The Dark Knight Rises: La leyenda termina... por ahora

lunes, julio 30, 2012 |

dark_knight_rises_ver2_xlgAntes de ponerlos a leer mi opinión sobre el cierre de la trilogía de Batman de Nolan, pongámonos a pensar en el tamaño que ha tenido esta serie en el colectivo imaginario de nuestros días.

Antes que llegara Batman Begins, el mundo había olvidado al Caballero de la Noche gracias a George Clooney y Joel Schumacher, quienes siguiendo directrices del estudio trataron de olvidar lo que Tim Burton había logrado: rescatar a Batman del tratamiento cursi y desbocado al que la serie de los 60 nos tenía acostumbrados. Christopher Nolan tomó al héroe de Bob Kane y lo insertó firmemente en el mundo real, aún con su disfraz y su armamento; nos entregó una serie de policíaca ligada con el viaje de un guerrero envueltas en una historia de superhéroes.

Ahora, como dije antes, las reacciones que han causado estas películas –en especial The Dark Knight—han bordeado lo ridículo… y lamentablemente, también lo trágico. Pero como dije en esa ocasión… ¿amenazas de muerte? ¿Sólo porque no te gustó la película? ¿Quién se creen, Hitler del cine?
decente
Con todo eso dicho, la pregunta se mantiene: ¿es The Dark Knight Rises una valiosa conclusión a lo que esencialmente es La Guerra de las Galaxias de la era de Internet (ligada con un  poquito de El Padrino)? Depende del contexto de la pregunta.

La película inicia ocho años después del final de la última donde (coño, si no la has visto, qué ladilla, pero igual, spoiler para The Dark Knight) Batman salva a Jim Gordon (Gary Oldman) y a su familia de la ira de Harvey “Dos Caras” Dent (Aaron Eckhart) –matándolo. Batman decide tomar responsabilidad por la muerte de Dent y huye, convirtiendo a Bruce Wayne (Christian Bale) en un recluso. Ese reclusión debe acabar temprano cuando aparece una nueva amenaza terrorista en la imponente figura de Bane (Tom Hardy), sin mencionar la insistencia de una bella multimillonaria (Marion Cotillard), la interferencia de una hábil ladrona llamada Seline Kyle (Anne Hathaway) y el impulso de un honesto y determinado policía (Joseph Gordon-Levitt). Pero Bruce haría bien oír los consejos de su fiel mayordomo Alfred (Michael Caine) y su consejero Lucius Fox (Morgan Freeman) –Bane puede ser una amenaza mayor a la que Batman se haya tenido que enfrentar… y puede costarle más que su vida.

Mientras que la película ciertamente pega de manera emocional en más de un sitio, sufre por el hecho de querer meter demasiadas cosas en una sola película; casi se nota que Nolan no tenía todo su corazón en esta película. Digo, sean objetivos y comparen esta con Inception, su genialidad de 2011. ¿Cuál querrían ver de nuevo ahora mismo? Yo escojo Inception por la profundidad de sus personajes, lo bien mapeada que está su trama y la emoción de la acción. No digo que no quiero repetir con TDKR, pero primero Inception.

Me explico antes que me lleguen mis propias amenazas de muerte. Muchas de las situaciones parecían apuradas para cerrar una historia y poder conectarla con las predecesoras (que debo admitir, en ese aspecto sí lo lograron a conciencia), y habían algunas cuyo diálogo parece escrito a patadas, que le quitan cierta emoción necesaria (muchas de Alfred, sobre todo) y hacen la película demasiado larga. También hay un par de huecos en la historia que quedaron sin llenar, y hay una sorpresa –bueno, la MAYOR sorpresa—que, por tener suficiente adelanto anteriormente pude adivinar a leguas (y ustedes también si tienen algún conocimiento de la historia en los cómics, incluso de la última serie animada).

Dicho eso, no puedo negar que, en los momentos en que se necesita un mandarriazo sensible, un verdadero sentido de tensión y emoción, Nolan entrega. La escena clave de Bane es cruda y hasta desesperante, las persecuciones bien emocionantes, e incluso los pocos momentos realmente cómicos dan mucho corazón.

