3D: ¿Amigo o enemigo del cinéfilo?
lunes, abril 12, 2010 | Etiquetas: 3D, cine, crítica, Hollywood, opinión |
Esta semana se estrena en el país la nueva y bastante esperada versión del clásico del cine de fantasía/acción de 1982, Furia de Titanes. Lo que soy yo, a pesar de las tristes reseñas que está recibiendo (me estoy aferrando a Ebert), estoy bien entusiasmado por verla. Digo, ¿ustedes también vieron el trailer, no?
Eso sí: no habrá fuerza en la Tierra o el Olimpo –si existiera— que me va a convencer de irla a ver en 3D. No, no y no. No voy a caer en la trampa de Hollywood. Si no me pasas Cómo Entrenar A Tu Dragón en 3D, una película que se nota tuvo esa idea desde el principio y que ya yo me quejé amargamente que no estaba proyectándose de esa manera en el país, menos que menos voy a ver una que fue convertida a juro sólo para sacarnos unos cuantos reales más.
Desde que Avatar se convirtió en el enorme y azul pote de oro, el 3D en el cine en todas sus expresiones se ha convertido en la nueva fiebre entre los estudios (y noten que enfatizo los estudios). Sí, hay algunos cineastas de peso que avocan porque todas las películas puedan salir así, pero no les quede la menor idea que los que están pujando por esto son los ejecutivos que ven (a) menos películas pirateadas y (b) la posibilidad de tener mayores ingresos con menos asistencia. Pues no lo duden, más allá de lo genial que Avatar es, la asistencia de la gente fue mucho menor a la de Titanic. Para que lo sepan, las entradas de un cine normal en Estados Unidos son unos 10 dólares; en un IMAX, son 15; y en IMAX 3D, la más espectacular de las pantallas, acaban de aumentar a 20 dólares. Esos son 86 bolívares fuertes por cabeza, por si quieren saberlo. ¿Cómo la ven?
El gran problema es que hacer la conversión de 2D a 3D en postproducción es que no siempre la hacen parecer con la naturalidad de una película filmada tridimensionalmente. Cierto, les permite mayor flexibilidad a la hora de jugar con la fotografía, que fue lo que hicieron Tim Burton y su director de fotografía Dariusz Wolski para Alicia en el País de las Maravillas. Pero si se filmó en 3D y se hizo una sacudida en la cámara para efecto dramático, imaginen cómo se ve eso en 3D al hacer la conversión.
Que por cierto, ¿cómo se hace? Para no ponerme demasiado técnico, imaginen agarrar cada parte de un fotograma –fondo, plano medio, primer plano— y, usando una versión móvil de Photoshop, pones cada una en una capa. Eso puede lograr un efecto más parecido al Viewmaster que algunas de las cosas que verías en Avatar o Cómo Entrenar… (Hay incluso tutoriales en YouTube para pasar de 2D a 3D.) (Por cierto, ¿sabían que van a hacer una película del Viewmaster?)
Las reseñas que he escuchado de Furia de Titanes dice que la conversión a 3D fue innecesariamente apurada (se hizo en 10 semanas) y que hace que las cabezas de algunos actores se deformen, sin mencionar que los colores se pierdan (una de las razones por las que no quise ver Up en 3D tampoco). Creo que es algo hasta ofensivo que no sólo me hagan pagar más por ver una película que no fue diseñada para la tridimensionalidad, sino que además fue hecha mediocremente (si acaso con Alicia las escenas del Gato Sonrisas flotando en el espacio eran ligeramente convincentes). Háganme caso, chicos: si no se enteran por mí o cualquiera que sea su fuente de noticias, si no fue filmada en 3D, no paguen los 50 bolívares fuertes para verla forzada. Y coño, traigan Cómo Entrenar Tu Dragón en 3D, por favor.
(A los cineastas que tienen a bien leerme por aquí, ¿qué opinan ustedes del proceso de conversión a 3D? ¿Válido?)