Transformers: Revenge of the Fallen: Mucho más (demasiado más) de lo que el ojo ve

sábado, junio 27, 2009 |

Una producción extra de testosterona, un aparato reproductor masculino y un amor por carros y explosiones no son requisitos para disfrutar de la secuela al super-éxito de 2007 del director Michael Bay. Pero coño, ¡cómo ayuda!

El que entre a esta película esperando una
Dark Knight, siquiera una Iron Man, saldrá severamente decepcionado. Cierto, el guión es escrito por Roberto Orci y Alex Kurtzman, los mismos que hicieron la genial Star Trek de mayo (¿pendientes de un chequecito, no?), pero es evidente que las neuronas las aplicaron todas en esa. Esta no es una película para reflexionar sobre amistad, relaciones, nada de eso. La historia sólo funciona para enlazar un "boom" detrás de otro. Esto no es un museo, es una montaña rusa diseñada para universitarios quesúos.

Supongo que es por eso que ahora Sam Witwicky (Shia LaBeouf) se está yendo a la universidad, muy al dolor de su madre Judy (Julie White) y al orgullo oculto de su padre Ron (Kevin Dunn). Y ya está listo para establecer su relación a distancia con Mickaela (Megan Fox). Básicamente, quiere ser un tipo normal. Pero al tocar un pedazo de la Chispa Suprema (pana, ¿no hay mejor traducción para AllSpark?), comienza a ver unos extraños símbolos que no entiende qué significan (wow, original).


Lo siguiente que sabe es que los Decepticons están buscándolo ahora, de modo que vuelve a necesitar ayuda de los Autobots, quienes se han unido en un comando especial con el mayor Lennox (Josh Duhamel) y el sargento Epps (Tyrese Gibson) para cazar a sus enemigos. La aventura lleva a Sam a correr como loco por todo el mundo, tratando de detener una amenaza que tiene cientos de miles de años cocinándose que podría hacer que la Tierra termine como Cibertrón, cortesía del antiguo líder de los Decepticons, el Caído (voz de Tony Todd, a quien acabamos de ver como el general Juma en
24).

Básicamente eso es todo lo que necesitan saber de la historia, pues en realidad la película es una confrontación tras otra, presentando un personaje tras otro. Lo más divertidio son sin duda White y Dunn, que necesitan tener su propia comedia pronto; su química y su timing cómico es casi perfecto. Johnn Turturro repite como el agente Simmons, una de las cosas más desesperantes de la primera, opino yo, pero ahora es mucho más divertido; pareciera que se concentró en actuar más que en payasear mientars aún se divertía en su papel.


Ahora, en cuanto a lo que se ha comentado de los Gemelos Autobot, Skids y Mudflap (voces de Tom Kenny y Reno Wilson), sobre lo racista de sus personajes (son dos pequeños robots que se transforman en lo que parecen ser Chevrolet Sparks con caras ligeramente deformadas y hablan como negros pandilleros), quizá no tengo la sensibilidad suficiente, pero no me parecieron tan ofensivos. Son un poco equis, eso sí; más divertido es el diminuto Decepticón llamado Wheelie (también Kenny), hasta que empieza a acatuar como perro. Y el anciano Jetfire (voz de Mark Ryan) pudo haber sido más interesante, pero el chiste de su ancianidad se extendió un poquito de más.

El resto de los Autobots y Decepticons se ven asombrosos. Las luchas están mucho mejor que la pasada, donde la principal queja era que la lucha era tan de cerca que no podíamos saber qué rayos pasaba. Y sí, cuando aparece Devastator (la combinación de los cinco Constructicons) es increíble. Lo que era como un anticlimax fue la aparición de el Caído; parecía más bien algo salido de Aliens ligado con una araña. Y bueno, lástima que no se pudo concretar que su voz fuera la de Leonard Nimoy...

¿Suena como que gocé una bola, no? Bueno sí. Es una película super divertida y diseñada para que tu cerebro sólo pueda decir "¡mierda, QUÉ ARRECHO!" y veas a Megan Fox una y otra y otra vez (esa mujer es absolutamente irreal... igual que su actuación, aunque hay leeeeves señales de promesa). Pero considero que esta película fue diseñada para que muchos panas de veintipico tomando birras y gritando YEAH!!! una y otra vez. Esta casi que no es una película, es una oda a la testosterona, una erección de casi tres horas, como la llamó
Roger Ebert. (¿Será por eso que hay una toma a un gigantesco escroto mecánico?) Uno queda agotado luego de ver Transformers: Revenge of the Fallen. Uno nunca olvidará esas escenas. Pero creo que así se sentiría uno cuando se acuesta con una, ejem, señorita de la calle: uno queda superficialmente satisfecho, pero igual sientes que falta algo en tu vida (bueno, eso espero).

Mientras tanto, en Internet...

Creative Commons License
El Cine Tuyo, Mío y Vuestro by Juan Carlo Rodríguez is licensed under a Creative Commons Atribución-Sin Obras Derivadas 3.0 Unported License.
Based on a work at jaycersworld.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://jaycersworld.blogspot.com. Clicky Web Analytics