Plasma de Miércoles E16: Los Siete Samurai (1954)
miércoles, abril 15, 2009 | Etiquetas: cine, cine en casa, clásicos, opciones de DVD, Plasma de Miércoles |
Shichinin No Samurai es quizá mi Plasma de Miércoles más optimista hasta ahora, pues aquí les estoy recomendando una película a blanco y negro de 3 horas y 27 minutos hablada enteramente en japonés, en una era donde la gente prefiere ver cosas como Confessions of a Shopaholic. Pero si ustedes van a dejar que eso los detenga, ustedes no tienen idea de lo que se están perdiendo. La he comentado antes brevemente, pero ha llegado el momento de darle el tratamiento que se merece.
Sepan, primero, que esta es una de tantas obras maestras dirigida y escrita por el legendario cineasta japonés Akira Kurosawa (George Lucas, Sam Peckingpah, Steven Spielberg y quién sabe cuántos otros han citado a Kurosawa como influencia), una vez llamado el más occidental de todos los directores nipones. Si ustedes tienen algún amor por el cine, es un requisito ver las claves de Kurosawa para entender la magnitud de su trabajo (otras pueden ser Ran, Rashomon, Stray Dog, La Fortaleza Escondida, Sueños...)
Segundo, esta es la película a la que se le atribuye varios elementos que serían típicos de películas de acción que vendrían después: el héroe dudoso, la reunión de un grupo para combatir un mal (sí, no se equivocan si piensan en Vida de Bichos, de Pixar), el uso de cámara lenta para efectos drámaticos... Es en parte gracias a Kurosawa que gente como Clint Eastwood y Sylvester Stallone tienen trabajo, así que se lo deben.
Tercero... mano, ¡es una película extraordinaria! Situada en 1539, un pobre poblado es aterrorizado por una banda de forajidos que amenaza volver a quemarlo todo al llegar la cosecha. Los campesinos deciden tomar la decisión de contratar a un grupo de ronin (samurai sin amo) para que los defienda --ofreciendo como pago sólo comida y abrigo, al costo de su vida.
Así como Robert de Niro con Martin Scorsese o Tim Burton con Johnny Depp, Kurosawa además fue el primer director que colaboró exitosamente con dos legendarios actores de la era en varios de sus más conocidos films, Takashi Shimura y Toshiro Mifune. Y ambos están aquí, el primero como Shimada Kambei, el veterano y sabio líder de los samurai, que ha visto demasiadas guerras y demasiadas muertes, pero está aún conciente de su sentimiento de honor y deber. Mifune, por su parte, da la más eléctrica de las actuaciones como Kikuchiyo, el hijo de un granjero que siempre aspiraba ser un samurai. En misma medida divertida y desgarradora, ya la sola actuación de Mifune es razón de peso para verla.
Ah, pero casi cuatro horas de película no pueden ser toleradas nada más por una actuación. Por suerte las otras están casi a la par como la de Mifune. Está Isao Kimura, quien interpreta a Katushiro, el joven descendiente de una familia de alta alcurnia que sólo quiere ser discípulo de Kambei; está Shichiroji (interpretado por Daisuke Kato), un increíble arquero y anterior subteniente de Kambei; Hayashida Heihachi (Minoru Chiaki), un alegre y optimista guerrero que ayuda a elevar los espíritus de sus compañeros en los momentos más amargos; y Kyuzo, un maestro y taciturno espadachín, interpretado por quien luego sería uno de los principales actores de teatro en Japón llamado Seiji Miyaguchi.
Cada personaje está firmemente delineado, con suficiente historia para entender su psiquis de tal manera que nos involucremos con ellos, escogiendo desde temprano un favorito con la audiencia. Kurosawa además guía a sus actores como un conductor dirige una orquesta, dejando que la película fluya a un ritmo que ni te enteras del tiempo pasar. Sólo quieres saber cómo siete samurai y un puñado de granjeros van a hacer para defenderse de 40 bandidos fuertemente armados y sedientos de sangre. Hay tomas dinámicas, momentos imperdiblemente graciosos, un hermoso romance y casi todo lo que necesites saber de la cultura samurai.
