Petróleo sangriento: lo bello del capitalismo

lunes, febrero 25, 2008 | Comments

There Will Be Blood es una película dura, deprimente, sucia y sin compasión. Es también quizá una de las mejores películas hechas en mucho, mucho tiempo. Y como se dijo en la entrega de los Oscar, va cargada sobre los hombros de un gigante como es Daniel Day-Lewis.

A finales del siglo XIX, Daniel Plainview (Day-Lewis) descubre petróleo en California. Es su vida, y sabe que para poderlo explotar tiene que usar a la gente. Uno de sus obreros muere en el trabajo, y deja a un bebé huérfano. Lo adopta, pero no por compasión, sino para presentarse como un abnegado padre soltero que presenta a su hijo H.W. (Dillon Freasier) mientras ofrece comprar los terrenos a los pueblerinos. Plainview se entera de una gran cantidad de petróleo en un pueblo llamado Little Boston, y allá se laga -- pero debe competir por el liderazgo del pueblo con el joven pasto evangelista, Eli Sunday (Paul Dano, en un radical alejamiento de su personaje en Little Miss Sunshine). Es un duelo de titanes: la moralidad absoluta contra la amoralidad completa.

Plainview es el lo peor del capitalismo en persona. Él mismo lo dice: "Veo a la humanidad y no veo nada que valga la pena rescatar." Todo lo que le interesa es el dinero, el poder. No importa cuánto tenga, no importa el costo. Trata a su hijo H.W. con cariño, pero se le ve fingido, casi forzado. Y finalmente, eso le está corrompiendo el alma, no importa cuánto Sunday trate de "salvarla". En una escena en una iglesia, Plainview finge arrepentimiento, pero está incluso usando a Dios como un medio para un fin. Es a la vez doloroso y fascinante de ver.

La dirección de este monstruo es de Paul Thomas Anderson, que ya se ha hecho un nombre de sí mismo con Magnolia y Boogie Nights. Pero esta es la película que lo pondrá al lado de grandes, pues está finamente tallada como una escultura posmoderna. Al final puede que no entiendas lo que ves, pero estás seguro que viste algo bueno.

Para Pandillas de Nueva York, Day-Lewis se mudó por un tiempo a mis pesadillas, tal era la maldad que destilaba; aquí se muda a mi conciencia. Se convierte en un ser absolutamente despreciable, el Charles Foster Kane de esta época. Y es que Petróleo... está siendo llamada la Ciudadano Kane moderna, por su parecido en historia de surgimiento de la pobreza a enorme fortuna, pero sin lograr la verdadera felicidad. Pero a diferencia de Kane, Plainview no tiene un trineíto que le recuerde de mejores épocas, por consiguiente nunca hay un contacto con la humanidad. Y Day-Lewis nunca ha hecho un mejor trabajo. Para los que la han visto: ¿saben el discurso que hace sobre construir escuelas y traer el pan? Improvisado. No estaba en el libreto. Absolutamente increíble.

Una mención especial va para Paul Dano, quien además de Eli Sunday también hace de su hermano gemelo Paul, que aparece por quince minutos al principio de la película y nunca más. Originalmente éste iba a ser su único papel en la película, pero por circunstancias del destino terminó haciendo ambos con sólo cuatro días para prepararse para hacer de Eli (comparado con el año que tuvo Day-Lewis). En el fondo, Eli está tan loco como Plainview; pasa que él cree que está haciéndole un bien a la comunidad además de a Plainview. Dano es casi tan impecable como Day-Lewis aquí; fue quizá su juventud o inexperiencia que no le valiera una nominación que sí obtuvo (y ganó) Day-Lewis.

Atención: esta es una película larga y lenta. No tiene momentos de gran acción. Los grandes clímax son pocos y muy espaciados. Pero Don Quijote es larga y compleja, y se ha convertido en un clásico de la literatura. Quizá no tenga la complejidad de Ciudadano Kane, pero Petróleo Sangriento es de esas películas que estará alta en las listas de mejores películas de muchos críticos. Vayan a verla temprano y agradézcanlo después.

