Tu madre es una santa en comparación
domingo, mayo 10, 2009 | Etiquetas: cine en casa, lista, opciones de DVD |
Todos los años, hay que hacerle alguna especie de homenaje a las madres en su día. (Claro, porque la tienes ignorada el resto del año, ¿verdad? Pena te debería dar...) Y el cine da amplias oportunidades para eso, considerando cómo. Pero eso de las “mejores madres del cine” es tan del año pasado...
Cierto, hay muchas madres que pueden ser un poquito sobrecogedoras en aquello del instinto maternal. ¿Saben, aquello de “madre sólo hay una, y me tocó a mí”? Pues para aquellos que en vez de quejarse así de vez en cuando han hecho de esto un leif motif, considero apropiado (y más original, porque a nadie se le ocurrió antes, ¿verdad?) presentarles para este año las cinco peores madres del cine (al menos que yo haya visto). Créanme, una vez que hayan terminado con esta lista, su madre parecerá la Madre Teresa.
5.- Margaret White, Carrie (1976)
Margaret White (Piper Laurie) es la madre fundamentalista al extremo. No hay nada que ella no considere un pecado. ¿Llegaste a la adolescencia? Pecaste. ¿Te llegó la regla? Pecaste. ¿Concebiste un hijo? Pecaste, coño. ¿Existes, Carrie? El mayor pecado de todos. Piper Laurie creó uno de los personajes más odiados tanto de literatura como del cine, en esta adaptación de la primera novela de Stephen King. Nada de lo que su pobre hija Carrie (Sissy Spacek) hacía la salvaba de su ira, y entre sus castigos estaba encerrarla en el closet con un altar. Ah sí, y la golpeaba. Es tan aterrorizante que uno nunca se imaginaría que Laurie vio a Carrie como una comedia, y su risa involuntaria arruinó varias tomas. Brian dePalma debe haberla odiado. ¿Que no sabe que uno no trata así a una telequinética?
4.- Elaine Robinson, El Graduado (1973)
Es una cosa coquetear con gente menor que tú. Es otra cosa negarle la felicidad a tu hija por eso. Ben (Dustin Hoffman) es todo nervio y angustia juvenil cuando la francamente hermosa Elaine Robinson (Anne Bancroft) empieza a hacerle ojitos, lo que inspira una de las preguntas más famosas del cine: “Señora Robinson, ¿está tratando de seducirme?” ¿Tú qué crees, tarado? Y no sólo eso: cuando su hija (Katharine Ross) empieza a enamorarse de Ben, su madre –que aún está casada, valga acotar—hace lo imposible, no sólo para que no funcione, sino para que el carajo no se quede con nadie. Buena esa.
3.- La mamá de Stifler, American Pie (1999)
Heredera indiscutible de la señora Robinson, hay pocas madres seductoras –en el sentido literal de la palabra— como la mamá de Stifler (Jennifer Coolidge). Pana ¡te acostaste con uno de sus amigos! ¡Un carajo veinte años menor! ¡En la mesa de billar! ¡Inspiraste una canción! Al menos la mamá de Stifler no estaba casada, pero sabes, escoger tirarte a un chamo (Eddie Kaye Thomas) durante la fiesta de tu hijo (Sean William Scott) es como demasiado. Y cuando el pobre muchacho –bueno, “pobre”; rolo’e sátrapa que es— entra, tú como si nada. Faltó que le pidiera que lo filmara.
2.- Sra. Bates, Psicosis (1960)
Hay madres que no te dejan en paz, ni siquiera después de muertas. El pobre Norman Bates (Anthony Perkins) sólo quisiera escuchar Beethoven y dedicarse a la taxidermia. Pero nooo, su madre lo que hace es constantemente reclamarle que mantenga limpio su hotel de mala muerte. ¡No hay forma de complacerla! Bueno, parece que aprendió, pues esa ducha en el cuarto No. 1 está impecablemente limpia. SPOILER (resalta texto): La mayoría de las madres al menos salen del cerebro de sus hijos luego de muertas, y no te exigen que mates a cualquiera que se acerque... Mala madre Bates, mala.
1.- Beverly Sutphin, Serial Mom (1994)
El amor de una madre no conoce límites. Y menos en el caso de Beverly Sutphin (Kathleen Turner). ¿Cómo osas humillar a mi hijo? El profesor de matemáticas terminó del lado equivocado de una camioneta. ¿Te atreves a partirle el corazón a mi hija? Muerto quedaste. En esta muy oscura comedia, Beverly destruye toda cordura cuando está decidida a hacer de su hogar uno armonioso –o matar al mundo si no. Cierto, hay quienes se lo merecen –¿cuántas veces no hemos querido matar a una vecina ladilla con una pata de cordero?—pero sabes, hay un límite (¿o maneras?) para demostrar el amor de una madre.
MENCIONES ESPECIALES
- Eleanor Iselin (Angela Langsbury) en The Manchurian Candidate (1962). Hay muchas formas de ganar las elecciones. Lavarle el cerebro a tu hijo para que asesine a tus rivales no es una.
- Beth Jarrett (Mary Tyler Moore) en Ordinary People (1980). Está bien, tu hijo mayor murió. Pero eso no es excusa para que lleves a tu hijo menor (Timothy Hutton) a intentar suicidarse.
- Joan Crawford (Fay Dunaway) en Mommie Dearest. Si hemos de creerle a su hija adoptiva, la legendaria actriz era la peor madre de todas (la película está basada en la autobiografía de Christina Crawford). Yo nunca más usaría un gancho de ropa de alambre luego de ver esto.