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Plasma de Miércoles E90: Network (1976)

miércoles, mayo 29, 2013 | Comments

networkHay películas, frases, escenas o actuaciones que tú siempre sabes que existen pero nunca tienes el chance de verlas por equis o ye razón. Network es una de esas películas, frases, escenas y actuaciones, el gran clásico del recientemente fallecido Sidney Lumet. Si no la han visto, es hora de corregir ese error.

Howard Beale (Peter Finch) está teniendo una crisis existencial, luego que su esposa falleciera y pronto habría de retirarse de su trabajo como ancla en el noticiero de la cadena UBS, por la baja de los ratings, tanto que su jefe y amigo Max Schumacher (William Holden) empieza a preocuparse por su sanidad. Howard no ayuda al anunciar que al la semana siguiente pretende volarse la tapa del cerebro al día siguiente y al aire. Para la ambiciosa gerente de programación Diana Christensen (Faye Dunaway), esto es una oportunidad de oro de convertir a Howard  y la cadena en una estrella. Cualquier otro habría buscado ayuda psicológica para el hombre; Diana le da su propio espacio. Y Howard,  en el que es uno de los grandes monólogos de todos los tiempos, invita a toda su audiencia a asomarse por su ventana, protestar por la basura en que se ha convertido el mundo, y clame, “I’m mad as hell, and I’m not going to take this any more!

Lo que más me asustó de Network no fue la actuación de Peter Finch, quien gracias a este papel se convirtió en el primer ganador de un Óscar póstumo, ni la frialdad del personaje de Dunaway, aunque llamarla “reina de las nieves” es quedarse corta (en una escena con su amante, se limita a hablar de sus planes con la empresa, incluso hasta el momento del orgasmo). No, lo que asusta de Network es lo actual que aún se siente, a casi 40 años de su estreno. Es un tema particularmente duro para mí como periodista, pero es una realidad que no puedo negar: las noticias de por sí solas no son atractivas. Tiene que haber algo de espectacularidad. Me hace recordar lo que Christopher Plummer, haciendo del veterano periodista Mike Wallace, le dice a una ejecutiva de televisión en The Insider: “Puede que trabajemos para la misma compañía, pero no pienses que estamos en el mismo negocio”. Por un lado están los periodistas, pendientes de llevar la noticia al público con el mayor equilibrio posible; por el otro, los ejecutivos del medio (que no sean periodistas) a lo que sólo le interesa que el medio se venda/vea/escuche.

Finch es absolutamente glorioso en su interpretación. Beale está loco, de eso no cabe duda, pero es el gran loco que arrastra masas. Si tiene la labia, pues se puede lograr que cualquiera haga lo que uno diga; si lo hace apasionadamente, puede hacer que miles lo digan; y si cree que es verdad (o lo es), puede hacer que una nación entera lo diga. Finch logra que uno admire a Howard Beale, que le tema a Howard Beale, y que sobre todo le tenga lástima a Howard Beale a lo largo de la película, pues es rápido ver que en todo momento está siendo explotado y utilizado, un chimpancé entrenado al que además le dan un garrote. Finch se crece en el papel, agarrando cada palabra y soltándola con la elegancia de un francotirador y con la misma certeza y letalidad.

Dunaway es igualmente magnífica, una imagen de ambición y sensualidad, la mujer que usa a todo y a todos por llegar alto. Recuérdese que esto era en los 70, donde la imagen de la mujer no había llegado al baluarte de poder que es hoy en día. Pero Diane se maneja de tú a tú con los hombres del canal, incluso con el presidente, interpretado nada más y nada menos que por Robert Duvall, no sólo por su belleza, sino porque tiene una mente absolutamente maquiavélica y está muy bien preparada. Pasa que tiene el pecho hueco, y eso la hace tan buena para los negocios como mala para relaciones humanas.

Holden es el corazón de la película, el equilibrio para la locura de Howard y la moral para la frialdad de Diane, aunque él también termina arrastrado en la espiral. Siempre fue un actor con una callada dignidad, un Morgan Freeman blanco, si me atrevo a hacer la comparación. Aquí está en constante lucha entre su conciencia y su corazón, queriendo serle fiel tanto a su amigo como a su trabajo como a la mujer de la que se enamoró –aunque no su esposa. Y no puedo dejar de mencionar a Ned Beatty, que tiene uno de los más impactantes cinco minutos en una película que ustedes se puedan imaginar.

Que una película de 38 años aún se sienta como algo actual es muestra del enorme talento que poseía Lumet, para lograr crear historias muy humanas a la vez que impactantes. Me alegra haber llenado ese punto ciego en mi historial. Dicho sea de paso, ¿me extrañaron?


NOTAS CURIOSAS

  • Sidney Lumet tenía dudas sobre darle el papel de Howard Beale a Peter Finch, quien era australiano y con un grueso acento, hasta que éste le envió una cinta leyendo  The New York Times con un perfecto acento estadounidense.
  • Henry Fonda (quien trabajó con Lumet en su debut, 12 Angry Men), rechazó el papel de Howard Beale, pues lo consideraba “demasiado histérico”. Igualmente pasó con Glenn Ford y George C. Scott (y no quiero imaginarme lo aterrorizante que hubiera sido con él en el papel). William Holden también lo rechazó, pero terminó estando en el otro papel protagónico.
  • Hasta ahora, esta es la.única de dos películas que han ganado tres Oscar por actuación (Peter Finch como principal, Faye Duanway como actriz principal y Beatrice Straight como la esposa de Max Schumacher). (La otra es Un Tranvía Llamado Deseo.). En total recibió 10 nominaciones, además de ganar como Mejor Guión para Paddy Chayevsky. Los otros fueron para William Holden como principal, Ned Beatty de reparto, Mejor Fotografía, Mejor Dirección  y Mejor Película, que terminó perdiendo ante Rocky, algo que a Lumet le siguió doliendo toda la vida.
  • Hablando de Beatrice Straight, ella tiene el récord para la actuación más breve en recibir un Oscar, pues aparece en la película un gran total de 340 segundos, poco menos de seis minutos. El segundo lugar, cuando Judi Dench ganó por su retrato de la reina Isabel en Shakespeare In Love, dura unos ocho minutos.}
  • Como ya dije, Peter Finch se ganó el primer Óscar póstumo gracias a su papel aquí. Habrían de pasar 33 años antes del segundo: Heath Ledger por su papel del Guasón en The Dark Knight.
  • El famoso discurso de Howard Beale tuvo que ser filmado en dos tomas: a mitad de la primera toma, Peter Finch tuvo que detenerse exhausto. Lumet no sabía de su corazón fallido, pero no pidió una tercera toma. Lo que se ve es la segunda toma de la primera parte y la primera toma de la segunda parte.

Y por supuesto, no lo puedo dejar sin  que vean la famosa escena.

El Maestro de lo Macabro aterroriza los viernes de junio en TCM

martes, junio 05, 2012 | Comments

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Quizá ustedes sean de los que oyen “Stephen King” y reaccionen de una de las siguientes maneras: (1) lo desprecian por ser “literatura basura” (“¿por qué no lees, no sé, Borges, Cortázar, Zafón?” me dijeron una vez); (2) lo aman con pasión y desenfrenada locura. (Sí, hay algunos que no lo leen porque el terror no es lo suyo, pero son tan poquitos…) Yo soy fan indiscutible del hombre, y digo con orgullo que sólo me faltan tres libros de su considerable bibliografía por leer. Sus películas son otra historia; por alguna razón muchos de sus mejores libros o cuentos no traducen bien al cine (finjamos que Maximum Overdrive, Dreamcatcher o Graveyard Shift no existieron). Eso sí, muchas no sólo fueron buenas, sino que se convirtieron en clásicos, una (El resplandor) a pesar de las quejas del propio King. TCM les va a traer cuatro de las mejores este mes. Aquí tienen la nota de prensa.


Los viernes de junio a las 9.30p.m. TCM ofrecerá Stephen King: Un best-seller de película, un ciclo con las películas que transportaron a la pantalla las fantasías más desaforadas, los terrores y deseos más ocultos y reprensibles, pero también el preciso y fulminante virtuosismo de la escritura del autor de sucesos como Salem’s Lot, The Shining, Cujo, The Dead Zone y Misery.


En la actualidad, se compra, lee y ama la literatura de Stephen King como antaño se hacía con Alejandro Dumas o Charles Dickens. Este escritor estadounidense contemporáneo ha logrado convertir lo fantástico en un fenómeno universal para lectores que no necesariamente tienen estómago para el género… Y ése no ha sido su único mérito, pues además ha sabido producir al menos un best-seller por año y tener presencia en televisión, cine y en los medios en general con una ubicuidad asombrosa para un escritor.


El show literario de Stephen King está lleno de sorpresas, epifanías y monstruosas maravillas que hacen que con placer nos acerquemos una y otra vez a su obra, sea en su original literario o en sus transposiciones a otros medios. Quizá su secreto (heredado de otro maestro norteamericano, Richard Matheson, autor de Soy leyenda y El hombre menguante) resida en que sus escalofriantes relatos están firmemente anclados en la realidad, con el peso de lo tangible y presente.


En junio el canal transmitirá desde los clásicos que lo coronaron como “el rey del terror”, como Carrie (1976), dirigida por Brian de Palma;  o Pet Sematary (1989) de la realizadora Mary Lambert; hasta los títulos que lo mostraron como un gran narrador: Stand By Me (1986), del director Rob Reiner o Shawshank Redemption (1994), de Frank Darabont.






Stephen King: Un best-seller de película

Viernes de junio a las 9.30p.m.