No se depriman, sólo es un Oscar

sábado, febrero 23, 2008 | Comments

Hasta ayer, estaba como deprimido y angustiado. Cuatro de las cinco películas nominadas para Mejor Película en los Oscar estaba en cartelera, y sólo he visto una (Petróleo Sangriento). ¿Cómo rayos se supone que voy a poder dar un comentario coherente sobre mañana?

Y luego lo leí en el blog The Carpetbagger, de The New York Times: si ni los seis mil y tantos de la Academia de Artes del Cine debe haber visto todas las películas, y ellos hasta votan, ¿qué me impide a mí tener una buena predicción? Total, muchas veces ni falta hace: uno simplemente lee, oye o ve cómo se han movido las distintas películas, y ya te haces una idea. Siempre habrá un momento tipo Marcia Gay Harden (en 2000, ganó el Oscar por mejor actriz secundaria por Pollock, que nadie vio, sobre la hiperfavorita Kate Hudson en Casi Famosos, que era un éxito).

Estos Oscars -- la 80ª vez que se entregan-- tienen un aire un tanto deprimente, por ser cuatro dramas y una comedia que se pelean la gran estatua, amén de que hasta hace dos semanas ni se sabía si se darían, por la huelga de escritores. Pero los críticos están entusiasmados porque todas las películas tienen casi unánime alabanza por su parte; parece que Oscar finalmente empieza a pensar en términos de calidad para sus ganadores.

De modo que aquí me arriesgo. No voy a hacer los largos comentarios del año pasado, por sueño y falta de demasiada información, pero la ignorancia igual es valiente.

Mejor Actriz Secundaria:
Cate Blanchett, I'm Not There. Aunque no descarten a Ruby Dee (American Gangster).

Mejor Actriz
Julie Christie, Away From Her. Quizá Marion Cotillard (La Vie En Rose) tendría más chance si estuviera en una película en inglés, pero yo recordaría lo que hizo Roberto Benigni...

Mejor Actor Secundario
Javier Bardem, No Country For Old Men. ¿Es que lo dudan?

Mejor Actor
Daniel Day-Lewis, Petróleo Sangriento. La única con la que puedo hablar con propiedad. Esta película ha sido llamada la nueva Ciudadano Kane, y no se equivoca tanto. Day-Lewis fue robado en 2002 por su aterrador villano en Pandillas de Nueva York; es uno de esos que se desaparece en su personajes. ¿Cómo negárselo otra vez? Si se lo van a dar a Johnny Depp (Sweeney Todd) que así sea, pero reconózcanle la labor de una vez.

Mejor Película Animada
Aunque Ratatouille es una magnífica pieza de arte y me encantaría verla premiada, estoy yendo más por la más artística y arriesgada Persepolis.

Mejor Director
Paul Thomas Andreson hizo un trabajo magnífico con Petróleo Sangriento, pero los Cohen tienen tal talento y habilidad para construir una obra maestra en cualquier género que ha llegado el momento de recompensarlos. No Country For Old Men ya est{a siendo llamad un cl{asico moderno; confirmémoslo.

Mejor Película
Ciudadano Kane, que consistentemente ha sido llamada la mejor película de la historia, no se llevó el premio a Mejor Película. Si en efecto la comparación vale, lo mismo pasará con Petróleo Sangriento. La obra maestra de los Coen es la que se lo llevará.

¿Nos vemos el lunes, a ver cómo me fue? ¡Miren que esto es lo que puse en un concurso para ir gratis al cine por un año! ¡Deséenme suerte!

