Los Globos de Oro: ¡NEIN NEIN NEIN NEIN NEIN!

lunes, enero 18, 2010 |

Anoche fue la celebración de los Globos de Oro, los segundos premios más importantes de la industria del entretenimiento después de los Premios de la Academia. Ya a estas alturas es un cliché decir que los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood muchas veces predicen los resultados del Oscar, que se celebran un mes después (y sí, estoy completamente conciente que estoy reforzando el cliché al tarerlo a colación). Pero señores, lo digo aquí y ahora, esto NO puede ser una señal de lo que veré cuando llegue Oscar.

La ceremonia ciertamente no se sintió lenta en ningún momento, y en gran parte eso fue gracias al anfitrión Ricky Gervais. Sin lugar a dudas, el hombre es brillantemente divertido. Sus chistes fueron sumamente ácidos sin ser de mal gusto, y cuando necesitó ser serio lo fue. Mis tres momentos suyos favoritos:
  • Sobre Paul McCartney: "Vinimos en el mismo vuelo. No llegué a hablar con él porque yo estaba en primera clase, él viajaba turista. Ahorrando, el tipo gastó mucho el año pasado". McCartney casi pierde la mandíbula en el suelo, y Gervais fue ligeramente abucheado. Sin pestañear, Gervais dijo: "No creo que nos tengamos que preocuparnos por él. Creo que le está yendo bien".
  • "Si hay un estereotipo que detesto es que todos los irlandeses son bravucones groseros y borrachos. Con ustedes, Colin Farrell". Demostrando el sentido del humor que no tiene McCartney, Farrell se murió de la risa y abrazó a Gervais.
  • Sin duda, mi momento favorito: "A mí me gusta un trago tanto como el siguiente tipo. A menos que el siguiente sea Mel Gibson". Gibson, que no le gusta la joda casi, siguió el juego fingiendo su borrachera. A eso llamo yo un tipazo.
Ahora los premios. Agarro aire...

Agradezco que hayan habido unas cuantas sorpresas, lo que mantiene el ambiente interesante. Muy pocos de los esperados realmente resultaron ganadores, y eso ciertamente es bueno. Dicho eso, hay algunos que no estarán contentos con algunos resultados. Entre ellos, YO.


Ustedes leyeron
mi reseña. La vieron incluída en mi lista de las mejores de 2009. Así que saben que me gustó, y mucho. Pero no puedo, ni voy a aceptar, que Avatar sea mejor película que Inglourious Basterds. No, no, no, no, y dos millones de veces no. Avatar es un grandioso espectáculo, pero una PELÍCULA grandiosa tiene que ser mucho más que efectos y diversión. Tarantino logra con conversaciones lo que James Cameron logra con una computadora. ¿Mejor película de ciencia ficción del año? Empata con District 9. ¿Mejor PELÍCULA del año? No, te digo. Que no, coño, ¡que NO!

También tengo mis problemas con el premio que se le dio a Cameron como mejor director, aunque puedo verlo más. Hacer que
Avatar saliera lo bien que salió no puede haber sido fácil, pues eso no fue apretar un par de teclas y ya, no en este caso. Pero, sin haberla visto, creo que The Hurt Locker, el drama sobre un escuadrón de bombas en Irak dirigido por Kathryn Bigelow, fue una tarea más difícil de lograr. Y por Dios, ¿que Tarantino no supo montar escenas para crear la misma emoción? Bue... No critico demasiado a Cameron en este aspecto porque (a) sí puede que se lo merezca, y (b) me pareció un tremendo gesto que dijera que pensaba que Bigelow, su ex-esposa, se lo merecía mucho más que él. Eso le quedó muy bien.

Me deprime sólo un poquito que Basterds también haya perdido en Mejor Guión ante Up in the Air, pero no puedo quejarme mucho porque soy un enorme fan de Reitman. Sí, es un guión adaptado, lo que le da a Tarantino ventaja extra en los Oscar, pero eso no le quita méritos a Reitman, por todas las críticas positivas que he escuchado de su tercera película. Además, el amor que le demostró a su padre, el también director Ivan Reitman, me hizo recordarme mi propia relación con mi padre. Muy, muy bien por él.

Ni los premios a Mejor Extranjera y Mejor Animada pueden sorprender. Chile y España competían cuello con cuello con La Nana y Los Abrazos Rotos (otra favorita mía de 2009), pero el tren que es Michael Hanecke no ha frenado desde Cannes. La Cinta Blanca sólo ha perdido una de sus premiaciones, la de los Critic's Choice (que sí ganó la película de Almodóvar), y estoy seguro que no dejará de ganar. Igual puedo decir para Up, que sigue demostrando que Pixar sabe entregar calidad. Honestamente yo hubiera estado feliz que cualquiera de las nominadas ganara, pues este ha sido un año maravilloso para películas animadas (aunque había una parte de mí que quería que ganara Fantastic Mr. Fox), pero en serio, ¿cómo ganarle a Pixar? (Up también se llevó mejor partitura.)

