Spoilers para la vida, ¿spoilers para el cine?

jueves, marzo 17, 2011 |

Yo odio los spoilers. Quieres ganarte mi enemistad verdadera, cuéntame el final de una película, a propósito. (Me quieres hacer arrechar, que se te salga por accidente, ¿verdad, Carmen? ¿Karla?) Entiendo que hay gente a las que no les importa, que no les interesa la sorpresa; sólo quieren ver actuación e historia. No entiendo a estas personas.

Pero hay momentos en que lo difícil es evitar los spoilers: cuando son películas basadas en material existente. Hablando con una querida amiga, discutíamos la venidera Dark Knight Rises, la tercera de las películas de Batman dirigidas por Christopher Nolan, que como ya saben, ahora contará con Anne Hathaway como Gatúbela y con Tom Hardy como Bane (y Joseph Gordon-Levitt, aparentemente, en un papel aún sin determinar). Por supuesto, Bane es super famoso por el arco de historia "The Man Who Broke The Bat", pero eso sólo es conocido por los fanáticos del cómic, no de las películas o la serie (en especial, no de la serie). Mi amiga me suplicó que no le revelara esa imagen ni le contara esa historia, pues eso le arruinaría la sorpresa, con toda la razón. De hecho, me hizo desear que yo no lo supiera.

Eso mismo me ha pasado con casi todas las películas que he visto basadas en un libro: todas las de Harry Potter, varias de Stephen King, muchos de Michael Crichton (Congo, Jurassic Park, Timeline con todo y lo malísima que era), Watchmen... Sin embargo, en estos casos es como esperado; en efecto uno entra a estas películas ya sabiendo el desenlace final, de modo que lo que estás es disfrutando el camino a ese desenlace. Hay incluso casos como en Watchmen que el cineasta cambia un poco algunos elementos clave de la trama que nos da una breve sorpresa.

Pero cuando sí es difícil es cuando es una película basada en un hecho histórico o real, léase algo como 300, Apollo 13, La Tormenta Perfecta o la reciente 127 Horas. Si eres de los que lee noticias, te interesa la historia o lees Cracked (no se crean, esos panas son una fuente de información sorprendentemente buena), ya te sabes lo que va a suceder de antemano en estos cuentos. En el caso particular de 127 Horas, saber qué sucede, podría pensarse, es sumamente chimbo; el acto es algo sumamente heroico y central para la película.

¿O no?

Apollo 13 es una de esas películas que sólo he visto completa una vez, pero siempre veo cuando aparece en televisión, hasta el final. Ron Howard y los guionistas William Broyle y Al Reinert lograron que uno se encariñe con los tripulantes y cerar auténtico suspenso así ya sepas el final. Hay una cierta escena cerca del fin de la película que invariablemente me deja aguantando el aliento... y luego llorando como un idiota. Igualmente pasó con Una Tormenta Perfecta, aunque a menor grado, en mi opinión, pues no es tan buena como Apollo 13 y además es una historia menos conocida.

Creo que ahí está el secreto: si es una historia mil veces contada, es hora que seas original y le pongas tu propio giro --y lo hagas bien. 127 Horas es una película que podría ser la vaina más ladilla del mundo: un pana atrapado durante cinco días en un cañón con una mano debajo de una piedra. Ahí tenían que combinarse tantas cosas para que saliera bien la película que uno aplaude aún más las nominaciones que obtuvo: los ángulos de la cámara tenían que ser interesantes, James Franco tenía que dar la actuación de su vida y la historia de inicio a conclusión tenía que ser sumamente interesante. Cualquiera de las tres cosas que saliera mal, y adiós luz, tienes un flop en tus manos.

Esto no es lo mismo de lo que me quejé una vez. Una película original que tenga elementos sorpresivos, de los que nadie tenga conocimiento previo, es algo sagrado. A menos que leas muchas reseñas anteriormente --y ya he decidido simplemente evitar algunas para entrar aún más fresco a ciertas películas-- la sorpresa cuando veas la película será auténtica. ¿O es que ya han olvidado cómo se sintieron cuando vieron El Imperio Contraataca cuando chamos? Ven, ahí ya les arruiné, sin querer, el 0,05% de la película a cualquiera que tenga la suerte de no haber visto esa película y --coño, sé que existen, pero wow-- aún no saben nada de ella. Pues hay quienes afirman que aún diciendo que hay una sorpresa es un spoiler, pues ahora pasarán el resto de la película esperando alguna sorpresa.

 Sorry.

¿Qué opinan ustedes? ¿Qué tan frescos quieren entrar en una película? ¿Cuánto consumen previamente de una película que están esperando? CERO SPOILERS EN LOS COMENTARIOS POR FAVOR.

Mientras tanto, en Internet...

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