Si es por real, ¿qué importa?
domingo, noviembre 29, 2009 | Etiquetas: cine, gustos, ir al cine, opciones de DVD, opinión, Transformers, Twilight |
Quiero aclarar que, aunque digo esto de toda sinceridad y con cierta dosis de sentido del humor, no por ello considero que un fanático de lo que sea merece ser despreciado. (A menos que seas extremista y violento.) Que sean blancos fáciles de burlas en una cosa; que sean maltratados de cualquier manera es otra muy distinta. No a la violencia.
Cuando cierre este año 2009, y con ello una década, estoy seguro que los críticos mirarán al rey y reina de la taquilla y llorarán amargamente. De primero estará Transformers: Revenge of the Fallen, que reunió más de 400 millones de dólares alrededor del mundo. Y estoy seguro que de segundo estará The Twilight Saga: New Moon, pues acaba de salir este fin de semana y ya, con sus 142 millones de dólares, es el tercer mayor estreno de la historia, detrás de The Dark Knight y Spiderman 3. Joder, si ya está de sexta en todo el año, según Box Office Mojo.
Y si vemos Rotten Tomatoes, veremos que, si fuera por los críticos, estas dos películas deberían estar al fondo de la lista. Transformers 2 (una película que yo consideré decente mas no buena) tiene 19% de aprobación, mientras que New Moon va por 30%. Podríamos decir que esto es evidencia una vez más que los críticos están totalmente desubicados en cuanto a lo que el público en general le gusta, otra razón porque son los blogueros y gente de Twitter que debe dominar el espacio que estos dinosaurios ocupan.
¿O no?
Si vemos las otras cuatro taquilleras del año, vemos que todas tienen el “certificado fresco” de los críticos, lo que quiere decir que fueron éxitos en taquilla y además recibieron reseñas favorables. En quinto lugar, por encima de New Moon (por ahora), está la nueva Star Trek (95%), seguida de The Hangover (78%) en un merecidísimo cuarto lugar, Up (98%) de tercero (y además la mejor reseñada del año) y Harry Potter y el Misterio del Príncipe (83%) de segundo. ¿Son entonces Transformers y New Moon las excepciones que demuestran la regla? No, mi gente; son la evidencia de otra regla.
Creo que uno de los más emocionantes momentos del cine para mí fue cuando finalmente iba a poder ver una nueva película de La Guerra de las Galaxias luego de casi 30 años, en 1999. Cuando esa resultó ser Episodio I: La Amenaza Fantasma (que aún así tiene 62%), fue divertido pero denotaba mucho más estilo que sustancia; había demasiados personajes que fastidiaban (hablo de ti, Jar-Jar Binks) y muchos personajes excelentes que no estaban suficiente tiempo en pantalla (Darth Maul, te extrañamos). No había el toque tan humano que las tres originales guardaban, y aunque respetaban la mitología casi por completo, habían puesto una particular atención a los efectos especiales, más que en la historia.
Esa es la regla que he mencionado, y que demuestra algo que es tristemente cierto sobre el principal público que va al cine en estos días, que son jóvenes colegiales o universitarios. Transformers y Twilight no tienen éxito a pesar de sus fallas, sino que es gracias a ellas. Es porque están apelando exactamente a lo que ese público quiere –y ellos van en tropel a vivir esas fantasías.
En el caso de Transformers, observen nada más. Unos increíbles robots que se transforman en unos carros al cual más arrecho, con un protagonista un poquito “loser” que se logra levantar a la más ridículamente buena de las mamis, a la vez que su mejor amigo no sólo es un increíble robot, sino que a la vez es un carro último modelo que un chamo que yo conocí una vez llamaría “un baja-pantaletas”. La universidad a la que va parece que fue invadida por las oficinas de Maxim y Urbe Bikini, y hay explosiones que rivalizarían la Segunda Guerra Mundial. Qué importa que hayan terribles errores de geografía (qué geografía coño, de lógica) y unos descarados visos de racismo, si marico, qué arrecho se ve, güón…
El caso de Twilight es algo absolutamente increíble. Esta es una serie que sus fanáticas defenderán a capa y espada, como descubrí yo mismo. Stephanie Meyer le quitó el trono a J.K. Rowling con sus novelas donde agarró el mito del vampirismo y básicamente lo convirtió en emo-porn, y las películas que salieron de ellas simplemente lo ratificaron. Sólo en este mundo retorcido puede Twilight considerarse en la misma vena que Slumdog Millionaire (¡y ganarleeee!).
No se puede negar que Twilight apela a un deseo oculto de toda niña adolescente de encontrar al hombre de su vida, un tipo que aún a pesar de su sufrimiento personal la ama sinceramente y daría su vida por asegurar su felicidad. Es bello al punto que brilla como un diamante, y la entiende, Dios mío, la entiende, puede hablar conmigo, es culto, es inteligente, no es como los demás que sólo piensan en carro y sexo, y robots gigantes y ay Dios no. No, no puedo con ellos. Oc-sea. Qué importa los malos mensajes que dizque pueda estar enviando, es que ellos no nos entienden… (Versión en español de la lista aquí.)
Lo que quizá nos cueste entender y los bolsas de Michael Bay y Stephanie Meyer sí es que si apelas a las cosas más primarias de la gente ella acudirán en hordas y te darán tu dinero con gusto. Yo y los que lean esto y me honren con sus comentarios positivos ya hemos madurado lo suficiente para determinar que ni Transformers ni Twilight son lo mejor que ha salido del mundo ni son modelos a seguir. Yo lamento que películas así sigan saliendo, aunque más me molestan sus fans que ellas en sí, como aplico en cualquier caso que haya gente que s corta las venas por algo. Lo diré así: Señores Caraquistas, señores del Squadra Azzurra, señores fanáticos-a-morir-de-lo-que-sea, ustedes para mí son cuales fanáticos de Twilight, que alguien se medio mete con ustedes por joda y están listos para retarlos a duelo. Desarrollen un sentido del humor y luego puede que los respete.
Que el debate se inicie.