Las que sí fueron grandes sorpresas para mí fueron tres, y una fue que Sandra Bullock le ganó a Helen Mirren, Emily Blunt, Carey Mulligan y Gaby Sibide (mis apuestas) en la categoría de mejor actriz dramática, con su papel de una sureña que adopta a un afroamericano que luego pasa a ser estrella de fútbol americano en The Blind Side. O sea, Sandra Bullock. Absolutamente insólito. No se equivoquen, a mí me encanta ella, pero esta es la misma que fue la reina de las comedias románticas. Me alegro muchísimo por ella.

La otra sorpresa me tuvo haciendo cabriolas, cuando
The Hangover, mi comedia favorita del año pasado, ganó como Mejor Película, Comedia o Musical, ganándole a la prestigiosa Nine, que definitivamente está desilusionando notablemente a pesar de contar con Marion Cotillard, Sofia Loren, Dame Judi Dench, Penélope Cruz y Daniel-Day Lewis. Sí, he oído que 500 Days of Summer es brillante y todo eso, pero no la he podido ver. Así que mientras, yo celebro que una película que aún me hace soltar una risita cuando me medio acuerdo de ella se haya alzado con un premio de tanto prestigio. Entre eso y el hecho de que sacó taquilla de 459 millones de dólares en el mundo y costó piches 35 millones, esta tiene que ser una de las películas más exitosas de la historia. No puedo esperar a que venga una secuela.

La última corrige una enorme injusticia de mucho, mucho tiempo atrás: Jeff Bridges ganó Mejor Actor en Drama por
Crazy Heart, interpretando a un desgastado cantante de country que está buscando recuperar glorias pasadas. Bridges había sido nominado tres veces anteriormente, y ha sido nominado a cuatro Oscar, y no había ganado nunca. Además, no fue nominado por el papel por el que es más recordado, "The Dude" Lebowski en The Big Lebowski. Eso fue tal aberración, que uno no puede sino alegrarse por el hombre, quien recibió una ovación de pie cuando ganó. "Ustedes me están arruinando mi status de subvalorado", dijo cuando recibió el premio. Uno sólo puede rezar que sea así, Jeff.

MUY valorado, en cambio, fue quien recibió el premio a Mejor Actor Secundario, que todo el mundo esperaba: el gran Christoph Waltz, por su papel en
Inglorious Basterds. Hubiera sido el gran travestismo si la mejor actuación del año, punto, no era ganadora. Waltz hizo que todo el mundo hablara de él, cambiando de oficinista a monstruo con una mirada, a la vez que nos hizo reír de lo lindo también con "That's a BINGO!" A este sólo le esperan cosas buenas; espero que lo sepan aprovechar en El Avispón Verde.

Igualmente esperada fue la premiación a Mo'nique, la comediante que interpretó a la madre from Hell en Precious, quien ganó como mejor actriz secundaria. Esta es una película que sé que veré una vez y nunca más, pues parece que es demasido fuerte para otra visita, y Mo'nique es una enorme parte de ello, como una madre que haría que la mamá de Carrie parezca Helen Parr. Si no me creen la calidad de actuación, vean un pedazo de la comedia de Mo'nique, y luego vean el trailer de Precious. Sí, es la misma persona. Y sí, esa es Mariah Carey.

Y a estas alturas... ¿alguien podía dudar que Meryl Streep iba a ganar como Mejor Actriz de Comedia? Por favor, estaba nominada dos veces, agradezcamos que no ganó por
It's Complicated. Esta mujer ya está en el status de leyenda; asústense el día que no aparezca entre las nominaciones a lo que sea. Su interpretación de la chef Julia Childs en Julie & Julia es, sin ir más, perfecta; Streep era encantadora, era simpática y era tierna. ¿Cómo no iba a ganar?

Por último, creo que de verdad no debería sorprenderme que Robert Downey, Jr., se haya llevado el premio a Mejor Actor de Comedia por su interpretación de
Sherlock Holmes. Desde que se convirtió en Iron Man, Downey ha estado montado en una cresta de ola que no hay forma que lo detengan, en serio. Sin embargo, con ligeras excepciones, a estas alturas pareciera interpretar siempre el mismo personaje, con ligeras variaciones; mucho más me hubiera gustado que ganara Joseph-Gordon Levitt, otro de esos actores subestimados como Bridges, por su tierna actuación en 500 Days of Summer, o el genial debut de Michael Stuhlbarg como un moderno Job en la cinta de los hermanos Coen A Serious Man. Pero bueno, que esto signifique más y aún mejores cosas paraDowney; que esos 12 años de adicciones hayan terminado al fin.

Para cerrar: No dudo ni por un instante que
Avatar sea nominada a un Oscar cuando llegue febrero (las nominaciones son el 2, el premio será el 7 de marzo). Creo que puedo decir que, por lo que logró y por lo que trabajó, estaría muy mal que No estuviera nominada. Pero si la Academia también se deja embobar por las luces de Cameron, yo estaré, por decirlo de alguna manera, muy, muy triste.

Mientras tanto, en Internet...

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