Burn After Reading: Cuando los idiotas al fin pagan por ser idiotas

lunes, enero 12, 2009 |

Joel y Ethan Coen son un gusto adquirido, definitivamente. Habrán ganado el Oscar como mejores directores el año pasado (que son), cada uno de sus guiones ha sido nominado o aclamado (merecidamente) y sus películas tienen un toque único (como ninguno). Pero al ser tan independientes, tan "yo hago el cine como quiero" (así, en singular; por algo los llaman "el director de dos cabezas"), una película de los Coen, o te gusta, o no te gusta. Puede que ames/odies alguna un poco más que otra, pero ninguna te "medio gustará" o "no te gustará mucho". 

Burn After Reading (que curiosamente tiene su mismo nombre en español, Quémese Después de Leerse) es clásico Coen. Que dependiendo del espectro en el que estés, quier decir que si la ves, te parecerá brillante o te parecerá una cagada. A mí me pareció genial --con defectos. :) (¿Confuso? Qué puedo decir, es una de los Coen.) Ojo, si entran esperando No Country For Old Men, su éxito del año antepasado, olvídenlo --esto es lo que los Coen hacen mejor.

La cinta narra (como empiezan muchas reseñas) con una reunión a la que ha sido convocado Osburne "Ozzie" Cox (John Malkovich), un analista de la CIA, para decirle que ha sido rebajado de rango. Obstinado como está de su trabajo, decide renunciar, que no cae bien con su esposa Katie (Tilda Swinton), quien ya está hartándose de la personalidad de Ozzie; por algo está teniendo un affaire con Harry (George Clooney). Mientras busca qué hacer con su vida, Ozzie decide escribir sus memorias sobre estar en la CIA, que por extrañas circunstancias termina en un gimnasio, donde trabajan Chad (Brad Pitt) y Linda (Frances McDormand), que deciden tratar de conseguir dinero por regresar lo que parecen ser documentos delicados. 

De ahí, es el desastre por conseguir el CD. Katie lo necesita para poder divorciarse de Ozzie; Ozzie lo necesita porque en efecto podría ser delicado; y Linda lo necesita para hacerse cuatro operaciones estéticas distintas. Esto recuerda un poco a otra de los Coen, The Big Lebowski, pues es en esencia una comedia policíaca. Pero a diferencia de esa, Burn After Reading, sólida historia que es, no será recordada ni inspirará convenciones. 

Que no les quede ninguna duda, las actuaciones son brillantes, todas ellas. Para empezar, este es sin duda el más divertido personaje de Brad Pitt, algo que supera el dementemente brillante papel en 12 Monos; su ritmo cómico es perfecto, y nunca verás a un tipo tan perfectamente cabeza hueca. Frances McDormand es su personaje de Fargo --la más alabada de los Coen, por cierto-- llevado al extremo y con la superficialidad añadida. Esta es una mujer que está clara en que el mundo en que vive sólo la aceptará si se ve de una cierta manera, punto. Su limitado cerebro no le da para más. Tilda Swinton es perfecta como la fría y calculadora perra que ya parece hacer tan bien; digo, esta es la mujer que hace de la Bruja de Hielo en El León, La Bruja y El Ropero. Ganó el Oscar por Michael Clayton porque mostró inseguridades. Hablando de, esta es su reunión con Clooney, que para mí fue tan bueno como Pitt en esta película: un mujeriego empedernido que parece ser mucho más seguro de lo que es. Y por Dios, John Malkovich -- tenía desde Being John Malkovich que no veía a este actor hacer un papel tan bueno. Es un neurótico, ladillado con la vida, desesperado y buscando justicia en la vida.

Una de mis cosas favoritas de esta película (aparte del hecho que mencionan a Venezuela) es que apela a una fantasía que no me digan que no tienen: que uno no tiene que tenerle paciencia a los idiotas de este mundo. Pana, si eres un pendejo que se cree más de lo que es, que por si fuera poco quieres ser más vivo que todos, coño, en algún momento va a llegar uno mucho más arrecho que tú y va a joderte. Así, crudamente. Todos los que hicvieron algo malo en esta película pagan el precio por hacerlo, y a pesar del ocasional horror, el shock de ver a alguien recibir algo duro, uno no puede parar de reír de verlo. Me recuerda los últimos instantes de Four Rooms, el segmento dirigodo por Quentin Tarantino. (Vean esa vaina, y no pregunten.)

Ahora, si tiene buenas actuaciones, un buen guión y una historia lo suficientemente divertida, ¿por qué no es un clásico? ¿Por qué será olvidada? Es difícil decirlo. Hay momentos impactantes (que no pienso arruinarles), y es fácil de reírse de los personajes, pero creo que le falta una actuación impactante o escenas de verdad divertidas. ¿Y qué pasó que ya no aparecen John Turturro, John Goodman, Steve Buscemi o Stephen Root en las películas de los Coen? ¿Será eso loq ue faltan en una comedia de los hermanos? No hicieron tanta falta en No Country, pero eso de comedia no tiene nada.

Pero dicho eso, estas fueron las opciones en el cine a donde fui a ver: Madagascar 2 (ya la vi), El Día Que La Tierra Se Detuvo (ya la vi, Dios), Desperaux, Crepúsculo y Los Abandonados. Comparo Burn After Reading con cualquiera de esas, y creo que es una muy buena película a pesar de sus fallas. ¿Y cuáles son? Coño, por la vida de mi madre, no lo sé. Vean la película, sabiendo que a mí me gusta. Se los digo así, si les gustó Fargo, O Brother Where Art Thou? o The Big lebowski, PUEDE que les guste. Si les gustó No Country For Old Men, no les gustará. Si vieron algunas de las primeras de los Coen, como Barton Fink, pues ni de vaina les gustará. Pero yo les digo, hay maneras mucho peores en las cuales invertir 90 minutos. Y esta es una muy buena manera.

Mientras tanto, en Internet...

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