Roman Polanski y su Oso de Plata: ¿solidaridad o reconocimiento?
martes, febrero 23, 2010 | Etiquetas: cine, cine que viene, director, noticas, premios, suspenso |
El fin de semana terminó la 60ª edición del Festival de Cine de Berlín, que los críticos llamaron cuando menos aburrida (“La tendencia de la 60ª Berlinale fue no tener ninguna tendencia, dijo el periódico Allgemeine Zeitung), con una notable excepción ya para cerrar: el Oso de Plata como director fue otorgado a Roman Polanski por su nueva película, The Ghost Writer. Fue tal el alboroto que una película turca llamada Miel recibió el Oso de Oro y nadie se dio por enterado.
En caso de que hayas estado viviendo en una cueva en el Ávila durante los últimos meses, sabrás que Polanski no estuvo presente en la ceremonia porque está en arresto domiciliario en su chalet en Zurich, Suiza, desde que fue arrestado el pasado septiembre cuando iba recibir un premio en el festival de cine de allá. (Su productor, Alain Sarde, mandó a decir que “de todas formas no vendría, porque la última vez que acudió a un festival de cine acabó en la cárcel”.)
La vida de Polanski es digna de una película en sí, pues decir que ha sido dura y extraña es decir poco. Si quieren ver una mirada profunda en esa vida, les aconsejo que vean Roman Polanski: Wanted and Desired, un documental de 2008 hecho por Marina Zenovich. Si no, aquí les doy un resumen.
Su nombre verdadero es Rajmund Roman Thierry Polasnki, y nació en París el 18 de agosto de 1933. En 1939 la familia, todos judíos, se mudó a Polonia, donde al comenzar la guerra fueron llevados todos a un campo de concentración, donde su madre murió. Conoció el éxito en 1968 cuando hizo el film de terror El Bebé de Rosemary y estaba casado con una bellísima actriz llamada Sharon Tate. La desgracia le volvió a llegar en agosto de 1969, cuando, mientras él se encontraba en Londres preparando un rodaje de The Day of The Dolphin, y con Sharon de ocho meses de embarazo, miembros de una secta llamada “La Familia”, liderada por Charles Manson, entraron a la mansión y mataron a todos los que allí estaban. Sharon Tate murió desangrada. Polanski jamás terminó The Day of The Dolphin.
Pasarían dos años antes que Polanski volviera al cine, y tres antes que tuviera un verdadero éxito: Chinatown, con Faye Dunaway y Jack Nicholson. Pero ese es el año en que sucedería un hecho que básicamente le jodió la vida para siempre. El 10 de marzo, Polanski llevó a Samantha Gailey a la casa de Jack Nicholson en Mulholland Drive. Según testificó después, Gailey dijo que Polanski le dio champaña y drogas, la llevó a un jacuzzi y, dependiendo a quién le preguntes (y un jurado le preguntó a Gailey), la violó o procedió a tener rabioso sexo con ella. El mayor detalle es que Gailey sólo tenía 13 años en ese entonces.
Polanski fue arrestado al día siguiente y fue acusado de violación con uso de drogas, perversión, sodomía, acto lascivo y concupiscente a una menor de catorce años y proveyendo una sustancia controlado a una menor de edad. Polanski se declaró no culpable de todos los cargos, pero aceptó, para preservar el anonimato de la niña, declararse culpable a tener relaciones ilegales con una menor, a cambio que cinco de los otros cargos fueran eliminados. Debía recibir una evaluación de 90 días en la prisión estatal de Chino, en California, y fue soltado a los 42 días para esperar su sentencia final. Sus abogados esperaban que recibiría libertad condicional, pero una conversación entre el vice-fiscal de distrito David Wells y el juez que llevaba el caso lo cambió todo.
Como era de imaginarse, el caso fue un circo mediático, y el juez en cuestión –cuyo nombre no logro encontrar— aparentemente tenía muchas aspiraciones públicas y hasta incluso habló con los abogados sobre cómo debía manejarse el caso. De hecho, le dijo a los abogados de Polanski que lo enviaría a la cárcel y lo deportaría. Así que, el 31 de enero de 1978 fue el último día que Roman Polanski pisó los Estados Unidos (hasta ahora). El 1º de febrero arrancó para Londres, y el 2 se instaló en Francia, donde es ciudadano, y su país le negó a Estados Unidos la extradición. Allí vivió y trabajó hasta su arresto el año pasado; hizo 9 películas entre 1979 y 2009, e incluso tuvo un extrañísimo cameo en la tercera entrega de Rush Hour. Hasta ganó el Oscar a Mejor Director en 2002 con El Pianista, una película basada en muchas de las experiencias propias de Polanski en la Segunda Guerra Mundial.
De una forma u otra, dependiendo de la posición que tengas, Polanski ha sido tratado mal por un juez corrupto y malas decisiones basadas en drogas, o ha usado su fama para tratar de lograr simpatías por su caso. Lo que aquí no puedo negar es que el hombre tiene un increíble talento, como la reacción inicial de The Ghost Writer ha dado a entender. Es la historia de un autor de biografías de celebridades (Ewan MacGregor) llamado “El fantasma” que es asignado a escribir las memorias de un antiguo Primer Ministro (Pierce Brosnan) en su isla personal –y allí descubre terribles secretos que podrían haberle costado la vida a su predecesor.
Mientras tanto, de verdad quisiera escuchar sus opiniones del caso. ¿La mía? Es difícil que Polanski tenga un juicio justo, por la naturaleza del crimen al que se le acusa, pero creo que si de verdad quiere demostrar su inocencia o quiere que todo termine de una vez, debe tratar de conseguir ese juicio justo de una forma u otra. Gailey, quien desde entonces se casó, tiene tres hijos y ahora es Samantha Geimer, ha perdonado públicamente a Polanski, alegando que sólo quiere vivir en paz. ¿Qué creen ustedes?
Aquí les dejo el trailer de The Ghost Writer, que se estrenó el viernes pasado de manera limitada en Estados Unidos.