Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian: Mil años mayor significa más maduro

martes, junio 24, 2008 |

El León, La Bruja y El Ropero fue un importante recuerdo de mi infancia gracias a la película animada de 1979. Ni sabía que se trataba de un libro --mucho menos una serie de libros-- hasta que en 2005 salió la primera Crónicas de Narnia. Esa fue una película espectacular, fiel al libro de C.S. Lewis en todo momento, un éxito de taquilla y con la magia de la misma compañía que hizo los efectos en la trilogía de El Señor de los Anillos. De modo que, con siete libros más, era lógico que siguieran saliendo. Así llega El Príncipe Caspian.

Esta es una película más grande, más oscura, un poco más adulta, con más acción y más personajes. Dicho de otro modo, esta no es mejor que El León, La Bruja y El Ropero (la de 2005).

Ha pasado un año desde que Lucy (Georgie Henley), Edmund (Skaynard Keynes), Susan (Anna Popplewell) y Peter Pevensie (William Moseley) atravesaron el ropero de vuelta a su mundo desde Narnia, pero ahora han sido mágicamente transportados de vuelta -- mil quinientos años en el futuro. Hay una nueva raza llamada los Telmarinos, dirigidas por el rey Miraz (Sergio Castellitto), quien, ahora que tiene un hijo varón, busca usurpar el trono de su legítimo heredero, el príncipe Caspian (Ben Barnes). Los telmarinos han de todo menos extinguido a los habitantes originales de Narnia, de modo que los cuatro niños Pevensie deben ayudar al príncipe Caspian a devolver al mágico mundo a sus habitantes originales para que todos vivan en paz.

Historia bastante básica, ¿no? Y sin embargo, hay las interaccioens entre los personajes, con un especial énfasis en las hormonas adolescentes, que se manifiesta en especial con Peter y Caspian buscando cada uno superar al otro, o en el enamoramiento de Susan por el príncipe. Pero después de una hora, ya yo quería era lanzarles una piedra a todos.

Caspian
trata demasiado de ser una super-producción con muchos detalles, pero ni es lo bastante oscura ni es lo bastante "light". De modo que, en vez de concentrarme en personajes (debo reconocer que Skandar comienza a dar muestras de actuación en su rol de Edmund), quise concentrarme en los que son efectos o le dan colorido a la historia. Peter Dinklage es una salvación como el enano Trumpkin, y Eddie Izzard es hilarante como el valeroso ratón Reepicheep. El veterano actor italiano Castellitto se toma su primer papel como villano con gusto y sabor. Y las escenas de batalla son emocionantes, casi angustiantes.

Peter Travers, de Rolling Stone, dijo que cuando terminó de ver Caspian se sentía como cubierto de una sábanda de "blando". Yo lo que sentí es que Andrew Adamson no supo recapturar la magia familiar de la primera, queriendo hacer un film más maduro. Lo cierto es que para cuando aparece el magnífico Aslan el León (con su voz de Liam Neeson), ya no era la misma emoción (aunque no falta su alegoría a Jesucristo). Pero esto no hace de Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian una mala película. Pero sí pudo haber sido mucho mejor. Sólo espero que su pobre actuación en taquilla americana no haga que se detenga la producción para la próxima, La Travesía del Viajero del Alba. Pautada para 2010, ésta será dirigida por el muy capaz Michae Apted, de Gorilas en la Niebla, Gorky Park, la hermosa Nell (con Jodie Foster) y la décimo novena película de James Bond, El Mundo No Basta. Ciertamente un cambio de rumbo del más orientado a lo familiar Adamson. Amanecerá y veremos.

Mientras tanto, en Internet...

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