Jennifer's Body: Avísame para asustarme. O reírme. O reaccionar

viernes, octubre 30, 2009 |

hr_jennifers_body_1 Jennifer’s Body explica el fenómeno mediático que es Megan Fox. Y no me refiero en lo más mínimo a su actuación en la película. No, es algo que ya he mencionado antes: cuando el trailer debutó en línea, tuvo más de 7 millones de descargas. ¿Se tradujo eso en buena taquilla? Ya les digo, por si no saben.

La presencia de Fox ayudaba, pero esta película tenía más atractivos que su despampanante protagonista. Este era el segundo guión de la Oscarizada Diablo Cody, quien se ganó su hombrecito dorado gracias al guión de Juno, además de crear al exitosa United States of Tara. La coproitagonista era Amanda Seyfried, quien después de Mamma Mia! está lentamente convirtiéndose en una fija. Y por último, su directora Karyn Kusama entró al mundo de Holywood presentándonos la excelente Girlfight en 2000, lo que a su vez nos presentó a Michelle Rodríguez. Más que nada por unas sensuales fotos de la Fox en su traje e Eva. Así que, había expectativa. ¿La cumplió?

En una palabra: NO.

aburrida Esta pretende ser una película de terror con algunos elementos de comedia –digo, es Diablo Cody, ¿no?—y la verdad no es muy exitosa en ninguna de las dos áreas. Sí, hay algunos momentos en los que uno se ríe, y ciertos instantes en que uno se asusta, pero son pocos y están distanciados. No se puede decir que es un guión hecho exclusivamente para Fox (Cody lo escribió en 2006), pero esa puede que sea la mala idea del caso: centrarlo en ella.

Fox hace de Jennifer Check, la más atractiva porrista en el colegio de un pequeño pueblo de Minnesota llamado Devil’s Creek. Nada sucede nunca ahí, así que cuando el grupo Low Shoulder va a presentarse en el bar local, Jennifer convence a su mejor amiga Needy (Seyfried) a que los vayan a ver. Hay un incendio en el lugar, y la banda, liderado por el “labiero” Nikolai (Adam Brody) se lleva a Jennifer a un sitio desconocido. Cuando Needy la vuelve a ver, Jennifer está cubierat en sangre y gruñendo como un animal –y varios estudiantes, masculinos, empiezan a desaparecer. Ahora Jennifer está poseído por un demonio hambriento de sangre, que seduce a los chamos para mantenerla bella y activa.

Es un concepto interesante aunque no original, pues la leyenda del súcubo tiene cierto tiempo. Y el modo de hablar tan “original”, que era una de las críticas de Juno más frecuentes, no está casi presente aquí, con todo el sarcasmo e ironías de su predecesora (“¡Claro que es cierto! ¡Está en Wikipedia!”). Pero las gracias no son tan graciosas, y los sustos no son tan grandes. Claro, sabes que alguien va a quedar frito al momento en que Jennifer se retira con uno de ellos, y la tensión hasta el momento final es ligeramente estresante, pero no es un terror psicológico como tal.

Seyfried aún no ha mostrado lo que debió aprender con Meryl Streep en Mamma Mia, pero aquí es convincente como la dulzona y simplona amiga de la super mami del colegio. Varios de los momentos con Seyfried fueron mis favoritos, en especial sus escenas con su novio Chip, interpretado por Johnny Simmons, que hacen pensar en esa ilusión del primer amor, cuando empiezan a despertar a la sexualidad y dejar atrás la inocencia.

Pero al lado de Fox, Seyfried es Meryl Streep. Todo el mundo lo dice, todo el mundo lo SABE desde Transformers: Revenge of the Fallen: Megan Fox está explotada de buena, pero no puede actuar para salvar su vida. Tenía una sola escena en que tenía que mostrar una emoción distinta a la indiferencia o el coqueteo descarado, y nop, no lo logró. Esta niña me recuerda a Cindy Crawford cuando intentó hacernos creer que actuaba en Fair Game; si no eres más que colirio hija, no vas a durar. Al menos Jessica Biehl estuvo bien tapadita en The Illusionist (aunque claro, después se mostró en ropa interior en I Now Pronounce You Chuck & Larry). Si quiero bucearme a la Fox (y sólo hay asomos de desnudez en algunas tomas) para eso tengo Internet; no necesito ir al cine a verla.

De resto, la película también desperdicia a uno de los mejores actores de carácter que hay. El papel de J.K. Simmons como uno de los profesores de la escuela –con una terrible peluca y un inexplicable gancho como mano izquierda— es el más inútil que se me haya podido ocurrir presenciar en una película. Un breve cameo de Lance Hendrikssen que no entendí nunca como para qué tampoco hace gran cosa. Ni siquiera una escena que puede despertar oscuros fetichismos masculinos despierta gran cosota.

Hace mucho tiempo, alguien me dio el tip que, si querías conquistar a una mujer ridículamente bella, debáis ignorarla. Eso la haría sentir lo bastante insegura que empezaría a prestarte más atención, quizá a cuidarse más, tomar mejores decisiones consigo misma. Gente, si no empezamos a ignorar a la señorita Fox, ella seguirá siendo seleccionada por la rebuena que está, y como los que la rodean sí saben actuar, será la próxima Bo Derek. Películas como Jennifer’s Body están destinadas al alquiler ocasional o al masivo pirateo. ¿Saben cuánto fue la taquilla de estreno de esta “aburrición”? Menos de 7 millones de dólares. De un presupuesto de 16 millones. Hasta ahora apenas los ha recuperado. ¿Nos estamos cansando de Megan Fox, la actriz, y sólo queremos a Megan Fox, la mami? God, I hope so.

Mientras tanto, en Internet...

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