"Vamos a verla en mi casa..:"

domingo, febrero 17, 2008 | 3 críticas y comentarios »

Día de los Enamorados vino y se fue. Muchos de ustedes llevaron a su pareja a cenar, quizás a --ejem-- "consumar el acto", o la llevaron a ver P.D. Te Amo. Sea lo que sea que hicieron, ¡bien por ustedes! Pero si esta es la única vez en el año que lo hicieron, ¡qué horror! No debería haber una excusa para tener un detallito con la persona especial. Mucho menos para ver una buena película, ¿no? Pero estemos claros, las mujeres que disfrutan Rambo, Bad Boys y afines son muy pocas. Y las que hay tienen novios que se aferran a ellas como una garrapata en celo. Admítanlo, mis panas. O mejor aún, acéptenlo: en estos días no pueden llevar a una mujer en una primera cita a ver, digamos, Gángster Americano. Y ni siquiera a una novia la puedes llevar a ver una matazón todo el tiempo. Noooo... Hay que conocer bien esas películas que los dos disfruten, que a los dos les despierte la chispa romántica. Estemos claros, si la cosa va bien hay tiempo de sobra para alquilar una porno. Con eso en mente, estuve inspirado a recomendarles una serie de películas que por siempre les dará una opción para una velada romántica. Para los hombres, terminen de entenderlo: no importa lo que diga, a una mujer le gusta el romanticismo. Pero tranquilos: da la casualidad que son buenas películas también.

10.- Titanic. 1997. Leonardo Di Caprio, Kate Winslet, Billy Zane, Cathy Bates. A estas alturas, el que les diga que no ha visto Titanic es un mentiroso o un ermitaño. El ya clásico superéxito de Cameron se convirtió en la película más cara (más de US$200 millones) y más taquillera (más de US$1 billón) de la historia y empató el récord de la mayor cantidad de nominaciones para los Oscar (14) con All About Eve de 1950, y también empató con la mayor cantidad de Oscars ganado con 11. Una historia de amor ficticia ligada con un desastre muy real, fue tan grande que James Cameron no ha vuelto a grabar algo parecido desde entonces. La única razón por la que la pongo de último en la lista es porque es emocionalmente agotadora. Yo no la he podido volver a ver desde entonces, pues es demasiado en un pobre corazón. Pero se mantiene como una de las grandes películas románticas del siglo XX.

9.- Brokeback Mountain. 2005. Heath Ledger, Jake Gylenhaal, Kate Williams, Anne Hathaway. Digan lo que digan, aunque ciertamente requiere un poco de mentalidad abierta de su parte, la historia de dos vaqueros que descubren el amor entre ellos sigue siendo una gran película. Es imposible, sin importar su posición sobre la homsoexualidad, no sentir un dolor en su corazón saber que estos dos, por más que quieran, nunca podrán estar juntos. Díganme, ¿en qué se diferencia eso de lo que sentían Romeo y Julieta? Agarren sus prejuicios, guárdenlos en un bolsillo, y vuelvan a ver esta joya. Si no lloran, bueno allá ustedes.








8.- La Dama y el Vagabundo. 1955. ¿Quién dijo que una película animada no puede ser una gran historia de amor? Es el clásico cuento de hadas dicho desde el punto de vista de un perro: la consentida perrita de La Lagunita conoce al libre cacri del Valle y se enamoran, a pesar de tener todas sus diferencias. ¿Y es que acaso nadie toma en cuenta la encantadora escena del espagueti ya? Disney sabía cómo mover emociones, y lo demostró fielmente con esta película. De hecho, la primera escena, donde se abre la caja de sombreros y se encuentra la encantadora Cocker Spaniel, está basada en unhecho de al vida de Walt DIsney mismo. Así que no es tan ficticia después de todo, ¿no?

7.- The Lake House. 2006. Sandra Bullock, Keanu Reeves. ¿Se imaginan que, por bizarras circunstancias de lo que sea, en efecto puedan conocer a alguien que vive dos años antes/después que ustedes? Esa es toda la historia en este romántico drama, pero a pesar del toque evidentemente fantasioso, esta es una historia que funciona, que realmente te hace pensar que estos dos se merecen a pesar de estar separados por el tiempo. Además tenemos unos de los finales más satisfactorios en mucho tiempo.









