido que fuera estrenada nunca, por razones que ya voy a discutir.

Dicho eso, sin embargo, no puedo negar que es una experiencia muy entretenida, sumamente íntima y bastante reveladora de una de las figuras más misteriosas y reverenciadas de los últimos años. No puedo negarlo: es una buena película.

Dirigida por Kenny Ortega, quien nos hizo el favor de traernos High School Musical, This IS It es una “tras escenas” de los ensayos de lo que fue –y sería de todos modos—la última serie de conciertos de Michael Jackson en Londres, apenas unos meses antes  de su prematura muerte el 25 de junio de este año. Grabada con dos cámaras RED, se suponía que esta sería para la colección privada de MJ y para que el equipo creativo del concierto pudiera analizarlo y resolver cualquier problema técnico que se presentara. Cuando Michael falleció, contrataron a tres editores, Kevin Stitt (The Kingdom, Cloverfield, X-Men, A Knight’s Tale), Don Brochu (High School Musical, El Fugitivo, Volcán) y Tim Patterson (sin ninguna que valga la pena mencionar) para que tomaran el pietaje que se tenía y armaran un homenaje al Rey del Pop.

Hay que recordar que para este punto, Michael no había tenido un disco realmente decente_thumb[3][6]exitoso en casi 15 años (desde HIStory: Past, Present and Future, de 1995) y su imagen en los tabloides había predominado sobre su persona musical. Entonces es increíble ver las entrevistas de bailarines de sitios tan distantes como Holanda y Australia audicionar para actuar con él en escena como si estuviera en el tope de su popularidad. Y ver a Michael estar con Ortega y el resto de su equipo seleccionar a los bailarines con comentarios como “Ella, me gusta su espíritu, su ‘funk’”, nos hace ver un lado del hombre que nos e había visto antes: el tipo tiene corazón.

Lo que sí era es perfeccionista y dueño de un talento único. Constantemente está pidiéndole a los músicos que traten de esperar un poco antes de tocar “esa” nota, que traten de hacer más de tal cosa en tal estrofa, que se luzcan como quieran en tal momento. Siempre dice “Para eso ensayamos, hagámoslo con amor”. Incluso muestra que sabe hacer un “beat box” con su voz durante “I Wanna Be Startin’ Somethin’”, que abre la película. Y no está al 100%: en más de una ocasión dice, “No me hagan esforzarme, entiéndanme, estoy tratando de cuidar mi voz”, y aún así se oye absolutamente increíble. Igual sus movimientos de baile; no está dándole todo lo que tiene, pero es un hombre de 53 años con problemas de salud que le costaría la vida que se mueve como si fuera de treinta, con toda la flexibilidad que lo hizo famoso.

Supongo que por eso es que digo que MJ no habría querido que se vieran estas imágenes nunca, pues él sólo buscaba dar su todo en cada concierto. También que no hay la misma emoción de ver siete tomas distintas en otros tantos ángulos que ver una misma toma que dure cinco minutos, y es un poco frustrante ver algunas escenas que se habrían incluido en las superpantallas del escenario aparte, como los miles de bailarines en un desierto durante “They Don’t Care About Us”, los zombies y monstruos en 3-D durante “Thriller” o su participación con Humphrey Bogart en “Smooth Criminal”. No se puede negar que los conciertos habrían sido increíbles, con todos esos efectos y los diseños y los bailarines saltando por los aires.

Pero ese es quizá el mayor atractivo de la película: para una vida que normalmente estaba rodeada de tanta grandiosidad, es raro ver a Michael Jackson de una manera tan íntima y personal. Tanto como la entrevista que le hiciera el periodista Martin Bashir en 2003, este quizá sea el retrato más revelador del cantante, quizá porque era en este mundo en el que era realmente feliz, más que ningún otro lado, y por lo tanto no está tan a la defensiva. Está siendo honesto y abierto, y vemos que sí, es un excéntrico que le daba a los tabloides de qué hablar durante varios años, pero también era un ser humano humilde y trabajador que trataba de hacer que los que lo rodeaban se sintieran a gusto, como el anfitrión en una casa.

