Inception: Hay mentes que uno necesita visitar una y otra vez

lunes, agosto 16, 2010 |

Un popular show geek en Internet llamado The Totally rad Show describió a Inception, la última aventura que nos trae el ya establecido como genial Christopher Nolan, como Ocean’s Eleven escrita por Charlie Kauffman (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, Adaptation, Being John Malkovich). No estoy enteramente de acuerdo —creo que Kauffman habría hecho un trabajo mucho más introspectivo o aún más surrealista— pero no se puede negar que (a) esta es la mejor manera de describir una de las más complejas y originales películas que yo ghaya visto en los últimos cinco años, y (b) Nolan aún no ha hecho las locuras arthouse que ha hecho Kauffman, pues tiene la idea de la accesibilidad de la que aquél adolece, pero no cabe duda que estamos ante uno de los grandes talentos cinematográficos contemporáneos.

A diferencia de su última película (quizá les suene un tal Caballero Oscuro), Nolan no nos ha traído un mega-taquillazo que va a arrasar las taquillas y demoler la competencia con un portentoso barrido de su corneta de niebla. Lo que sí nos ha dado es una película experimental de 160 millones de dólares que apela a los críticos y a las masas por igual (87% en Rotten Tomatoes, casi 257 millones en taquilla). Hasta ahora, una de las mejores películas que he visto este año, ciertamente la mejor película del verano.

Situada en un futuro… ¿distante?... tenemos a Cobb (Leonardo di Caprio), un tipo muy especial de ladrón llamado un extractor, que ha dominado el arte de entrar a los sueños de altos ejecutivos para robar cualquier secreto que tengan allí. Ayudado por Arthur (Joseph Gordon-Levitt), Cobb ha recorrido el globo extrayendo secretos, mientras lidia con un terrible secreto que le impide regresar a los Estados Unidos con sus hijos. De hecho, cada trabajo corre el riesgo de ser saboteado por el recuerdo de Mal (Marion Cotillard), su esposa, que lo atormenta como un fantasma.

Uno de sus trabajos lo lleva con Saito (Ken Watanabe), un poderoso magnate japonés que le ofrece a Cobb su última oportunidad para la redención: en vez de extraer una idea, debe plantarla en la mente de Robert Fischer (Cillian Murphy) de un moribundo multimillonario (Pete Postlewaithe), un fenómeno conocido como originación. Si Cobb consigue este trabajo, Saito se asegurará que podrá volver a ver a sus hijos. Por supuesto, Cobb acepta, luego de reunirse con Eames (Tom Hardy), un experto en disfraces y timos, y conseguir a Ariadne, una joven arquitecta (Ellen Page) a través de su padre (Michael Caine) que les ayude a crear el mundo de sueño donde van a trabajar, con la ayuda de Yousef (Dileep Rao), un químico que les asistirá a dormir lo más profundamente que puedan. Pero entre la manera en que el subconciente trabaja y la amenaza del secreto de Cobb, plantar una idea nunca ha sido tan difícil.

No puedo creer que haya simplificado la trama de esa manera, pues esta película es mucho, muchísimo más de lo que ofrecen esos dos párrafos. Inception tiene ciertos y sutiles recovecos que requieren —coño, obligan— a una segunda visita para poder captarla bien. De hecho, les estoy ofreciendo esta reseña como algo preliminar; esperen una definitiva y actualizada, con spoilers y todo, cuando la haya vuelto a ver. Pero no es sólo para captar toda la película; el trabajo de Nolan detrás de la cámara y su encargado de fotografía usual Wally Pfister hace que cuadro ofrezca múltiples visiones que disfrutar, miles de cuadros que apreciar, y quieres absorber todo cuanto puedas.

También se debe admirar que, a pesar que esta es una película de ciencia ficción a lo Dark City o Dreamscapes (con la que se le ha comparado) hay un mínimo de efectos especiales computarizados en ella, yéndose más hacia fondos o pequeñas transiciones, como cuando Cobb está “audicionando” a Ariadne. Nolan es de una pequeña casta de directores contemporáneos (Guillermo del Toro es otro) que prefieren efectos prácticos, que hacen a sus películas algo carnal y absorbente, que hace que sientas el peligro con sus personajes.