6.- Love Actually. 2003. Bill Nighy, Alan Rickman, Hugh Grant, Liam Neeson, Emma Thompson, Colin Firth, Laura Linney, Kiera Knightley. Amor no es sólo dos personas que se atraen físicamente. También puede ser entre hermanos, padres e hijos, o entre amigos. Y el amor físico no conoce razas, clases o edades. Todo esto está explorado en esta joya británica sobre distintas historias de amor, como el de un niño de 10 años para conquistar a una compañera, un escritor pendiente de su sirvienta, o el Primer Ministro protegiendo a su asistente. Hay escenas absolutamente imperdibles, como cualquier oportunidad de burlarse de los Estados Unidos puede ser. Pero las más enternecedoras imágenes del principio, de personas verdaderas recibiéndose en el aeropuerto Heathrow, ya hacen todo lo demás valer la pena; ya es una señal para lo que viene después.



5.- Pane e Tulipani. 2000. Licia Maglietta, Bruno Ganz. ¿Qué ciudad puede decir "amor" más que Venecia? Esta historia no habla mucho de la santidad del matrimonio, pero sí dice mucho del poder del amor. Una infeliz ama de casa se pierde durante un viaje de turismo y decide quedarse durante largo tiempo en Venecia, viviendo la vida que pareciera siempre haber soñado. La historia es dulce, y a pesar de lo increíble, es totalmente creíble. ¿Qué importa si algo así podría pasar en realidad? Nadie se cree que una persona pueda dormir por 100 años sin envejecer, y sin embargo todo el mundo adora a La Bella Durmiente. Nota: si ya vieron La Caída, no podrán creer que este es el mismo Bruno Ganz que desapareció en el cuerpo de Hitler.



4.- Casablanca. 1942. Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains. El hecho de rechazar una película sólo porque esté en blanco y negro es un crimen. Tanta gente se ha perdido de ver este hiperclásico se ha perdido una de las más grandes historias de amor nunca contadas, y la prueba de que nunca será superada es que ninguna de sus versiones posteriores tenía la misma magia. Rogert Ebert dice: "Si me preguntan qué es un clásico, contestaría que es una película que me dolería mucho nunca poder volverla a ver. A mí me dolería mucho nunca poder ver Casablanca."






3.- Notting Hill. 1999. Julia Roberts, Hugh Grant. Esta película es la Cenicienta al revés: un humilde dueño de una librería tiene un encuentro con la más famosa y adorada estrella de Hollywood... ¡y el amor florece! Este es Hugh Grant siendo, sin dudas, Hugh Grant: educado, sarcástico y ligeramente inseguro; Julia Roberts en todo su encantador esplendor. Es la propia fiesta de miel, cierto, pero no es tanto novela rosa. Quien realmente se roba la escena es Rhys Ifans como el sarrapastroso compañero de cuarto de Grant, pero todos sabemos que hace falta un personaje así para equilibrar la perfección de la pareja principal. Absolutamente mágica.




2.- Pretty Woman. 1990. Julia Roberts, Richard Gere. ¿Cómo? ¿Julia Roberts otra vez? Bueno, ¿y cómo hago? La mujer fue la reina de las comedias románticas por un tiempo, y ahora que está hecha una madre al 100% y luego que ganó un Oscar por Erin Brokovich es quizá difícil de recordar que su primera película en un papel protagónico fue un super-éxito. La historia es la Cenicienta moderna, donde un exitoso pero frustrado banquero (Gere) invita a una prostituta a pasar el fin de semana con ella (Roberts) y... bueno ustedes saben el resto. Creo que es algo que toda mujer sueña, que venga un príncipe y las rescate.






1.- When Harry Met Sally. 1989. Meg Ryan, Billy Crystal. Esta es, muchachos, la película que será un éxito garantizado para una noche de películas en casa. Es divertida, es romántica, es inteligente, es todo un clásico. Son dos personas que se conocen en un viaje a través del país, que al principio no se soportan, pero a lo largo de los años siguen encontrándose, se vuelven mejores amigos y terminan enamorados. Meg Ryan es absolutamente tierna, y Billy Crystal nunca ha estado mejor. Lástima que ahora estén en el limbo actoral, pero menos mal que ésta será la película por la que los recuerden.







¿Me olvidé de alguna? Seguramente. ¿Cuál es su película de cita? ¿O romántica? Denme su lista en los comentarios. Y recuerden: Día de los Enamorados debería ser todos los días. No solamente un día al año.