Si no eres fanático de MJ es obvio que ni siquiera te molestarás en ver esta película. O quizá vayas obligado. Y sí, es más probable que sus fans se la coman con gusto (yo me encontraba cantando cada una de las canciones, aunque claro, no conocía “This Is It”, con la que cierran). (P.D.: no es gran cosa, pero no es mala.) Pero si de verdad quieres ver a un Michael Jackson que nunca conociste –y lamentablemente nunca se volverá a ver—es sorprendentemente entretenida. Mi novia es de las que conocía a MJ por su fama más que por su música y salió gratamente impresionada. Sé que ustedes también.

Han volado alto: La evolución de las películas de super-héroes

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El ocio de los geeks profesionales es algoq ue debe ser reverenciado y agardecido por el resto de nosotros, pues nos permite tener fundamentos para nuestra próxima discusión. Lo digo porque la gente de Koldcast Web TV Network acaba de sacar un artículo (en inglés) sobre la evolución de las películas de super-héroes en los treinta años, más o menos, y tienen un excelente gráfico que muestra su evolución para acompañarlo, que aquí les pongo cortesía de Screenrant.

Hagan clic para verlo a tamaño completo. Todos los precios han sido ajustados a la inflación actual. Al final les ofrezco las traducciones de la leyenda.

Amarillo y rojo indican presupuesto; amarillo, taquilla.

Los cinco hitos en la historia de las películas de super-héroes:

  1. 1989: Primer uso de música pop. Esa fue la banda sonora de Batman de Tim Burton, hecha por Prince (muy recomendable).
  2. 1992: Primer uso de gráficos de computadora, en Batman Regresa, también de Tim Burton.
  3. 1995: Primera con un presupuesto mayor a 100 millones de dólares (para Batman Forever, de Joel Schumacher).
  4. 2003: Primer año en debutar tres películas de super-héroes: Daredevil, X2: X-Men United y Hulk.
  5. 2008: Primera en tener una actuación reconocida con un Oscar (Heath Ledger por su papel en The Dark Knight).

Los cinco mayores fracasos en la historia de las películas e superhéroes:

TÍTULO

ELENCO

PRESUPUESTO (MM$)

TAQUILLA (MM$)

%
ROTTEN TOMATOES

Howard The Duck (1986) Tim Robbins, Lea Thompson, Jeffrey Jones, Ed Gale, Chip Zien

30

14,964

16

Elektra (2005) Jennifer Garner, Terrence Stamp, Goran Visnjic, Kirsten Pout, Will Yun lee

43

24,407

10

The Punisher (2004) Thomas Jane, John Travolta, Rebecca Romjin

33

33,682

29

Punisher: War Zone (2008) Ray Stevenson, Dominic West, Doug Hutchinson

22

7,948

26

The Punisher (1989) Dolph Lundgren, Louis Gossett, Jr., Jeroem Krabbé

10

0,287

24

TRIVIA:

  • Un hombre montado en una moto arrastrando una bolsa de tierra fueron usados para crear el efecto de Clark Kent corriendo por el camino de tierra luego de saltar frente al tren en Superman (1978).
  • Se le pidió a Michael Jackson que escribiera e interpretara las canciones de la película de Batman de 1989, pero tuvo que rechazarlo por sus compromisos de concierto.
  • Aunque es relativamente alto al medir 1,80 m, James Marsden (Cíclope) tenía que montarse en una caja de manzanas para verse más alto que uno de los niños en la escena de la estación del tren en X-Men (2000). Para joderle la paciencia, Tyler Mane (Sabertooth), que a su vez mide 2,06 m., se metió en el trailer de Marsden y puso una caja de manzanas en el baño con una nota que decía, “Para que alcances el lavamanos”. Masrden también tenía que usar plataformas para verse más alto que Hugh Jackman (Wolverine), quien mide 1,85 m.
  • Es de la opinión de Sir Michael Caine que Heath ledger venció todas las posibildades y superó al Guasón de Jack Nicholson en la Batman de 1989: “Jack era como una figura de payaso, benigno pero malvado, quizá un viejo tío asesino. Podía ser gracioso y hacerte reír. Heath se ha ido en una dirección completamente distinta a Jack, es un psicópata realmente atemorizante. Es un tipo encantador y su Guasón va a ser tremenda revelación en esta película”. Caine basó esta creencia en una escena donde el Guasón visitó el penthouse de Bruno Díaz (Christian Bale). Caine nunca había conocido a Ledger antes, así que cuando llegó e hizo su actuación, le dio a Caine tal susto que se le olvidó su parlamento. (Noten que Alfred no sale en esa escena; es posible que la hayan editado después).

