Amorcito Corazón: Otro trago, por favor…

domingo, febrero 14, 2010 |

amorcitocorazon Una de las grandes tragedias del cine venezolano es que, como los canales de distribución tradicionales (salas, alquileres, cable, señal abierta) han prácticamente desaparecido en nuestro país, el mercadeo es prácticamente inexistente. Así que a menos que tu apellido sea Schneider, Rísquez, Lamata, Chalbaud o (poco a poco) Jackubowicz, es muy difícil que uno se entere de los nuevos estrenos si no se está pendiente de los venideros en las páginas de cine. Siempre hay propuestas muy interesantes en nuestro cine nacional, y me da pena admitir que es raro cuando las veo.

Claro, si siguen haciendo películas como La Abuela Virgen o Amorcito Corazón y menos como Secuestro Express, pues menos ganas me van a quedar de ir a verlas.

Amanda (Elaiza Gil) es una periodista televisiva, un poquito cínica y bastante orgullosa, que es dejada por su “novio” Felipe (Reinaldo José Pérez) a pocos días del Día de los Enamorados, pues su esposa Dalilia (Norelys Rodríguez –sí, ESA Norelys Rodríguez) está embarazada, y quiere darle a su matrimonio otra oportunidad. El despecho cachetea a Amanda, quien comienza a descubrir que su orgullo sabe muy mal cuando debe tragárselo a juro. Mientras, Lolo (José Luis Useche), un callado barrendero que es contratado para hacer mantenimiento en el edificio, ama a Amanda a distancia, habiéndose obsesionado con su perfume. Y por último Reina (Carmen Landaeta), la presidenta –o debería decir dictadora—de la junta de condominio, descubre que el enamoramiento quizá no sea algo tan asqueroso cuando descubre sus sentimientos por Lolo. ¡Vaya un enredo!

La premisa suena interesante, y el elenco, además de los nombrados, es de muy buena categoría: María Alejandra Martín,aburrida[5] Roberto Moll, Rosario Prieto e Yván Moreno. Es la ópera prima de Carmen Roa, quien pidió al maestro Aquiles Báez que compusiera la pista sonora para crear lo que ella llamó “una comedia bolero”. Pero este considero que es el primer error que comete la película: si a vas a llamar “comedia romántica” estás creando una expectativa en el público que la va a ir a ver: frecuentes situaciones cómicas, momentos simpáticos, quizá un gesto romántico. En vez de eso, recibo largos silencios de gente escarbando entre la basura por recuerdos de una amada, o más silencios de gente considerando cómo aliviar un corazón roto, o laaaaargas daitribas que se pudieron haber reducido a un “mira lo que te pierdes, papi”. Cierto, Roa quería demostrar la complejidad de los sentimientos en la que nos sumamos cuando sufrimos por amor, y eso, al igual que cualquier cosa que tenga que ver con el cine venezolano, nunca es sencillo.

Pero Roa simplemente se deja llevar, y ese es su segundo error; no hay nada de represión en su cámara o su guión, y eso hace que muchas veces algunas escenas se extiendan demasiado. Sin embargo, en muchos casos eso es lo rescatable de la película: la mayoría de las actuaciones están muy a la altura de su renombre, en especial porque muchos hasta ahora estaban limitados al mundo de las telenovelas. Gil es el auténtico centro de la película, demostrando un rango bastante bueno. Cuando le toca llorar, uno la quiere como acurrucar y consolarla. Roberto Moll es alguien con quien siempre se puede contar, y aquí su papel de misterioso borrachito romántico es sin duda mi favorito de la cinta. El resto cumple su trabajo, incluyendo a Rodríguez, quien no se le dio mucho que hacer, lo que es bueno considerando que es su debut como actriz; Roa hizo bien en seguir la lección que Hollywood aprendió con Cindy Crawford y quizá aprenda pronto con Megan Fox.

Pero (y sí, estoy claro que es e segundo “pero” con el que inicio un párrafo), este no parece un guión de cine, sino una telenovela condensada a dos horas, o un capítulo de una muy largo. Para ser una comedia hay suficientes momentos dramáticos, y los que parecían querer considerarse los más serios (Amanda profiriendo su amor a Felipe en una cámara de video) me tenían muriéndome de la risa. ¿Qué relevancia tiene esta película? ¿Qué aporte le da a nuestro cine nacional? Yo de verdad lamento lanzarle una piedra a Roa, a quien de verdad deseo una carrera digna de Elia Schneider o Solvieg Hoogelstein en nuestra pantalla nacional, pero de verdad, si quisiera ver novelas me iría más tarde de casa de mi novia; cuando ofrezcas comedias, entrega comedias.

Mientras tanto, en Internet...

Creative Commons License
El Cine Tuyo, Mío y Vuestro by Juan Carlo Rodríguez is licensed under a Creative Commons Atribución-Sin Obras Derivadas 3.0 Unported License.
Based on a work at jaycersworld.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://jaycersworld.blogspot.com. Clicky Web Analytics