Iron Man: Es como un Ferrari con alma
sábado, mayo 03, 2008 | Etiquetas: cine, crítica, Marvel, opciones de cine, reseña |
Desde que Tim Burton hiciera la primera Batman, los estudios de cine han chupado la teta de los super-héores y no pretenden soltarla hasta que esté buena y seca. Han habido en este ciclo fracasos estrepitosos (Ghost Rider, Hulk, Batman & Robin), intentos decentes que pudieron hacer un mejor trabajo (Daredevil, Blade) y grandes éxitos (Superman, Spiderman, Batman Begins, X-Men). Este año tenemos el privilegio de ver seis películas de super-héroes. Y si Iron Man es indicación de lo que viene, pues gente, este será un verano muy sabroso.
Iron Man es la primera película que los estudios Marvel --los mismos de Marvel Comics, de donde salen, además de Iron Man, el Hombre Araña, Los Cuatro Fantásticos y los X-men-- distribuye por sí sola, sin ninguno de los estudios grandes respaldándola. Tremendo riesgo, pero era evidente que sabían lo que querían. Olvídense de las críticas que Iron Man nunca tuvo la fama de los X-Men o el Hombre Araña. Una película con este elenco, este director y esta historia no podía salir mal.
Robert Downey, Jr., se mete en la piel de Tony Stark, un multimillonario genio en física y mecánica/playboy alcohólico y empedernido, quien, en un viaje de negocios a Afgansitán, es secuestrado por un grupo terrorista que le exige construir un misil para su causa. Durante el ataque, está demasiado cerca de una explosión que lleva metralla hacia su corazón, y se le tiene que poner una batería magnética que lo mantenga con vida. En vez de construir el misil, Stark usa su tiempo para construir una armadura impulsada por la batería de su corazón que le permite escapar.
La última película de super-héroes que no parecía tal fue Batman Inicia, y fue gracias a una sólida dirección, un respeto a la historia original y un elenco perfectamente escogido. Iron Man reúne todas esas cualidades con un ingrediente adicional: mientras Batman es un alma torturada por la pérdida de sus padres, Iron Man es un ser superficial que repentinamente descubre su mundo volteado boca abajo, y descubre un alma. Lo que hace que la película (sin quitarle nada a la brillante obra de Christopher Nolan) sea mucho más ligera de digerir, y muestra a los actores gozando un puyero.
Por eso es que insisto, como tantos otros críticos (que todos saben un poquito más que yo), que nadie pudo haber hecho de Stark que no fuera Robert Downey Jr. Los paralelismos con Tony Stark --un alcóholico de vida desenfrenada que uno no puede evitar querer-- no han escapado a la prensa, y el actor se lo toma a chanza igualito. Es como ver al amigo de la universidad que no podía soltar una cerveza comprar un Ferrari que vuela. La actuación puede ser un poco molesta al principio, pero ese es justamente el objetivo. Luego de su erscate, Downey entra en perfecto ritmo, mezclando humor con un profundo sentimiento de responsabilidad y humanidad. Y es divertidísimo verlo trabajar en su traje con los robots, para al final revelarlo en un estilo que sólo puedo describir como "whoa!"
El resto del elenco, aunque cae en clichés más de una vez, está igualmente bien escogido. Jeff Bridges es el mejor de ellos como Obadiah Stane, el socio Tony en Stark Entreprises, quien tiene una agenda secreta. Bridges siempre será uno de mis actores favoritos (por favor busquen The Big Lebowski de los hermanos Coen) , y el papel de villano le queda como un guante, pues siempre tiene como ese brillo en los ojos que lo hace ver como un buen tipo aunque te esté clavando un cuchillo. También se luce Terrence Howard, un actor que se ha ido creciendo con cada papel que le dan, en especial desde su nominación al Oscar en Hustle & Flow. Aquí hace de Jim Rhodes, el enlace militar y mejor amigo de Tony Stark, y que en un futuro se convertirá también en su compañero War Machine (si se fijan bien, hay una idea de que precisamente eso pasará en la secuela). Cierra el elenco Gwyneth Paltrow, quien hace de "Pepper" Potts, la asistente personal de Tony y sí, su amor secreto. Paltrow le trae mucha sensibilidad al personaje, pero es mucho más que una damisela en peligro. Un momento... ¡todos los del elenco son nominados al Oscar!
Esta era la película que Jon Favreau necesitaba para entrar en las grandes ligas de la dirección. Las escenas de acción no se pasan del tope, incluyendo la climática batalla entre Iron Man y el alter ego de Obadiah Stane, Iron Monger, y uno ni se enteraría que son efectos especiales. Quizá recuerden a Favreau como el alocado amigo de Vince Vaughn en Viviendo Con Mi Ex o lo recuerden como director en Elf de will Ferrell. Con Iron Man encontró su nicho: una película que refleje su personalidad (al menos la que yo le veo), una fiesta sin excesos. Hasta que vea The Dark Knight, esta puede que sea la mejor película de super-héroes que haya visto.