I Am Legend: el final que debió ser

lunes, febrero 11, 2008 | Comments

Para todo lo bueno que fue Soy Leyenda, el final terminó siendo todo lo que uno esperaba: heroismo hollywoodense. SPOILER: el doctor Robert Neville (Will Smith) sacrifica su vida para salvar a sus dos acompañantes. Bien, emocionante y todo lo que quieras, pero... no sé, no cuadraba.

Y con razón. Francis Lawrence filmó un final mucho mas cercano al libro de Richard Matheson, en el que se explica muchísimo mejor el concepto de "leyenda". Y aquí lo tienen, cortesía de FirstShowing.net. A mí me gusta muchísimo más. ¿Qué opinan?

P.D. Te Amo: Moqueo hasta del más allá

sábado, febrero 09, 2008 | Comments

La segunda película de nuestra doble función del pasado fin de Carnavles logró bajar el estrés que fue Cloverfield. Empiezo por decir esto: si usted no es de películas románticas (las llamadas chick flicks), no cree en romanticismos descarados y en vida color de rosa, por amor a Cristo no vea esta película.

Dicho esto, lamento informarles que la película me gustó.

Está basado en una novela escrita por una autora irlandesa llamada Cecilia Ahern, y la verdad es difícil resistirse al elenco. De cabeza está Hillary Swank como Holly, al fin haciendo un papel que no la requiere haciendo algo extremo que le garantizaría un Oscar más. Y su esposo es Gerard Butler, quien después de 300 no sólo parece estar teniendo una resurrección de su carrera (pronto también lo veremos con Jodie Foster en Nim's Island) sino que es agradable ver que también puede hacer comedia. Pero por Dios, déjenle su acento escocés: el irlandés no convence. Imagínense, mejor lo hizo Jeffrey Dean Morgan, ¡y él es americano!

Bueno, pero al grano. Holly está casada con Gerry, y está preocupada por su futuro. La cosa n o mejora cuando Gerry muere por un tumor cerebral, lo que deja a Holly devastada. Con lo que no contaba es que Gerry sabía lo que venía, y le preparó diez cartas que le llegarían de diversas maneras. Con la ayuda de sus amigas (Lisa Kudrow y Gina Gershon) y su madre (Kathy Bates), las cartas de Gerry, más que atarla con el pasado, buscan empujarla al futuro, a una independencia que Holly necesita.

Aunque la historia suena trsite, la película es increíblemente ligera, aunque por supuesto hay escenas donde soy lo bastante confiado en mi hombría para decir que sentí el nudo en la garganta (como cuando Gerry y Holly se conocen). Bates hace otra vez un papel que le resulta muy fácil: una matriarca con fuerte personalidad pero corazón de oro. En cambio es muy divertido ver a Kudrow tomar a su personaje de Phoebe en Friends, ponerla un poco más cínica y hacer una fiesta con Gershon (aunque éste último papel lo pudo haber hechop cualquiera). Del lado de los tipos, Butler se ve sumamente natural, absurdamente romántico y despreocupado, y ya estoy recordando las escenas que vi después de que salí de Ghost, con ella reclamándole a él: "¡¿es que te tienes que morir para quererme?!" Mi favorito es Harry Connick, Jr., en el papel de Daniel, el cantinero del bar de la familia de Holly que está secretamente enamorado de ella. Es un estudiante de bachillerato que nunca creció, pues aún no sabe cómo hablarle a las mujeres; oí a una que quería llevárselo a su casa y alimentarlo.

Y luego, claro, está Swank. Me imagino que tomó este papel porque necesitaba un papel mucho más ligero, y básicamente hace con él todo lo que le da la gana. Es un perfecto equilibrio del relajado de Butler: responsable, preocupada, sobre-pensadora, casi inocente. Hay mucha química entre ella y Butler (y sí, aparecen mucho en pantalla juntos, aunque Gerry esté muerto).