Bale corrigió la criticada “voz de Batman” que tanto se mencionó en la anterior, y aquí hace bien su papel de héroe caído con intensidad y, más importante, autenticidad. Sin duda Batman ha ayudado a Bale crecerse como actor en los últimos años –hasta un Oscar logró el año pasado por The Fighter—y no trata esta película como un último trabajo; más bien se nota que se está despidiendo de un amigo.

Hardy, por su parte, es otro que lentamente se ha ganado su fama desde Bronson, la historia del peor preso de Gran Bretaña, que la ratificó en Inception. Pero aquí no puedo decir que haya actuado demasiado, por aquello que su cara está casi cubierta por una máscara/respiradero. Esa primera foto que salió lo hacía ver sin duda amenazante, y ciertamente es imponente… hasta que oyes la voz que pareciera que estuviera haciendo una mala imitación de Sean Connery. Bane se redime después con muchas de sus acciones como una amenaza muy, muy verdadera, pero esa voz…Bueno, Hardy siempre será genial para mí. (La voz de Bane originalmente era casi incomprensible debido a su máscara; pueden comparar la versión que apareció en el prólogo mostrado en cines IMAX en diciembre pasado y la película final aquí.)

Muy mal estaría de mí hablar mal de Anne Hathaway, y las comparaciones con Michelle Pfeiffer van a ser inevitables. Pero Hathaway trae un aire de inocencia y dulzura que ayuda a esconder las habilidades de Gatúbela bien. Con todo y eso, ella y Michael Caine (aunque no a ese nivel) no se les dio mucho que hacer; bueno sí, a ella le toca hacer un último gesto noble, a él se supone que le corresponde el corazón de la película, pero bien podrían haber estado un poquito más, tener arcos más convincentes.

Joseph Gordon-Levitt fue para mí el punto alto de esta película. Este chamo ha crecido más como actor que cualquier otro de su generación, pudiendo ser a la vez duro y de mucha alma, un digno heredero del comisionado Gordon (Oldman, por cierto, usa su personaje como un saco viejo y cómodo, y lo hace muy bien). Y Cotillard… miren, la tipa es hermosísima, hace su papel de hermosa ambientalista millonaria bien, pero mientras menos les diga de ella mejor.

Su mayor error será comparar The Dark Knight Rises con las otras dos de la serie, porque inevitablemente perderá. Ambas tenían mejores villanos, menos personajes que seguir y políticas más claras. Pero para cuando llegamos a la segunda parte de esta muy larga conclusión, si ignoro algunos terribles destellos de lógica, uno logra salir de esta película diciendo “Nolan, lo hiciste bien”. Ahora a esperar el inevitable “reboot” dentro de diez años.

(Si quieren saber cuáles fueron mis verdaderos problemas con la película, resalten el texto que está abajo, que advierto –son spoilers del tamaño del Ávila, sólo para ser vistos si ya vieron la película. ¡Y no los comenten sin avisar que son spoilers!)

  • ¿Cómo llegó Bruce Wayne a Ciudad Gótica desde la árcel, si no tenía recursos de ninguna especie?
  • ¿Cómo cedieron Bruce y Miranda a "pasiones carnales" luego de haberse visto tan poquito? Ok, el queso es una cosa seria y todo, pero no hubo suficiente tiempo como para que la revelación de Miranda como Talia Al-Ghul (que para mí fue casi obvia) sea lo abstante impactante.
  • ¿Nadie más dedujo que Batman era Bruce Wayne --cuando los dos desaparecieron el mismo día?
  • ¿En serio una fuerza policíaca iba a enviar a TODOS sus miembros en una sola misión?
  • ¿En serio agentes de la CIA iban a llevarse prisioneros enmascarados sin verificar quienes son?
  • Esto no es tan spoiler, pero, ¿en serio, Bane: esa es tu mejor imitación de Sean Connery?

Mientras tanto, en Internet...

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