Viernes 8:

· Cuenta conmigo (Stand by Me)

Cuatro amigos parten en busca del cadáver de un muchacho de su pueblo. (Ya discutida en Plasma de Miércoles.)



Viernes 15:

· Cementerio de animales (Pet Sematary)

Un hombre descubre un viejo cementerio indígena cerca de su casa donde lo enterrado vuelve a la vida. (King ha dicho que esta es la novela que más lo ha asustado.)



Viernes 22:

· Sueños de libertad (Shawshank Redemption)

Un preso especialista en “conseguir cosas” hace una larga amistad con un banque3ro injustamente acusado de homicidio. (Mi película favorita.)



Viernes 29:


· Carrie

Una muchacha con poderes telekinéticos debe lidiar con los abusos en el colegio y la locura de una madre fanáticamente religiosa. (Primera novela de King y un clásico de clásicos del cine de terror.)





Los viernes de junio a las 9.30p.m. tienes una cita con “el maestro del terror”, en el especial Stephen King: Un best-seller de película, solo por TCM.

Plasma de Miércoles E89: The Breakfast Club (1985)

miércoles, diciembre 14, 2011 | Comments

breakfast_club_xlg Algunos de los clichés más usados para algunas películas hacen que la importancia de ellas quede diluida. Cuando una película “marca una generación” o “un hito” o narra “la historia de una vida”, lo primero que debe venir a la cabeza es “hipérbole”. Pero The Breakfast Club –traducida en algunas partes como El Club de los Cinco—se atiene a la primera de esas descripciones y en realidad mucho más, pues como tantas películas del director John Hughes, se considera que ninguna ha capturado tan adecuadamente al típico adolescente norteamericano de los 80 –y en realidad, a cualquier adolescente, punto.

 

Es sábado, y cinco muchachos han sido llamados a castigo por un director (Paul Gleason) quizá demasiado estricto. Todos representan estereotipos que aún hoy se ven en los colegios: está Claire, la princesita (Molly Ringwald); Andrew, el atleta (Emilio Estévez); Brian, el “nerd” (Anthony Michael Hall); Allison, la friqui (Ally Sheedy); y John Bender, el malandro (Judd Nelson). No podrían ser más distintos –y sin  embargo, a medida que va pasando el día descubren que tienen mucho más en común de lo que pueden pensar.

 

Quizá se pueda pecar de idealista, más aún esta época que “película para adolescentes” es mostrar cuanto sexo y borrachera se pueda mostrar, pero The Breakfast Club hizo algo que no se hace hoy en día cuando Jersey Shore es el triste rey: trata a los adolescentes como gente pensante y tratante. Aquí no es que haya diálogo filosófico digno de Platón, o conversaciones de la altura y velocidad que podemos ver en The Social Network, pero es del diálogo más sincero que se puede ver en una película. A medida que uno ve por lo que pasa un chamo de 16, 17 años en la escuela, sin importar qué tan grande, malo o bonito eres, la escuela para muchos era una época difícil. Pero, citando a Anna Karenina (wow, de verdad me puso literario, ¿no?), así como “cada familia infeliz es infeliz a su propio manera”, cada uno experimenta el sufrimiento de la escuela a su propia manera. “Tienes que ser excelente estudiante, tienes que destacarte en deportes, tienes que lucirte ante un público”. O mira sabes, “¿para qué me molesto en criarte? ¿O para qué vienes, si lo que vas a terminar es en un sanatorio o la cárcel?” Y a pesar de ello, no hay la angustia melodramática que se pueda ver en Crepúsculo. Aún a pesar de las fallas personales que tiene cada personaje, no tienes ningún problema en aceptarlos

 

El mayor contraste que veo entre The Breakfast Club y cualquier película de su estilo en la actualidad es que sus protagonistas no son escogidos tanto por cómo se ven sino por su evidente talento. Aunque claro, en promedio están pujando la edad de colegiales, en particular Nelson, pero al final realmente no importa. Nelson tiene una presencia única con su distintiva cara que algo tiene; es una lástima que hoy en día no esté en ninguna parte importante, básicamente. Igual con Ringwald y Sheedy, y me divierte que Hall hoy en día se haya convertido en un tipo rudo después de sus orígenes. Pero este fue el pico para todos: Ringwald puede ir de encantadora a indignante en un parpadeo, y Estévez, como buen miembro de su familia, puede ser intenso o divertido con facilidad y credibilidad. Hall repite su papel de otro clásico de Hughes, Sweet Sixteen, quizá con un poco más de profundidad y sentimiento, proveyendo del tradicional elemento de comedia. Sheedy es la única que actuó en contra de su tipo: realmente tú la ves y te preguntas, ¿esta pana está loca?

 

Visto como un clásico de los 80, The Breakfast Club puede verse también como una versión superficial de El Ángel Exterminador de Luis Buñuel: ¿qué pasa cuando un grupo de personas no puede salir de una habitación? Puede descender el caos, pero después de ello invariablemente sale el orden. Sin duda es entretenida, bien escrita y excelentemente actuada, los tres elementos básicos para una buena película, pero es también una mirada nostálgica a una época donde no necesitabas mostrar una chama apenas vestida o cincuenta millones de chistes de vómito para atraer a un público joven. Cómo te extraño, John Hughes.

 

NOTAS CURIOSAS

  • Emilio Estévez iba a interpretar a Bender, pero John Hughes no consiguió a nadie que interpretara a Clarke, así que Estévez aceptó hacerlo. Igualmente, Molly Ringwald tenía muchas ganas de interpretar a Allison, pero ya le habían prometido el papel a Ally Sheedy.
  • Se consideró a Jodie Foster para Claire y Brooke Shields para Allison. (Shileds y Nelson luego actuarían juntos en la serie cómica Suddenly Susan).
  • La hermana y mamá de BRian son la hermana y mamá de Anthony Michael Hall. Su padre, quien lo pasa buscando al final de la película, es el propio John Hughes.
  • La biblioteca donde tiene lugar la película fue construida para ella en el gimnasio de la escuela Maine North High School, la que había cerrado dos años antes que la filmación empezara. (Hoy en día es una estación de policía estatal de Illinois.)
  • Hughes insistió en que el elenco y el eqipo comieran en la cafetería de la escuela.
  • Se consideró a Nicolas Cage como Bender al principio, pero no se podía pagar su salario. Luego iba a ser John Cusack, pero Hughes lo reemplazó antes de empezar a filmar.
  • Todo el elenco ensayó la película como si fuera una obra de teatro antes de empezar a filmarla. Luego de su éxito, se le pidió a Hughes que reescribiera el guión como tal para que grupos teatrales colegiales pudieran interpretarla. (Aquí tienen el guión, si les interesa.)
  • La escena donde todos se sientan en un círculo y dicen por qué los castigaron es completamente improvisada.
  • John Hughes casi despide a Judd Nelson por lo mal que trataba a Molly Ringwald. Paul Gleason convenció a Hughs que Nelson simplemente era un buen actor y estaba tratando de mantenerse en personaje.
  • Se había propuesto que habrían varias secuelas, donde los personajes se reunieran cada diez años. Pero dada la volátil relación entre John Hughes y Judd Nelson (el director juró nunca volver a trabajar con Nelson de nuevo), y cómo Ringwald dejó el género de películas adolescentes para siempre, esas esperanzas se eliminaron.
  • Nelson, Sheedy y Estévez interpretan estudiantes de bachillerato el mismo año que interpretaron graduados universitarios en St. Elmo’s Fire. De hecho, los únicos con edades para bachilleres eran Ringwald (17 años) y Hall (17 también). Nelson tenía 26, y Estévez y Sheedy tenían 23.
  • John Kapelos, quien tiene un pequeño papel como Carl el conserje, jugó con los actores que no exageraran la intensidad recordando que a Martin Sheen le dio un infarto mientras filmaba Apocalipsis Ahora. Esto enfureció a Emilio Estévez, el hijo de Martin Sheen, lo que dejó a Kapelos en el sitio (y no entiendo cómo, si Estévez y Sheen son idénticos). Se disculpó con Estévez, éste la aceptó y la película siguió como si nada, pero la conciencia de Kapelos lo tenía mal duranet muchos años. Cuando tuvo un pequeño papel en The West Wing en 1999, le contó a Sheen la historia, al que le pareció graciosísima, y le dio un poco de paz a Kapelos.
  • El tema para la película, “(Don’t You) Forget About Me”, fue escrito para la película por Keith Forsey, quien luego produciría las bandas sonoras de Flashdance y Un Policía en Beverly Hills II, y Steve Schiff, y fue ofrecido a Brian Ferry, Billy Idol y la banda The Pretenders. Ferry la rechazó, Idol también (aunque incluyó una versión como una pista extra en su disco de grandes éxitos de 2001) hasta que Chrissie Hynde, cantante de The Pretenders, la propuso para la banda de su esposo en aquel entonces, Jim Kerr. Se convirtió en el mayor éxito de Simple Minds, y aquí se las incluyo.

