Día Nacional del Cine
miércoles, enero 28, 2009 | Etiquetas: cine, cine venezolano, opciones de cine |
Si les preguntara cuánto tiempo tiene el cine en Venezuela, ¿sabrían a ciencia cierta cuánto es? Les cuento, es bastante más de lo que piensan. Las primeras fueron proyectadas nada menos que en 1897, según reportaje de El Nacional. Y fueron Especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa y Muchachas bañándose en la Laguna de Maracaibo, de Manuel Trujillo Durán, en el teatro Baralt de Maracaibo (maracuchos siempre, mano), dos cortometrajes de lo que no queda ni el recuerdo. Tendrían que pasar otros 30 años antes de que se volviera a intentar, y fue con un documental, El Tripanosoma Venezolano, y una de ficción, una adaptación de la novela La Trepadora, de Rómulo Gallegos, ambos hechos por Edgar J. Anzola, Jacobo Carriles y Juan Iturbe. (Si quieren leer más de la historia del cine nacional, debemos agradecer el poder de Wikipedia).
Nuestra industria cinematográfica siempre ha sido el propio profeta en su tierra, donde pocos le hacen caso. Muchas veces ha sido la poca calidad de las películas exhibidas (una reciente sobre un fallido atentado contra el Gobierno, que no recuerdo el nombre ahora, duró lo que dura una gota como individuo, y no olvidemos Una Abuela Virgen, de 2007) o simple ignorancia. Pero desde aquí les pido, gente, siempre denle una oportunidad a las películas venezolanas. No es justo que bodrios como 10.000 AC o Crepúsculo se gane más público que alguna de estas cinco joyas del cine nacional que han sido lo mejor que yo he visto (que recuerde). No están en ningún orden en particular, pues son tan distintas entre sí que no es justo evaluarlas en conjunto. Véanlas o recuérdenlas y ya.
(Prueba de lo que digo es que pude encontrar muy pocos afiches, mucho menos un trailer, para enseñarles a ustedes. Dejo los enlaces a IMDB, en compensación.)
Oriana (1985). Doris Welles, Maya Oloe, Daniela Silveiro. Dir: Fina Torres. Visualmente hermosa como pocas en esta lista, si por premios se habla esta es la joya de la corona del cine nacional. La historia de una mujer que regresa a la hacienda donde pasó su juventud, luego que su tía se la heredara, es una historia de amor para las eras. Quiero volverla a ver para apreciarla como adulto. Ganó ocho premios en festivales internacionales, incluyendo la Cámara de Oro en el Festival de Cannes. Después de eso, Torres ha logrado dirigir algunas películas en Hollywood, como Mujeres Arriba (2000), con Penélope Cruz.
Yak Ko (1985). Flor Núñez, Emilio Fuentes. Dir: Franco Rubartelli. Italiano criado venezolano, Rubartelli era un amo de las visuales. Simplicio (1978) tenía unas imágenes de su amada Margarita que creo que se veían mejores que la verdadera isla, y más para una película de esa época. Yak Ko fue su última película comercial antes de que se dedicara a cine documental y dirección de comerciales (mucho más luicrativo), y hay una interesante historia tras ella. Originalmente estaba pautada para estrenarse en 1980, pero gran parte de la cinta se quemó en un incendio, obligando a Rubartelli a volver a filmar en plena selva. Algo que para Flor Núñez no fue ni fácil ni agradable, dicen --menos en el momento que se tuvo que comer una araña. Es una historia sumamente conmovedora, de cómo la vida de un niño yamomami cambia cuando se cruza finalmente con el hombre blanco (en este caso, una ladrona disfrazada de monja) y trata de llegar a una misión en medio de la selva. Yak Kó es yanomami para "adiós", por cierto.
Borrón y Cuenta Nueva (2000). Mimí Lazo, Carlos Mata, Gustavo Rodríguez, Luis Fernández, Flavio Caballero, Marcelo Cezán, Carolina Perpetuo. Dir.: Henrique Lazo. Lo malo con muchas comedias venezolanas es que lo más atractivo es la mujer con poca ropa que sale en algún momento, o bien se van hacia lo chabacano (nuevamente, les recuerdo Agua que No Has de Beber, que tenía ambas características). Lazo, que estuvo, si no me equivoco, casi diez años tratando de hacer esta película (hasta ahora la única que ha hecho), demostró que se puede hacer una película cómica en Venezuela a punta de buen guión y actuaciones buenas. Una mujer cuarentona (Lazo; sí, son hermanos) se obstina de los cachos del marido (Caballero) y decide empezar a vivir su vida sin él. El hecho que haya conocido a una estrella de cine (Mata) y hay "algo" allí ayuda. Lo brillante de esta película es que, a la vez que tiene momentos innegablemente divertidos, aprovecha también para presentar una fuerte crítica social en un país que está bajo constante toque queda (nunca se dice abiertamente que es Venezuela, pero...).
