¿Y eso estaba en el guión?

jueves, junio 16, 2011 |

Una de las cosas que más he oído criticar al cine es que “yo no voy a ver películas porque nada de eso es real”. Más allá del hecho de que, si quieres realidad quédate viendo noticias o documentales, estas escenas incluyen momentos sin ensayo o que sencillamente no se pensaron bien, pero salieron tan bien y funcionaron con tanta eficiencia que los directores decidieron dejarlas.

Virgen a los 40: la depilación


“¿Qué tanto puede doler?” Eso pensó Steve Carell al hacer la más famosa escena de la película que lo hizo una estrella, ofreciéndose a depilarse voluntariamente la alfombra de pelos que tenía en el pecho. Cada maldición, cada insulto es verdadero. No se pierdan la cara de cruel diversión del director Judd Apatow en el detrás de cámara.



Cazadores del Arca Perdida: El disparo en el mercado

Harrison Ford ya estaba cansado de la escena, y cuando sale el enorme tipo con la enorme espada dispuesto a pelear con él, ahí mismo el actor decidió que no. Saca su pistola, el tipo cae, y el momento es magia de comedia.




Bad Boys II: Reggie conoce al papá y al "tío" de su novia

Yo he decidido tomar esta escena como referencia para el primer infortunado pendejo que ose invitar a mi hija a salir. El director Michael Bay le dijo Dennis Greene, el joven actor que interpreta a Reggie, que nunca mirara a Martin Lawrence a los ojos o le hablara –así que Lawrence empezó a ser una mierda con el chamo a propósito. Lo que no se le dijo era que Will Smith también iba a empezar a interrogarlo –mucho menos que iba a sacar una pistola. Greene estaba auténticamente asustado al final de la escena.




Los Sospechosos de Siempre: La alineación
Esta se suponía que iba a ser una escena muy seria –hasta que Benicio del Toro… pues… soltó un gas. Y lo repitió… 12 tomas seguidas. Luego el resto de los actores simplemente no podían parar de reír. Tras un día entero de tomas fallidas después por constantes carcajadas, Bryan Singer consideró tres opciones: matarlos a todos, mandar la película al carajo, o filmarla así, para que pareciera que todo el asunto les parecía una estupidez. Pero no crean que no quiso matarlos.



Alien: El pecho se abre

Ridley Scott sólo le dijo al elenco que algo pasaría. Algo. La reacción de Veronica Cartwright es absolutamente real.




La Naranja Mecánica: Cantando bajo la lluvia

Stanley Kubrick había filmado la escena del ataque a la pareja tres veces, pero no estaba convencido. Le dijo a Malcolm MacDowell que se inventara algo. De la nada, empezó a cantar “Singing in the Rain”. Kubrick se volteó a un asistente y le dijo que saliera a comprar los derechos de la canción. AHORA.


El Señor de los Anillos: Las Dos Torres: El dolor de perder a un amigo (sí Luis)


Esta la incluí para que vean cómo un verdadero actor aprovecha todo en su entorno. Peter Jackson le instruyó a Viggo Mortensen que pateara un casco en frustración al llegar al sitio donde los jinetes de Rohan han matado y quemado a los Urukhai que tenían a los hobbits Merry y a Pippin (Dominic Monaghan y Billy Boyd). Al ver que Mortensen se amargaba cada vez más, Jackson le dijo “Dale una más”. Esta vez, Mortensen patea el casco con todas sus fuerzas, lanza un alarido de dolor y cae de rodillas. Es un momento de increíble dolor… verdadero. Pues Mortensen se había roto dos dedos del pie al patear el casco esa vez.



El Padrino II: Quemando la escena

Robert de Niro se hizo universalmente famoso por otra escena improvisada, pero quiero destacar esta, pues poca gente sabe. El joven Vito Corleone está siguiendo a Fanucci para matarlo, lo consigue llegando a su casa, envuelve la pistola en una sábana, y dispara dos veces. A la segunda, la toalla agarra candela –algo totalmente inesperado. Pero de Niro nunca pierde la compostura ni se sale del personaje, así que simplemente apaga la toalla y le dispara a su víctima otra vez, lo que ensalza la sangre fría de Vito Corleone.


The Dark Knight: Y qué pas— ¡AY COÑO!

Dios guarde a Heath Ledger, pasando a la historia como el único Guasón capaz de superar a Jack Nicholson. En esta escena, cuando vuela el hospital, Ledger no sabe qué pasó que pararon las explosiones, y por eso le da repetidamente al detonador. Cuando se reinician, Ledger se asustó y echó a correr.



Apocalipsis Ahora: Empieza el descenso... el verdadero descenso

Hasta cierto punto, esta escena confirma aquello de “de tal padre, tal hijo”. Martin Sheen estaba borracho a más no poder y tenía un laboratorio químico corriendo por sus venas en la escena inicial de la película, donde su personaje empieza a desmoronarse por los horrores de la guerra en Vietnam. Le dijo al director Francis Ford Coppola y al equipo que simplemente dejaran las cámaras rodar –y procedió a asustarlos en serio. Le dio un golpe al espejo y se partió la mano de verdad; esa es su sangre en la cara. En un punto empezó a llorar y hasta quiso atacar a Coppola. ¿Y ya dije que era su cumpleaños? La gente del equipo estaba realmente asustada y quiso dejar de filmar, pero Coppola les dijo que continuaran. Qué Charlie Sheen ni qué nada...


Fuentes: Buzzfeed y Paste Magazine

Mientras tanto, en Internet...

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