P.D.: Tienen que quedarse después de los créditos para que vean otra idea más de lo que habría para la secuela. Si no soportan la curiosidad, les encantan los spoilers o ya la vieron y no quieren ir otra vez, vean por aquí.
Iron Man es la primera película que los estudios Marvel --los mismos de Marvel Comics, de donde salen, además de Iron Man, el Hombre Araña, Los Cuatro Fantásticos y los X-men-- distribuye por sí sola, sin ninguno de los estudios grandes respaldándola. Tremendo riesgo, pero era evidente que sabían lo que querían. Olvídense de las críticas que Iron Man nunca tuvo la fama de los X-Men o el Hombre Araña. Una película con este elenco, este director y esta historia no podía salir mal.
Robert Downey, Jr., se mete en la piel de Tony Stark, un multimillonario genio en física y mecánica/playboy alcohólico y empedernido, quien, en un viaje de negocios a Afgansitán, es secuestrado por un grupo terrorista que le exige construir un misil para su causa. Durante el ataque, está demasiado cerca de una explosión que lleva metralla hacia su corazón, y se le tiene que poner una batería magnética que lo mantenga con vida. En vez de construir el misil, Stark usa su tiempo para construir una armadura impulsada por la batería de su corazón que le permite escapar.
La última película de super-héroes que no parecía tal fue Batman Inicia, y fue gracias a una sólida dirección, un respeto a la historia original y un elenco perfectamente escogido. Iron Man reúne todas esas cualidades con un ingrediente adicional: mientras Batman es un alma torturada por la pérdida de sus padres, Iron Man es un ser superficial que repentinamente descubre su mundo volteado boca abajo, y descubre un alma. Lo que hace que la película (sin quitarle nada a la brillante obra de Christopher Nolan) sea mucho más ligera de digerir, y muestra a los actores gozando un puyero.
Por eso es que insisto, como tantos otros críticos (que todos saben un poquito más que yo), que nadie pudo haber hecho de Stark que no fuera Robert Downey Jr. Los paralelismos con Tony Stark --un alcóholico de vida desenfrenada que uno no puede evitar querer-- no han escapado a la prensa, y el actor se lo toma a chanza igualito. Es como ver al amigo de la universidad que no podía soltar una cerveza comprar un Ferrari que vuela. La actuación puede ser un poco molesta al principio, pero ese es justamente el objetivo. Luego de su erscate, Downey entra en perfecto ritmo, mezclando humor con un profundo sentimiento de responsabilidad y humanidad. Y es divertidísimo verlo trabajar en su traje con los robots, para al final revelarlo en un estilo que sólo puedo describir como "whoa!"
El resto del elenco, aunque cae en clichés más de una vez, está igualmente bien escogido. Jeff Bridges es el mejor de ellos como Obadiah Stane, el socio Tony en Stark Entreprises, quien tiene una agenda secreta. Bridges siempre será uno de mis actores favoritos (por favor busquen The Big Lebowski de los hermanos Coen) , y el papel de villano le queda como un guante, pues siempre tiene como ese brillo en los ojos que lo hace ver como un buen tipo aunque te esté clavando un cuchillo. También se luce Terrence Howard, un actor que se ha ido creciendo con cada papel que le dan, en especial desde su nominación al Oscar en Hustle & Flow. Aquí hace de Jim Rhodes, el enlace militar y mejor amigo de Tony Stark, y que en un futuro se convertirá también en su compañero War Machine (si se fijan bien, hay una idea de que precisamente eso pasará en la secuela). Cierra el elenco Gwyneth Paltrow, quien hace de "Pepper" Potts, la asistente personal de Tony y sí, su amor secreto. Paltrow le trae mucha sensibilidad al personaje, pero es mucho más que una damisela en peligro. Un momento... ¡todos los del elenco son nominados al Oscar!
Esta era la película que Jon Favreau necesitaba para entrar en las grandes ligas de la dirección. Las escenas de acción no se pasan del tope, incluyendo la climática batalla entre Iron Man y el alter ego de Obadiah Stane, Iron Monger, y uno ni se enteraría que son efectos especiales. Quizá recuerden a Favreau como el alocado amigo de Vince Vaughn en Viviendo Con Mi Ex o lo recuerden como director en Elf de will Ferrell. Con Iron Man encontró su nicho: una película que refleje su personalidad (al menos la que yo le veo), una fiesta sin excesos. Hasta que vea The Dark Knight, esta puede que sea la mejor película de super-héroes que haya visto.
P.D.: Tienen que quedarse después de los créditos para que vean otra idea más de lo que habría para la secuela. Si no soportan la curiosidad, les encantan los spoilers o ya la vieron y no quieren ir otra vez, vean por aquí.
Iron Man: Es como un Ferrari con alma
2008-05-03T21:51:00-04:30
Juan Carlo Rodriguez
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