Plasma de Miércoles E80: Grizzly Man (2005)
miércoles, junio 08, 2011 | Etiquetas: cine en casa, documental, opciones de DVD, Plasma de Miércoles |
Hace poco puse el trailer de una comedia llamada Horrible Bosses, el segundo esfuerzo en ficción del director Seth Green, quien primero saltó a la fama por el documental The King of Kong, de una competencia de jugadores de “Donkey Kong”. El primer largometraje de ficción de Green fue la muy decepcionante Four Christmases, con Vince Vaughn y Reese Witherspoon. Ni siquiera la presencia de Robert Duvall, Sissy Spacek, Jon Voight y Mary Steenburgen pudo salvarla del basurero. Pero tampoco deberíamos ser tan duros con Green, pues tampoco es tan fácil navegar de la realidad a la ficción así como así. Sólo hay un Werner Herzog, después de todo.
Herzog cambia de los documentales a los largometrajes como quien sale de un apartamento al pasillo. El extrañamente obsesivo alemán es incansable en su exploración de personajes que desafían los límites tanto del mundo que los rodea. Eso es lo que hizo es clásicos como Aguirre: The Wrath of God, Fitzcarraldo y sus documentales Little Dieter Needs To Fly o el reciente Encuentros al Final del Mundo. En Grizzly Man, Herzog llevó esa obsesión al extremo: cuando termina en tragedia.
Timothy Treadwell era un actor aspirante que, desilusionado de la vida, decidió intentar hacer algo enriquecedor en su vida. Nacido Timothy Dexter, audicionó para el papel del inocente barman en Cheers que eventualmente hizo de Woody Harrelson una estrella. Tras superar una adicción a las drogas, Dexter, ahora Treadwell, fundó junto con su ex-novia Jewel Palovak Grizzly People, un grupo conservacionista dedicado a proteger la los mayores carnívoros de la tierra, los osos grizzly (Ursus arctos). Durante 13 años, Treadwell viajó al parque nacional Katmai de Alaska y se apostó en una pequeña tienda en una pradera donde estudió a los osos y al resto de la vida salvaje de la zona, eventualmente volviéndose obsesivo con los osos, incluso llegando a tocarlos, algo que la mayoría de los conservacionistas les dirá es una muy, muy mala idea. Sin embargo, los osos parecían aceptarlo –hasta octubre de 2003, cuando, bajo circunstancias aún desconocidas, un oso atacó y mató tanto a Treadwell como a su novia Amie Huguenard. Un piloto vio los restos destrozados, mientras que guardias forestales mataron al oso.
Grizzly Man no deja de ser fascinante, sin duda, pero a la vez puede ser un tanto desconsolador. ¿Acaso Timothy no podía ser rescatado de su obsesión? “Estaré dispuesto a defender estos osos con mi vdia”, dice en un momento, de pietaje que él mismo grabó (casi 100 horas de videos). Así que tal vez no: de hecho, Herzog en su narración cree que ya tenía un deseo de morir, pero uno ve a Timothy y lo que ve es un hombre que está mucho muy vivo. Quizá sólo esté desilusionado con la vida que ha llevado hasta ese entonces. Ha perdido su conexión con el mundo externo, y quiere ver en los osos los espíritus afines que nunca encontró antes. Como documentalista, ciertamente su pasión tuvo raras recompensas, como una idílica escena en que, sentado en una prístina pradera, Treadwell narra mientras un oso pasta en la distancia y un curioso zorro rojo pasa a su lado y se detiene para olerlo. Es como si un niño pidiera un deseo as´´i y le fuera concedido sin mucho pensamiento.
Junto con las imágenes que Treadwell filmó, Herzog también entrevista familiares suyos, expertos en osos y oficiales de la ley, para tratar de entender si lo que Tim hizo que eventualmente lo llevó a la muerte. Aún después de haber visto la película un par de veces, no estoy seguro si de verdad tiene un retrato de Treadwell como un loco, un simple apasionado o una nueva clase de ambientalista. Lo que sí es Grizzly Man es un increíble estudio de una de las personalidades más complejas y extrañas que se hayan podido capturar en los últimos años. Como sólo Herzog podía hacerlo.
NOTAS CURIOSAS
Herzog cambia de los documentales a los largometrajes como quien sale de un apartamento al pasillo. El extrañamente obsesivo alemán es incansable en su exploración de personajes que desafían los límites tanto del mundo que los rodea. Eso es lo que hizo es clásicos como Aguirre: The Wrath of God, Fitzcarraldo y sus documentales Little Dieter Needs To Fly o el reciente Encuentros al Final del Mundo. En Grizzly Man, Herzog llevó esa obsesión al extremo: cuando termina en tragedia.