Plasma de Miércoles E43: Pan y Tulipanes (2000)

miércoles, noviembre 18, 2009 | Comments

panetulipani Un agradecimiento eterno de mi profesión de periodista es la exposición a un poco de todo lo que el mundo nos pueda ofrecer. Mi profesor de Comuniciación y Literatura, un tal Cristóbal Guerra, hablaba de poder detectar los elementos literarios aún en el cine. Y para demostrarlo, nos mostró una pequeña joya del cine italiano moderno llamada Pane e Tulipani, de 2000. Y yo no sólo vi esos elementos, sino que después de La Vita É Bella, es mi película italiana favorita, y una de mis películas favoritas, en general. Qué hermosa historia, y qué belleza de película.

En un viaje de turismo a las ruinas de Pompeya, conocemos a Rosalba (Licia Maglietta), una humilde ama de casa casada con un rico y despótico distribuidor de piezas de plomería (Antonio Catania) y madre de dos ingratos hijos adolescentes. Insólitamente, nadie se da cuenta que está faltando cuando el autobús arranca de vuelta a Pescara sin Rosalba. Mimo, el esposo, cuando se da cuenta, la llama indignado y le dice que nos e mueva, que ya la buscarán, que siempre hace esto, que qué fastidio, bla bla bla. Eso despierta una rebelión en Rosalba, y decide no esperar a que la vengan a buscar. Pidiendo cola, por Dios, llega a la ciudad mágica, Venecia, y decide que va a dar una vuelta antes de volver a casa.

Por supuesto, como es Venecia, conoce a una serie de personajes fascinantes. Conoce a un florista anarquista llamado Fermo (Felice Andreasi), e incluso decide trabajar para él (sí, era mucho más que una escapadita); una amable y holística masajista llamada Grazia (Marina Massironi), quien la acoge; y un estricto y taciturno mesonero islandés llamado Fernando (Bruno Ganz), que a pesar de su pétreo rostro admira el espíritu amable de Rosalba. Por supuesto, Mimo no se va a quedar así como así. Cualquier esposo habría dejado todo e ido a buscar a su mujer, pero Mimo, quien da la casualidad que tiene un romance con su concuñada, demora esa búsqueda todo lo que puede. Y cuando finalmente se decide, lo que hace es enviar a un plomero (Giuseppe Battiston) disfrazado de detective privado a que la busque.
Todo este tiempo, Rosalba se debate entre su responsabilidad familiar y un deseo de ser ella misma –algo con lo que toda mujer seguramente se puede relacionar en algún momento, esa búsqueda de descubrir quién es realmente. Y Maglietta tiene un aire de perfecta inocencia que hace que, aunque al principio estemos convencidos que esta mujer está loca, que cómo se le ocurre, no podamos resistir apoyarla mientras la película continúa. Esta es una mujer que ha vivido en un cascarón toda su vida, y en sus ojos se ve que está experimentando todo por primera vez en su vida. Casi que por lástima, hay que apoyarla.

