Plasma de Miércoles E44: Monty Python and The Holy Grail (1975)

miércoles, noviembre 25, 2009 |

monty_python_and_the_holy_grail Quizá recuerden al sarcástico prometido inglés de Karen en Will & Grace, o el que reemplazó al fallecido Llewleyn Moss como Q en la serie de 007 (en Goldeneye). O a lo mejor no, y es una vergüenza. En todo caso, su nombre es John Cleese, y solía ser parte de un grupo de comeidantes británicos que también incluían al actual director de 12 Monkeys, The Fisher King, Fear & Loathing in Las Vegas y la venidera The Imaginarium of Dr. Parnassus, Terry Gilliam. Durante casi 20 años, Monty Python hizo las maravillas en la televisión británica burlándose de cada aspecto de la sociedad inglesa con Monty Python’s Flying Circus. Su éxito fue tal que cuando propuesieron hacer cine, no tuvieron ningún problema en ser aceptados. Su primera incursión fue para orinarse encima de la leyenda arturiana con Monty Python and The Holy Grail (conocida en español como Los Caballeros de la Mesa Cuadrada). Y han quedado inmortalizados como una de las 50 mejores comedias de la historia (según Premiere).


Lo particular de esta versión es que, a diferencia de Excalibur, esta versión del viaje del rey Arturo por el Santo Grial fue hecha con lo que muy a propósito parecen ser cuatro lochas. Cleese, Gilliam y el resto de los Python (Terry Jones, Eric Idle, Graham Chapman y Michael Palin) interpretan casi todos los papeles en escena, y hay efectos que podrían haber sido hechos en mi cuarto. Se podría decir que más que una película con principio y fin (que lo tiene) es una serie de sketchs concatenados con una misma historia que los hila, así que es imposible referirse a esta película como un todo, pues se peredería la sencia de loq ue la ahce tan especial. Y tengan en cuenta esto: Jones (quien dirigió junto a Gilliam) es un experto catedrático arturiano, así que cada referencia que se hace a la leyenda de Arturo es precisa.


Cuando terminé de ver esta película, entendí quizá el 90% de muchos chistes que había visto referenciados en otras películas menores e incluso juegos de video, empezando por el guardia francés provocador que grita “¡Me tiro peos en su dirección general! ¡Me orino encima de sus padres!”. Luego están los temibles Caballeros que Dicen Ni. Un temible oponente que, aún después que le han cortado brazos y piernas, amenaza con arrancarle las rodillas a mordiscos. El hechicero Tim. El conejo asesino. Y así.


Comprendo que les suelto las cosas así como así y quizá no las entiendan. Es que como todo lo salido de los Python, lo que podría parecer caótico lentamente va cobrando sentido una vez que lo contemplas. Ellos sabían que nada de lo que harían tendrían un sentido completo si se aplicaban, así que sencillamente se van a lo más absurdo. ¿Quién bombardea con animales domésticos? ¿Un conejo de Troya? ¿El asunto con la policía?


Mi consejo es, véanla y simplemente traten de reírse y ya. No es un humor tan terriblemente británico, y de verdad hay suficientes escenas solas como para hacer que toda la extraña experiencia bien valga la pena. Si no… pues escupo en la tierra de sus parientes más cercanos, bellacos.



NOTAS CURIOSAS
  • Dos semanas antes de empezar a filmar, el Departamento Escocés para el Ambiente les retiró el permiso de filmar en sus castillos diciendo que el guión sería “incomaptible con la historia y estructura” de sus castillos. Terminaron usando el interior y exterior de dos castillos privados, Doune y Stalker, para varias escenas, con ligeras re-decoraciones.
  • Michael Palin interpreta la mayor cantidad de personajes (12). John Cleese y Terry Jones son los únicos que nunca tienen una escena de muerte.
  • Curiosamente para un montaje de Monty Python, todos los papeles femeninos excepto uno son interpretados por mujeres.
  • Los miembros de Pink Floyd eran tan fanáticos de Monty Python que dejarían de grabar sólo para ver el Flying Circus. Y mucho de lo que reunieron con su disco Dark Side of the Moon fueron contribuidos para el presupuesto de Holy Grail.
  • Cuando hizo de Tim el Encantador, John Cleese realmente estuvo parado en un pináculo de piedra al principio de su escena. De un lado había un risco que él dijo podría matarlo, y del otro lado un risco que dijo podría destrzoarlo. Entre tomas se agacharía para que el viento, que estaba muy fuerte, no lo tumbara. Recuerda la experiencia como muy atemorizante, pero la quiso hacer de todos modos pues sabía la clase de presupuesto y tiempo que tenían.
  • Muchos de los extras son en realidad parte del equipo de filmación.
  • Se suponía que Terry Gilliam sería el director, pero pronto se exasperó con los actores, y ellos con él. Llegó un punto en que lo abandonó y se durmió bajo un árbol. Para este punto Terry Jones tomó la dirección en su lugar, por lo cual los dos tienen el crédito de director.
  • Terry Gilliam diseñó el barco en la escena final. Cuando lo vieron, el resto del elenco estuvo muy impresionado.
  • Graham Chapman (como el rey Arturo) fue el único en usar verdadera armadura, que le pesaba unos 50 kg. El resto usaba lana tejida, pintada para parecer metal.
  • El alcoholismo de Graham Chapman produjo varios problemas y no sólo en el olvido de sus líneas. El primer día, debían cruzar el Puente de la Muerte. Chapman estaba acostumbrado a beber fuertemente para calmar sus nervios, pero descubrió que para su pesar nadie tenía alcohol en el plató, y el pueblo más cercano estaba demasiado lejos. Consecuentemente, estaba muy nervioso, a pesar de ser un escalador reconocido.

Mientras tanto, en Internet...

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