Botaste la bola: artistas que perdieron su segunda oportunidad
martes, mayo 24, 2011 | Etiquetas: actor, actriz, director, lista |
En Hollywood, las segundas oportunidades son escasas, por decir lo menos. Suficientes películas malas, y terminarás hundido en el olvido, pero de verdad en el olvido, como le pasó a la pobre Yvette Vickers. La antigua conejita Playboy y protagonista de La Mujer de 50 Pies fue encontrada a finales de abril, no sólo muerta, sino momificada en su casa. O como Orson Welles, quien luego de haber creado la que se considera la mejor película de la historia, terminó su carrera como un robot gigante comeplanetas. Todo es saber cómo aprovechar las oportunidades que se le da, como ya es famoso Robert Downey Jr. de haber hecho. Estos actores –y un director—no las han sabido aprovechar, y quién sabe si tendrán chance de hacerlo otra vez. Recen por su alma, hermanos.
Nicholas Cage
El hijo de un profesor de literatura comparativa llamado August Coppola, quien daba la casualidad que era hermano del director Francis Ford Coppola, Cage decidió cambiarse el apellido desde temprano para que no fuera la razón de su éxito. Y funcionó bien; durante los años 80, Cage usó su elástico rostro y expresivos ojos para sacar una y otra vez papeles memorables que iban desde lo más desubicado y extraño (Raising Arizona, Moonstruck) hasta completa locura (Vampire’s Kiss, con nuestra María Conchita Alonso). Su impresionante rol como un autor alcohólico en Leaving Las Vegas, donde considero que sangraba angustiay depresión, es una de las grandes actuaciones de todos los tiempos. A juro se ganó el Oscar en 1995. Después de eso empezó a ganar noción como actor de acción, sorprendiendo a todos como todo un tipo rudo en películas como Con Air, Face/Off y The Rock. Sus siguientes películas no tuvieron mucho éxito, a pesar de que incluyeron trabajos con Brian DePalma (Snake Eyes) y Martin Scorcese (Bring Out The Dead), pero para demostrar que aún lo tenía decidió meterse en el raro universo de Charlie Kauffman y tomó un doble rol en la maravillosamente rara Adaptation. Esa segunda oportunidad le valió otra nominación al Oscar y que la gente lo volviera a ver como un actor serio.¿Y después qué hizo? Matchstick Men. Bangkok Dangerous. National Treasure. Ghost Rider. Next. G-Force. Knowing. Astroboy The Wicker Man, por Dios. “How’D it get burned?!”
También hizo Kick-Ass y Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans, que hicieron bien con la crítica, pero también El Aprendiz de Brujo, Season of the Witch y Drive Angry. Todas, hasta las que se dicen son buenas, fracasos. La única razón por la que lo pongo de último en la lista es porque mientras sus películas grandes se vuelven cada vez peor (aún cuando la primera National treasure fue hasta divertida y un éxito) de vez en cuando saca algo como Bad Lieutenant que lo redime con las masas. Claro aún faltan la secuela de Ghost Rider, una animada llamada The Croods, un thriller con Nicole Kidman llamado Trespass y su reunión con el director de Con Air Simon West llamada The Medallion. Quién sabe…
John Travolta
En los 70, Travolta era el rey. Rey de la promoción en Carrie; rey de la pista de baile en Fiebre del Sábado por la Noche; rey de la clase en la comedia televisiva Welcome Back Kotter y rey del colegio en Grease. Sus enormes ojos azules y su permanente cara y voz de niño lo hacían casi irresistible como protagonista, ya fuera de dramas como Blow Out o comedias como toda la serie de Mira Quién Habla. Sí, eso puede que haya sido el principio del fin… hasta que Quentin Tarantino vio algo en él y lo contrató para uno de los protagónicos en Pulp Fiction. Vincent Vega llevó a Travolta de vuelta al trono, con una nominación al Oscar y todo. Después de eso, se metió en la piel del tipo duro Chili Palmer en Get Shorty y aún más gente lo quiso. Y luego se atrevió a ser el tipo malo en dos películas de John Woo, Broken Arrow (ningún exitazo, pero él lo hizo muy bien) y Face/Off, con quien inauguró esta lista, Nicolas Cage. Hasta su papel como un político muy parecido a Bill Clinton en Primary Colors se ganó un par de aplausos.
Pero después de eso, lo único que se ha ganado Travolta son miradas incrédulas. La Delgada Línea Roja estuvo bien, como corresponde a películas de Terrence Malick, pero él no estuvo lo suficiente. Un par de thrillers sin importancia precedieron a una de las peores películas de la historia Battlefield: Earth, que Travolta insistió en hacer por estar basada en una novela del fundador de la Cienciología, a la que él pertenece. Swordfish fue un fracaso, al igual que la primera The Punisher; la secuela de Get Shorty, Be Cool, dio pena, nadie entiende qué lo llevó a convertirse en una gorda para la versión fílmica de Hairspray, y John, raparte el pelo y crecer un candado no te van a hacer parecer más malote, como trataste en el remake The Taking of Pelham 1-2-3 y From Paris With Love, y menos después que hiciste algo como Wild Hogs, o prestaste tu voz para Bolt. Vamos a ver si su interpretación como el mafioso John Gotti en Gotti: Three Generations de Barry Levinson lo puede salvar, porque sólo falta que se decida a rehacer Saturday Night Fever.