Lo único que le podríamos criticar a la película es que el resto de los personajes, salvo una excepción, son casi caricaturescos, algo que creo que se le puede culpar al guión de Silvio Soldini y Doriana Leondeff (Soldini también dirigió). Mimo es sencillamente despótico y antipático al extremo, diseñado para aumentar la simpatía que ya tenemos por su mujer. El plomero es torpe y optimista pero buena gente, de modo que creemos imaginarnos por dónde va su personaje. La sola salvedad es Bruno Ganz, un imponente actor austríaco que tuvo el valor de luego interpretar nada menos que a Adolf Hitler en La Caída. Pero aquí es irreconocible; taciturno, servicial y severo, hay sin embargo una paternalidad cuando su corazón empieza a ceder ante las ansias de vida de Rosalba que uno es incapaz de imaginar a este hombre alzando la voz.

Pane e Tulipani muestra un maravilloso punto de vista italiano a una ciudad tan cosmopolita como es Venecia, con unos toques de hilarante humor y sorprendente ternura, algo que como latinos quizá podamos apreciar más que un público estadounidense. Descaradamente femenina pero no feminista, uno debe ver esta pequeña joya como un himno a la libertad, a buscar lo que realmente queremos hacer con nuestra vida. Está en la misma liga que Los Puentes de Madison, pero mucho más alegre, si acaso un poco fantasiosa. Bellísima. Véanla cuando puedan.

Pan y Tulipanes (sin subtítulos)

NOTAS CURIOSAS
  • Licia Maglietta es una talentosa acordeonista, y realmente es su música la que suena en diversas partes de la películas.
  • Detalle para las fans del difunto Eduardo Palomo: es la telenovela Corazón Salvaje la que ella está viendo cuando está planchando.
  • Selección oficial tanto del Festival de Cannes como el de Toronto de ese año.

Íconos por siempre

martes, noviembre 17, 2009 | Comments

Más allá de las escenas de las que les hablé hace cierto tiempo, hay imágenes en el cine que no se pueden olvidar. Puede ser un paisaje, una mirada de una actriz o actor, o algo tan sencillo como un close-up. Esas son imágenes que se han vuelto inmortales –y la revista Empire ha hecho un excelente trabajo en recopilar 50 de las más memorables. Son de esas imágenes que por sí solas narran una historia. Vayan a la página de Empire para ver las 50 con un comentario, y aquí les pongo mis favoritas.

Psycho (1960)
Directed by Alfred Hitchcock
Shown: Janet Leigh (as Marion Crane)

Psicosis (1960). La escena inicial en la ducha del clásico de suspenso de Alfred Hitchcock es una de las más angustiantes y sangrientas escenas jamás filmadas –y no hay ni una gota de sangre a la vista sino al final. El grito de Vivien Leigh es pura angustia y terror –con la ominosa sombra de su atacante en la esquina izquierda.

Ben Hur

Ben-Hur (1957). Antes de Titanic en los Oscar, antes de Russel Crowe en Gladiador, Hollywood perteneció a Ben-Hur. Esta épica ganó 11 premios de la Academia, y tuvo a Charlton Heston en el tope de su poderío. Pero es la imagen del príncipe Judah Ben-Hur corriendo en su carro tirado por perfectos caballos blancos en la carrera de aurigas la que compone la historia del cine.

ETmoon E.T. El Extraterrestre (1982). Nadie nunca se imaginó que un pequeño extraterrestre de grandes ojos y un dedo luminoso pudiera conquistar los corazones del mundo, pero así fue. Por muchos años la película más taquillera de la historia, pocos momentos son tan emocionantes como cuando E.T. usa sus poderes para elevar a su amigo Elliot (Henry James) enfrente de una perfecta luna llena, haciéndonos creer en todos nuestros sueños. Bien hecho, señor Spielberg.

CasablancaCasablanca (1942). Ya antes les he hablado de éste, quizá la más obligatoria de ver de todas las películas hechas, con uno de los más memorables romances en su historia. Esta escena, sin arruinársela si aún son lo bastante desafortunados de no haberla visto, muestra a Bogie y a Ingrid Bergman en su mayor esplendor, y dio origen a otra frase inmortal: “We’ll always have Paris”.

the exorcistEl Exorcista (1973). ¿Quieren saber de miedo? Esta escena no podría ser más sencilla: un hombre (Max von Sydow) con un maletín se para frente a una casa. Pero aún sin saber lo que está esperándolo arriba, hay algo… la forma en que le cae la luz de la ventana superior, la forma en que está parado, como dudoso, la hace una de las más enervantes que se han visto.