Gracias a esas tomas y muchísimos recursos de historia y cinematografía que se adelantaban a su era, Los Siete Samurai se siente increíblemente actual. Kurosawa era sin duda un visionario como pocos, haciendo películas populares en su natal Japón que a la vez apelaban al público occidental (muchas adaptando a Shakespeare en el mundo feudal japonés). Ustedes se merecen ver aunque sea esta pieza de Kurosawa si de verdad disfrutan del cine.
NOTAS CURIOSAS
Sepan, primero, que esta es una de tantas obras maestras dirigida y escrita por el legendario cineasta japonés Akira Kurosawa (George Lucas, Sam Peckingpah, Steven Spielberg y quién sabe cuántos otros han citado a Kurosawa como influencia), una vez llamado el más occidental de todos los directores nipones. Si ustedes tienen algún amor por el cine, es un requisito ver las claves de Kurosawa para entender la magnitud de su trabajo (otras pueden ser Ran, Rashomon, Stray Dog, La Fortaleza Escondida, Sueños...)
Segundo, esta es la película a la que se le atribuye varios elementos que serían típicos de películas de acción que vendrían después: el héroe dudoso, la reunión de un grupo para combatir un mal (sí, no se equivocan si piensan en Vida de Bichos, de Pixar), el uso de cámara lenta para efectos drámaticos... Es en parte gracias a Kurosawa que gente como Clint Eastwood y Sylvester Stallone tienen trabajo, así que se lo deben.
Tercero... mano, ¡es una película extraordinaria! Situada en 1539, un pobre poblado es aterrorizado por una banda de forajidos que amenaza volver a quemarlo todo al llegar la cosecha. Los campesinos deciden tomar la decisión de contratar a un grupo de ronin (samurai sin amo) para que los defienda --ofreciendo como pago sólo comida y abrigo, al costo de su vida.
Así como Robert de Niro con Martin Scorsese o Tim Burton con Johnny Depp, Kurosawa además fue el primer director que colaboró exitosamente con dos legendarios actores de la era en varios de sus más conocidos films, Takashi Shimura y Toshiro Mifune. Y ambos están aquí, el primero como Shimada Kambei, el veterano y sabio líder de los samurai, que ha visto demasiadas guerras y demasiadas muertes, pero está aún conciente de su sentimiento de honor y deber. Mifune, por su parte, da la más eléctrica de las actuaciones como Kikuchiyo, el hijo de un granjero que siempre aspiraba ser un samurai. En misma medida divertida y desgarradora, ya la sola actuación de Mifune es razón de peso para verla.
Ah, pero casi cuatro horas de película no pueden ser toleradas nada más por una actuación. Por suerte las otras están casi a la par como la de Mifune. Está Isao Kimura, quien interpreta a Katushiro, el joven descendiente de una familia de alta alcurnia que sólo quiere ser discípulo de Kambei; está Shichiroji (interpretado por Daisuke Kato), un increíble arquero y anterior subteniente de Kambei; Hayashida Heihachi (Minoru Chiaki), un alegre y optimista guerrero que ayuda a elevar los espíritus de sus compañeros en los momentos más amargos; y Kyuzo, un maestro y taciturno espadachín, interpretado por quien luego sería uno de los principales actores de teatro en Japón llamado Seiji Miyaguchi.
Cada personaje está firmemente delineado, con suficiente historia para entender su psiquis de tal manera que nos involucremos con ellos, escogiendo desde temprano un favorito con la audiencia. Kurosawa además guía a sus actores como un conductor dirige una orquesta, dejando que la película fluya a un ritmo que ni te enteras del tiempo pasar. Sólo quieres saber cómo siete samurai y un puñado de granjeros van a hacer para defenderse de 40 bandidos fuertemente armados y sedientos de sangre. Hay tomas dinámicas, momentos imperdiblemente graciosos, un hermoso romance y casi todo lo que necesites saber de la cultura samurai.