Y hablando de personajes, las actuaciones van de sólidas a geniales. El punto más flojo en el elenco principal es Page, quien aunque ciertamente hace un trabajo convincente parece algo desperdiciada aquí; Nolan tenía en mente a Evan rachel Wood para el papel, pero por conflictos de programación no la pudo contratar. Lo mismo pasó con James Franco, quien estaba para el papel de Gordon-Levitt. A diferencia de Page, sin embargo, el otrora niñito con cara de niña en la serie Third Rock From The Sun está cada vez más consolidándose como actor; ya la escena de pelea en gravedad cero se está convirtiendo en un clásico y en gran parte es gracias a él, con su cara de "Estoy chorreado pero lo tengo bajo control".

Murphy ya puede hacer su papel de atormentado pero calmado británico en sus sueños, y de hecho su cara de distante tristeza resulta muy convincente para el trabajo que le dieron. Su breve dinámica con Tom Berenger, un actor que me alegra volver a ver después de tanto tiempo (no que su actuación sea particularmente memorable), es central para la trama, lo que me sorperndió dado lo poco que duró. Caine está un gran total de cinco minutos en escena y bueno, es Caine. Eso siempre es bueno.

Quienes se roban el escenario sin ninguna vergüenza son Hardy y Watanabe. El primero, se ha comentado, debió estar en el rol de Gordon-Levitt, y a pesar de mi fanatismo por el pana, debo estar de acuerdo; tiene un aire de despreocupado caradurismo que es genial de ver. Me hizo convencerme que debo ver Bronson, su retrato del prisionero más peligroso deGran Bretaña, nada más para ver qué hace con un personaje tan distinto a éste. El veterano actor japonés, por su parte, al fin puede interpretar a un hombre contemporáneo, pero trae la misma dignidad y altura de sus roles de señor feudal o general en cintas como El Último Samurai o Cartas de Iwo Jima. Es como el Morgan Freeman de Japón: no hay forma que este hombre puedaavergonzarse a sí mismo en una película (y sí, estoy incluyendo lo poco que vi de su actuación en The Vampire's Assistant).

La relación central es la que hay entre di Caprio y Cotillard, sin duda, y dadas las reglas de este universo que Nolan ha creado, hace pefecto sentido. De hecho, de ciertas maneras muchos dicen que esta bien puede ser una continuación de Shutter Island (no se angustien, no es un spoiler) basándonos en la sola actuación de Leo. Este definitivamente es el tipo de papeles a los que se siente atraído, pues tienela angustia y la doble moral y el estrés y la forma de interpretarlos ya como si fuera una ciencia. No es su mejor actuación --hasta ahora para mí van ganando en empate sus roles en The Departed y Revolutionary Road--, quizá se la ponga a par con Shutter pero Leo sin duda ha crecido tanto como actor que ninguna actuación suya es mediocre.

Cotillard, por su parte, tiene una presencia que hace que nunca la quieras ver aún cuando muy dentro de ti tienes pánico de lo que esta mujer significa. Este puede que sea un personaje aún más complejo que el de Edith Piaf que le dio el Oscar en 2008 por La Vie en Rose. Y esincreíblemente difícil decir qué es lo que hace a Mal tan fascinante, al menos para mí, sin arruinarles parte de la trama, de modo que sólo les diré: esta mujer es toda una presencia.

Lo que pocos quizá no se han dado cuenta es que este el primer guión completamente propio que Nolan ha dirigido desde su debut, Following (1998). Todas las demás han sido adaptaciones de cómics (las dos de Batman), basadas en libros o historias cortas (Memento de Memento Mori, un cuento corto de su hermano Jonathan, The Prestige del libro del mismo nombre de Christopher Priest) o, en el caso de Insomnia, una adaptación de otra película (versión de una película noruega del mismo nombre de 1997, dirigida por Erik Skjoldbjaerg, protagonizada por Stellan Skarsgaard y, por lo visto, mejor que esta). Inception bien puede poner a Nolan como uno de los mejores guionistas de la década, por su complejidad, su efectividad, originalidad y pura estructura lógica. Es increíble que una película con tantos recovecos, giros, detalles de trama y preguntas por contestar tenga a todo el público al borde del asiento, y una escena final que, una vez más sin revelar nada, deja a todo el mundo implorando por más.

Mientras tanto, en Internet...

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