Plasma de miércoles E88: Idioterne: sacando el idiota que llevamos dentro

miércoles, agosto 17, 2011 | Comments


Hay algo muy raro acerca del cine. El cine es la realidad retratada en video, pero ¿hasta qué punto se “maquilla” esa realidad para hacerla bonita o volverla mainstream? Hubo dos cineastas que se cansaron de tener que buscar y crear sets, armar iluminación y sobre todo, dejarle la magia a la postproducción. Hablo de los daneses Lars Von Trier, Thomas Vinterberg, Kristian Levring y Soren Kragh-Jacobsen. Ellos crearon en el año 1995 una especie de “fundación” fílmica con un manifiesto llamado Dogma 95 en el que se comprometían a hacer películas completamente naturales, donde la importancia de la estructura de la película se basara en las actuaciones, improvisaciones y demás herramientas dramáticas de cada personaje.
De este curioso pacto y de la mano del siempre-raro-pero-genial Lars Von Trier, nos llega Idioterne (The Idiots en inglés), un drama acerca de la vida de un colectivo de jóvenes perfectamente saludables que residen juntos en una casa y que están unidos por una condición bastante particular: ellos actúan como retrasados mentales. Ellos siempre están en grupos y organizan paseos, recorridos y visitas a distintos lugares donde puedan hacer su actuación. En una de esos performances, conocen a Karen, una mujer solitaria que se identifica con ellos y decide unirse a la causa, sin saber en realidad qué tan desinhibidos son sus nuevos amigos Stoffer, Susanne, Henrik, Jeppe, Josephine, Ped, Miguel, Axel, Nana y Katrine.
La casa ubicada en un suburbio de Copenhague sirve para que estos chicos suelten su idiota interior, al punto de que es bastante creíble la forma en la que ellos se comportan, es una libertad condicionada por los muros de la casa en la que llegan incluso a tener sexo explícito (con escenas de penetración) frente a las cámaras. Todo esto sucede mientras se desarrollan ligeras historias de amor y sobre todo se devela cómo es realmente la atención culpable y casi lastimera que reciben los idiotas en todo lugar donde van, así como la anarquía que son capaces de desarrollar en cualquier lugar que pisan. Es una película que no está hecha para hacer conciencia y si vamos más allá ni siquiera tiene argumento, pero sí sirve para demostrar que para cada actor existe una utopía que logra liberarte de cualquier presión social y a la cual puedes llegar tras la práctica de una actitud digamos inusual.
Lo único sobre esta película, lo que la hace que no sea una más del montón es que cumple a cabalidad todos los mandamientos del “voto de castidad” del Dogma 95, todos los problemas de guión son resueltos en escena, con cámara en mano, con los actores, cada personaje tiene una psicología diferente y la desarrolla y se encuentra a sí mismo sin necesidad de tener unas líneas específicas. Lo otro es que a pesar de que fue grabada en el 1998, cuenta con la vigencia necesaria para hacernos estremecer, identificarnos y hasta sorprendernos. Esta especie de comuna hippie termina por enganchar hasta al más escéptico y funciona como claro ejemplo de que el mejor cine es el que nace de la sencillez.

Curiosidades:
  • The Idiots es la segunda parte de una trilogía llamada “Corazón Dorado” y compuesta también por Breaking the Waves y Dancer in the Dark. Esta última cuenta con la participación de Bjork y es otra impelable de la vida.
  • El guión de The Idiots fue escrito en cuatro días como resolución del manifiesto y no estuvo sujeto a revisión alguna. De hecho ningún actor obtuvo una copia sino hasta el momento de su grabación.
  • El soundtrack de la película está compuesto por dos canciones: "The Swan" de Camille Saint-Saëns y "Vi Er Dem De Andre Ikke Må lege Med" de Kim Larsen & Erik Clausen y fueron grabadas en escena.
  • La versión australiana de The Idiots tiene dos segundos menos de escena de penetración, mientras que la versión estadounidense tiene barras negras en los genitales expuestos.
  • En el documental The Girl Next Door que trata sobre la vida y fama de una actriz porno, hay una escena en la que se puede ver el poster de The Idiots.

Plasma de Miércoles E87: Watership Down (1978)

miércoles, julio 27, 2011 | Comments

watership_down Rápido. Fuera de las japonesas, ¿recuerdan cuál fue la última película animada para adultos? O que al menos haya pegado. Anden y piensen, yo espero.

Nada, ¿verdad? Hace rato que la animación pasó al terreno casi exclusivo de “para toda la familia”. (Batman: Mask of the Phantasm podría ser una excepción.) Y había una época en que Japón inspiró a unos cuantos, para lograr unos cuantos films en los 70 que definitivamente no eran para chamos, como la versión animada de El Señor de los Anillos del animador Ralph Bakshi (que pueden ver aquí). El blog de humor Cracked tiene una lista de diez películas en ese estilo que de verdad podrían traumatizar a los niños si se las muestran, y aunque no estoy demasiado de acuerdo con la mayor parte de la lista (¿Cars? ¿El Jorobado de Notre Dame? ¿En serio?), más allá de lo divertida que es, no puedo discutir con el segundo lugar, en especial por lo sorprendente: la adaptación de la novela de Richard Adams Watership Down.

Es sorprendente porque esta es una novela sobre conejos. Sí, en serio, dulces conejitos que viven en una madriguera que ahora está en peligro de quedar bajo el agua. Fiver (con la voz del actor inglés Richard Briers) y Hazel (John Hurt) convencen al fuerte Bigwig (Michael Graham Cox) y a otros de abandonar la madriguera, que además está siendo asediada por humanos y sus perros, a buscar un terreno más alto y protegido y lejos de la tiranía de su líder (Ralph Richardson). Pero el mundo es un sitio peligroso para un conejo –en particular viniendo de otros conejos.

La animación se ve como arcaica a estas alturas –y de hecho creo que para la época no era la mejor disponible—pero no se puede negar que es una historia emocionante y bien construida, amén de sumamente realista (al menos para ser una película animada sobre conejos que hablan). Para los que somos fans de Discovery Channel y Animal Planet o afines, el mundo de los conejos no es el que se ve en postales y lindas fotos donde los conejitos están entre flores y eso. No, mi gente, como dice el lema de la película: “todo el mundo será tu enemigo, Príncipe de los Mil Enemigos, y cuando te atrapen, te matarán… Pero primero deben atraparte”. Los conejos son territoriales y, en este caso, egoístas, y tienen fuertes dientes y afiladas garras para cavar y rasguñar, y aquí se muestra sin ningún problema cómo las usan. En serio, ver esto como un niño puede que les cause pesadillas. Hasta yo, que no me acordaba bien de ella, cuando la volví a ver hace poco, me quedé loco de lo sangrienta que es.

La animación para adultos debería resucitar en algún momento, pues sin duda hay un público para ella. Vean Watership Down y anímense a buscar más. Eso sí, alejen a sus niños de la sala.




NOTAS CURIOSAS

  • Última película para el actor clásico Zero Mostel.
  • Los fondos son copias idénticas de los diagramas y mapas del libro de Richard Adams, que o bien existen o están basados en sitios cerca de Hampshire, Inglaterra.
  • John Hurt y Richard Brier regresarían para la adaptación a serie de televisión en personajes distintos.
Aquí tienen los primeros diez minutos; la película entera está en YouTUbe.

Pa’ La Casa: 26 de julio

martes, julio 26, 2011 | Comments

Esta semana, dos clásicos de la comedia y un inteligente thriller de ciencia ficción esperan ser el próximo Plasma de Miércoles. ¿Qué escogen ustedes?

81NsfdBt4zL._AA1500_ The Blues Brothers




Sinopsis: Jake Blues (John Belushi), recién salido de prisión, decide tomar “una misión de Dios” para salvar el orfanato católico donde él y su hermano Elwood (Dan Aykroyd) crecieron, buscando reunir los músicos de su vieja banda para recaudar el dinero necesario.

De todos los puntos ciegos de mi cinefilia, éste, haciendo su debut en Blu Ray, es uno de los más evidentes, pues no sólo tiene momentos cómicos clásicos, sino que hay increíbles momentos musicales. Quizá la más exitosa de las adaptaciones de sketchs de Saturday Night Live, muchos ven esta y se rehúsan a ponerla en el mismo lugar que cosas como Night at The Roxbury.




Veredicto: Si son fanáticos de la música, de la comedia o el buen cine, aquí hay algo para ustedes. Compren esta vaina.

Para coleccionistas/puristas: Detrás de escenas, preparaciones de la música, y una pieza recordando a John Belushi, quien murió apenas dos años después de esta película.


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Sinopsis: El conservador decano de una universidad está decidido a expulsar a todos los miembros de una parrandera fraternidad –pero ellos tienen otros planes.

El director John Landis y John Belushi se juntaron por primera vez en este otro punto ciego de mi cinefilia, un desastre cinematográfico que hace que The Hangover se vea como Hannah Montana, si eso es posible. Belushi se estrenaba en el cine luego de muchas temporadas hiper-memorables en Saturday Night Live, y aquí se desata como nadie (dos palabras: “¡Toga! ¡Toga!”). Ahora tienen la oportunidad de ver su imitación de una espinilla (verlo para creerlo) en toda la gloria de la alta definición, gracias al Blu Ray.

Veredicto: Requerido para los que crean que American Pie es lo máximo en comedias juveniles. Sí, se compra. One day.


Para coleccionistas/puristas: Una reunión del elenco original (de los que están aún vivos, claro), una visión de dónde están ahora, un juego de trivia con escenas de la película, una vista a la música y material detrás de escena.


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Sinopsis: Un soldado despierta en el cuerpo de otro hombre para descubrir que está en una misión para detener un tren.

Duncan Jones ya no anda por ahí como “el hijo de David Bowie”, sino que es un legítimo director, original y talentoso, gracias a su genial debut Moon. Su segunda película no se ganó tantas críticas positivas como ella, pero aún así se le reconoció como un emocionante thriller de ciencia ficción más inteligente que el promedio ayudado por sólidas actuaciones por parte de Jake Gyllenhaal y Michelle Monaghan. Jones tiene sin duda una larga y productiva carrera delante de sí.

