El Cine Tuyo, Mío y Vuestro

Elizabeth Taylor, 1953

Olvídense de "la vieja que era amiga de Michael Jackson"; Elizabeth Taylor era el glamour de Hollywood en toda su expresión. No sólo eran sus famosos ojos violeta y su perenne elegancia; era que durante todos sus 79 años recién cumplidos en febrero --y que se apagaron esta madrugada en un hospital de Los Ángeles por fallñas cardíacas, según la BBC-- poca gente vivió la vida tan completamente como la Taylor.

Nacida en Londres del matrimonio de una actriz retirada y un comerciante de arte que se había mudado a Inglaterra para que él abriera una galería, la familia se devolvió a Estados Unidos en 1939 por los vientos de guerra que soplaban en Europa. Terminaron en Los Ángeles, donde un amigo de la familia, asombrado por la belleza de la niña, sugirió que hiciera un casting... y lo demás es leyenda.

Su primer papel lo obtuvo cuando tenía 9 años en There's One Born Every Minute, y se convirtió en una estrella con la historia de una niña y su caballo llamada National Velvet cuando tenía 12. Taylor lograba deslumbrar tanto en comedia como en dramas como en Cleopatra, una película tan épica y desproporcionadamente grande que sólo alguien de su clase podía convertirla en un clásico. También enamoró al mundo como la hija de un absorbente Spencer Tracy en la original El Padre de la Novia (1950), fue la fantasía de muchos en Cat on a Hot Tin Roof (1958) junto a Paul Newman, y compartió pantalla con no una sino dos leyendas más en Gigante (1956), Rock Hudson y James Dean.

Pero para toda su rara belleza, Taylor era un talento único. Podía parecer toda regia en Cleopatra o podía hacer la pantalla sangrar en emociones con ¿Quién le Teme a Virgina Woolf? (1966), por el que ganó su segundo Oscar (el primero lo ganó por Butterfield 8 en 1960). En total recibió otras tres nominaciones, por Cat on a Hot Tin Roof, Suddenly Last Summer (1959) y Tree of Life (1957), además del premio humanitario Jean Hersholt en 1993 por su labor para encontrar una cura para el SIDA, inspirada por la muerte de su amigo Rock Hudson.

Después de Virginia Woolf, Taylor dejó de estar en películas significativas, limitándose a papeles invitados en el cine y la televisión. No podía faltar un rol de voz en Los Simpsons, donde interpretó a una Maggie Simpson adulta, además de la madre de Vilma (Elizabeth Berkely) en Los Picapiedra (1994). También estuvo en el culebrón All My Children, la miniserie Norte y Sur y un episodio de la comedia The Nanny, donde se interpretó a sí misma. Pero como le dijo una vez a Larry King, ningún estudio quería asegurarla por sus problemas de salud, lo que la mantuvo fuera del protagonismo muchas veces.

Lo que sí nunca paró fue la presencia de Taylor en la prensa "rosa", ya fuera por su amistad con Michael Jackson, como ya dije (es madrina de dos de los hijos del fallecido cantante) o sus collares de perlas negras, la Perla Peregrina, sus perfumes y sus ocho matrimonios con algunos de los hombres más poderosos de Estados Unidos: Conrad Hilton, jr., el hijo del fundador de la cadena hotelera Hilton (06/05/50-01/02/51); el actor inglés Michael Wilding (21/02/52-30/01/57), con quien tuvo dos hijos, Michael y Christopher; el productor Michael Todd (02/02/57-22/03/58), hasta que éste murió en un accidente de aviación, con el que tuvo su única hija natural, la escultora Liza Todd; el cantante Eddie Fisher (12/05/59-06/03/64); su coestrella en Cleopatra, Richard Burton, el único con el que se casó dos veces (15/03/64-26/06/74 y 10/10/75-01/08/76) y con quien adoptó una niña, María; el senador John Warner (04/12/76-07/11/82) y el último, y el mayor contraste con los anteriores, el obrero Larry Fortenski, a quien conoció cuando estaban ambos en rehabilitación por alcohol y era 20 años menor que él (06/10/91-31/10/96).

Cuando leo noticias que se piensa hacer una nueva película sobre Cleopatra con Angelina Jolie como protagonista, basada en el libro Cleopatra: A Life de Stacy Schiff, hago lo que hacen todos y me pregunto si la señora de Pitt (quien se rumora será Marco Antonio, por cierto) estará a la altura de una leyenda del tamaño de Liz Taylor. La verdad es que creo que nadie lo podría estar, y estoy seguro que "Angie" piensa lo mismo. Elizabeth Taylor representaba una era de glamour y estrellato que ahora sólo es un recuerdo en la capital del negocio en que se ha convertido la meca del cine. De hecho, con la muerte de Charlton Heston y Paul Newman en 2008 y Tony Curtis el año pasado, creo que sólo Kirk Douglas está vivo aún. Por lo que vi en los Oscar de este año, el viejo Douglas aún tiene vida en su viejo cuerpo de 94 años; pero son 94 años. Después de eso...

Liz Taylor, 2007

Cada aliento que tomes hoy debería ser con alguien más en mente. Te amo. 

Paul Newman narró un pequeño tributo a la estrella en 2007, transmitido por TCM. Lo encontré en Cinemablend, donde también ofrecen un enlace a este video de cuando la actriz ganó el Oscar por Butterfield 8. Esa es humildad que significa clase.