La teoría darwiniana de los actores
lunes, noviembre 23, 2009 | Etiquetas: actor, actriz, historia, lista |
Viendo Julie & Julia este fin de semana, me encuentro admirando una vez más la maravilla que es Meryl Streep en su habilidad casi camaleónica para interpretar prácticamente cualquier papel. Igualmente es cierto para su compañero el año pasado en La Duda, Philip Seymour Hoffman, quien ha tenido una increíble variedad de papeles en los últimos años que culminó en el Oscar muy merecido que tuvo al interpretar a Truman Capote en, pues, Capote. Es la seña de un verdadero talento al ver a estos dos monolitos de la actuación tomar tal variedad de roles y hacer un trabajo increíble con el papel que les dan.
Pero hay un grupo de actores que, por una u otra causa, han logrado ido de blanco a negro en sus carreras, tanto así que es difícil pensar en estos actores en otros términos ahora. Cierto, en muchos casos aplica aquello de “si no está roto no lo arregles”, pero también es de notar que muchas veces los riesgos rinden frutos. En los casos de estos actores, es como suponer que la Mercedes-Benz algún día terminará vendiendo patinetas. O la Nokia dedicarse a hacer carros.
ANGELINA JOLIE
Antes: La película Hackers era sobre un grupo de… bueno, hackers, coño, que tratan de detener un plan que podría crear un desastre ecológico. O algo así. El caso es que fue el primer papel de la hija del legendario actor Jon Voight como protagonista. Como exudaba una extraña sensualidad pero tenía una personalidad un tanto “freaky”, pensaron que tendría una vida de personajes en ese estilo. De hecho, su siguiente película fue de una problemática modelo (Gia Marie Carangi) en la película de televisión, Gia. Muchos dicen que ella fue la primera Megan Fox, una bomba de sensualidad con un aura de impenetrable misterio.
Ahora: Cierto, hay quienes sueñan con ver esa boquita de cerca y dejar que te maltrate. Pero Angelina Jolie creció con algo que nadie adivinaba que tenía: respeto. Y demostró que tenía más talento en la ceja derecha de lo que Megan Fox nunca podría desarrollar en veinte años. Es embajadora de buena voluntad de la ONU, trabaja activamente en ACNUR, tiene seis chamos (tres adoptados, dos con Brad Pitt –oh que feos van a ser, no joda), y ha sido nominada dos veces a un premio Oscar, habiendo ganado en Girl, Interrupted y luego en Changeling. Puede balancear un rol serio como esos con otro tan “pop” como Tomb Raider o Wanted. Ahora casi te daría pena referirte a ella como una “mami”, aunque estemos claros, en todos los sentidos, lo es. Ah: y dice que Megan Fox actúa como una pendeja.
ALEC BALDWIN
Antes: Los intensos ojos azules, la oscura presencia y una suave y aérea voz hacían de Alec Baldwin el niño bonito del cine durante muchos años. Con la sola excepción de su papel ligeramente “nerd” de Beetlejuice, Baldwin tenía papeles intensos y feroces, como la primera interpretación de Jack Ryan en La Caza del Octubre Rojo, un terrible ejecutivo en Glengarry Glenn Ross, o su intenso romance con su futura ex-esposa Kim Basinger en The Getaway. Incluso interpretó a Stanley Kowalski, un papel hecho inmortal por Marlon Brando, en una nueva versión de Un Tranvía Llamado Deseo. Sus tenebrosas apariciones en The Juror (donde aterrorizó a Demi Moore) y The Edge (donde sólo un gigantesco oso asustaba a Anthony Hopkins más) lo cimentaron en el papel de gran galán.