EnterTheDragon_1280x720 Operación Dragón (1973). Busquen “arrecho” en el diccionario, y deberían ver una foto de Bruce Lee. No hay ni creo que haya nunca nadie como él, desde su intensidad y dedicación a su arte como el amor que le dedicada a su familia. Tristemente, murió unas semanas antes del estreno de Operación Dragón, y el hecho de que se veía tan perfectamente formado, aún con esas cicatrices encima, lo hacía aún más doloroso.

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La Guerra de las Galaxias: El Imperio Contraaataca (1980). La única otra secuela que realmente valió la pena desde El Padrino II y hasta El Señor de los Anillos: Las Dos Torres da lugar a una de las mayores sorpresas del cine en toda la historia que ningún geek que se respete puede decir que no sabe cuál es. Y justo antes de ella: el primer enfrentamiento de nuestro héroe Luke Skywalker (Mark Hamill) y el temible Oscuro Señor de los Sith, Darth Vader (David Prowse, con la voz de James Earl Jones).

rockyRocky (1976). Más que su grito de “¡ADRIEEEEEEN!”, es la imagen de Rocky Balboa (Sylvester Stallone) subir las escaleras de la Biblioteca de Filadelfia la que se ha convertido en la gran imagen del triunfo. Por algo hay una estatua del famoso boxeador al final de esas escaleras.

the-shining-still-1

The Shining (1980). Da lástima que Stephen King (con toda razón) odie esta película. Basada en una de sus más aterradoras novelas, Stanley Kubrick se tomó demasiadas libertades a la hora de adaptar al cine la historia de la familia que se muda a un solitario hotel en las montañas de Colorado con una malvada presencia de compañía –y creó uno de los mayores éxitos en la historia del terror. Pero NADIE puede discutir con Kubrick del genio que fue contratar a Jack Nicholson como Jack Torrance. Cuando abre un hueco en la puerta con un hacha, tratando de alcanzar a su aterrada esposa, la más pura y perfecta locura en su mirada, Nicholson se atornilló competo en el trono del recuerdo al pronunciar la frase: “HEEERE’S JOHNNY!!!”

the godfather El Padrino (1972). Su hijo Michael (Al Pacino) luego ocuparía el trono, pero que a nadie le quede la menor duda de quién era el Emperador. Con un aire de indiferencia y una voz mascullada, no había cómo ocultar el filo en la mirada de Vito Corleone (Marlon Brando). Brando jamás se volvería a ver tan magnífico como se vería aquí.

Jurassic-Park_b2a1e99c Parque Jurásico (1991). Todos amábamos a los dinosaurios de niño; fue Steven Spielberg quien logró que nos enamoráramos de nuevo. Aún cuando nos asustaban completico. Cuando ese tiranosaurio apareció por primera vez nadie se podía creer el grado de realismo; y cuando el doctor Alan Grant (Sam Neill) trata de distraerlo para salvar a los ocupantes del otro vehículo, esa fría mirada y el rugido que siguió nos hizo temblar de susto y emoción.

Trinity

The Matrix (1999). Llamar a la creación de los Wachowski innovadora es como decir que la Segunda Guerra Mundial fue dura. Está tan llena de innovaciones que cualqueira de sus escenas podría caber aquí, pero es esa primera escena en que Trinity (Carrie-Ann Moss) se eleva en el aire, y la cámara gira alrededor de ella, incluyendo detrás –una escena que casi aburre de tantas veces que ha sido imitada—la que nos decía que esta no iba a ser cualquier otra película. O sea… DAMN.