El Escándalo (1987). Flavio Caballero, Corina Azopardo, Juan Manuel Montesinos. Dir.: Carlos Oteyza. Lo otro que abunda en el cine venezolano es el cine de denuncia, de lo que Macu: La Mujer del Policía (1987), de Solveig Hoogesltein, es un excelente ejemplo. Esta es quizá la más clara denuncia en contra de la corrupción en la industria petrolera del país que se puedan imaginar, donde un ingeniero (Caballero) se deja seducir por los altos reales, a pesar de lo que pueda opinar su esposa (Azopardo). Yo vi esta película de muy mal humor, recuerdo, pero sólo tenía 26 años y carecía de la cultura cinematográfica que tengo ahora. Lo que recuerdo, sin embargo, es que a pesar de mi mal humor me atrapó su historia.
Cyrano Fernández (2007). Edgar Ramírez, Jessica Grau, Pastore Oviedo. Dir.: Alberto Arvelo. Ya antes he hablado de esta peli, así que no me extendré. Pero hay que reconocer de aquí dos cosas: el talento de Ramírez, que espero que no lo desperdicie en su nueva carrera en Hollywood, y el de Arvelo, quien demuestra que es igual de capaz de hacer ficción que documentales. La peli es medio floja en algunos aspectos, pero Ramírez la rescata sin duda. Y está bien, Grau está bien buena.
Secuestro Express (2005). Mia Maestro, Jean Paul Leroux, Budú, Niga, Trece, Rubén Blades. Dir.: Jonathan Jackubowicz. Olvídense del escándalo que causó la película en el momento de su estreno, por más que probablemente ayudó a su éxito. No tengo datos oficiales si El Caballero Oscuro la superó, pero en el momento de su estreno, esta se convirtió en la película más taquillera de la historia venezolana, venciendo a Titanic y a La Pasión de Cristo. Lo "triste" es que fue distribuida, aún en nuestro país, por la Weinstein Company --la primera película en lograr distribución internacional. Jackubowicz la escribió basado en su propia experiencia cuando fue secuestrado. Es una poderosa historia, quizá precisamente por eso: una pareja (Maestro, que paró su actuación en Alias para actuar aquí, y Leroux) son secuestrados por tres maleantes (Budú, Niga y trece, tres raperos criollos que sin duda se la comen en esta, su primera actuación) y pasan una noche aterradora mientras esperan a que el padre de ella (Blades) suelte los reales para liberarlos. Es brillante, y es injusto que no se haya nominado a Mejor Película Extranjera por pura política. Por favor, véanla si no lo han hecho.
¿Notan ausencias? Oh sí. No he podido ver ni la premiada Postales de Leningrado (2007) de Maraian Rondón, ni la alabada Punto y Raya (2004) de Elia Schneider, ni siquiera la hermosísima Tocar y Luchar (2006) de Alberto Arvelo. Espero expiar pronto mis pecados nacionales. Y si quieren visiones de cine mucho más profesionales, les invito a que lean los blogs 100% venezolanos Blogacine y Cinescopio. Pero por fa, vuelvan por aquí.
Nuestra industria cinematográfica siempre ha sido el propio profeta en su tierra, donde pocos le hacen caso. Muchas veces ha sido la poca calidad de las películas exhibidas (una reciente sobre un fallido atentado contra el Gobierno, que no recuerdo el nombre ahora, duró lo que dura una gota como individuo, y no olvidemos Una Abuela Virgen, de 2007) o simple ignorancia. Pero desde aquí les pido, gente, siempre denle una oportunidad a las películas venezolanas. No es justo que bodrios como 10.000 AC o Crepúsculo se gane más público que alguna de estas cinco joyas del cine nacional que han sido lo mejor que yo he visto (que recuerde). No están en ningún orden en particular, pues son tan distintas entre sí que no es justo evaluarlas en conjunto. Véanlas o recuérdenlas y ya.
(Prueba de lo que digo es que pude encontrar muy pocos afiches, mucho menos un trailer, para enseñarles a ustedes. Dejo los enlaces a IMDB, en compensación.)
Oriana (1985). Doris Welles, Maya Oloe, Daniela Silveiro. Dir: Fina Torres. Visualmente hermosa como pocas en esta lista, si por premios se habla esta es la joya de la corona del cine nacional. La historia de una mujer que regresa a la hacienda donde pasó su juventud, luego que su tía se la heredara, es una historia de amor para las eras. Quiero volverla a ver para apreciarla como adulto. Ganó ocho premios en festivales internacionales, incluyendo la Cámara de Oro en el Festival de Cannes. Después de eso, Torres ha logrado dirigir algunas películas en Hollywood, como Mujeres Arriba (2000), con Penélope Cruz.