Cuba Gooding, Jr.
A diferencia de sus predecesores en esta lista, el hijo del cantante del grupo de R&B The Main Ingredient tiene algo que no se puede comprar: es muy difícil de no querer. Cage se pone es a veces demasiado, y Travolta puede ser fastidioso bien rápido. Pero Cuba se ve normalmente como un tipo buena gente o creíble, un notable actor que se destacó al principio de su carrera como el tipo rudo pero de buen corazón. Su debut en el drama urbano Boyz n The Hood le partió el alma a muchos. Después de protagonizar el poco vosto drama de boxeo Gladiator (no confundir con la película de Russell Crowe), tuvo pequeños papeles en A Few Good Men y Blown Away antes de tener un extraño rol junto a Paul “Cocodrilo Dundee” Hogan llamada Lightning Jack. LUego de eso otro par de papeles sin importancia, hasta que le robó la película a Tom Cruise haciendo de un entusiasta jugador de fútbol profesional en Jerry Maguire. El rol no sólo le dio al mundo la frase “Show me the money!”, sino que se ganó el Oscar como mejor actor de reparto en 1997 (¿empiezan a ver un patrón?) y nos dio el mejor discurso de aceptación de la historia.
El cielo se le abrió a Cuba. (Ojalá.) Protagonizó junto a Anthony Hopkins el thriller Instinct, tuvo otro pequeño papel en As Good As It Gets junto a Jack Nicholson, y estuvo salvando al mundo con Dustin Hoffman en Outbreak. Su retrato como el primer buzo negro en la Armada de los EEUU Carl Brashear en Men of Honor no inspiró mucho, pero no dejó de ser una buena película y le dio el chance de actuar junto a Robert de Niro.
Y luego… Radio.
Total, quieres volver a ganar un Oscar, haz de alguien con una discapacidad mental. Mira al propio Hoffman en Rain Man. Sean Penn en I Am Sam. ¿Por qué no? En las palabras de Robert Downey Jr. en Tropic Thunder, se fue “full retard”. La película fue básicamente un desastre. Pero Gooding no se detuvo ahí, e hizo comedias bizarrísimas como Rat Race, Snow Dogs y Boat Trip. E ignoró la regla primordial: si una película parece ser tan mala que ni Eddie Murphy quiere actuar en su secuela, ¿para qué vas a aceptar? (Y sí, me refiero a Daddy Day Care.) Tuvo un breve papel –o más bien, le tiraron un hueso para que estuviera—en American Gangster, pero desde entonces el hombre ha dominado las directo a DVD. Y lamentablemente, parece que ahí se va a quedar. hay una razón por la cual este pana comparte con Cage lugar tanto en esta lista como en “¡Un Salvavidas!”
Oliver Stone
¿Ah es que creen que todo es culpa de los actores? Oh no. Pensar que este pana era uno de los más respetados y admirados y sin duda talentosos directores de Hollywood es, hoy en día, asombroso. Su experiencia en Vietnam le dio una nueva visión del mundo que lo rodeaba, llevándolo a criticar muchísimo el papel del gobierno estadounidense en la vida de sus ciudadanos. Eso lo llevó a hacer una trilogía sobre la guerra que trató sobre los soldados (Platoon), los veteranos (Nacido el 4 de Julio) y su relación cpon el país (Heaven and Earth, la única que no tuvo éxito). Luego vinieron críticas a los medios (Asesinos por Naturaleza, escrita por Quentin Tarantino, por si fuera poco) y el sistema capitalista (Wall Street). Logró crear nuevas preguntas sobre el asesinato de Joh n Kennedy en JFK, y presentó la era de los 60 y 70 en toda su crudeza a la vez que mostró a uno de los mejores grupos de la época en The Doors. Gracias a ese cuerpo de trabajo, el hombre se ha ganado dos Oscar como director (Platoon y 4 de Julio) y uno como guionista (Midnight Express, en 1978). Sus películas han tenido una característica que rara vez se consiguen hoy en día: generan discusión.
