Kung Fu Panda 2: Tu secuela es buena, pero le falta disciplina
sábado, junio 11, 2011 | Etiquetas: 2011, animación, cartelera, cine de acción, comedia, opciones de cine, reseña |
“Nunca segundas partes fueron buenas –a menos que hables de El Imperio Contraataca, Toy Story 2, El Padrino II, Arma Mortal 2, The Bourne Legacy”… y sí, Kung Fu Panda 2. Quizá no esté a la altura de ninguna de esas, cierto –y sigue gustándome más la primera, que fue una enorme y agradable sorpresa (chiste sin intención)— pero sigue siendo una digna secuela que no hizo lamentarme de la cantidad de secuelas que han salido y saldrán este año.
La película abre con un montaje hermosísimo (en serio Dreamworks está alcanzando niveles poéticos con su animación) al estilo del teatro de títeres de papel donde conocemos la historia de Lord Shen (con la voz en inglés de Gary Oldman), quien se dispone a regresar a su ciudad natal para reclamar su trono con un arma que puede destruir el kung-fu (tienen que verlo para entenderlo; es menos místico de lo que suena). Pero la antigua adivina de sus padres (Michelle Yeoh) le ha dicho que un guerrero de blanco y negro lo detendrá. Y ese guerrero… está fajado comiendo.
Y sí, Po (Jack Black) está dándose la gran vida, protegiendo su valle natal junto a los Cinco Furiosos, Grulla (David Cross), Mono (Jackie Chan), Víbora (Lucy Liu), Mantis (Seth Rogen) y Tigresa (Angelina Jolie) y el maestro Shifu (Dustin Hoffman). Sus nuevas habilidades son puestas a prueba cuando los lobos de Shen, dirigidos por el rudo Jefe Lobo (Danny McBride) atacan su aldea. Po y los Cinco logran detenerlos, hasta que Po ve un símbolo que despierta algún recuerdo de su infancia, que finalmente hace preguntarle a su padre, el ganso Ling (James Hong), quién es realmente.
La respuesta a esa pregunta es quizá una de las historias más conmovedoras, casi en par, en palabras de mi querida esposa, con la secuencia inicial de Up en la categoría de arruga-guarapos. Y es una prueba más que Dreamworks ya entendió que no basta con hacer películas divertidas con un par de chistes flatulentos; sus películas tienen que tener corazón. Su mayor logro en ese aspecto sigue siendo Cómo Entrenar A Tu Dragón, pero Kung Fu Panda 2 se le acerca, no sólo en la relación entre Po y Ling, sino entre Po y sus amigos, en particular con Tigresa. cará, hasta Shen logra mostrar algo de corazón por unos segundos.
Hablando de Shen, le doy muchos puntos a esta gente por lograr no sólo crear un villano convincente de un pavo real –de hecho, más que convincente, intimidante—sino, que, al igual que el leopardo Tai Lung de la primera, hacerlo mucho más complejo que un simple chico malo y ya. Shen simplemente cree que creció como un niño incomprendido, que sólo quería complacer a sus padres y ya; al no lograrlo, se rebeló contra todo lo que conocía. Lamenté profundamente, eso sí, que la única copia que llegará aquí será la doblada al español, pues presiento que Oldman está en pleno apogeo en este papel, de lo más Jeremy Irons haciendo de Scar, dijeron los de The Film Talk.
Black, en cambio, es él mismo interpretando a Po, lo que no quiere decir que no sea algo divertido. Sin embargo, algo seguía en mi mente: bien que no o hicieron particularmente echón por ser el nuevo Guerrero Dragón –el hecho que aún actuara como un “fanboy” cuando conoce a los nuevos maestros Cococdrilo y Buey (Jean-Claude van Damme y Dennis “presidente Palmer” Haysbert fue hasta simpático—pero si se supone que tiene años entrenando, ¿por qué sigue cayéndose y dándose golpes? Ah, ¿porque come mucho? Mmm, no es suficiente.
Otra cosa es la maldición Dreamworks, que consigue tremendos actores para sus voces sólo para decir que consiguió tremendos actores para sus voces. En la primera fue descarado, con Jackie Chan teniendo menos de ocho palabras que hablar en toda la película (lo que afectó a nuestro Víctor X, quien hizo la versión en español); al menos aquí tiene un poco más, al igual que el propio Van Damme. Entiendo que los Cinco Furiosos son personajes de apoyo a Po, pero es como mala gente que tres de ellos (Cross, Liu y en menor medida Rogen) no tengan casi nada que hacer en 80% de la película. Si quiera Jolie sí tiene varias escenas claves, como la mejor luchadora del grupo y la más cercana a Po, pero oye…
Ahora, donde sí no me quejo son las escenas de acción. La primera en la aldea es digna de una de Buster Keaton, como lo es la escena en las calles de la ciudad de Shen (aunque el chiste con el disfraz de dragón amenazaba con ponerse repetitivo bien rápido). Pero es el escape de la torre que se ve fastuoso y emocionante; de hecho, a partir de ahí sólo hubo un breve descanso hasta la confrontación final con Shen. Quizá hasta habría funcionando en 3D (la vi en 2D; no quería perderme el brillo de los colores).
Mientras espero por Cars 2 –que debo admitir que el trailer que pasaron frente a KFP2 fue bastante bueno— creo que será difícil darle el premio a mejor animada del verano este año a Pixar, aún a pesar de las fallas que tiene esta secuela. Tiene corazón, humor y buena acción; la lección ha terminado. Te toca, Pixar.