El Cine Tuyo, Mío y Vuestro

Este post es lo más importante que me ha pasado en la vida en los últimos años o en las últimas semanas. Mi Maestro del Mal (aunque yo soy de los buenos), David Lynch estuvo a punto de dirigir mi película más adorada de Star Wars: El Imperio Contraataca!!!!

Mi mente todavía está tratando de procesar ese relámpago iformático. El director de Duna estuvo a punto de dirigir la Joya de la Corona del Imperio Lucas. En su momento pude haber gritado como Luke: NoOoOoOooooo! Lynch dirigiendo Star Wars para mi es como comer arepa rellena con espaguetis, arroz y mermelada. No pega. No computa. El cerebro se me queda guindado. Control + Alt + Supr.

Siempre he tenido bien separadas esas zonas mentales que almacenan las películas hollywoodenses, comerciales, adorables y las maravillosas películas de autor y de vanguardia. Imaginame a Lynch dirigiendo El Imperio Contraataca rompe algo y se empiezan a filtrar imágenes de Godard luchando con sables de luz contra Spielberg o de Han Solo en blanco y negro, cámara en mano, corriendo mientras agoniza por una calle de París con un tiro de lasser en la espalda. Tengo que dejarlo hasta aquí y comentar después de practicar mi meditación estilo Lynch o al estilo de la Fuerza.

Quise decir El retorno del Jedi pero el impacto ha sido tremendo. Me siento más aliviado de saber que El Imperio Contraataca no estuvo en peligro en ningún momento.

Mira Juan Carlo, deja de sembrar el terror mediático con esas noticias alarmantes.Me siento mejor ahora que sé que a Lynch ni le interesó por un segundo dirigirla y que hasta le dió migraña:

Para los que como yo no parlan english conseguí la traducción. Ahí la dejo:

"George Lucas me pidió que fuese y hablase con él sobre dirigir lo que sería la tercera Star Wars. Y yo tenía entre poco y ningún interés. Pero siempre he admirado a George, ya sabes, George es un tipo que hace lo que adora; y yo hago lo que adoro. La diferencia es que lo que George adora genera cientos de miles de millones de dólares.

Así que pensé que debía hacer la visita con él. Y fue increíble. Tuve que ir a aquel edificio en Los Angeles primero, y me tuvieron que dar una tarjeta especial, y llaves especiales, y una nota para entrar, y un mapa… y entonces fuí al aeropuerto, volé, y tenían allí un coche de alquiler listo para mí, y llaves, y todo… estaba todo preparado, y conducí a aquel sitio.

Entré en una oficina, y ahí estaba George. Me habló un poco y me dijo ‘Quiero enseñarte algo’. En ese momento me empezó a doler la cabeza un poco.

Pues me llevó arriba, y me enseñó estas cosas que se llaman wookies. Y entonces el dolor de cabeza se hizo más fuerte. Me enseñó muchos animales y cosas diferentes. Entonces me dio una vuelta en su Ferrari, para ir a almorzar. George es algo bajito, así que estaba echado sobre su espalda, casi acostado en el coche, mientras volábamos a través de ese pequeño pueblo del Norte de California.

Fuimos a un restaurante, y no es que no me gusten las ensaladas, es que todo lo que tenían eran ensaladas. Entonces ya tenía realmente un dolor de cabeza como una migraña. No podía esperar a llegar de vuelta a casa. E incluso antes de llegar a casa, me metí en una cabina, telefoneé a mi agente, y le dije: ‘De ninguna manera, de ninguna, puedo hacer ésto’. Él me dijo ‘David, David, David, cálmate. No tienes que hacerlo.’ Así que hablé con George al día siguiente y le dije por teléfono que él debía dirigirlo, que era su película, que él inventó todo sobre ella. Pero a él realmente no le gusta dirigir, así que lo hizo otro. Llamé a mi abogado, y le dije que no iba a hacerlo, y él me dijo que había perdido no recuerdo cuántos millones de dólares. Pero está bien.”