¿Qué otras imágenes del cine recuerdan? Si quieren, pueden dejarme el enlace a una imagen en los comentarios y la publicaré en un post futuro. Traten de no hacer trampa e incluir alguno de los de Empire.

Drag Me To Hell: La angustia no debería ser así de divertida

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Durante meses, el trailer me angustiaba, como lo hacen todas las películas de terror. Arrastrame_Al_Infierno_1 Simplemente sería otra de la larga lista que yo vería y diría no gracias. Pero luego, le empezaron a llover las críticas. Su puntaje alto en Rotten Tomatoes. La buena fama de su director. Pero hubo también las reacciones negativas de mis seguidores en Twitter, que la llamaban de “nula” a simplemente “pésima”. ¿Será que me atrevo? Pues vamos, claro que sí.

Drag Me To Hell, la última película del director Sam Raimi (la saga de Spider-man) puede haber sido la mayor gozadera que he tenido en el cine este año, quizá sólo superado por The Hangover. Y es que señores, si quieren realmente asustarse, llegar a su casa friqueados por una película, esperen Paranormal Activity o busquen la española [REC]. Si quieren un suspensoexcelente-emocionado[5] auténtico pero disfrutar también de algunos de los horrores más absurdos —pero bien hechos— que se han visto en pantalla, Drag Me To Hell es la película para ustedes.

Christine Brown (Alison Lohman, en un papel originalmente de Ellen “Juno” Page) es una ejecutiva de préstamos en un banco que se convierte en el blanco de la peor delas presiones sociales. Tiene un novio brillante (Justin Long), cuyos padres quieren que se case con alguien de clase alta. Su jefe (David Paymer) la presiona con el trabajo de subgerente, diciéndole que está entre ella y el nuevo, el agresivo y éticamente cuestionable Stu (Reggie Lee). En medio de todas sus presiones, Christine recibe a Sylvia Ganush (Lorna Raver), una anciana que está siendo amenazada con perder su hogar por no poder pagar sus hipotecas. La presión social y laboral es demasiada, y Christine decide negarle la extensión del plazo para pagar y, por lo tanto, pagar su casa.

Como si eso no fuera lo bastante malo, la señora Ganush decide suplicarle de rodillas que le conceda una extensión del plazo, pero Christine, asustada, la humilla. Mala idea… Al poco tiempo, la señora Ganush –ahora la vieja aterradora Ganush—le lanza una maldición gitana que implica un terrible demonio que, como Christine aprende por un adivino (Dileep Rao), le hará de su vida un infierno por tres días –antes de llevársela al Infierno.

La historia es original del propio Raimi, quien además escribió el guión con su hermano Ted, y este es el regreso al mundo que lo dio a conocer, antes que cayera en las redes del Hombre Araña (¿entienden?). Su debut, de hecho, fue una locura llamada Evil Dead que tenía algunas de las escenas más bizarramente espeluznantes que se habían hecho hasta ahora, y lo mismo fue con la segunda y tercera parte. Por eso es, creo yo, que mucha gente se está desilusionando con Drag Me To Hell, porque nos han acostumbrado a que “horror” se refiere a sangre, muerte y el ocasional susto; Raimi vuelve a crear una película de horror divertida, como una Mansión Embrujada: los sustos son auténticos, y algunas escenas son totalmente… disgusting. Hay un mínimo de sangre, y cuando lo hay, es para asco, no impresión o un susto en particular.

Este es el show de Alison sin duda, pues todos los demás personajes son circunstanciales (y ninguno hace un mal trabajo). Lohman no es la mejor actriz del mundo, pero no necesita serlo. Tiene ese aura de dulzura e inocencia y profesionalismo que hace que uno instantáneamente quiera acurrucarla y protegerla. A diferencia de la mayoría de las protagonistas de pelícuals de terror, esta no es una bruta que está buena que merece morir (Paris Hilton en La Casa de Cera es el perfecto ejemplo), sino una buena chica que tomó una serie de decisiones equivocadas, y ahora simplemente debe tratar de resolver como mejor pueda. No ayuda que su novio no le crea, ni que si logra salvar su vida puede perder su trabajo también. Y eso pesa.

