Plasma de Miércoles E47: Office Space (1999)

miércoles, diciembre 23, 2009 |

office_space_xlg Muchos jóvenes de los ‘90 conocerán el nombre de Mike Judge por convertir a nuestra generación en un grupo de idiotas riéndose como tales y viendo videos. Síp, gracias a Judge, Beavis y Butthead se hicieron lugar en la cultura MTV de la época, sirviendo de involuntarios críticos sociales y una de las vainas más cómicas de la televisión. (Vean algunos videos aquí, o vean algunos subtitulados aquí. Por amor a Cristo, no los vean en español.) Fue tal su éxito que Judge logró hacer una película animada con los dos anormales llamada Beavis and Butthead Do America en 1996, lo que lo envalentonó lo suficiente para hacer una película con actores en vivo en 1999 llamada Office Space.

La inspiración para lo que luego sería uno de los mayores clásicos de culto vino, curiosamente, igual que para la serie Beavis and Butthead: de un corto animado que el propio Judge había hecho para el segmento de animación de MTV llamado Liquid Television. (Sí, niños: en una época, MTV servía para algo.) En el caso de B y B, fue un corto llamado Frog Baseball; para Office Space, fue un cortometraje sobre un desventurado empleado de cubículos llamado Milton Waddams (ojo: el audio en el video que les enlacé da lástima). Se podría considerar un homenaje a Dilbert, en su aguda crítica a las políticas de oficina que le chupan la vida a miles de empleados día a día, no sólo en Estados Unidos, sino en el mundo.

El gran talento de Judge (quien escribió el guión, dirigió y tiene una pequeña aparición en la película) es en crear personajes completamente absurdos pero a la vez tan reales que uno no puede evitar identificarse con ellos. Ese es el caso de Peter Gibbons (Ron Livingston), un ingeniero empleado en una compañía de software llamada Initech. Tiene un jefe inmamablemente monótono (Gary Cole), una cola insoportable para llegar al trabajo, una novia (Alexandra Wentworth) que es casi seguro le está montando cacho y un trabajo absurdamente rutinario. Su único momento de consuelo son sus dos amigos y compañeros de trabajo Samir (Ajay Naidu) y el desafortunadamente llamado Michael Bolton (David Herman), además de ver a Joanna (Jennifer Aniston), una mesonera en Chotchkie’s, el restaurant donde suelen almorzar, junto con su vecino Lawrence (Diedrich Bader), un obrero buena gente y “viva-la-pepa”. Su vida, en sus propias palabras, es una mierda.

Un día, con el añadido que su jefe le pidió que trabajara el fin de semana, y cerca del inicio de la semana de despidos de la empresa, Peter acompaña a su novia a un terapista de hipnosis para ver si logra relajarse de una vez de todo el desastre en el que se ha vuelto su vida. Lo que sucede no se los voy a decir, pero digamos que luego Peter decide tomar control de su vida y hace un plan con Michael y Samir para vengarse de sus jefes de una buena vez.

Al igual que Scott Adams (creador de Dilbert), Judge muestra a la cultura corporativa de maneras tan reales que cualquiera que haya medio visto al monstruo a los ojos se da cuenta que será todo lo absurdo que quieras, pero es muy, muy real. El total cambio de actitud de Ron sería un causal de despido inmediato en cualquier parte del mundo, excepto en una compañía como esta (de la que hay miles) donde los ejecutivos que están decidiendo los despidos (interpretados por John C. McGinley —de Scrubs— y Paul Willson) sugieren a su jefe que más bien lo promuevan para “retar su intelecto”. Incluso en los restaurantes, donde Joanna debe lidiar con las demandas de su jefe (el propio Judge) de usar “más adornos”. Usar más botones, adornos, chapas y afines, quiere decir. ¡¿Estas son las vainas con las que hay que lidiar en una oficina?! Sí, coño, yo también me las he calado, a lo largo de mi vida… Ni siquiera los periodistas nos salvamos.

Cuando Judge realmente le mete la máquina al absurdo, sigue siendo divertidísimo, y es cuando vemos a Milton cobrar vida en el cuerpo de Stephen Root. Desde los gigantescos lentes hasta la forma de mascullar en vez de hablar, Root se apodera de un personaje que puede haber sido desesperantemente unidimensional pero hace que uno, mientras se ríe a carcajadas de él, no pueda dejar de tenerle lástima. Milton se convierte en el empleado que todos ignoran y soporta abuso tras abuso, desde tener que mudarse constantemente para hacer espacio para almacenar cajas hasta que, así sin más, lleguen y le quiten su engrapadora roja Swingline.

Si tú tienes un trabajo normal de 9 a 5, si lo has tenido, si tienes gente cercana que tiene un trabajo así, necesitas ver Office Space. Eso sí, no busques la venganza como hizo cierto idiota en 2007 usando esta película como inspiración, por lo visto. Está bien que Judge sepa cómo reflejar la realidad, pero tampoco es que la realidad va a reflejar la ficción así no más.





NOTAS CURIOSAS
  • Con un presupuesto de 10 millones de dóalres, sólo hizo 10,8 millones en taquilla, pero a la fecha ha vendido más de ocho millones de copias en DVD. Judge dice que más gente le habla sobre esta película que sobre cualquier otro proyecto en el que ha trabajado. Al ver el status de culto que ha recibido, le ofrecieron hacer una secuela, pero alegando el estrés por el que pasó ahciendo la primera, Judge decidió no hacerla.
  • Joanna es el segundo nombre de Jennifer Aniston.
  • Chotchkie’s, el restaurant donde trabaja Joanna, recibe su nombre de una palabra en Yiddish que significa baratija. El sitio es en realidad un restaurant llamado The Alligator Grille en Austin, Texas.
  • En la sala de reuniones, en la pizarra detrás de Peter, hay un complicado diagrama de flujo titulado “Planificando planificar”.
  • La adorada engrapadora de Milton fue creada por el departamento de utilería, y escogieron el color rojo para que se destacara. Después del estreno, Swingline empezó a recibir solicitudes para engrapadoras rojas, un color que habían dejado de vender varios años antes. Fueron tantas las solicitudes que volvieron a ofrecerlas. Pueden comprarlas en Think Geek. Junto con un kit dedicado a la película, que incluye una mini engrapadora roja (por supuesto), un mug de Initech, un cartel inspirador (“¿Es esto bueno para la compañía?”) y otros artefactos alegóricos al film.

Mientras tanto, en Internet...

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