Eso sí, la trama se vuelve un tanto floja en algunas partes, pues ya llega un momento en que como que no te importa lo que dice la siguiente carta. Sin embargo, cuando llega, uno se siente un poco compensado. Y bueno, en ningún momento se explota el lado sobrenatural del asunto, así que comparaciones con Ghost terminan ahí. De nuevo advierto, esta es película rosa hasta el final, así que ya saben. Esta no le va a quitar el puesto a Cuando Harry Conoció a Sally como mejor película de cita de la historia, pero júrenlo que más de una les agradecerá por llevarla a verla.

Cloverfield: ¡Corre! ¡Nos come! ¡Pero grábalo!

viernes, febrero 08, 2008 | Comments

Hay tres cosas que disfruto mucho de la experiencia de ir al cine: ver dos películas seguidas, lograr una fuerte reacción (positiva) de la película que yo escoja, y lograr que una nueva experiencia sea agradable para mi acompañante si es su primera vez. Más allá del obvio doble sentido que se puede sacar de esta último línea, el caso es queen estos carnavales logré todas tres. Nos lanzamos dos amigos, mi novia y yo una doble función de mucho contraste. Menos mal que Cloverfield fue la primera de las dos, o mi gente aún me estaría mentando la madre. ¿Yo? Gocé una completa.

Este fue el teaser más exitoso del año pasado, pues sólo se mostró sin nombre (sólo una fecha), sin historia, sin nada al principio de Transformers, y el mundo entero estaba cuestionándose qué se traería J. J. Abrams (el creador de las series Lost y Alias) entre manos. Cuando finalmente se estrenó, bien por Abrams, que no recibió la ira que le juré recibiría si no me gustaba la película. Es cierto, ojo, no es que haya sido un megaéxito, pero críticos y público la recibieron bien (lleva recaudados US$71,9 millones y está de 9ª en taquilla para esta semana, según The Internet Movie Database).

La historia es bien sencilla: un grupo está despidiendo a Rob Hawkins (Michael Stahl-David) que se prepara para irse a Japón, en una fiesta que el mejor amigo de Rob, Hud Platt (TJ Miller) está grabando. Luego de saber que Hud tiene sentimientos por Marlena (Lizzy Caplan) y Rob tiene conflictos amorosos con Beth (Odette Yustman), "algo" ataca Manhattan. Es grande, no lo vemos sino hasta la última media hora de la película, tiene enormes parásitos que parecen una liga entre arañas y cangrejos, y están todos de muy mal humor. Beth quedó atrapada en su apartamento, y Rob, asumiendo la mejor actitud de yo-te-rescataré-amada-mía-aunque-hayamos-peleado, y se regresa por ella.

Muchos críticos han llamado a esta película la hija bastarda entre Godzilla y El Proyecto de la Bruja de Blair, pues, aparte del monstruo, claro, toda la película está grabada desde una cámara digital casera, lo que causa cierto mareo de verla luego de un rato. Pero eso contribuye al absoluto estrés del que eres esclavo desde el instante en que oyes la primera explosión y la cabeza de la Estatua de la Libertad viene como un meteorito cayendo desde el cielo. Este libreto no se va a ganar ningún premio, y definitivamente se puede llamar una "película de cotufa" (el verano se adelantó este año) pero es efectivo. Todos los actores son relativos desconocidos, pero eso también ayudó con La Bruja de Blair. Esta no es tanto una película como una montaña rusa. El hecho de que los tres que fueron conmigo aún me estén reclamando que los llevé a ver una película tan estresante una semana después que la vimos es testigo de que la película funciona. Creo que la disfrutarán. Ciertamente es mejor que la última Godzilla.
Una opinión corta, ¿no? Es que la película es así de sencilla. Bien efectiva es, eso sí.

Antes de Partir: Dudosa pero enorme oda a la esperanza

martes, febrero 05, 2008 | 1 críticas y comentarios »

Hace dos años, el susto llegó a nuestra casa cuando a mi papá le descubrieron una pequeña célula cancerosa en la próstata. En medio de dicho susto, recuerdo haberme impresionado --aunque no extrañado-- de la calma y las ganas de vivir de mi papá, que estoy seguro contribuyó --junto con un riguroso tratamiento y la detección a tiempo-- a que hoy en día eso se haya quedado en eso, puro susto. Sobre todo, mi papá es hombre de gran, gran fe, y de un buen humor a toda racha, sin mencionar que cuenta con todo el amor del mundo de familia, amigos y hasta gente que lo conoce de media pasada.