Como ya dije, lo que predomina es el absurdo en esta película. ¿Quién tiene un yunque colgando de su sótano? ¿Una cabra que habla? ¿Y cuál es el empeño del beso asqueroso? ¿Y qué importa? Los pocos efectos que hay son usados excelente y efectivamente, bien sea para que te pegues del techo del susto o te revuelques en tu asiento de la angustia. Si quieres ver sangre, espera el remake de Pesadilla en la Calle del Infierno del año que viene. Si quieres ver una película de terror a la vieja usanza, que sinceramente te hará reír (sin saber a veces que es del asco, de los nervios, del susto o realmente porque es gracioso), créanme, Drag Me To Hell es la que buiscan. Véanla en un cine más o menos lleno, o al menos con un grupo grande. Si no esperan Drácula, van a gozar una bola.

100 años - 100 citas

lunes, noviembre 16, 2009 | Comments

No hay nada como citar una línea favorita de una película para demostrar exactamente lo ocioso dedicado que eres. Cuando esperas que la Fuerza esté con alguien para desearle suerte, sabes por qué hay que temblar cuando alguien habla de una botella de chianti y nadie pasa una oferta que no puedes rehusar... ¿qué más queda por decir?

El Instituto Americano de Cine (AFI) tiene una serie de programas llamados 100 Años, 100 Películas, donde celebraban el primer siglo de cine con lo que ellos consideran las mejores 100 películas en una variedad de temas. Este video, que el pana Tukeke tuvo bien compartir por Twitter, muestra algunas de las citas más famosas de la historia del cine transmitidas en el programa 100 Movies, 100 Quotes. Es de 2005, así que hay algunas favoritas mías que faltan, como el incomparable Daniel-Day Lewis gritándole a Paul Dano "I drink your milkshake!" en There Will Be Blood, pero hay suficientes memorables. Está en inglés, trataré de subir una versión con subtítulos después, pero pueden descargar la lista completa de citas en la página de la AFI. Si no les gusta... "frankly, my dear, I don't give a damn". ¿O prefieren la versión criolla?

2012: El mundo se acabó, pero que BIEN se ve

sábado, noviembre 14, 2009 | Comments

untitled Lo único realmente desilusionante de 2012, la extravagancia de 250 millones de dólares con la que Roland Emmerich logra, sí, compensar por la bosta de mamut que fue 10.000 AC, es que en ningún momento sonó ni “It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine)” de R.E.M. ni “Dust On The Wind” de Kansas. Esta última en particular habría sido perfecta para una de las escenas finales. Pero ya llegaremos a eso.

Que nadie se engañe: uno va a ver esta película porque quiere ver, desde la comodidad de una butaca, cómo el mundo se vuelve ñoña de la manera más espectacular y exhilarante posible. Si entras esperando ver actuaciones dignas decente_thumb[3] de un Oscar, vas a quedar seria, seriamente desilusionado. Visualmente, y tal cual como su trailer prometía (¡fue bajado más de 7 millones de veces!), 2012 le lleva cuarenta morenas a Transformers: Revenge of the Fallen; para citar a Roger Ebert, esta es la madre, padre y familia extendida de las películas de desastre.

Basado en el hecho de que el calendario maya indica que el 21 de diciembre de 2012 termina un ciclo (lo que algunos interpretan como el fin del mundo), un geólogo llamado Adrian Helmsley (Chiwetel Ejiofor), un geólogo que trabaja para la Casa Blanca, descubre evidencia que el centro de la Tierra se está moviendo, y lo avisa al Jefe de Personal, Carl Anheuser (Oliver Platt), quien a su vez le avisa al Presidente Wilson (Danny Glover). Así empieza un plan mundial para construir una serie de enormes arcas en los Himalayas, gracias a obreros chinos y con el pago de un gran consorcio privado global, principalmente saliendo de millonarios que pagaron por estar sentados allí –mientras la gente “normal” se muere.

