127 Horas: Cuando de verdad das lo que sea por la vida
lunes, mayo 16, 2011 | Etiquetas: 2011, cartelera, drama, opciones de cine, reseña |
Admiren a Danny Boyle. No, en serio, háganlo ahora. Cada una de sus películas es como si fuera la primera. Miren esa filmografía: Trainspotting, La Playa, A Life Less Ordinary, 28 Days Later, Tumba al Ras de la Tierra, Slumdog Millionaire… Es un cineasta que está constantemente retándose a sí mismo, tratando de lidiar con un género con el que no ha jugado antes. Y su última,127 Horas, es un reto como pocos: un solo hombre en un solo sitio.
Para que esta clase de película funcione, deben cumplirse ciertos requisitos importantes, pero la primera y principal es que uno pueda conectarse con el protagonista, que de verdad te duela el peligro en el que se encuentra y quieras que se salve. Así que básicamente, la película es su responsabilidad en 90%. El mejor ejemplo –hasta ahora—era Castaway, donde una pelota de volleyball logró robarle un poco la escena a Tom Hanks. Pero Robert Zemeckis, me perdonan, no le lleva nada a Danny Boyle.
127 Horas es la verdadera historia de Aron Rolston (James Franco), un deportista extremo que un día salió a explorar un cañón en Utah, cuando cae y una piedra le atrapa el brazo contra la pared, sin poderse mover. Sin un celular, con poca comida y agua y sin haberle dicho a nadie a dónde iba, el tiempo se le está acabando. Así que Aron debe averiguar exactamente cuánto quiere vivir.
Ante tan sencilla sinopsis, Boyle y su compañero guionista Simon Beaufoy han realizado una película artística, técnica y narrativa cautivadora, emocionante y auténticamente conmovedora, que se convierte tanto en un homenaje a la vida, una exploración de uno mismo y una de las películas más llenas de suspenso que se ha estrenado el año, con un asombroso bagaje sentimental y una crudeza que no te esperas.
Pero por muy creativos que sean los ángulos de la cámara y lo convin cente del guión, esta es la película de Franco, y demuestra que este pana, más allá de todo en lo que el pana necesita verse involucrado y su poco entusiasta aparición en el Oscar, sigue siendo uno de los actores más interesantes y capaces de esta generación. Es prácticamente el único del elenco, además de dos muchachas (Amber Tamblyn y Kate Mara) con las que se encuentra al principio y gente de su pasado que recuerda en “flashbacks”. Al estar no sólo atrapado y en un espacio limitado, casi toda su actuación está en su rostro, increíblemente expresivo en todo momento, poseedor de un encanto igualmente natural en cualquier momento. Sus reflexiones en el pasado, mientras revisa su vida, piensa en las decisiones que ha tomado y cómo ha tratado a sus padres (Treat Williams y Kate Burton), ayudan a que la película no sea tan lineal. Y es su constante sentido del humor el que lo mantiene sano, a pesar de todo, usando su cámara de video como su única compañía (si se quiere, ella es su Wilson).
Lo único que lamento es que esta es una de esas películas que me hacen querer evitar tener tanto acceso a información, como había dicho antes, pues, ¿ya dije que es una historia verdadera? Yo quisiera borrar todo conocimiento de lo que sé de esta historia, pues quizá el impacto del final habría sido mucho mayor. En serio, si no han visto la película, mucho les recomiendo no leer nada sobre ella ni sobre el verdadero Ralston. Me lo agradecerán.
Al final del día, todo lo bueno que se ha dicho sobre 127 Horas es cierto, e incluso me atrevería a decir que es tan buena película como The King’s Speech, contra quien compitió en los últimos Oscar (ganó por Mejor Edición, y tenía nominaciones como Actor, Canción y Banda Sonora), y Franco nos da una de sus mejores actuaciones, quizá una de las mejores del año. Si están buscando escapar de explosiones y superhéroes este verano, esta es la propia.
Para que esta clase de película funcione, deben cumplirse ciertos requisitos importantes, pero la primera y principal es que uno pueda conectarse con el protagonista, que de verdad te duela el peligro en el que se encuentra y quieras que se salve. Así que básicamente, la película es su responsabilidad en 90%. El mejor ejemplo –hasta ahora—era Castaway, donde una pelota de volleyball logró robarle un poco la escena a Tom Hanks. Pero Robert Zemeckis, me perdonan, no le lleva nada a Danny Boyle.
127 Horas es la verdadera historia de Aron Rolston (James Franco), un deportista extremo que un día salió a explorar un cañón en Utah, cuando cae y una piedra le atrapa el brazo contra la pared, sin poderse mover. Sin un celular, con poca comida y agua y sin haberle dicho a nadie a dónde iba, el tiempo se le está acabando. Así que Aron debe averiguar exactamente cuánto quiere vivir.
Ante tan sencilla sinopsis, Boyle y su compañero guionista Simon Beaufoy han realizado una película artística, técnica y narrativa cautivadora, emocionante y auténticamente conmovedora, que se convierte tanto en un homenaje a la vida, una exploración de uno mismo y una de las películas más llenas de suspenso que se ha estrenado el año, con un asombroso bagaje sentimental y una crudeza que no te esperas.
Pero por muy creativos que sean los ángulos de la cámara y lo convin cente del guión, esta es la película de Franco, y demuestra que este pana, más allá de todo en lo que el pana necesita verse involucrado y su poco entusiasta aparición en el Oscar, sigue siendo uno de los actores más interesantes y capaces de esta generación. Es prácticamente el único del elenco, además de dos muchachas (Amber Tamblyn y Kate Mara) con las que se encuentra al principio y gente de su pasado que recuerda en “flashbacks”. Al estar no sólo atrapado y en un espacio limitado, casi toda su actuación está en su rostro, increíblemente expresivo en todo momento, poseedor de un encanto igualmente natural en cualquier momento. Sus reflexiones en el pasado, mientras revisa su vida, piensa en las decisiones que ha tomado y cómo ha tratado a sus padres (Treat Williams y Kate Burton), ayudan a que la película no sea tan lineal. Y es su constante sentido del humor el que lo mantiene sano, a pesar de todo, usando su cámara de video como su única compañía (si se quiere, ella es su Wilson).
Lo único que lamento es que esta es una de esas películas que me hacen querer evitar tener tanto acceso a información, como había dicho antes, pues, ¿ya dije que es una historia verdadera? Yo quisiera borrar todo conocimiento de lo que sé de esta historia, pues quizá el impacto del final habría sido mucho mayor. En serio, si no han visto la película, mucho les recomiendo no leer nada sobre ella ni sobre el verdadero Ralston. Me lo agradecerán.
Al final del día, todo lo bueno que se ha dicho sobre 127 Horas es cierto, e incluso me atrevería a decir que es tan buena película como The King’s Speech, contra quien compitió en los últimos Oscar (ganó por Mejor Edición, y tenía nominaciones como Actor, Canción y Banda Sonora), y Franco nos da una de sus mejores actuaciones, quizá una de las mejores del año. Si están buscando escapar de explosiones y superhéroes este verano, esta es la propia.
127 Horas: Cuando de verdad das lo que sea por la vida
2011-05-16T15:58:00-04:30
Juan Carlo Rodriguez
2011|cartelera|drama|opciones de cine|reseña|
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