Veredicto: Habría querido verla en el cine, pero… En fin, igual pretendo verla al menos una vez. Veamos si acompaña a Moon en la colección.

Para coleccionistas/puristas: Pueden ver material extra a lo largo de la película donde muestran cómo se hicieron algunas escenas. También hay un comentario con Jones, Gyllenhaal y el guionista Mike Ripley.

Plasma de Miércoles E86: Babe (1995)

miércoles, julio 20, 2011 | Comments

babe_ver1 Cuando veo el trailer para The Zookeeper, la nueva película protagonizada por Kevin James y muchos actores dándole sus voces a varios animales, además de lamentarme por el estado de Hollywood, donde todo debe ser idiotizado para ser vendido, me hace recordar una época en que una cuerda de animales parlanchines no era visto como un truco para poner niños en el cine y los adultos se mueren de aburrimiento. (¿O son los niños los que cambiaron?) Hasta lograron ser nominadas a mejor película. Obviamente, la primera película que viene a mente es Babe.

El estoico granjero Hoggett (James Cromwell) se gana un pequeño cerdito cuya madre es llevada al matadero. Es tan pequeño que lo pone con Fly (voz de Miriam Margoyles), la atenta perra ovejera, muy al descontento de Rex (Hugo Weaving). Curioso, cariñoso y educado al extremo, tanto como es inocente, Babe (Christine Cavanaugh) pronto hace muchas amistades entre los animales de la granja, pero un solo destino le aguarda a todos los cerdos de la granja –algo que Babe parece evitar cuando, por ver de cerca a Fly y a Rex, empieza a pastorear gallinas y hasta ovejas, con un poco de ayuda de la veterana Maa (Miriam Flynn). ¿Será que este cerdito no debe ir al matadero? Cuando además pones la narración a cargo del veterano actor Roscoe Lee Browne y pones cada interludio a abrir con tres ratoncitos cantantes, se puede ver por qué la película es tan encantadora.

Varias cosas sorprenden de Babe. La primera es que el guión fue coescrito por su director Chris Noonan (haciendo su debut en el cine luego de dirigir mucha televisión australiana) y el también productor George Miller, quien para ese entonces se había hecho famoso por Mad Max (luego haría Happy Feet), una sangrienta y violenta historia distópica que muy poco se parecía a la felicidad para la familia que sería esta película. Pero además, creo que una película así no debería funcionar, como demostró su secuela de 1998 Babe: Pig In The City, que no tuvo ni la mitad de aceptación que su predecesora. ¿Una película sobre animales parlanchinas que no es una comedia? No, pero sí es una película con mucho corazón, sin estar hecha para chamos sino para toda la familia. La combinación de las imágenes afines a una historia de Madame Potter (no es coincidencia, creo yo, que la siguiente película de Noonan haya sido una sido una película sobre la vida de la autora) y la elegante narración de Browne la hacen sentir casi como un cuento de hadas moderno, sin mencionar el alto grado de prosa que puede estar en la narración, más acorde a una película de Merchant Ivory tipo The Remains of the Day que a una sobre un cerdito que habla. Supongo que la novela en que está basada (The Sheep-Pig, por Dick King-Smith) debe ser un muy efectivo cuento para dormir; ¡imagino que el padre la seguirá leyendo mucho después que el hijo ya durmió!

Combina eso con dos geniales actuaciones, primero por el propio Cromwell, siempre una elegante y casi majestuosa adición a cualquier elenco, incluso como un humilde granjero, y Magda Szubanski como su esposa, comiquísima sin caer en el cliché ni de ignorante matrona ni de dominante bruja. De hecho, son estas actuaciones lo que reflejan lo más importante que tiene Babe: en ningún momento es condescendiente con su público, nunca cae en facilisimos para sacar sonrisas. Insólito, una película para chamos que depende de las personalidades de sus personajes y en la historia que cae, algo que hasta Pixar no siempre ha hecho (me estoy basando en la reacción inicial a Cars 2). Es una delicia de película que además es una inspiración a seguir tu camino sin importar cuántos te digan que no puedes hacerlo. Fueron siete nominaciones al Oscar muy bien ganadas (incluyendo Mejor Película). Y es cierto, Braveheart era la grandiosidad, la escala épica, pero en cuanto a buen cine, vean Babe y díganme cuál era la superior.

(Por cierto, sigo el consejo de Roger Ebert cuando reseñó Babe: casi simultáneamente con ella, se estrenó otra película sobre un cerdito parlanchín llamada Gordy que es todo lo que Babe no es. Evítenla.)


NOTAS CURIOSAS

  • Babe es la combinación de 48 cerdos Yorkshire maquillados acordemente y un doble robot. Se usaron tantos por lo rápido que los cerdos crecen.
  • Cuando lo recibió, James Cromwell hojeó el libreto para ver cuántas líneas de diálogo tenía. Al ver que no tenía muchas (171 palabras de diálogo, 61 cantadas), estaba seguro que sería una película bien sencilla. Lo que no sabía es que estaría más en pantalla que todas sus películas anteriores. Eso sí, su trabajo le valió una nominación a Mejor Actor. Y se volvió vegano después de esta película.
  • Habían 56 entrenadores para 1.000 animales en el set.
  • Esta fue una obra de amor de diez años para el productor George Miller.

Plasma de Miércoles E85: Cyrus (2011)

miércoles, julio 13, 2011 | Comments

cyrus_xlg ¿Han visitado el Centro de Arte Los Galpones? Es un agradable sitio al este de Caracas compuesto de varios pequeños… em… galpones, pues, dedicado a diversas expresiones artísticas. También ofrecen talleres de lo que se les ocurra, una hermosa librería con muchos libros difíciles de encontrar, y lo que más concierne a este blog, cine al aire libre los sábados a las 7 de la noche, con películas de cine independiente o de autor que la pantalla comercial ignora. En particular destaco el que hacen a principios de año con las películas del festival de Sundance del año anterior. En ese ciclo tuve la suerte de ver Cyrus.

Las cosas no es que se vean mal para John (John C. Reilly); es que se ven grises y tristes. Su vida social se fue a pique desde su divorcio con Jamie (Catherine Keener) hace siete años, aunque siguen siendo los mejores amigos. A insistencia de Jamie, John acepta ir a una fiesta, donde conoce a Molly (Marisa Tomei), y por alguna razón congenian de inmediato, aunque él se compare con Shrek y ella es, sabes, Marisa Tomei. (Recuerdo con cariño a George Constanza.) Por alguna razón, ella no se atreve a llevar la cosa más allá, así que John la sigue hasta su casa, y descubre la causa: su hijo de 21 años, Cyrus (Jonah Hill), un intenso músico de new age y fuertemente protctor de su madre. De hecho, la relación que tienen va de lo demasiado protectorahasta la tipo “oye sólo les falta tener relaciones”. Y ahora el “adorable perdedor” tiene un conflicto que resolver si quiere quedarse con la mujer de sus sueños.

La película es dirigida por Mark y Jay Duplass, una pareja de hermanos que se consideran los creadores del género de películas independientes llamado “mumblecore”, caracterizado por un guión casi 100% improvisado. Cyurus no es la excepción, y el sentido casi documental que hace el trabajo de cámara contribuye a lo real que se sienten esos personajes. Aunque tienen momentos bien graciosos, en especial los momentos incómodos entre John y Cyrus, hay una dulzura inherente en toda la historia que incluso el insufrible hijo termina simpatizando con todo el mundo.

Hill es su personaje usual: disimula ser muy educado, pero tiene instanets bien oscuros hasta incómodos, y a pesar de su tamaño sí es capaz de creerse que es hijo de Tomei. Quien, por cierto, toma su incremento en edad con un estilo bien elegante, sin mencionar que es absolutamente encantadora. Y Reilly demuestra por qué un tipo tan cómico puede de paso ser nominado al Oscar; tanto él como HIll se nota que están bien cómodos improvisando. Los tres tienen una química muy creíble, pero ver a Reilly y a Hill batallar verbal y (una vez) físicamente es el verdadero premio. Y nunca podemos ignorar a la Keener; esa mujer es lo mejor que tiene el cine independiente gringo hoy en día. Al final de paso hay un simpático mensaje de amor y ternura que uno no espera de una comedia con uno de los discípulos de Judd Apatow, que no cede a facilismos ni a chistes de flatulencias para ahcerte reír, y con uno de los romances menos convencionales pero más creíbles que yo haya visto.

Si después de Cyrus les quedan más ganas de ver “mumblecore” –sé que amí sí— ver cualquier película de los Duplass les bastará. Humpday fue su más apreciada antes de Cyrus, y The Puffy Chair fue una querida de Sundance de 2005.

Y si les entusiasma ver el cine al aire libre de Los Galpones (y su local hermano, el Parque Cultural Hacienda La Trinidad), pueden revisar la programación en Cinema Garage, quienes son los que se encargan de hacer los ciclos mensuales. Entrada gratis, por cierto.

Plasma de Miércoles E84: The Doors (1991)

miércoles, julio 06, 2011 | Comments

doors Para alguien que esté acostumbrado a la superficialidad y predictibilidad de la letras de la mayoría de las canciones de hoy en día, es difícil entender el grado de importancia que tuvo Jim Morrison, el vocalista del grupo The Doors. El hombre era todo un poeta en el sentido literal del asunto, y se nota al leer cualquiera de las canciones que hicieron a su grupo famoso, como “The End”, “Hello, I Love You”, “Riders on the Storm” o “Light My Fire”. Pero también era el  emblema del exceso, un símbolo del lado oscuro del rock de los 60, que inexorablemente llevó, al igual que sus colegas de la época Janis Joplin y Jimi Hendrix, a su muerte, de la que se conmemoraron 40 años el pasado 3 de julio.

