¿Qué Pasó Ayer? La mejor comedia del año, eso pasó
sábado, agosto 29, 2009 | Etiquetas: 2009, cartelera, comedia, crítica, reseña, reseñas |
Ciertas películas, uno entra a verlas con ciertas expectativas. Uno espera llorar con dramas, emocionarse con películas de acción, asustarse con las de terror. Con las comedias, uno espera un mínimo de una sonrisa, o algo tipo Despedida de Soltero o ¿Y Dónde Está El Piloto?, donde te rías hasta que la mandíbula se te pueda caer.
Puedo reportar que, desde Supercool, no me había reído de manera tan completa, rotunda y sabrosa como lo hice con The Hangover. Coño, qué comedia tan buena.
Doug (Justin Bartha) está por casarse con Tracy (Sasha Barrese), así que sus padrinos van a darle una excelente despedida de soltero. Y así fue, al extremo que cuando Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y su cuñado Alan (Zack Galifianakis) se despiertan un día antes de la boda, la habitación está hecha un chiquero, a Stu le falta un diente, ninguno recuerda un zipote de anoche, hay un tigre en el baño, un bebé en un closet, una gallina por todos lados… y Doug no aparece. Toca empezar a echar para atrás como mejor puedan.
Esta simplemente podría ser otra de esas comedias para hombres tipo las otras del director Todd Philips, como Old School (2003) o Starsky & Hutch (2004), pero el guión de Jon Lucas y Scott Moore (Four Christmases, Ghost of Girlfriends Past) hace lo inteligente y no se enfoca en la fiesta como tal, sino en los tres amigos tratando de resolver el misterio de la noche. Además que el tiempo se les acaba, pues la boda es el domingo en la mañana. Y no hay ni una situación que sea inverosímil. Sí, ni siquiera la del tigre en el baño; uno se cree que estos panas hicieron todo eso en una noche. ¡Ah, sí, háganse los pendejos que nunca han tenido una noche así!
Estos son tres actores que tenían tiempo sin tener una película que los hiciera lucirse de verdad. Cooper es el más conocido, con actuaciones en Alias y en una mezcla de comedias (Sí, Señor) y terror (Midnight Meat Train). Es excelente ver a un tipo con tanta pinta de galán trabajando sus inseguridades, pero para mí fue el menos agradable de los tres. Se supone que era el machista y aprovechador del grupo, y lo hace bien, pero a veces exagera su trabajo. Supongo que el hecho que es maestro de primaria ayudaría al contraste, pero el tipo no me cayó bien sino casi hasta el final.
Helms, a su vez, es el inseguro y “sometido” del grupo, con una novia hiperposesiva, el epítome de la cuaima más carnal (interpretada por Rachael Harris), y el único que miente sobre a dónde van. Lleno de paranoias, como todo hombre que no quiere que su mujer lo pille, es el personaje que me parece que tiene el viaje más interesante, empezando por su diente faltante y las crisis de estrés que le toca vivir.
Pero ambos tienen el show robado con Galifianakis. El rol de gordito desubicado le queda perfectamente; este pana no necesita estar enratonado para estar perdido en el espacio. Podría ser una caricatura de personajes que hemos visto antes pero Galifianakis (y sí, su apellido me parece divertido de escribir) lo hace fresco de nuevo. Creo que ni Jonah Hill podía haber hecho este rol de la misma manera.
Al final yo salí de esta película queriendo volver a entrar para volverla a ver. No vi ni un detalle que no me gustara, ni un actor que hiciera un mal trabajo, ni siquiera Heather Graham como la stripper con el corazón de oro, o el mismísimo Mike Tyson como él mismo. Uno de mis favoritos fue Rob Riggle como un oficial de policía de Las Vegas, junto con Ken Jeong (uno de los ginecólogos en Ligeramente Embarazada) como un mafioso chino, y el mismo Jeffrey Tambor como el suegro de Doug. Esta es la mejor comedia de este año, y yo les exijo que la vayan a ver y pronto.