Venezuela presente en el Festival de Cine de Toronto... pero no es lo que piensan

miércoles, septiembre 10, 2008 |

El TIFF (Toronto International Film Festival) es, junto con el Festival de Venecia, la antesala a los Oscar, pues muchas de sus películas consiguen buena cantidad de nominaciones para la estatuilla (este año parece ser The Wrestler, de Darren Aronofsky). Lamentablemente, el título de este post no es lo que creen. No es que uno de nuestros talentosos cineastas (y no estoy siendo sarcásticos) logró inscribir una película en el prestigioso festival. No, mi gente, esto va más apegado al lanzamiento de Mercenaries 2.

Leyendo mis feeds, leo la reseña del film Nothing But The Truth en el blog Cinematical, un thriller del director Rob Lurie, muy en la vena de su anterior filme, The Contender, que mostró a Joan Allen como una candidata a la vicepresidencia quie es investigada por su pasado. Lurie también creo la serie Commander in Chief, con Geena Davis como la primer mujer presidente de Estados Unidos. De modo que se le ve que el thriller político le va bien. Y si es con mujeres, pues aún más, por lo visto.

Bueno, anyway,
Nothing But The Truth está protagonizada por Kate Beckinsale, Alan Alda, Matt Dillon, Angela Bassett y David Schwimmer. Es la historia de una periodista llamada Rachel Armstrong (Beckinsale) de Washington, DC, a la que le llega el pitazo que el gobierno de Estados Unidos puede haber metido la pata.

Resulta que descubre que el bombardeo que el país hizo a Venezuela (ficticio, obviously, coño) podría no haber estado justificado, hecho en retaliación por el posible papel que el gobierno de dicho país pudo haber tenido en un intento de asesinato del Presidente de EE UU. Armstrong descubre que una agente de la CIA (Vera Farmiga, quien vimos antes en
Los Infiltrados) escribió un reporte diciendo que Venezuela no tuvo culpa en el asunto -- y el Presidente decidió ignorar el reporte. Cuando el reportaje sale, se le exije a Armstrong que revele quién le dio acceso al reporte, a lo que ella se niega, al punto de ser encarcelada. Alda hace de su abogado, Bassett su editora, Schwimmer su esposo y Dillon el fiscal acusador.

La premisa se ve buena y es obviamente inspirada en el caso de
Valerie Plame de hace unos años, y según la reseña no cae en grandilocuencias, aunque igual tiene sus fallas, pero como venezolano tengo una extraña mezcla de emociones ante la presencia de mi país tanto en una película de corte más o menos notable como en un juego potencialmente muy popular. Me rehúso a tocar el tema político aquí, y de hecho ojalá se mantuviera al mínimo en los comentarios si los van a haber, pero creo que merece un comentario sobre si en efecto esta es la imagen que nuestro país tiene en el exterior. O si es que simplemente los creadores están tomando la imagen del Gobierno y aprovechándola para crear un drama.

He visto muy, muy pocas referencias a nuestro país en una luz positiva en la cultura pop del Norte, y creo que me preocupa porque no quiero ser juzgado en lo que pongo un pie fuera de mi país (que pretendo hacer). Por suerte, los extranjeros con los que he hablado no tienen una mala imagen de los venezolanos, pero sí he visto gente que comenta sobre el juego y dicen que "can't wait to blow Venezuela up".

¿Al final? Creo que lo tomaré como una gruesa ignorancia general de muchos extranjeros (lamentablemente, estadounidenses en particular) sobre el mundo que les rodea. Como prueba, ¿se recordarán de una película de Tim Allen llamada
Jungle 2 Jungle, de 1997? Es la historia de un ejecutivo neoyorquino que descubre que su esposa dio a luz a un hijo suyo mientras trabajaba con los makiritares de la Amazona venezolana. La emoción de ver mi país representado en una película (en especial los hermosos paisajes de los tepuyes) rápidamente se derrumbó cuando veo una escena en particular de la película.

Michael (Allen) está en una reunión con su jefe mientras su hijo (Sam Huntington) está afuera jugando con Matika, su araña mona mascota, que es atraída por gritos humanos. Matika se pierde, y Michael, al verla peligrosamente cerca de su jefe, comienza a gritar fuertemente, logrando que la enorme araña salga de la oficina. Cuando se voltea, para excusarse, dice: "Cuando vayan a Venezuela, nunca coman el chile del fuego."


Suspiro
... Pobrecitos.

Mientras tanto, en Internet...

Creative Commons License
El Cine Tuyo, Mío y Vuestro by Juan Carlo Rodríguez is licensed under a Creative Commons Atribución-Sin Obras Derivadas 3.0 Unported License.
Based on a work at jaycersworld.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://jaycersworld.blogspot.com. Clicky Web Analytics