Oliver Stone es un hijo de los 60 como pocos, y al principio de su carrera hizo frecuentes homenajes a la época; todas sus películas tienen un toque autobiográfico en ese sentido. Curiosamente, su homenaje a la banda de Morrison, llamada simplemente The Doors, prácticamente cae en ese aspecto tanto como mostrar la vida de su mítico líder, apersonado (porque no es una simple interpretación) por Val Kilmer aquí. Stone estaba pasando por una fuerte dependencia a las drogas en esa época; es sólo por suerte que no siguió el destino de Morrison. Quizá por eso es que su biopic se siente tan real y cruda –y es para mí su segunda mejor película después de JFK y Platoon.

Considerando lo extravagante de su persona en vivo, es difícil pensar que Morrison empezó siendo un tímido estudiante de cine en UCLA. Ahí conoce al tecladista Ray Manzarek (Kyle MacLachlan), quien considera que Morrison está haciendo algo que ningún músico está haciendo. Uniéndose a Robby Krieger (Frank Whaley) en la guitarra y John Densmore (Kevin Dillon) en la batería, deciden formar un grupo que les “abriría las puertas de la mente” al público –así que se llamarían The Doors.

Aunque al principio no podía ni mirar al público de frente, tal era su timidez, Morrison no sólo cede a los excesos del mundo del rock, más allá de la supuesta lucidez que le daba el LSD, sino que viene a convertirse en su símbolo más abierto, muchas veces al disgusto de los demás miembros de la banda y de su esposa Pamela Coulson (Meg Ryan). Como Van Gogh, como Hemingway, Morrison es un genio torturado, autodestructivo, que vive en un mundo que lo ama en la misma medida que no lo comprende. No que le importe mucho, claro…

A estas alturas, los miembros sobrevivientes de The Doors dicen que no distinguen entre la voz del verdadero Morrison y la de Kilmer, quien da una actuación para todos los tiempos. Es duro verlo hoy en día, con esos cauchos extra alrededor de la cintura, y verlo hace 20 años convertirse en el “Rey Largarto”, ágil, todo un dios del rock, la persona de la sexualidad y la vida, aún a poco de morir. Cada movimiento, cada canción, cada nota –Kilmer lo capturó perfectamente. No es sólo porque la película gira alrededor de su figura; es que Kilmer la agarra y no permite más nadie verla.

Más que una simple biopic, The Doors es el gran reflejo de los 60, mostrando un país –y en realidad, un mundo— perdiendo la inocencia. EE.UU. estaba marchando a la guerra de Vietnam, la política de “haz el amor, no la guerra” estaba matando a los jóvenes, pero a la vez descubría su sexualidad y el rock despertó a las masas. En medio de todo, un grupo ponía a la gente a volar y a reflexionar, mientras su figura central lentamente iba a su destrucción. Su muerte fue quizá la llamada de alerta final –quietos, muchachos, que tanto exceso los va a matar. Pero con apenas seis discos, nos dejó un tesoro de música grandiosa –y Stone nos dejó una película de rock para los siglos.

The Doors = trailer

NOTAS CURIOSAS
  • Antes de la audición con Stone, Val Kilmer memorizó las letras de todas las canciones que Jim Morrison escribió, y le envió al director un video interpretándolas. Ese video, sin embargo, dañó la imagen de Kilmer como Morrison, dijo Stone.
  • A pesar de todas sus solicitudes, Ray Manzarek se rehusó a ayudar a Stone con la película, y dice que es un relato horrible de la historia de la banda.
  • Las tomas en close-up son la voz de Kilmer; las tomas largas son la de Morrison.
  • El ingeniero de sonido en la sesión solista de Morrison es el baterista John Desmore.
  • Antes de la producción, Kilmer se convirtió en Morrison por casi un año, vistiendo su ropa y quedándose por donde el cantante se la pasaba en el Sunset Strip de Los Ángeles. El biógrafo de Morrison Jerry Hopkins dice que un día lo vio cuando se iba a reunir con Stone en un restaurant, usando un teléfono público, y estuvo tan convencido por la imagen que Kilmer proyectó que lo primero que pensó fue, “Me había olvidado lo alto que Jim era”.
  • Tom Cruise, Jason Patric (Speed II, Sleepers) y John Travolta fueron considerados al principio para interpretar a Morrison, en los veinte años que la película tardó en entrar en producción. Travolta incluso se reunió con la banda (que al principio sí estaban muy involucrados) y hasta consideraron reunirse y hacer una gira con Travolta cantando. Al final, consideraron que el actor de Pulp Fiction era demasiado buena gente para llenar los zapatos del Rey Lagarto.
  • Ian Astbury, cantante del grupo The Cult, fue también considerado para el papel, incluso reuniéndose con Stone una vez. Al final no le gustó el guión, pero Astbury sí salió de gira con el resto de The Doors entre 2002 y 2007.
  • Robby Krieger insiste en que la escena que muestra a la banda ensayando "Light My Fire" aclara que fue él y no Morrison quien compuso la canción.
  • Tal como sale en la película, después de desafiar al anfitrión Ed Sullivan y en efecto usar la palabra "higher" (más alto) en su canción "Light My Fire" (cualquier referencia a drogas en televisión era tabú), The Doors nunca volvieron a tocar en Toast of The Town (el equivalente a, salvando la enorme distancia, Sábado Sensacional en esa época). (Eso sí, la actuación en sí del grupo fue mucho menos dramática que en la película.) Morrison dijo que estaba tan nervioso por actuar en televisión que olvidó cambiar la letra; en la película, uno no se lo cree.
  • Como la película está filmada fuera de secuencia, Val Kilmer tuvo que tener cuidado cómo engordaba para representar los años posteriores de Morrison, para que la grasa sólo se acumulara en su barriga y no se viera en el resto de su cuerpo cuando representaba al Morrison más joven.

Plasma de Miércoles E83: Looking for Richard (1996)

miércoles, junio 29, 2011 | Comments

looking_for_richard Vamos a ponernos “meta” por un segundo, pues vamos a ver una película sobre hacer una película que además es una película por derecho propio. ¿Vale?

En 1992, Al Pacino tuvo la idea de hacer una investigación sobre el papel que William Shakespeare aún tiene sobre la sociedad hoy en día y por qué a muchos actores estadounidenses se le hace difícil interpretar al Bardo, a diferencia de sus colegas ingleses. Así que agarró una cámara y a su amigo Frederic Kimball y decidió hacer un documental al respecto, a la vez que montó su propia versión de Ricardo III, la más compleja de las obras shakespearianas (pueden descargarla aquí si lo desean), con algunos de sus amigos actores, como son Alec Baldwin, Kevin Spacey, Winona Ryder y Aidan Quinn. El resultado terminó siendo una fascinante mirada, no sólo al papel de Shakespeare en el mundo actual, sino a todo el proceso de crear, ensayar y mostrar una obra visual, sea de teatro o de cine, además que la película resultante es bastante notable por su cuenta.

Tengan en cuenta esto: hasta la fecha Shakespeare ha “escrito” los guiones de más películas que ningún autor viviente, pero yo conozco a poca gente que haya ido a ver sus obras (yo he visto una versión de Macbeth. ¿De verdad se puede decir que el hombre aún tiene efecto sobre la sociedad cultural en la actualidad? Con tanta gente con sus límites de atención tan cortos, ¿están de verdad preparados para escuchar la complejidad de los diálogos del Brado, diálogos que hacen a Aaron Sorkin parecer secretaria de ministerio?

Todas son preguntas que Pacino responde y se nota que es una pasión suya, pues se le ve dinámico, alegre y apasionado (sí, aún más que cuando está actuando). Sus reflexiones sobre Shakespeare demuestran en el eléctrico actor un sentido de reverencia y respeto, y es con la misma que Pacino se mete en la piel del personaje central de la obra. El contraste entre ambos es patente pero tiene una intensidad tan característica de Pacino que añoro los días en que el hombre no parecía estar permanentemente aburrido con todo. Díganme que no sienten lo mismo cuando Ricardo, ya casi derrotado, exclama: “¡Mi caballo! ¡Mi caballo! ¡Mi reino por un caballo!”

Si ustedes están interesados en el teatro o quieren meterse en el cine, creo que Looking for Richard es un documental casi obligatorio, que les inspirará de maneras insospechadas. (¿De cuándo a acá yo he querido leer Shakespeare?) Y pacino es, sin duda, un tipo sorprendentemente afable, amistoso y bueno para reír. ¿Será que ve esto y piensa, “Coño, sí he cambiado”…


Trailer provided by Video Detective

NOTAS CURIOSAS

  • Al Pacino se tomó cuatro años en hacer esta película, durante y alrededor de sus proyectos, algo que es inevitable adivinar, pues su barba aparece y desaparece con el tiempo.
  • Pacino reclutó a Baldwin y a Spacey después que trabajaron juntos en Glengarry Glenn Ross.
  • Tomó seis editores armar la película, luego de casi 80 horas de pietaje.
  • Pacino quería hacer una adaptación directa de Ricardo III, pero descubrió que no podría superar la versión de 1955 con Sir Laurence Olivier.