En medio de todo esto, un autor de ciencia ficción llamado Jackson Curtis (John Cusack) tiene un fin de semana con sus hijos (Liam James y Morgan Lily) y los lleva al parque Yellowstone –el centro de mayor actividad geotérmica de los Estados Unidos, gracias— donde encuentra a un excéntrico locutor de radio/profeta del desastre (Woody Harrelson), que tiene como que mucha información sobre lo que va a pasar. Pero como trata de llevar una buena relación con su ex esposa (Amanda Peet) y quiere que su hijo lo admire tanto como al nuevo novio de ella (Tom McCarthy), pues decide quedarse por un rato más. Con la base gubernamental fuertemente custodiada instalada en las cercanías sin importancia.

Durante una hora, seguimos la vida de estos personajes, mientras la tensión por la apocalipsis que se avecina va en aumento. Como es lo que todos estamos esperando, la película se vuelve un poco aburrida antes de este punto. Ningún personaje es desarrollado completamente, y hay algunos francamente inútiles, sólo ahí para demostrar el lado humano del desastre. Está la hija del Presidente (Thandie Newton), el padre de Adrian (Blu Mankuma) y su compañero músico (George Segal), y un obrero chino (Chin Han), su hermano el monje budista (Osric Chau) y sus abuelos (Chang Tseng y Lisa Lu). Y luego están algunos que pareciera que están ahí sólo para demostrar que el dinero no te puede salvar la vida al final (“Y todo tu dinero/no te comprará otro minuto”, cantaba Kansas en “Dust In The Wind”). Y a todos se les dan algunas de las más cursi y rebuscadas líneas de diálogo que se puedan imaginar (“Somos todos hijos de la tierra. No los puedes dejar atrás”).

Pero cuando empiezan a venir los desastres naturales… WOW.

No me cabe ninguna duda que esta tiene que ser la película con más efectos especiales por minuto de la historia. No siempre son convincentes pero es porque son demasiado espectaculares. ¿Tsunamis cubriendo el monte Everest? ¿La madre de todos los volcanes explotando en Yellowstone? ¿Los Ángeles cayéndose a pedazos? ¿La Basílica de San Pedro resquebrajándose y atropellando a todos los congregados en la Plaza? NO JODA. Esas escenas me tenían literalmente al filo del asiento, en especial una de un avión que despega mientras el piso se viene abajo. Sencillamente brutal.

Lo que diferencia a Emmerich (quien además escribió el guión con Harald Kloser) de Michael Bay es que trata de recordar la verdadera humanidad que ocurre en medio de todas las explosiones y desastres. Lo malo es que a veces en vez de lograr una sincera reacción, uno se siente medio manipulado, como si ver al mundo literalmente irse a pique no fuera suficiente. Eso quizá se habría logrado con personajes más trabajados, pero el elenco no tuvo suficiente con qué trabajar. De todos, me parece que el más convincente fue Platt, quien hace un muy buen trabajo como el ultraderechista que quiere que se salven los ricos y bien conectados. De hecho,al comentar sobre él, Ebert nota que Emmerich siempre nombra a sus villanos con cierta picardía: el alcalde en Godzilla se llamaba Ebert (algo que el crítico tomó fascinado); el vicepresidente en El Día Después de Mañana tiene un sospechoso parecido con Dick Cheney; así que, cuando oyen Anheuser, ¿en quién o qué piensan? (Una ayudadita.)

En fin, uno no se monta en una montaña rusa para ver el escenario, sino para sufrir grandes emociones con su sube y baja. A pesar de sus fallas, gracias a 2012, puedo perdonar a Emmerich por traer al mundo 10.000 AC. Sin embargo, aún no ha vuelto a capturar la magia que fue Día de la Independencia, que no sólo tenía increíbles efectos sino suficiente desarrollo de personajes para que todos pudiéramos identificarnos con alguien. Pero 2012 promete destruir al mundo y Dios que lo logra. Disfruten.

Mientras tanto, en Internet...

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