Yak Ko (1985). Flor Núñez, Emilio Fuentes. Dir: Franco Rubartelli. Italiano criado venezolano, Rubartelli era un amo de las visuales. Simplicio (1978) tenía unas imágenes de su amada Margarita que creo que se veían mejores que la verdadera isla, y más para una película de esa época. Yak Ko fue su última película comercial antes de que se dedicara a cine documental y dirección de comerciales (mucho más luicrativo), y hay una interesante historia tras ella. Originalmente estaba pautada para estrenarse en 1980, pero gran parte de la cinta se quemó en un incendio, obligando a Rubartelli a volver a filmar en plena selva. Algo que para Flor Núñez no fue ni fácil ni agradable, dicen --menos en el momento que se tuvo que comer una araña. Es una historia sumamente conmovedora, de cómo la vida de un niño yamomami cambia cuando se cruza finalmente con el hombre blanco (en este caso, una ladrona disfrazada de monja) y trata de llegar a una misión en medio de la selva. Yak Kó es yanomami para "adiós", por cierto.
Borrón y Cuenta Nueva (2000). Mimí Lazo, Carlos Mata, Gustavo Rodríguez, Luis Fernández, Flavio Caballero, Marcelo Cezán, Carolina Perpetuo. Dir.: Henrique Lazo. Lo malo con muchas comedias venezolanas es que lo más atractivo es la mujer con poca ropa que sale en algún momento, o bien se van hacia lo chabacano (nuevamente, les recuerdo Agua que No Has de Beber, que tenía ambas características). Lazo, que estuvo, si no me equivoco, casi diez años tratando de hacer esta película (hasta ahora la única que ha hecho), demostró que se puede hacer una película cómica en Venezuela a punta de buen guión y actuaciones buenas. Una mujer cuarentona (Lazo; sí, son hermanos) se obstina de los cachos del marido (Caballero) y decide empezar a vivir su vida sin él. El hecho que haya conocido a una estrella de cine (Mata) y hay "algo" allí ayuda. Lo brillante de esta película es que, a la vez que tiene momentos innegablemente divertidos, aprovecha también para presentar una fuerte crítica social en un país que está bajo constante toque queda (nunca se dice abiertamente que es Venezuela, pero...).
El Escándalo (1987). Flavio Caballero, Corina Azopardo, Juan Manuel Montesinos. Dir.: Carlos Oteyza. Lo otro que abunda en el cine venezolano es el cine de denuncia, de lo que Macu: La Mujer del Policía (1987), de Solveig Hoogesltein, es un excelente ejemplo. Esta es quizá la más clara denuncia en contra de la corrupción en la industria petrolera del país que se puedan imaginar, donde un ingeniero (Caballero) se deja seducir por los altos reales, a pesar de lo que pueda opinar su esposa (Azopardo). Yo vi esta película de muy mal humor, recuerdo, pero sólo tenía 26 años y carecía de la cultura cinematográfica que tengo ahora. Lo que recuerdo, sin embargo, es que a pesar de mi mal humor me atrapó su historia.
Cyrano Fernández (2007). Edgar Ramírez, Jessica Grau, Pastore Oviedo. Dir.: Alberto Arvelo. Ya antes he hablado de esta peli, así que no me extendré. Pero hay que reconocer de aquí dos cosas: el talento de Ramírez, que espero que no lo desperdicie en su nueva carrera en Hollywood, y el de Arvelo, quien demuestra que es igual de capaz de hacer ficción que documentales. La peli es medio floja en algunos aspectos, pero Ramírez la rescata sin duda. Y está bien, Grau está bien buena.
Secuestro Express (2005). Mia Maestro, Jean Paul Leroux, Budú, Niga, Trece, Rubén Blades. Dir.: Jonathan Jackubowicz. Olvídense del escándalo que causó la película en el momento de su estreno, por más que probablemente ayudó a su éxito. No tengo datos oficiales si El Caballero Oscuro la superó, pero en el momento de su estreno, esta se convirtió en la película más taquillera de la historia venezolana, venciendo a Titanic y a La Pasión de Cristo. Lo "triste" es que fue distribuida, aún en nuestro país, por la Weinstein Company --la primera película en lograr distribución internacional. Jackubowicz la escribió basado en su propia experiencia cuando fue secuestrado. Es una poderosa historia, quizá precisamente por eso: una pareja (Maestro, que paró su actuación en Alias para actuar aquí, y Leroux) son secuestrados por tres maleantes (Budú, Niga y trece, tres raperos criollos que sin duda se la comen en esta, su primera actuación) y pasan una noche aterradora mientras esperan a que el padre de ella (Blades) suelte los reales para liberarlos. Es brillante, y es injusto que no se haya nominado a Mejor Película Extranjera por pura política. Por favor, véanla si no lo han hecho.
¿Notan ausencias? Oh sí. No he podido ver ni la premiada Postales de Leningrado (2007) de Maraian Rondón, ni la alabada Punto y Raya (2004) de Elia Schneider, ni siquiera la hermosísima Tocar y Luchar (2006) de Alberto Arvelo. Espero expiar pronto mis pecados nacionales. Y si quieren visiones de cine mucho más profesionales, les invito a que lean los blogs 100% venezolanos Blogacine y Cinescopio. Pero por fa, vuelvan por aquí.
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1 críticas y comentarios:
Alex dijo...-
mis favoritas son: Oriana y La Balandra Isabel llego esta tarde... de las recientes mis favoritas son: Postales de Leningrado y El Tinte de la fama
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