In Memoriam: Charlton Heston (1924-2008)
lunes, abril 07, 2008 | Etiquetas: actor, biografía, cine, in memoriam |

La muerte del joven Heath Ledger fue un shock precisamente porque fue tan inesperada y --en vista de lo que sabe ahora-- tan absurda, si se quiere. La muerte de Heston este sábado pasado no era inesperada --el actor no había aparecido en público desde 2003 cuando se le diagnosticó Alzheimer's-- pero igualmente nos debemos entristecer. Más allá de su controversial rol como presidente de la Asociación Nacional de Rifles, Heston personificó la época dorada de Hollywood, junto a leyendas como Gregory Peck, John Wayne y Elizabeth Taylor.

El siguiente fue en la película más premiada de los Premios de la Academia durante casi 50 años, hasta que Titanic llegó. Fue nominada en 12 categorías y ganó en 11, uno de los cuales fue para Heston, por su interpretación como un príncipe judío que fue traicionado y vendido a la esclavitud que regresa para su venganza. Una carrera de carruajes que rivaliza cualquier carrera de Fórmula Uno hizo de esta producción de 1959 un clásico instantáneo: Ben-Hur.
Nueve años pasarían , durante los cuales Heston tuvo otras grandes participaciones (kncluyenod sus roles como Juan El Bautista, Miguel Ángel, El Cid Campeador y Thomas Jefferson), pero cuando terminaron Heston se ganó una nueva legión de fanáticos, quizá hasta más apasionados: los "geeks" de ciencia ficción. Heston interpretó a George Taylor, un astronauta que por algún extraño accidente es proyectado 10.000 años en el futuro y cae en un extraño planeta que después le resulta demasiado familiar. Aunque fue, en sus palabras, el rol más exigente físicamente hablando que haya tenido, lo repitió en una película más, y tuvo un pequeño cameo en la versión de 2001. Pero no había nada en esa versión que superara las frases "Get your stinking paws off me, you damn dirty ape!" (¡Quítame las zarpas encima, maldito simio sucio!) o "They burned it! Damn them! Damn them all to hell!" (¡La quemaron! ¡Malditos sean! ¡Malditos sean todos, al Infierno!). Planeta de los Simios (1968) y Debajo del Planeta de los Simios (1970), junto con The Omega Man (1971) (que también fue rehecha el año apsado como Soy Leyenda) Soylent Green (1973) cimentó a Heston en el imaginario popular de ciencia ficción.
Pero a pesar de su tendencia de tener roles tan grandilocuentes y su increíble presencia autoritaria, Heston no tenía ningún problema en divertirse. Aceptó maquillarse de mono para la nueva Planeta de los Simios (2001), fue presentador de Saturday Night Live en dos ocasiones, prestó su voz para la versión animada de Ben-Hur (2003), para Hércules (1997) de Disney y para Perros y Gatos (2001). Tuvo una breve aparición en El Mundo Según Wayne (1993) y salió en episodios de varias comedias de TV, incluyendo uno de Friends. Y en más de una ocasión, se prestó para la guasa en los MTV Movie Awards.
Sin duda alguna, Charlton Heston era un actor consumado aunque su posición política conservadora lo conviertiera en una figura polémica. Sin duda, representó lo bueno y lo malo de Hollywood. Malo, porque su actitud y creencias no siempre iban con la corriente pública. Bueno, porque representaba un mundo de sueños que sólo algunos pueden alcanzar. Para los cinéfilos del mundo, más allá del breve homenaje que es seguro le harán en el próximo Oscar, cada vez que una estrella de este tamaño se apaga nos rcordamos de cuán pocas son las que aún nos quedan. Charlton Heston, descansa en paz.
Heston en celuloide.net:
A Touch Of Evil: Esta pesadilla barroca de misterio al sur de la frontera estadounidense es considerada como una de las grandes películas de Orson Welles, quien la dirigió y protagonizó. De luna de miel en México con su esposa Susan (Janet Leigh), el policía Mike Vargas (Heston) accede a investigar una explosión. Esto desata la ira del jefe de la policía local, Hank Quinlan (Welles), un corrupto y amenazador gigante con un récord perfecto de arrestos. Vargas sospecha que Quinlan ha plantado evidencia para lograr sus condenas anteriores, y no está dispuesto a dejar que se le pase la aplanadora al sospechoso del presente caso. Quinlan, obsesionado con su propia clase de justicia, está igualmente decidido a quitarse a Vargas de encima, y negocia con un capo criminal local para incriminar a Susan en un caso de drogas.
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