Plasma de Miércoles E77: La Naranja Mecánica (1971)

miércoles, mayo 18, 2011 |

clockwork_orange Cuando uno ve las películas que generaron polémica en su época, uno ve lo mucho (o poco) que hemos evolucionado. La Naranja Mecánica, uno de los muchos clásicos atribuidos a aquel extraño genio que era Stanley Kubrick, fue una de las primeras películas que recibió una censura X, la única por debajo de la pornografía, por su muy elevada violencia, desnudos y contenido sexual. Recibió censura tras censura, montó polémica tras polémica, y sigue siendo una película difícil de ver a pesar de que han pasado casi 40 años de su estreno (que se cumplen el 19 de diciembre de este año). De hecho, la película sólo se pudo ver en el Reino Unido después de la muerte del director en 1999. En estos días, en un mundo en que hay películas como Saw y Serbian Movie, quizá no recibiría más que una R (o C para nuestros estándares). Lo que contribuiría a que aún más gente la pueda ver –y debería, pues es una película absolutamente fantástica.

Sólo los más entendidos saben que esto está basado en una casi igualmente polémica novela de 1962 del autor inglés Anthony Burgess, donde habla de un joven llamado Alex (Malcolm MacDowell) que se ha rebelado por completo contra su sociedad, dado por completo a los placeres sencillos de la vida: violación, violencia y… Beethoven. Luego de un incidente particularmente grotesco, donde él y su pandilla (perdón, sus “drugos”) ataca violentamente y sin motivo alguno a una pareja adinerada, Alex finalmente es arrestado y llevado a la cárcel, donde es sometido a un nuevo tratamiento experimental en un intento del gobierno británico por erradicar la violencia en su sociedad –aunque el remedio podría ser peor que la enfermedad.

Fiel al tono del libro –irónicamente el menos preferido de su autor—, la película tiene un tono oscuramente satírico, hablando en contra de los padres, de la música pop, de los ricos y ciertamente del sistema de gobierno, todo ante los ojos del “inocente” Alex. Es, una vez más, un futuro distópico, donde la ley no es tal y las pandillas pueden hacer lo que les venga en gana. Kubrick (y Burgess) llevan la rebeldía juvenil al extremo, y se pregunta si la misma sociedad no estará creando a los delincuentes que está tratando de evitar. (En serio, necesito alguna película que presente al futuro como uno alegre y divertido. Porque ya ni Pixar puede hacerlo.)

Así como El Padrino, La Naranja Mecánica es una de esas películas que todo el mundo ha visto sin ver: hay ciertas escenas que se han colado en el imaginario popular que muchos reconocen sin siquiera haber visto la película (la escena del tratamiento Ludovico, la primera escena de la película que muestra un closeup de Alex tomando leche drogada). En parte, esto es gracias a la genial actuación de Malcolm MacDowell, un actor que toda la vida ha tenido una cara de miedo aún cuando sonríe. Este fue uno de sus primeros papeles en el cine y se ha convertido en uno de sus más recordados, logrando llegar a la lista de mejores villanos del Instituto Americano de Cine. Es carismático, divertido y aterrador en igual medida, parecido a un choque de camiones con muertos: lo que ves te horroriza, pero no puedes dejar de mirar.

Al final: ¿naturaleza o crianza? ¿Es Alex curable o está condenado a repetir su ciclo para siempre? Vean La Naranja Mecánica y díganme ustedes. (O mejor aún, lean el libro que responde esa pregunta de mejor manera.) Ciertamente, es una película que aún debe ser vista hoy en día, pues muchos de sus temas siguen siendo tristemente actuales.




DATOS CURIOSOS
  • Burgess escribió la novela inspirado en un evento de 1944, donde su esposa fue agredida y violada por cuatro soldados estadounidenses en las calles de Londres, lo que causó que abortara al hijo que esperaba.
  • Los derechos para filmar la novela habían pasado por varias manos. El primero fue Mick Jagger de los Rolling Stones, que los compró por 500 dólares (Burgess necesitaba los reales), con la intención de filmarla usando a los demás miembros de la banda como sus drugos. Luego vendió los derechos –a un precio mucho mayor—a Ken Russell (quien luego dirigiría Altered States), quien tenía pensado a Oliver Reed como Alex. Tinto Brass (director de Calígula) también sonó como director en algún m,omento, y Tim Curry y Jeremy Irons rechazaron el papel hasta que llegó a Malcolm MacDowell, quien, según Kubrick, “si no hubiera estado disponible probablemente no habría hecho la película”.
  • Burgess desconfiaba de Kubrick como director de su material, aunque estuvo contento con los resultados, destacando cómo la película había opacado el resto de su trabajo. Sin embargo, igualmente considera que la película es “profundamente defectuosa”, por estar adaptada de la edición estadounidense de la novela, que omitió el capítulo 21.
  • Alex y sus “drugos” hablan en Nadsat, un idioma inventado por Burgess mezclando ruso, inglés y el caló Cockney del sur de Londres. Kubrick temía que hubiera usado demasiado del Nadsat para hacer la película accesible.
  • La escena de la violación no quedaba al gusto de Kubrick, un notorio perfeccionista, a pesar de cuatro días de ensayos. Un día le dijo a MacDowell que bailara mientras atacaba a la pareja, a lo que MacDowell respondió durante la escena cantando la única canción que se sabía, “Singin’ In The Rain”. A Kubrick le pareció tan gracioso que se volteó a su asistente y ordenó que se empezaran los trámites para comprar los derechos a usar la canción, lo que hizo por 10.000 dólares.
  • Basil, la serpiente mascota de Alex, fue introducida por Kubrick cuando supo del temor de Malcolm MacDowell a los reptiles.
  • Vean más curiosidades en Planeta Urbe cortesía de mi “hija” Andrea Guarisma.

Mientras tanto, en Internet...

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