Plasma de Miércoles E17: 12 Angry Men (1957/1997)
miércoles, abril 22, 2009 | Etiquetas: opciones de cine, opciones de DVD, opinión, Plasma de Miércoles |
No, no es un error en el título. Esto es un hito en este blog: el momento en el que declaro que una versión es casi tan buena como el original que salió a imitar. Esto puede ser una blasfemia considerando que la original es uno de los mejores dramas legales de la historia, protagonizada por una de las más queridas leyendas del celuloide, pero considero que ambas tienen tales encantos que creo que me atreveré a tratarlas como una sola.
La primera fue dirigida por el conocido director del anti-Hollywood, Sidney Lumet, quien a sus 84 años aún está activo, y fue protagonizada por Henry Fonda (padre de Jane y Peter), junto con otro gran grupo de actores de la época como Jack Klugman, Jack Warden, John Fielder, Ed Begley, E.G. Marshall, Robert Webber, George Voskovec y Lee J. Cobb. El remake para televisión fue dirigido por otro director de lujo, William Friedkin (El Exorcista) y tuvo un elenco igualmente impresionante con Jack Lemmon, George C. Scott, Mikelti Williamson, Tony Danza, Edward James Olmos, Hume Cromyn, Dorian Harewood, James Gandolfini (Tony Soprano), Armin Mueller-Stahl, Ozzie Davis y William Petersen (síp, el futuro Gil Grissom).
La historia transcurre casi en un 90% en un apretado salón de jurado donde los doce integrantes buscan condenar a un joven latino acusado de matar a su padre. Once están convencidos de su culpabilidad, pero uno (Fonda/Lemmon) no está tan seguro, y convence a los demás de al menos discutir el asunto un rato más. El guión de Reginald Rose es un interesante estudio psicológico de cómo los distintos personajes lidian con la presión de acuerdo con su propia educación y sus prejuicios, además de excelentes comentarios y un muy lógico desenvolvimiento de la trama.
Por si fuera poco, no es únicamente el hecho de que la acción transcurre en un solo cuarto, sino que Lumet filmó muchas escenas sin corte alguno y en tiempo real, lo que requería una intensa preparación por parte de los actores y contribuía al muy realista ambiente de tensión constante que se siente en la película.
Una de mis cosas favoritas del guión de Rose es que, aunque 43 años tuvo que diversificarlo racialmente, las personalidades se mantienen casi igual. El jurado #11 (Voskovec/Olmos) es un inmigrante humilde y responsable, que contrasta con el número 1 (Begley/Williamson), un arrogante y abrasivo empresario. El número 5 (Klugman/Harewood) es pobre y se siento un poco avergonzado de su condición, mientras el 7 (Warden/Danza) sólo quiere terminar para irse a ver su juego de béisbol. Y el número 4 (Marshall/Stahl) se considera superior a los demás y quiere aplicar la más contundente lógica para probar su visión.
Los principales antagonistas son, claro, el número 8 (Fonda/Lemmon) y el número 3 (Cobb/Scott): el primero simplemente está viendo algo que los demás no ven y quiere mostrárselo a los demás, mientras que el segundo ve una terrible injusticia y está decidido a corregirla cueste lo que cueste. Aquí es donde decidir entre una y otra versión se me hace cuesta arriba. Fonda es el eterno héroe minoritario, y proyecta un aura de compasión y determinación difícil de superar, pero Lemmon, quien siempre será uno de mis actores más admirados, no sólo logra un aire casi paternal, sino una incontrolable sensación de corrección que pocos se atreverían a discutirle.
Por su parte, Cobb, un constante actor de carácter por más de 30 años hasta su muerte en 1976, parece un toro bramando en cada escena que hay, y uno no sabe si en efecto va a saltarle encima a Fonda, quien se ve físicamente más frágil, y estrangularlo. Pero a pesar de ello nunca parece ser una amenaza mental para Fonda, por lo que es Scott quien se lleva mi actuación favorita del grupo. El espíritu de Patton nunca abandonó a este veterano actor, y su callada dignidad va cediendo paso a una enorme furia a medida que el tiempo pasa y siente que su justicia (¿venganza?) se le escapa.
A medida que las horas pasan y el calor aumenta, las tensiones empiezan a volar, y no me refiero nada más entre los actores. Uno se siente desesperado de saber si todos van a votar culpable o no, sobre todo que en un momento dado la cantidad de votos a favor o en contra se mantiene estancado. Si les gustan los dramas en la corte, tipo cualquier novela de John Grisham, mucho les recomiendo cualquiera de estas dos excelentes películas.
NOTAS CURIOSAS
- Los ensayos para la primera duraron dos semanas para minimizar los errores de los actores. Se logró terminar la filmación en apenas 21 días con un presupuesto de 350.000 dólares.
- Sólo Jack Klugman sobrevive del elenco original. Jack Warden fue el último en morir, en 2006.
- Para acentuar la sensación de claustrofobia, Sidney Lumet cambió los lentes a algunos que tuvieran mayor distancia focal, que daba la sensación de que los fondos se acercaban a los personajes.
- A Henry Fonda no le gustaba verse a sí mismo en la pantalla, así que no vio la película completa en la sala de estreno. Pero antes de salir, le susurró a Lumet: “Sidney, es magnífica”. Fonda la consideraba su mejor película.
- La segunda fue rodada en secuencia, es decir, en el orden que se ve en pantalla. Se podría decir que fue una precursora de las series y películas en tiempo real.
- Cuando Rose fue entrevistado por su actualizado guión, le preguntaron por qué no incluyó mujeres en la nueva versión. “Entonces el título tendría que ser 12 Personas en Pugna, y no sería tan efectivo”, contestó. Pero sí incluyó a una mujer (Mary McDonnell) como la juez. Tiene sólo dos minutos de presencia.
- Esta fue la segunda vez que George C. Scott tenía un papel originalmente interpretado por Lee J. Cobb. La primera fue en El Exorcista III (1989), donde Scott interpretó al teniente Kinderman, un papel que Cobb interpretó en la original de 1973.
1 críticas y comentarios:
David Cotos dijo...-
Vi la primera película, es excelente.
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