Plasma de Miércoles E82: Orange County (2002)

miércoles, junio 22, 2011 | Comments

orange_countyHay películas que a veces salen de la nada y sorprenden por su verdadera calidad. Little Miss Sunshine fue un ejemplo de ese caso, siendo un enorme éxito de taquilla, el encanto de los críticos y nominaciones al Oscar por doquier. En el caso de la comedia de 2002 Orange County, no fue ni la mitad del éxito que fue su predecesora, aunque está en la misma vena de cine “indie”, pero es igual de inventiva y, si se quiere, el doble de graciosa.

Shaun Brunder (Colin Hanks) es un excelente estudiante de bachillerato que sueña con salir del condado Orange y asistir a la universidad de Stanford para ser escritor y alejarse de su muy disfuncional familia, que incluya a su histérica madre Cindy (Catherine O’Hara), el lotario que es su padre Bud (John Lithgow) y su vago hermano aficionado a la química Lance (léase, es un drogadicto –interpretado por Jack Black). Hasta que la descuidada de su consejera académica (Lilly Tomlin) envía las notas equivocadas –y su aplicación a Stanford es rechazada. Yo la mato…

Pero Shaun está desesperado por irse, así que recluta a su novia Ashley (Schuyler Fisk) y a Lance para tratar métodos cada vez más desesperados de lograr que Stanford cambie de opinión. Y déjenme decirles algo –estoy hablando de medidas desesperadas.

En primer lugar, sí el condado de Orange es donde tuvo lugar la serie juvenil The OC. Es una comunidad de clase media alta y alta, más que nada con muchos surfistas que aprovechan la cercanía de la playa. Pero aún a pesar de la absurdidad de algunos de los personajes aquí, Orange County se siente real de maneras en las que ese descendiente de Melrose Place sólo podía aspirar y fallar.

En primer lugar, a lo mejor los nombres de dos de sus jóvenes protagonistas no suene particular, pero este es el debut de los hijos de dos de los más reconocidos actores en la actualidad. Colin es el hijo de Tom Hanks, y si le ven la cara se notará, mientras que Schuyler es la hija de Sissy “Carrie” Spacek. Y por si fuera poco, el director Jake Kasdan es a su vez hijo del también director Lawrence Kasdan (Body Heat, Silverado, Wyatt Earp), quien de paso era el guionista para las tres primeras películas de La Guerra de las Galaxias. ¡Vaya pedigrí!

El guión de Mike White (quien luego escribiría School of Rock, también con Black) tiene que ser uno de los más graciosos que he visto, Inteligente, lejos de cualquier cliché, y evita caer en el absurdo presentando personajes que uno ha visto antes, incluso en su propia familia. ¿O uno no conoce a una madre absorbente, o a un hermano o primo que nunca quiere trabajar? Uno entiende que la familia de Percy no lo quiere sabotear, pero no pueden evitar avergonzarlo –está en su naturaleza.

Este es el debut de Hanks hijo, y el chamo heredó el talento cómico de su padre, mostrándose como el vulnerable hombre cuerdo en un mundo de dementes. Pero su talento para la comedia, como sus caras de incredulidad y frustración ante cada intento fallido por cambiar su destino, uno tras otro. Ojalá pudiera decir lo mismo de Fisk –ese papel pudo haber sido llenado por cualquier otra.

Son los pequeños papeles los que realmente hacen que la película valga la pena. O’Hara hace histérica como nadie, y uno de verdad no sabe si odiarla o apiadarse de ella. Lithgow necesita volver a hacer una película o una serie en donde protagonice; el hombre es un tesoro nacional. Y Black… bueno, es Black haciendo de él mismo, antes de que se hiciera una ladilla. Tomlin, como siempre, es genial, y lamentas que esté tan poco tiempo, al igual que las breves apariciones de Garry Marshall, Harold Ramis, Ben Stiller y Kevin Kline.
Orange County me hace pensar que es la razón por la que me he vuelto tan fanático del cine indie, por aquello que buscan más sustancia que estilo. Por qué esta se ha limitado a un status de culto, con su auténtica comedia y su mensaje de aceptación de uno mismo deberían ser un éxito rotundo. Supongo que hasta una indie puede ser considerada antes de su tiempo.




NOTAS CURIOSAS
  • Jack Black vive al lado de Mike White; su papel fue escrito específicamente para él, con sorprendentemente poca improvisación.
  • Sólo hubo dos improvisaciones: cuando Lance va a rescatar a Shaun de la piscina, se quita las medias, una idea de la vestuarista; y ese no es el pelo de Jack Black, es una peluca.

Plasma de Miércoles E81: Searching for Bobby Fischer (1993)

miércoles, junio 15, 2011 | Comments

searching_for_bobby_fischer_xlg“La pequeña película que pudo”. Ese es el término que usan para hablar de esas películas independientes que logran hacer alguna especie de marca en las salas de cine, manquesea entre los críticos, a pesar de su minúsculo tamaño. Searching for Bobby Fischer bien se puede llamar una película como tal: con un presupuesto de un poco más de un millón de dólares, hizo siete y medio en taquilla.Y es de las pocas que tiene un 100% en Rotten Tomatoes.

Si nada más, lo impresionante es el talento que hay delante y detrás de la cámara en una película tan pequeña. El director (es su debut) y guionista es Steve Zaillian, quien desde esta película escribió los guiones para La Lista de Schindler, Misión: Imposible (la primera, dirigida por Brian DePalma), Gangs of New York, Clear and Present Danger y la venidera versión de David Fincher de Los Hombres que No Amaban a Las Mujeres. De modo que ya sabemos que es un drama con personajes complejos, desarrollados y con problemas. Si además le añades a Joe Mantegna, Joan Allen, Laurence Fishburne y Sir Ben Kingsley en el elenco, junto con Laura Linney y William H. Macy en roles pequeños, esta película les tiene que llamar la atención aunque sea por curiosidad.

Basada en una historia real, Searching for Bobby Fischer trata sobre Josh Waitzkin (interpretado por el también debutante Max Pomeranc), un chamo de diez años que un día logra vencer a su padre (Mantegna) en su juego favorito, ajedrez. Resulta que Josh había estado yendo al parque y veía a la gente jugar, recibiendo instrucciones de un carismático timador llamado Vinnie (Fishburne). Al ver el prodigio del niño, y esperando que adquiera mejores compañías, los padres (su madre es la nominada al Oscar Joan Allen) lo estimulan a que persiga su habilidad, por lo que contratan a un conocido pero estricto instructor llamado Bruce Pandolfini (Kingsley). Los contrastes entre los dos estilos son notables: Vinnie habla de movidas agresivas para desconcertar al oponente, mientras que Pandolfini le habla de no tener ninguna consideración con el oponente, a la vez que debe tratar el ajedrez como un arte. En esto, le trata de modelar como el gran genio estadounidense del ajedrez, Bobby Fischer.

Aquí bien vale la pena un apartado para hablar de Fischer, pues su vida sola es digna de una película (se han hecho varios documentales pero nunca una biopic como tal). Nacido en 1943, Fischer había vencido a varios de los grandes maestros del ajedrez cuando tenía 15 años. En 1972, tuvo un encuentro histórico con el campeón reinante, el soviético Boris Spaski, en un torneo en el que por supuesto los dos gobiernos lo vieron como una cuestión patriótica. Fischer venció a Spaski de manera decisiva, siendo el primer estadounidense en coronarse como Gran Maestro. Pero Fischer había tenido varios días en que su comportamientos e estaba volviendo cada vez más errático y excéntrico, y luego de ese memorable juego procedió a desaparecer durante casi 20 años. Cuando reapareció, tenía notables visiones antiamericanas y en particular antisemitas, y se hizo tristemente famoso al elogiar lo que ´pasó el 11 de septiembre. Murió en 2008 en Islandia luego de haber sido expatriado de Estados Unidos, casi completamente fuera de sí. (Hay un nuevo documental sobre Fischer, Bobby Fischer contra el Mundo, que se estrenó el lunes en HBO. Imagino que en meses próximos lo pasarán en Latinoamérica.)

Y esta es la principal pregunta que se plantea Searching for Bobby Fischer. ¿Quieres perseguir algo en lo que eres bueno o te quieres divertir? Piensen en todos los niños genio que ha habido en la historia y cómo su extraordinario talento los ha tratado. Piensen en Beethoven, Mozart, o todos los niños actores que han conocido. ¿De verdad eso es lo que le espera a Josh?

Todas las actuacionesson de altura, y el pequeño Max Pomeranc acapara toda la humanidad e inocencia que se requiere en que te asustes de pensar que este niñito puede terminar como Fischer. Mantegna no hace nada particularmente distinto a otros papeles como este, pero ciertamente sigue de cerca lo que debió experimentar Waitzkin padre mientras se debatía entre ayudar a su hijo a desarrollar su potencial o dejarlo ser un niño. (El guión de Zaillian está basado en su libro autobiográfico.) Fishburne se divierte como pocas veces lo he visto hacer, mientras que Kingsley es tan regio como siempre.

Para cerrar, me voy a robar la cita que Roger Ebert hizo cuando reseñó esta belleza cuando salió, citando a la novela La Virgen en el Jardín de la novelista inglesa A. S. Byatt, centrándose en la elección que debe hacerse entre belleza y la verdad. “Lo que nos hace hombres”, escribió Ebert, “es que podemos pensar lógicamente. Lo que nos hace humanos es que a veces escogemos no hacerlo”.