Fue por eso que vi Antes de Partir (The Bucket List) con una mezcla de consciente escepticismo e induable buena vibra, pues sabía que muchas cosas que se presentaban ahí eran imposibles... y no me importaba ni un poquito.

Es difícil fallar cuando tienes a dos leyendas del cine juntos: Jack Nicholson y Morgan Freeman. Les parecerá sencillo que hagan lo que hacen pues en mi opinión se están interpretando a ellos mismos. Freeman, toda humilde y callada dignidad, hace de Carter Chambers, un mecánico que ha logrado criar a una buena familia y tener una buena cultura general, aún cuando no pudo cumplir su aspiración de profesor de Historia. Nicholson es Edward Cole, un fiestero y arrogante multimillonario que se ha divorciado cuatro veces y que disfruta de la buena vida.

Edward es dueño de varios hospitales y ha implementado la regla de "dos pacientes por habitación, sin excepciones", y cuando le descubren cáncer esa regla se le devuelve, viéndose obligado a compartir un cuarto con Carter. Los dos se enteran que les quedan entre seis meses y un año de vida. Cuando la respectiva depresión surge, Edward descubre que Carter tiene una "lista del tobo" (traducción literal del título de la película): una lista de todas las cosas que se quieren hacer antes de irse (antes de patear "patear el tobo", como dicen los gringos).

Edward es multimillonario, así que convence a Carter de hacerlas todas, así que se escapan del hospital y se embarcan en esa "pequeña" aventura. Lo que sigue a continuación es no tanto el hecho de que cumplir lo que tienen en la lista los hace su último año valedero, sino que el descubrimiento de la amistad y cómo esa amistad los hace mejores humanos hacen que ese año valga la pena.

Mi crítico favorito, Roger Ebert, odió esta película. Claro, además de todo tiene una razón: él pasó un año batallando contra el cáncer. Y muy justificadamente, dijo que "el último item de la lista del tobo de uno no debe ser subir al Himalaya; debe ser no vomitar una comida, o tener una defecación exitosa." Y es cierto; gracias a Dios mi padre no tuvo que pasar por quimio, pero sí he tenido tíos y padres de amigos que sí. No es bonito. Y estos dos, por más energía que hayan demostrado tener, no convencen como enfermos de cáncer.

Pero creo que, a pesar de que Ebert gruñe que la película cree que "el cáncer es una fiesta de risas seguidas de una epifanía barata", la película me conquistó. Quizá Ebert está viendo algo que yo no vi, o ninguno de los que estaba en la sala vimos. Sí, es cierto: me cuesta creer que alguien que tenga un año de vida con una enfermedad tan cruel como el cáncer quiera salir a viajar por el mundo. Pero la película está celebrando la vida, y eso es lo que convence. Te dice que cumplir cada fantasía superficial está bien, pero la vida debe ser más que restaurantes caros, viajes fantásticos y demás. debe ser algo más. Y eso es lo que Carter trata de inculcarle a Edward.

Ni Freeman ni Nicholson consiguieron nominaciones por su trabajo en esta película, y ciertamente Freeman se lo merece, por más que, como haya dicho antes, se esté interpretando a sí mismo, o al menos la imagen de sí mismo que ha mostrado siempre. Me tiene como harto que cada película de él empieza con una narración suya alabando al otro protagonista, algo que funcionó en The Shawshank Redemption y Million Dollar Baby y no más, pero hay que reconocer que su voz tiene una extraña cualidad de dignidad y suavidad.