Ahora: Alguien de verdad me explique cómo llegó el mayor de los Baldwin a tener más éxito en la comedia que su atolondrado hermano Stephen. Como tantos otros actores de cine que han pasado su mejor momento allí (Kiefer Sutherland, es contigo, ¡bien hecho!), Baldwin comenzó a trabajar más y más en televisión –y ahí reinó. Cierto, tuvo roles pequeños pero memorables en The Departed, The Aviator y Pearl Harbor (si es que hay algo de memorable en esa última), pero fue cuando apareció en dos capítulos de Friends que alguien lo vio y dijo: “Oye, pero si el pana es cómico”. También tuvo un papel divertidísimo (my opinion) en Will & Grace, y ahora es el rey de la comedia gracias a su papel de Jack Donaghy en 30 Rock. Por si fuera poco, ha sido 14 veces anfitrión de la Radio Rochela estadounidense, Saturday Night Live. Y ahora va a ser anfitrión de los Oscar junto a Steve Martin. ¿Cómo pasó eso?
KEANU REEVES
Antes: Corría el año de 1988, y dos alocados adolescentes viajaban por el tiempo con sólo dos propósitos: ser amos de la guitarra y conquistar a sus jevas. De maneras inexplicables, Bill y Ted tuvieron dos películas que son clásicos de culto, Bill & Ted’s Excellent Adventure y Bill & Ted’s Bogus Journey. El más atolondrado de los dos, un canadiense de 22 años y pelo largo como un ovejero inglés llamado Keanu Reeves, también había tenido una breve aparición en Parenthood, de Ron Howard, como… bueno, un atolondrado adolescente. Que embaraza a alguien.
Después: Por alguna extraña razón, alguien pensaba que este pana sabía actuar, y de hecho dio una increíble actuación en My Private Idaho de Gus Van Sant, junto al desaparecido River Phoenix. Después de eso, nadie puede predecir qué pàpel va a agarrar el ya no atolondrado ni adolescente. Puede ser un asombroso héroe de acción en la trilogía Matrix, un rudo policía en Point Break, un abogado a punto de conocer el diablo tanto en Drácula como en, eh, El Abogado del Diablo, un romántico soldado en Un Paseo por las Nubes o en La Casa del Lago, un encantador médico en Alguien Tiene Que Ceder, o un intrépido cazademonios en Constantine. Ah sí, o un acartonado alienígena en El Día que La Tierra se Detuvo. No dije que TODO lo que hizo está bien.
MICKEY ROURKE
Antes: Una de las grandes películas de amigos de 1982 fue Diner, de Barry Levinson, donde cinco amigos se reúnen en un comedor a hablar de todo y la vida. Ellos eran Steve Guttenberg, Daniel Stern, Paul Reiser, Kevin Bacon y un tal Mickey Rourke. De ellos, sólo Bacon y Rourke tuvieron carreras largas y productivas (aunque con toda justicia, Reiser sí logró estrellato en televisión con My Two Dads y Mad About You), y de hecho Rourke logró un nivel de rspeto que Bacon sólo ha soñado. Su desagarbado pero intenso aspecto escondía un intenso talento por la actuación, pero también hizo suspirar y sudar a más de una gracias a sus eróticos papeles en Angelheart (con Lisa Bonet) y la hiper-ardiente 9 Semanas y Media (con Kim Basinger). Por si fuera poco, su interpretación del escritor Charles Bukowski en Barfly le ganó elogio casi universal.
Después: Por razones que sólo el mismo Rourke entiende del todo, en los ‘90 el hombre decide meterse a boxeador, y se vuelve mierda su instrumento de trabajo, que era su rostro. Ni siquiera las cirugías estéticas logran acomodarle el rostro, así que cuando vuelve a la actuación, que se olvide de los papeles de galán. Los ‘90 pasaron por él sin pena ni gloria, hasta que decidió interpretar al temible Marv en Sin City y las cosas empiezan a verse mejor. Y su gran resurrección ocurrió cuando Darren Aronofsky insistió en que interpretara al luchador Randy “The Ram” Robinson en El Luchador, y ahora Rourke tiene un segundo aliento. Esperamos con ansias sus apariciones en Iron Man 2, The Expendables y Sin City 2.