DATOS CURIOSOS
  • Bobby Fischer denunció esta película como una “conspiración judía” para ensuciar su nombre y hacer dinero a costillas suyas a la vez.
  • El verdadero Josh Waitkin ganó dos veces el Campeonato de Ajedrez Junior en 1993 y 1994.
  • El primer rival al que Josh se enfrenta en los campeonatos nacionales es Katya Waitkin, la verdadera hermana del ajedrecista. Cuando su madre lo va a buscar al colegio, cerca del principio de la película, la señora bajita de pelo marrón con la que Joan Allen habla brevemente es la madre de Josh.
  • Cuando el padre de Josh lo lleva al parque para volver a jugar con Vinnie, se pueden ver a los verdaderos Vinnie y Josh jugando al fondo.
  • Bruce Pandolfini es muy distinto a como Ben Kingsley lo interpreta, y se dice que es muy amistoso y de suave hablar, además que es nativo de Brooklyn con bigote, lentes y pelo rizado. Y sí, también aparece en la película, hablándole a Kingsley cuando éste va a ver a Josh (Pomeranc) jugar al parque, diciéndole que Josh es un joven Bobby Fischer. Josh Waitzkin quiere aclarar que esa interpretación es ficción y no debe confundirse con la vida real.
  • Ninguno de los actores en la película sabían jugar ajedrez al inicio de la filmación, con la excepción, naturalmente, de Pomeranc. Eventualmente, Joe Mantegna se animó a aprender.

Siete días, siete priviús: 5 - 12 de junio

viernes, junio 10, 2011 | Comments

No hay demasiados trailers nuevos esta semana, pero sí se estrenaron algunos grandes. Desafortunadamente, uno de ellos es de la saga Twilight.


LUNES: The Twilight Saga: Breaking Dawn (part 1)

Justo cuando pensabas que todo iba a terminar, dividen el último libro de la saga en dos partes. Sí, contrataron a un director “serio” para dirigirlas (Bill Condon, de Dreamgirls y Kinsey), pero saben… es fucking Twilight. Ahora Bella (Kristen Stewart) y Edward (Robert Pattinson) finalmente se casan, él la preña, el bebé la quiere matar y…ay coño, sabes qué, no. No quiero saber más de esta vaina.

Veredicto: Ni un hombre lobo me podría obligar a ver esta vaina. He dicho.



MARTES: Dolphin Tale

Yo siempre me he animado por ver historias inspiradoras tomadas de la vida real. Pero hay algo que huele tanto a “por los reales” en esta película, que siento que están destruyendo el mensaje que quieren transmitir. Esta es la verdadera historia de Winter, una delfín nariz de botella que pierde su cola al quedar atrapada en una trampa para cangrejos, y un niño (Nathan Chase) que está decidido a salvarlo. No tiene mal elenco (Morgan Freeman, Ashley Judd, Harry Connick, Jr., Kris Kristofferson), y ese es el verdadero Winter interpretándose a sí mismo, pero igual… me suena a sueldo.



MIÉRCOLES: Tabloid


Nuestro Plasma de Miércoles destacó Grizzly Man, uno de los documentales más conocidos del excéntrico cineasta alemán Werner Herzog. Esta semana debutó el trailer de uno de los amigos de Herzog, el que podría ser el documentalista más famoso en la actualidad (fuera Michael Moore), como es Errol Morris. Si son fanáticos de los documentales mucho les aconsejo que busquen su trabajo (Fog of War, sobre la vida del ex secretario de Defensa de EEUU Robert MacNamara, se puede ver con subtítulos en español en Google Video), y su nuevo documental, Tabloid, tiene rato dando de qué hablar en el circuito de festivales, hablando sobre el caso de una antigua Miss Wyoming acusada de secuestrar y atrapar a un activista mormón. Roger Ebert ha dicho que "en veinte años no he conseguido otro cineasta que me intrigue más"; esta es una buena oportunidad de descubrir por qué.

Veredicto: Si les encantan los realities, vean un documental serio y sientan lo que es de verdad ver el mundo real.



JUEVES: The Guard


Si les gustó In Bruges --y si tienen algún sentido común, les encantó--, del director Martion McDonagh, van a quedar fasconado con The Guard, el debut como dierctor de John Michael McDonagh, hermano de Martin. Si he de creer todas las críticas que leí sobre The Guard del pasado festival de Sundance, tiene el mismo humor ácido y seco del trabajo de su hermano, con un trabajo igual de admirable de su protagonista, Brendan Gleeson, quien hace de un conflictivo policía irlandés que debe unirse con un agente del FBI (Don Cheadle) para tumbar un círculo de narcotráfico. Esto va mucho más allá de la típica película de policías compinches.

Veredicto: Sírveme una cerveza y acomódame en el asiento; esta no pienso perdérmela.



VIERNES: Rise of the Planet of The Apes


La semana pasada vimos como coleado el teaser para la precuela para la veterana saga de ciencia-ficción que llega de la mano del guionista Rupert Wyatt (debutando como director). Esta semana les paso el trailer completo, donde ahora podemos ver a los nuevos simios, ya no gente disfrazada sino creados por computadora gracias a la misma tecnología que nos trajo a Gollum (no es coincidencia que sean cortesía de WETA, de Peter Jackson) --y se ve brutal. Aquí pueden haber grandes argumentos en contra del maltrato animal, explorando el complejo de Edipo, lo que es ser realmente humano... O va a ser tremenda película de acción. Alguien dele un premio a Andy Serkis de una vez, por cierto.

Veredicto: Váyalo el mío, vamo a ve eta vaina, pué.




SÁBADO: Bad Teacher


Este es otro que salió hace rato, pero no había tenido chance de ponerlo por aquí. Me encanta cómo algunas actrices cómicas están tratando de cambiar su imagen toda puritana este año, con aparentes buenos resultados. Primero Jennifer Aniston en el trailer de Horrible Bosses, y ahora Cameron Díaz como la peor maestra de primaria de la historia. Pero de la historia. Grosera, floja, fumona, grosera... Cuando un nuevo suplente (Justin Timberlake, el ex de Díaz) llega, y la maestra descubre que encima tiene real, ve el momento de aumentarse el pecho y ganar el bono salarial que cree merecer. Jason Segel (Forgetting Sarah Marshall) también actúa.

Veredicto: A mí me van a sacar de clase por soltar la carcajada de esa manera.



DOMINGUERA: Super 8

Los primeros teasers la ponen más cerca de Cloverfield, pero ahora que se estrenó en EEUU, las reseñas dicen que está más cerca de ET y Goonies ligada con Cloverfield. Y los trailers subsecuentes así lo han demostrado --esta es una emocionante película de acción con una serie de niños como los héroes. Yo estoy que no puedo esperar a verla y nada más por los nombres de su productor y director: Steven Spielberg y JJ Abrams. ¿Ah, ven que ustedes también están chingos por verla?

Veredicto: Lamento que ya no existan los autocines, porque esta parece la propia para ir a verla en uno.

Plasma de Miércoles E80: Grizzly Man (2005)

miércoles, junio 08, 2011 | Comments

Grizzly_Man-297528446-largeHace poco puse el trailer de una comedia llamada Horrible Bosses, el segundo esfuerzo en ficción del director Seth Green, quien primero saltó a la fama por el documental The King of Kong, de una competencia de jugadores de “Donkey Kong”. El primer largometraje de ficción de Green fue la muy decepcionante Four Christmases, con Vince Vaughn y Reese Witherspoon. Ni siquiera la presencia de Robert Duvall, Sissy Spacek, Jon Voight y Mary Steenburgen pudo salvarla del basurero. Pero tampoco deberíamos ser tan duros con Green, pues tampoco es tan fácil navegar de la realidad a la ficción así como así. Sólo hay un Werner Herzog, después de todo.

Herzog cambia de los documentales a los largometrajes como quien sale de un apartamento al pasillo. El extrañamente obsesivo alemán es incansable en su exploración de personajes que desafían los límites tanto del mundo que los rodea. Eso es lo que hizo es clásicos como Aguirre: The Wrath of God, Fitzcarraldo y sus documentales Little Dieter Needs To Fly o el reciente Encuentros al Final del Mundo. En Grizzly Man, Herzog llevó esa obsesión al extremo: cuando termina en tragedia.

Timothy Treadwell era un actor aspirante que, desilusionado de la vida, decidió intentar hacer algo enriquecedor en su vida. Nacido Timothy Dexter, audicionó para el papel del inocente barman en Cheers  que eventualmente hizo de Woody Harrelson una estrella. Tras superar una adicción a las drogas, Dexter, ahora Treadwell,  fundó junto con su ex-novia Jewel Palovak Grizzly People, un grupo conservacionista dedicado a proteger la los mayores carnívoros de la tierra, los osos grizzly (Ursus arctos). Durante 13 años, Treadwell viajó al parque nacional Katmai de Alaska y se apostó en una pequeña tienda en una pradera donde estudió a los osos y al resto de la vida salvaje de la zona, eventualmente volviéndose obsesivo con los osos, incluso llegando a tocarlos, algo que la mayoría de los conservacionistas les dirá es una muy, muy mala idea. Sin embargo, los osos parecían aceptarlo –hasta octubre de 2003, cuando, bajo circunstancias aún desconocidas, un oso atacó y mató tanto a Treadwell como a su novia Amie Huguenard. Un piloto vio los restos destrozados, mientras que guardias forestales mataron al oso.