Timothy Treadwell era un actor aspirante que, desilusionado de la vida, decidió intentar hacer algo enriquecedor en su vida. Nacido Timothy Dexter, audicionó para el papel del inocente barman en Cheers que eventualmente hizo de Woody Harrelson una estrella. Tras superar una adicción a las drogas, Dexter, ahora Treadwell, fundó junto con su ex-novia Jewel Palovak Grizzly People, un grupo conservacionista dedicado a proteger la los mayores carnívoros de la tierra, los osos grizzly (Ursus arctos). Durante 13 años, Treadwell viajó al parque nacional Katmai de Alaska y se apostó en una pequeña tienda en una pradera donde estudió a los osos y al resto de la vida salvaje de la zona, eventualmente volviéndose obsesivo con los osos, incluso llegando a tocarlos, algo que la mayoría de los conservacionistas les dirá es una muy, muy mala idea. Sin embargo, los osos parecían aceptarlo –hasta octubre de 2003, cuando, bajo circunstancias aún desconocidas, un oso atacó y mató tanto a Treadwell como a su novia Amie Huguenard. Un piloto vio los restos destrozados, mientras que guardias forestales mataron al oso.
Grizzly Man no deja de ser fascinante, sin duda, pero a la vez puede ser un tanto desconsolador. ¿Acaso Timothy no podía ser rescatado de su obsesión? “Estaré dispuesto a defender estos osos con mi vdia”, dice en un momento, de pietaje que él mismo grabó (casi 100 horas de videos). Así que tal vez no: de hecho, Herzog en su narración cree que ya tenía un deseo de morir, pero uno ve a Timothy y lo que ve es un hombre que está mucho muy vivo. Quizá sólo esté desilusionado con la vida que ha llevado hasta ese entonces. Ha perdido su conexión con el mundo externo, y quiere ver en los osos los espíritus afines que nunca encontró antes. Como documentalista, ciertamente su pasión tuvo raras recompensas, como una idílica escena en que, sentado en una prístina pradera, Treadwell narra mientras un oso pasta en la distancia y un curioso zorro rojo pasa a su lado y se detiene para olerlo. Es como si un niño pidiera un deseo as´´i y le fuera concedido sin mucho pensamiento.
Junto con las imágenes que Treadwell filmó, Herzog también entrevista familiares suyos, expertos en osos y oficiales de la ley, para tratar de entender si lo que Tim hizo que eventualmente lo llevó a la muerte. Aún después de haber visto la película un par de veces, no estoy seguro si de verdad tiene un retrato de Treadwell como un loco, un simple apasionado o una nueva clase de ambientalista. Lo que sí es Grizzly Man es un increíble estudio de una de las personalidades más complejas y extrañas que se hayan podido capturar en los últimos años. Como sólo Herzog podía hacerlo.
NOTAS CURIOSAS
- Mientras filmaba una entrevista para la BBC, alguien le disparó a Werner Herzog con una pistola de aire. Con todo y eso, terminó la entrevista y luego se vio la herida.
- El día de su muerte, Timothy había sacado y encendido su cámara para empezar a filmar el día, y antes que le quitara la tapa al lente el oso atacó y los mató a él y a Amie --y fue capturado en audio. Esa cinta, que Herzog escucha en el documental visiblemente afectado, está en posesión de Jewel Palovak, y por supuesto no la ha hecho pública (Herzog incluso le pide que nunca la escuche y la destruya de inmediato). Así que no se crean ningún video que diga "Audio de la muerte de Timothy Treadwell". Dejen el morbo.
- El DVD no incluye la aparición de Timothy en el programa de David Letterman, donde el anfitrión bromea sobre la posibilidad que se lo coma un oso. Sin embargo, esta escena sí apareció cuando la película fue mostrada en Discovery Channel y Animal Planet.
- Aunque es casi universalmente aclamada (tiene un 93% en Rotten Tomatoes) Grizzly Man no está libre de críticas. Charlie Russell, un naturalista que ha estudiado, criado y vivido con osos en Kamchatka, en Canadá, indica que lo principal que ignora la película es que "pasó 35.000 horas, unos 13 años, viviendo entre los osos sin ningún incidente previo (...) Aún con su pasado de chico de ciudad, me encontré fascinado por lo que hizo con los animales. La gente ahora sólo lo ve de la manera en que Herzog hábilmente quiere que su público lo vea; como un idiota que cruzó 'la línea de la naturaleza', sea lo que sea que eso signifique".
Plasma de Miércoles E80: Grizzly Man (2005)
2011-06-08T11:18:00-04:30
Juan Carlo Rodriguez
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