Nicholson, por su parte, es simplemente Jack. Últimamente cada papel suyo parece exigir que sea exagerado, pero, ¿cómo hacemos si lo hace tan bien? Eso sí, también puede hacer las partes emotivas sin que se le vea forzado. Su transformación de egoísta sibarita a algo parecido a un ser humano es lenta y gradual, aunque vemos pequeños vistazos de humanidad en su relación con su asistente personal Thomas, hecho por un muy competente Sean Hayes, el alocado (¿alocada?) Jack de la serie Will And Grace en un papel muy breve pero sin embargo divertido. La relación de Thomas y Edward no es de padre-hijo, pero tampoco es enteramente jefe-empelado.

Esta no es exactamente la gran película familiar de finales de año, pero sí tiene un mensajito de esperanza que creo que la hace lo suficientemente válida para ser una buena opción de cine.

Viaje al alquiletero: Talk To Me

viernes, febrero 01, 2008 | Comments


Estaba pensando con mucho cuidado qué recomendarles para mi segunda entrega de Viaje Al Alquiletero, pues he visto unas cuantas por ahí que valen la pena para este asueto de carnavales si no van a salir para ningún lado. Pero ayer alquilé una pequeña joya enterrada en medio del glamour de las grandes producciones del año pasado, y es un crimen saber que esta película nunca se estrene en las pantallas nacionales. Gracias a Dios por Blockbuster y celuloide.net.
Talk To Me está basado en la verdera historia de Petey Greene, un famoso locutor de radio de finales de los '60 en Washington, D.C., que se caracterizaba por su estilo irreverente, sincero, honesto y, para usar un término odiosamente venezolano, "del pueblo". Era Luis Chataing con los genes del "Tigre" Rafael. La vida de Greene es, en palabras del crítico Roger Ebert (quien llamó a ésta una de las mejores películas de 2007), "una película que esperaba ser hecha": estuvo preso diez años por robo armado, trabajó como locoutor en la radio de la prisión, y en lo que salió fue contratado por la radio WOL-AM, que necesitaba un talento nuevo que apelara a su público predominantemente afroamericano. De allí hizo carrera como comentarista televisivo (pueden encontrar algunos videos en YouTube) y comediante de monólogo (imagínense al Conde del Guácharo con guión de Laureano Márquez). Cuando murió en 1984, más de 10.000 personas fueron a su funeral. Howard Stern, el irreverente locutor de Nueva York, lo nombra una de sus mayores influencias.
El papel de Greene es otra prueba de que Don Cheadle es uno de los actores más subestimados de Hollywood. ¿Cómo no se ha ganado más premios? El hombre serio, educado, noble y angustiado que le valió una nominación al Oscar en Hotel Rwanda desapareció para dar paso a una de las más divertidas actuaciones que he visto este año. Uno se cree que esto de verdad pasó, que este es un hombre imposible de no querer con nada más oirlo. Citando otra vez a Ebert, "parece incapaz de decir una palabra aburrida". Chris Rock y el mismo Jim Carrey, muéranse de la envidia.
Pero esto es más que una comedia, a pesar del paso frenético de la primera parte, gracias a Cheadle y a su caricaturezca novia Vernell (Taraji Henson), balanceados por el necesario equilibrio que provee el director de programaciójn de estación Dewey Hughes (Chiwetel Ejiofor, sorprendentemente emocional y convincente) y su dueño (Martin Sheen, en un papel de jefe que debe saberse de memoria pero que siempre convence). A mitad de camino, Martin Luther King es asesinado, y los personajes tienen que madurar con rapidez. No así la película: crece con dignidad y nobleza, sin perder el toque humorístico, pero con una introspección sorprendente.
Mientras que la historia parece increíble, el guión fue coescrito por Michael Genet, el hijo de Dewey Hughes. Kasi Lemmons dirige con el entusiasmo de una fanática y la seriedad de una profesional de años. Recrea todo el ambiente de finales de los sesenta con asombrosa precisión, con todo el movimiento de derechos civiles, el soul y R&B cambiando cómo vemos la música, y toda la rabia, angustia y cuidadosa reflexión del asesinato de Luther King. Esperaré ansioso ver su siguiente película. Y ustedes, en las palabras de Petey Greene: ¡DESPIÉRTENSE, MALDICIÓN! ¡Vayan y alquilen esta vaina!

Mientras tanto, en Internet...

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