Julie & Julia: ¡Ahora tengo hambre!
sábado, noviembre 21, 2009 | Etiquetas: 2009, biografía, comedia, humor, opinión, reseña |
Atención blogueros y afines: aplíquense en sus blogs e incluso sus cuentas Twitter, pues hay una posibilidad de que no sólo se conviertan en escritores en el sentido tradicional de la palabra, sino que pueden convertirse en una comedia para televisión o de una vez saltar y ser adaptado a una película. Y si tienen suerte, en una buena película.
En 2002, Julie Powell estaba frustrada con su vida, así que para superarlo decidió que dedicaría un año de su vida a cocinar todas las 524 recetas del libro Dominando El Arte de la Cocina Francesa, de la aclamada chef Julia Childs. Documentó toda la experiencia en el blog The Julie/Julia Project, que se convirtió en tal éxito que le ofrecieron convertirlo en un libro, que a su vez fue tal éxito que Nora Ephron, guionista de la madre de todas las comedias románticas, Cuando Harry Conoció a Sally, y directora además de Sleepless In Seattle (también de Hechizada, por desgracia), decidió adaptarla al cine.
La genial idea de Ephrom, sin embargo, es que además decidió no sólo adaptar el libro de Powell, sino también la autobiografía de la propia Child, Mi Vida en Francia, coescrita con Alex Prud’homme. Así, las dos mujeres llevan vidas paralelas en una película que es tan encantadora como original, con un excelente elenco y un estilo distinto al que nos tienen acostumbradas las biopics.
Por un lado tenemos a Child (la magnífica Meryl Streep), quien acaba de casarse en los años 50 a los 37 años con Paul (Stanley Tucci), un diplomático norteamericano residenciado en París. Es el primer hombre de su vida, y están profundamente enamorados. Julia había tenido una vida muy cómoda y nunca había aprendido a cocinar, pero quiere cuidar de Paul, así que decide meterse en una escuela de cocina para poder alimentar a su marido.
Por el otro lado tenemos a Powell (la encantadora Amy Adams), quien vive con su esposo Eric (Chris Messina) en un pequeño apartamento en Long Island, Nueva York, y trabaja en la Corporación de Desarollo del Bajo Manhattan (la compañía encargada de reconstruir la parte baja de Manhattan luego de los ataques del 11 de septiembre). Se siente frustrada con su vida y el constante regaño de su mamá no la ayuda. Fue Eric el que le propuso que buscara un proyecto para distraerse, y ahí fue cuando decidió arrancar con el blog. Pequeño spoiler: logró completar la tarea, y la última entrada está fechada el 13 de agosto de 2004 –al día siguiente de la muerte de Julia Childs.
Creo que el único problema de esta película es que es demasiado rosa. Algo que la verdad agradezco, pues no sigue la misma línea de muchas de las biografías filmadas que he visto (Ray, Walk The Line, La Bamba), que es mostrar al personaje salir de la pobreza para lograr el éxito, para luego caer y volver a alzarse. La vida de Julia Child no careció de durezas, pero en general era una mujer querida por cuanta persona entrara en contacto con ella, con la sola excepción de la directora de la academia de cocina a la que atendió (Joan Juliet Buck). El único momento en que la vemos realmente golpeada es cuando se entera que su hermana Dorothy (Jane Lynch), recién casada, está embarazada, cuando ella ya no puede tener hijos. De resto, sólo algunas angustias cuando está tratando de vender su libro a las editoriales. No digo que necesitábamos que tuviera un problema con el alcohol, pero entre el marido perfecto y su triunfo en el mundo de la cocina, fue una vida interesante pero no fascinante.
Curiosamente, me pude identificar más con al vida de Powell. Nunca se rindió, aún en los momentos más difíciles de su proyecto, y se volvió tan obsesionada con su blog que descuidaba sus matrimonio, al punto que en algún momento el divorcio parece una posibilidad. Sin embargo, estas dos mujeres comparten el hecho de que sus maridos son tan pacientes como amorosos. Ya quisieran ustedes, mis lectoras, tener hombres así. Y están basados en personas reales. No digan que no existen.
¿Es menester decir que Meryl Streep es el centro de este particular Universo? A estas alturas creo que podría aparecer leyendo la guía telefónica y sería suficiente para nominarla a un Oscar. Hay pocos personajes que yo puedo decir son devorados por sus actores –Andy Kauffman por Jim Carrey, Malcolm X por Denzel Washington, Peter Sellers por Geoffrey Rush— y en este caso esa frase es particularmente apropiada. Si ven los videos de la verdadera Child pueden ver el parecido que logra Streep sin una gota de maquillaje, sólo con una (¿peluca? ¿pelo pintado?), cuidando cada gesto, cada expresión, y esa extraña voz entre melodiosa y gutural. Aburre decir que es casi seguro que la veremos nombrada en febrero como nominada, pero cómo hacemos, la mujer es así de buena.
Adams, por su parte, ha elevado la calidad de su actuación notablemente desde Encantada, siendo ya una actriz que ha recibido dos nominaciones al Oscar (una por La Duda, y la primera por Junebug). Este papel no parece ser muy exigente, pues tiene ese aura de inocencia y buena persona que Adams ya es, pero aún así lo lleva bastante bien, y su química con Messina se ve muy auténtica. Sus momentos de angustia hacen que uno quiera abrazarla y decirle que todo está bien, y cuando se porta “mal” uno está rápidamente dispuesto a perdonarla (bueno, ni tan rápido).
Es el elenco de apoyo que me encanta en particular, empezando pro Stanley Tucci, un actor que puede ser encantador o detestable con la facilidad con la que yo digo esa frase. Paul jamás se cansa, jamás se abure y jamás deja de apoyar a Julia, y Tucci hace que desees fuera tu papá (o te recuerda a él, en mi caso). Jane Lynch sale por cinco minutos y no hace gran cosa, pero ella es tan genial como actriz que me veo obligado a mencionarla. Y Messina –bue. Como ya dije, logra buena química con Adams, pero este papel pudo haber sido de cualquiera. Sólo agradezco que no se lo hayan dado a Patrick Dempsey.
Por supuesto, la comida es un personaje más en Julie & Julia. Les garantizo que cualquier cosa que coman después de verla no les sabrá de la misma manera, más que nada por lo extraordinariamente presentada que está. Requiere un cuidado especial lograr que la comida quede así, y me da envidia no saber cocinar para poder hacer platos así (aunque si Julia pudo, y Julie también)… Esta es la propia película para ver en pareja, acompañada de una rica cena. Así que les acabo de dar su plan de fin de semana. De nada.