Drag Me To Hell: La angustia no debería ser así de divertida
martes, noviembre 17, 2009 | Etiquetas: 2009, cartelera, cine de terror, opciones de cine, reseña |
Durante meses, el trailer me angustiaba, como lo hacen todas las películas de terror. Simplemente sería otra de la larga lista que yo vería y diría no gracias. Pero luego, le empezaron a llover las críticas. Su puntaje alto en Rotten Tomatoes. La buena fama de su director. Pero hubo también las reacciones negativas de mis seguidores en Twitter, que la llamaban de “nula” a simplemente “pésima”. ¿Será que me atrevo? Pues vamos, claro que sí.
Drag Me To Hell, la última película del director Sam Raimi (la saga de Spider-man) puede haber sido la mayor gozadera que he tenido en el cine este año, quizá sólo superado por The Hangover. Y es que señores, si quieren realmente asustarse, llegar a su casa friqueados por una película, esperen Paranormal Activity o busquen la española [REC]. Si quieren un suspenso auténtico pero disfrutar también de algunos de los horrores más absurdos —pero bien hechos— que se han visto en pantalla, Drag Me To Hell es la película para ustedes.
Christine Brown (Alison Lohman, en un papel originalmente de Ellen “Juno” Page) es una ejecutiva de préstamos en un banco que se convierte en el blanco de la peor delas presiones sociales. Tiene un novio brillante (Justin Long), cuyos padres quieren que se case con alguien de clase alta. Su jefe (David Paymer) la presiona con el trabajo de subgerente, diciéndole que está entre ella y el nuevo, el agresivo y éticamente cuestionable Stu (Reggie Lee). En medio de todas sus presiones, Christine recibe a Sylvia Ganush (Lorna Raver), una anciana que está siendo amenazada con perder su hogar por no poder pagar sus hipotecas. La presión social y laboral es demasiada, y Christine decide negarle la extensión del plazo para pagar y, por lo tanto, pagar su casa.
Como si eso no fuera lo bastante malo, la señora Ganush decide suplicarle de rodillas que le conceda una extensión del plazo, pero Christine, asustada, la humilla. Mala idea… Al poco tiempo, la señora Ganush –ahora la vieja aterradora Ganush—le lanza una maldición gitana que implica un terrible demonio que, como Christine aprende por un adivino (Dileep Rao), le hará de su vida un infierno por tres días –antes de llevársela al Infierno.
La historia es original del propio Raimi, quien además escribió el guión con su hermano Ted, y este es el regreso al mundo que lo dio a conocer, antes que cayera en las redes del Hombre Araña (¿entienden?). Su debut, de hecho, fue una locura llamada Evil Dead que tenía algunas de las escenas más bizarramente espeluznantes que se habían hecho hasta ahora, y lo mismo fue con la segunda y tercera parte. Por eso es, creo yo, que mucha gente se está desilusionando con Drag Me To Hell, porque nos han acostumbrado a que “horror” se refiere a sangre, muerte y el ocasional susto; Raimi vuelve a crear una película de horror divertida, como una Mansión Embrujada: los sustos son auténticos, y algunas escenas son totalmente… disgusting. Hay un mínimo de sangre, y cuando lo hay, es para asco, no impresión o un susto en particular.
Este es el show de Alison sin duda, pues todos los demás personajes son circunstanciales (y ninguno hace un mal trabajo). Lohman no es la mejor actriz del mundo, pero no necesita serlo. Tiene ese aura de dulzura e inocencia y profesionalismo que hace que uno instantáneamente quiera acurrucarla y protegerla. A diferencia de la mayoría de las protagonistas de pelícuals de terror, esta no es una bruta que está buena que merece morir (Paris Hilton en La Casa de Cera es el perfecto ejemplo), sino una buena chica que tomó una serie de decisiones equivocadas, y ahora simplemente debe tratar de resolver como mejor pueda. No ayuda que su novio no le crea, ni que si logra salvar su vida puede perder su trabajo también. Y eso pesa.
Como ya dije, lo que predomina es el absurdo en esta película. ¿Quién tiene un yunque colgando de su sótano? ¿Una cabra que habla? ¿Y cuál es el empeño del beso asqueroso? ¿Y qué importa? Los pocos efectos que hay son usados excelente y efectivamente, bien sea para que te pegues del techo del susto o te revuelques en tu asiento de la angustia. Si quieres ver sangre, espera el remake de Pesadilla en la Calle del Infierno del año que viene. Si quieres ver una película de terror a la vieja usanza, que sinceramente te hará reír (sin saber a veces que es del asco, de los nervios, del susto o realmente porque es gracioso), créanme, Drag Me To Hell es la que buiscan. Véanla en un cine más o menos lleno, o al menos con un grupo grande. Si no esperan Drácula, van a gozar una bola.