Gracias a esas tomas y muchísimos recursos de historia y cinematografía que se adelantaban a su era, Los Siete Samurai se siente increíblemente actual. Kurosawa era sin duda un visionario como pocos, haciendo películas populares en su natal Japón que a la vez apelaban al público occidental (muchas adaptando a Shakespeare en el mundo feudal japonés). Ustedes se merecen ver aunque sea esta pieza de Kurosawa si de verdad disfrutan del cine.
NOTAS CURIOSAS
- La producción simultánea de esta película y otro clásico enteramente distinto, Godzilla (1954), casi quebró a los estudios Toho. De hecho, el estudio muchas veces canceló el proyecto cuando se pasaba del presupuesto, lo que obligaba a Kurosawa ir muchas veces a la junta directiva a convencerlos de que no estaban produciendo un fracaso. Y sin embargo, la filmación se tuvo que detener varias veces por falta de caballos para la batalla final.
- Seis de los siete samurai están ligeramente basados en verdaderas figuras históricas (Kyuzo, por ejemplo, está basado en el espadachín Miyamoto Musashi). Pero necesitaban un personaje con el que el público pudiera identificarse, y así nació el personaje de Toshiro Mifune (quien se suponía sería Kyuzo, de hecho). Y así nació Kikuchiyo, quien, al no tener base histórica, permitió a Mifune tener mucha improvisación en su interpretación.
- La idea original de Kurosawa era filmar un día en la vida de un samurai, empezando con su salida de la cama y terminando con un error fatal que lo obliga a cometer suicidio para salvar su honor (seppuku o harakiri). A pesar de una amplia investigación, Kurosawa sentía que no tenía suficiente información factual para contar esta historia, pero se consiguió con una anécdota verdadera de un pueblo que contrata samurai para defenderlos, así que decidió hacer esa historia. Escribió un dossier completo de cada personaje que tuviera diálogo, incluyendo detalles sobre su comida favorita, qué ropa usaba, cómo hablaba, cualquier mínimo detalle que se le ocurriera --algo que ningún director japonés había hecho antes.
- Primera película en la que Kurosawa usó múltiples cámaras para no interrumpir el flujo de la historia y poder editar como él quisiera.
- Seiji Miyaguchi (Kyuzo) jamás había siquiera tocado una espada en su vida antes de filmar Los Siete Samurai. Una excelente edición y una cuidadosa cinematografía lo hacen parecer el maestro que es.
- Kikuchiyo es un nombre compuesto de mujer en japonés, como Ana María en español. Es por eso que los samurai se ríen tan fuertemente al escucharlo. Se traduce como "crisantemo de mil generaciones" (kiku = cristantemo, chiyo = mil generaciones). Obviamente el personaje de Mifune es analfabeta.
- Muchas de las películas de Kurosawa fueron versionadas en occidente como western. En 1960, el director John Sturges convirtió Los Siete Samurai en un western que es un clásico por su propia cuenta, Los Siete Magníficos, con Yul Brynner, Eli Wallach, Charles Bronson, Robert Vaughn, Brad Dexter y James Coburn.
- SPOILER ENORME. (Si lo quieres ver, resalta con el mouse.) Heihachi es el primero de los samurai en morir, mientras que el actor que lo interpreta, Minoru Chiaki, fue el último del elenco principal en fallecer en la vida real (1999); contrariamente, los que interpretaron a los únicos tres que sobreviven, Shichiroji, Katsushiro y Kambei, fueron los primeros en fallecer: Daisuke Kato (Shichiroji) en 1975, Isao Kimura (Katsushiro) en 1981 y Takashi Shimura (Kambei) en 1982.
Plasma de Miércoles E16: Los Siete Samurai (1954)
2009-04-15T06:13:00-04:30
Juan Carlo Rodriguez
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