Plasma de Miércoles E53: This is Spinal Tap (1984)

miércoles, enero 20, 2010 |

this_is_spinal_tap_xlg Reggaetoneros y mocosos como ésta, prepararse, porque esta semana es una loa al rock pesado. Oh sí, esa música dura, a veces absurda, a veces satánica, pero casi siempre excelente. A final de los 80 y principios de los 90, esa era la propia época para los rockeros, donde grupos como Metallica, Testament, Anthrax y Exodus aparecieron para complacer a los más ácidos, y Poison, Guns 'n' Roses, Warrant y W.A.S.P. estaban para complacer a los que querían rock de fiesta.
Eso sí, también llegó una decadencia y una serie de clichés tan absurdos con todos los metaleros que la cosa casi se volvió un chiste. La decadencia de esa época se puede ver en un documental llamado The Decline of the Western Civilization: The Metal Years por Penelope Spheeris, o en la serie The History of Metal de VH1.


Rob Reiner (Stand By Me) vio esa decadencia, y decidió que no había mejor manera de ilustrar la payasada en que se había vuelto el metal que hacer un falso documental al respecto. Un “rockumental”, si quieren. Así que se puso una gorra, se cambió el nombre, y contrató a tres amigos suyos para escribir el guión. El resultado es una de las más divertidas e insólitamente auténticas visiones a todo el movimiento de heavy metal de los 80 que se puedan imaginar. Cierto, es exagerado, hasta un punto, pero si viviste esa época, no hay forma que no reconozcas muchos de los elementos absurdos que aquí muestran.


Marty DiBergi (Reiner) es un documentalista que recuerda la época grandiosa de la banda inglesa Spinal Tap, compuesta por el cantante y guitarrista David St. Hubbins (Michael McKean), el guitarrista Nigel Tufnel (Christopher Guest) y el bajista Derek Smalls (Hary Shearer), los únicos miembros estables de la banda. Sabiendo que están planeando hacer una gira de retorno, DiBergi decide que los seguirá y mostará al mundo el trascámara de una grandiosa banda y cómo pelea por recuperar sus viejas glorias.


Aquí lo tienen todo: exceso de fiestas, portadas de discos polémicas, choques de ego y extravagancias en el escenario. Hay tantas escenas divertidas que resulta difícil nombrar una sola. Hay uan en que la banda se pierde tras bastidores camino al escenario; otra en que deben escuchar cómo los llaman “los que fueron” en televisión; otra en que Derek activa el detector de metales por “algo” en sus pantalones; y la más clásica, Nigel mostrándole a Marty sus amplificadores. “Llegan hasta 11”, dice, refiriéndose a volumen. Sin precio.
Gran parte de lo que hace esas escenas memorables es el alto grado de improvisación y las geniales actuaciones de todos los involucrados. Los tres músicos principales viven en sus personajes tanto que yo no sabía que no eran una banda verdadera hasta hace apenas 8 años, cuando empecé a ver su nombre en otras partes. (De hecho, Shearer es, para quienes no lo sepan, la voz del señor Burns en Los Simpsons.) Tienen un estilo de comedia que me encanta: dicen sus líneas con competa seriedad, incluso las improvisaciones. Tú te crees que son estos músicos que viven un poquito perdidos en la onda; y por lo visto el resto del mundo ayuda, pues hasta tocaron en el concierto en homenaje a Freddie Mercury en 1991. Es insólito que puedan mantenerse en personaje aún en ocasiones tan disparatadas como las historias de sus bateristas fallecidos, o cuando discuten entre sí mismos.


También es divertido ver This Is Spinal Tap por la cantidad de gente debutando que hay aquí: Fran Drescher, Billy Crystal, Dana Carvey, Paul Schaeffer (tecladista del show de David Letterman), Angelica Houston y Ed Begley Jr. Obvio, hay homenajes a bandas de todos los tiempos, desde el extraño modo de tocar la guitarra reminiscente a Led Zeppelin a la imitación de los anuncios de Venom, a la polémica por las portadas de los Rolling Stones. Ah… ¿Y ya mencioné que esta fue la primera película de Rob Reiner?


Ver This Is Spinal Tap me hizo recordar mucho de mi adolescencia, con mis franelas negras tratando de ocultar un evidente “nerdismo”. Y cuando oyes a músicos como Dee Snider (Twisted Sister) decir que él ha vivido cosas tan absurdas como las que se ven ahí, sabes que la película va bien encaminada. Rezo al santo patrón de zapatos de calidad que a ustedes les guste.





NOTAS CURIOSAS
  • Todos los actores son músicos talentosos, y todo el soundtrack son ellos tocando.
  • Casi todo el diálogo es improvisado.
  • A Reiner, McKean, Shearer y Guest se les pagó 11.000 dólares para escribir un guión, y lo usaron para hacer un video para demostrar mejor la clase de improvisación que tenían en mente. Muchas de esas escenas están en el producto final.
  • Luego que se estrenó la película, mucha gente se le acercaba a Rob Reiner para felicitarlo por la película, pero que debió haber escogido una banda más conocida para hacer un documental.
  • Si cuentan con cuidado, Spinal tap ha tenido 32 bateristas a lo largo de su historia, todos los cuales han muerto misteriosamente.
  • Tony Hendra (el mánager Ian Faith) cuenta que trató de suicidarse la noche antes del primer día de filmación, y dice que fue la alegría de trabajar en ella lo que lo sacó de su depresión. También cuenta que una vez un taxista lo reconoció, y le dijo: “A mí me encantaba Spinal Tap. Yo los seguía desde antes de esa película, viejo”.

Mientras tanto, en Internet...

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