JACKIE EARLE HALEY
Antes: Más allá de Jack Warren y Corey Feldman, ninguno de los actores de la serie de televisión Los Osos Revoltosos (basada en una película protagonizada por Walter Matthau) tuvieron alguna promesa en el mundo, excepto uno: Jackie Earle Haley interpretó al chico malo de la partida, Kelly Leak. Las interacciones entre él y Warren eran quizá lo más divertido de las dos pelícuals en las que estaban, y Haley parecía que seguiría el mismo camino de tantas otras estrellas infantiles, recordadas sólo por un papel y ya. Una serie de películas directas a DVD parecían confirmar que Haley sería “ese tipo”, uno de esos actores que uno siempre ve pero nunca sabes más nada de él.
Ahora: Hasta Little Children. El drama de 2006 tenía ya un impresionante elenco con Kate Winslet, Jennifer Conelly y Patrick Wilson, y Haley estaba haciendo una especie de regreso luego de 13 años ausente. Pero su papel como un pederasta registrado fue nominado con un Oscar, y pronto Haley se encontraba en el medio de un pleito para contratarlo. Cuando reapareció, fue detrás de una misteriosa máscara como el vigilante Rorscharch en una peliculita que ustedes, mis lectores constantes, deben conocer harto bien: Watchmen. Fue tan convincente, tan tenebroso, que no había que buscar mucho para poner a Haley como el siguiente Freddy Krueger en el venidero remake de Nightmare on Elm Street, para el año que viene. También lo vamos a ver como un paciente mental en la nueva de Martin Scorcese, Shutter Island. Vaya manera de crecer, Kelly.
TOM HANKS
Antes: Una de las series más extrañas de los ‘80 fue de una pareja de amigos que, enfrentados a la crisis, deben vestirse como mujeres para poder vivir en un apartamento barato en un edificio sólo para mujeres, llamada Bosom Buddies. Uno de los dos protagonistas era un flacuchento tipo con cara inocentonga llamado Tom Hanks, quien hizo suficiente impacto para aparecer como invitado recurrente en otras series, como Family Ties, Taxi y Happy Days. Y luego, Ron Howard (protagonista de Happy Days) lo llamó para protagonizar la primera película de ambos, Splash, y Hanks fue visto como un genio de la comedia absurda. De ahí no pararon los éxitos: Despedida de Soltero (una película que mi hermano ha visto 1.283 veces –y ese no es un número al azar), The Money Pit, Dragnet, Punchline, Turner & Hooch… Incluso logró ser nominado a un OScar por su papel de un niño que desea ser grande y se le cumple en Big.
Ahora: Al contrario de Alec Baldwin, Hanks hizo un inesperado vuelco de querido payaso en escena a uno de los más respetables y queridos actores en Hollywood hoy en día. Luego de Big, el mundo del cine vio que había algo más en Hanks. Y ese “algo ma´s” salió a borbotones en su increíble representación del abogado enfermo de SIDA Andy Beckett en Philadelphia, que le valió su primer Oscar. Al año siguiente, el niño dorado se fue con él de nuevo al hacer uno de los papeles más memorables de la historia filmica, Forrest Gump. Y lo hubiera logrado por tercera vez gracias a Náufrago si Russel Crowe no hubiera sido una presencia tan poderosa. Incluso hizo de matón con corazón en Road to Perdition, además de proveer la voz de Woody el vaquero en todas las Toy Story, las dos que existen y la (¿las?) que vienen. Apolo 13, Saving Private Ryan, The Terminal, The Green Mile, Catch Me If You Can… sus papeles normalmente son alabados por la crítica y siempre queridos por la audiencia. Sí, tuvo unos tropezones como The Ladykillers y ese ridículo peinado en El Código da Vinci y Ángeles y Demonios, pero no se puede negar que, para alguien que empezó su carrera vistiéndose de mujer, Tom Hanks pertenece a un panteón de Hollywood a donde se llega a punta de talento y esfuerzo. Me encantaría que hiciera más comedia, pero a estas alturas ha demostrado que puede hacer lo que le dé la gana.