Pero a diferencia de los actores de la lista, no puedo definir el exacto momento en que Stone decidió mandar todo su prestigio al carajo. ¿Fue con su sobreinflada manera de contar la historia de Alejandro Magno en Alexander? ¿Fue con su intento de que el rayo cayera dos veces en Nixon? Any Given Sunday y World Trade Center fueron bastante buenas. Pero de repente, ya el hombre se fue de izquierdoso, e hizo dos documentales que se ven más como una aspiración al Tarzán de oro: Comandante, sobre Fidel Castro, y South of the Border, sobre Hugo Chávez. Miren, no es que diga que no se debe apoyar a esos dos; digo que se deben hacer documentales equilibrados, que muestren todos los aspectos de un personaje. De paso, W, sobre el recién salido George W. Bush, salió demasiado pronto y fue destrozada; Wall Street 2: Money Never Sleeps, luego de tanta fanfarria y expectativa, resultó el gran fracaso crítico y de taquilla. Como será que su página de IMDB no muestra ningún trabajo actual. “Alerta, alerta, alerta que camina…”
Mira Sorvino
Me da un poquito de pena incluir a Mira Sorvino en la lista, la única mujer que está aquí, Más aún, mírenla: es hermosísima, tiene un aire de dulzura único, y creo que nadie puede discutirme que, cuando se le ha dado un papel correcto, lo ha hecho bien. Es la hija del veterano actor de carácter Paul Sorvino, famoso por su papel de jefe mafioso en Goodfellas, quien la trató de disaudir que entrara al negocio de la actuación porque sabía cómo trataba a las actrices jóvenes. Pero Mira era distinta: a pesar de su inocente miradita, era una lectora ávida y una alumna brillante. Así que entró con mucho cuidado al negocio. Tan así, que Woody Allen decidió hacerla la estrella de su película de 1995 Mighty Aphrodite. Su papel de prostituta con un corazón de oro impactó a toda la industria que le otorgó el Oscar a mejor actriz de reparto ese año, por encima de Joan Allen y Kate Winslet.
Pero díganme, ¿ustedes recuerdan esa película? No, ustedes recuerdan la cortavenas de At First Sight, donde se enamora de un Val Kilmer ciego, o como la mejor amiga de Lisa Kudrow (Phoebe en Friends) en la comedia de culto Romi and Michelle’s High School Reunion. Porque ni su versión de Marilyn Monroe en la película de HBO Norma Jean & Marilyn la ha sacado a la luz. Sorvino se ha limitado a papeles menores en series de televisión como Will & Grace y House y no ha dejado de trabajar en el cine… pero sabes, hija, actúa en buen cine.
Burt Reynolds
Cuando hice mi lista de actores que han caído fuerte, o el final de las leyendas, estaba pensando en actores que fueron grandiosos una vez y han caído feo desde entonces, o que fueron grandiosos íconos de Hollywood y terminaron en papeles mediocres. Hubo un actor que no incluí en ninguna de las dos listas porque honestamente lo había olvidado. Esta lista fue hecha en su honor.
Así como John Travolta era rey en los 70, Burt Reynolds lo fue en los 80. Empezó como un rudo vaquero en westerns como The Man Who Loved Cat Dancing para luego convertirse en un divertido bandido en Smokey and the Bandit, o un cómico coredor de autos en Cannonball Run. Todo el mundo quería ser él o estar con él, pues no había nadie más cool que Burt.
Cuando terminó la serie de Smokey and the Bandit, Reynolds pasó una época en que hacía pocas películas de bnuena monta. Se reunió con su buen amigo DomDeLuise en las animadas Todos Los Perros Van Al Cielo, y de vez en cuando tenía un cameo notable en algunas comedias como Cybill, Hope & Faith y, mucho después, My Name Is Earl, pero estaba lejos de la fama que lo dio a conocer. Hasta que Paul Thomas Anderson le dio el papel de un frío director de películas pornográficas en Boogie Nights que la gente se acordó que el hombre sí sabía actuar. Ni siquiera Anthony Hopkins, quien estaba nominado por su papel en Amistad, sonaba tanto como él, y sólo perdió porque Robin Williams lo hizo tan extraordinariamente en Good Will Hunting.
Desde entonces, Reynolds ha estado en tantas películas malas que da pena. PENA. Su punto más bajo fue el mismo año que hizo Boogie Nights de hecho: como un “quesúo” senador que quiere conquistar a Demi Moore en la ya atorrante Striptease. Incluyan la vergüenza en dos remakes: la aburridísima versión de la comedia televisiva The Dukes of Hazzard (aunque yo doy gracias a Dios que esa película nos dio esto) y el de su propia película de 1974, The Longest Yard, con Adam Sandler, Chris Rock y un montón de luchadores libres como “Stone Cold” Steve Austin, Kevin Nash, Bill Goldberg y el Gran Khali. (Bueno debo admitir que esa me entretuvo un poco.) Y por si fuera poco, el hombre está por salir en la burla Not Another Not Another Movie. Cada vez que lo veo, me siento como que estoy viendo el cadáver de un muy querido amigo que yo preferiría recordar como alegre y jovial. Te extrañamos Burt. Gracias por los 80.