Grizzly Man no deja de ser fascinante, sin duda, pero a la vez puede ser un tanto desconsolador. ¿Acaso Timothy no podía ser rescatado de su obsesión? “Estaré dispuesto a defender estos osos con mi vdia”, dice en un momento, de pietaje que él mismo grabó (casi 100 horas de videos). Así que tal vez no: de hecho, Herzog en su narración cree que ya tenía un deseo de morir, pero uno ve a Timothy y lo que ve es un hombre que está mucho muy vivo. Quizá sólo esté desilusionado con la vida que ha llevado hasta ese entonces. Ha perdido su conexión con el mundo externo, y quiere ver en los osos los espíritus afines que nunca encontró antes. Como documentalista, ciertamente su pasión tuvo raras recompensas, como una idílica escena en que, sentado en una prístina pradera, Treadwell narra mientras un oso pasta en la distancia y un curioso zorro rojo pasa a su lado y se detiene para olerlo. Es como si un niño pidiera un deseo as´´i y le fuera concedido sin mucho pensamiento.

Junto con las imágenes que Treadwell filmó, Herzog también entrevista familiares suyos, expertos en osos y oficiales de la ley, para tratar de entender si lo que Tim hizo que eventualmente lo llevó a la muerte. Aún después de haber visto la película un par de veces, no estoy seguro si de verdad tiene un retrato de Treadwell como un loco, un simple apasionado o una nueva clase de ambientalista. Lo que sí es Grizzly Man es un increíble estudio de una de las personalidades más complejas y extrañas que se hayan podido capturar en los últimos años. Como sólo Herzog podía hacerlo.



NOTAS CURIOSAS

  • Mientras filmaba una entrevista para la BBC, alguien le disparó a Werner Herzog con una pistola de aire. Con todo y eso, terminó la entrevista y luego se vio la herida.
  • El día de su muerte, Timothy había sacado y encendido su cámara para empezar a filmar el día, y antes que le quitara la tapa al lente el oso atacó y los mató a él y a Amie --y fue capturado en audio. Esa cinta, que Herzog escucha en el documental visiblemente afectado, está en posesión de Jewel Palovak, y por supuesto no la ha hecho pública (Herzog incluso le pide que nunca la escuche y la destruya de inmediato). Así que no se crean ningún video que diga "Audio de la muerte de Timothy Treadwell". Dejen el morbo.
  • El DVD no incluye la aparición de Timothy en el programa de David Letterman, donde el anfitrión bromea sobre la posibilidad que se lo coma un oso. Sin embargo, esta escena sí apareció cuando la película fue mostrada en Discovery Channel y Animal Planet.
  • Aunque es casi universalmente aclamada (tiene un 93% en Rotten Tomatoes) Grizzly Man no está libre de críticas. Charlie Russell, un naturalista que ha estudiado, criado y vivido con osos en Kamchatka, en Canadá, indica que lo principal que ignora la película es que "pasó 35.000 horas, unos 13 años, viviendo entre los osos sin ningún incidente previo (...) Aún con su pasado de chico de ciudad, me encontré fascinado por lo que hizo con los animales. La gente ahora sólo lo ve de la manera en que Herzog hábilmente quiere que su público lo vea; como un idiota que cruzó 'la línea de la naturaleza', sea lo que sea que eso signifique".

Plasma de Miércoles E79: Scarface (1983)

miércoles, junio 01, 2011 | Comments

scarface_ver1_xlgCuando hice mi post sobre grandes monólogos del cine, hubo un actor que recibió tres entradas, de tres películas distintas; un actor que se caracteriza por masticar el escenario donde se encuentra, sea que interprete a un policía, un ciego, un mafioso o el mismo Diablo. Este tipo siempre ha sido considerado uno de los grandes, a pesar de su baja estatura; uno de los más eléctricos actores de la historia de Hollywood. Y había una época en que, sin duda, era el rey del mundo –y lo interpretó en una de las más legendarias actuaciones en una carrera que daría muchos. Así que, sin más preámbulos…



Uno evalúa el talento que estaba involucrado para hacer Scarface y uno se pregunta cómo hizo tanta gente para caer tan bajo. Aparte de Pacino, que no ha tenido un rol memorable desde Any Given Sunday en 1999, el guionista es Oliver Stone y el director es Brian DePalma. A lo mejor esos últimos dos nombres conllevan muy poco en día –en particular por algunos amigos que tienen—pero en 1982 eran la crême de la crême. Y al ver la calidad de Scarface, se nota.

La historia empieza con el verdadero desembarque de exilados cubanos en 1980 por orden de Fidel Castro en las playas de Miami –aunque en realidad se estaba deshaciendo de pequeños y medianos criminales para que fueran el problema de lso Estados Unidos. Uno de ellos es Antonio “Tony” Montana (Pacino), quien junto con su amigo Manuel Ribera (Steven Bauer) consigue entrar al negocio de la droga. Pronto entiende cuál es el camino del éxito: “Primero tienes que conseguir el dinero, y luego tienes el poder. Cuando llega el poder, entonces tienes a la chica”. Supongo que por eso consiguió a una espectacular Michelle Pfeiffer, pero la ambición es algo que no conviene perseguir con constancia.

La violencia que abunda en Scarface es todo más impactante porque nunca se muestra de frente. Hay una escena clásica donde alguien le corta los brazos a otro con una sierra eléctrica que es suficiente para hacerte desmayar –y jamás se ve el acto como tal. Pero con inteligentes ediciones y aún mejor dirección, uno jura que la sangre está corriendo a borbotones. Y es lo mismo con el resto de la película, una de las más increíbles alusiones al capitalismo y a la ambición que se hayan enseñado desde entonces.

Pacino es el corazón, pero hablaré de él en un momento, pues el elenco que lo acompaña puede ser igualmente brillante. Bauer, el único auténtico cubano, puede ser igual de gracioso que aterrador y encantador, como un predecesor del John Travolta de Pulp Fiction. F. Murray Abraham es genial como uno de los primeros contactos de Montana en el submundo, casi absurdamente latino; igual Robert Loggia como su primer jefe, aunque tenga el peor falso acento latino de la película, igual hace un muy buen trabajo. Pfeiffer es la propia sifrinita que se la da de dura, pero necesita a un hombre poderoso que la proteja, quizá una de las razones por las que cae por Montana.Y este es el debut de Mary Elizabeth Mastrantonio, y su carita de dulzura también esconde una gran tragedia que su inmadurez puede llevarla por un camino muy oscuro.

En cuanto al propio Pacino… este es un personaje creado para la Historia, casi que el santo patrón de los raperos. Viniendo de un hombre que mide poco menos de 1,70 m. de alto, Tony Montana se impone por cómo se lleva a sí mismo, cómo se expresa, la determinación de su entrega… Y con todo y eso, Montana tiene un sentido del humor que es eminentemente latino, de doble sentido, de risa, demostrando un compromiso con el personaje que pocos han logrado desde entonces. Si hay un personaje por el que Pacino debió ganar el Oscar al principio de su carrera, es Antonio Montana. Aún más que con Michael Corleone, incluso más que con Frank Slade, con quien sí se ganó el premio.

¿Lo malo? Ustedes véanla. Si consiguen algo malo… pues saluden a mi pequeño amigo. .|…
Trailer de SCARFACE

DATOS CURIOSOS
  • Poca gente sabe hoy en día que esto era originalmente concebido como un remake de la película de gángsters de 1932 también llamada Scarface, protagonizada por Paul Dini y dirigida por Howard Hawks, ambientada en Chicago, pero fue imposible por falta de presupuesto.
  • Aunque se supone que es cubano, Al Pacino sólo dice una línea en español en toda la película. Similarmente, sólo es llamado “Scarface” una sola vez, y ni siquiera “Caracortada” como se traduce la película usualmente, sino “Caracicatriz”.
  • El Consejo de Turismo de Miami  decidió no permitir que se filmara en la ciudad, pensando en la imagen que presentaría mostrando a sus inmigrantes más recientes como criminales y narcotraficantes.
  • Oliver Stone escribió esta película mientras peleaba en contra de una fuerte adicción a la cocaína.
  • Sidney Lumet fue el primer elegido para dirigir esta película pero se echó para atrás. Fue su idea de hacer los personajes cubanos.
  • Brian de Palma se enamoró tanto del guión que dejó de dirigir Flashdance para dedicarse a esta.
  • La cocaína usada en la película iba a ser leche en polvo, pero no podía usarse porque no se veía bien al ser filmado. De Palma se ha rehusado a decir qué sustancia usó temiendo que destruyera la ilusión de realismo.
  • Al Pacino ha dicho que Tony Montana –quien Oliver Stone nombró por su jugador de fútbol americano favorito, Joe Montana— es su personaje favorito.
  • Miriam Colón, quien hizo de la madre de Tony Montana, sólo es cuatro años mayor que Al Pacino.
  • El “pequeño amigo” de Montana es un rifle de asaltio M16 con un lanzagranadas M203 de 40 mm pegado al barril.
  • Michelle Pfeiffer tomó un papel muy complicado de conseguir. Rosanna Arquette, Jennifer Jason Leigh, Melanie Griffith, Kim Basinger, Kathleen Turner y Jodie Foster rechazaron el papel de Elvira Hancock, Kay Lenz (ahora conocida actriz de televisión) y Kristy McNichol (luego de la comedia Empty Nest) quisieron el papel pero Brian De Palma las rechazó. Brooke Shields lo quería, pero su madre hizo que lo rechazara (gracias, mami. ¬¬). Geena Davis, Kelly McGillis, Sharon Stone y Carrie “Leia” Fisher audicionaron para el papel. Por último, el productor Martin Bregman reveló en su libro Scarface Nation que Glenn Close fue la primera elección para Elvira, pero no la satisfizo porque pensó que sólo sería “media mujerzuela”.
  • Creo que a nadie le sorprenderá que el papel de Tony Montana se le ofreció a Robert de Niro. Lo rechazó.

Mientras tanto, en Internet...

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