Tarde para Perdonar: cuando los panas se unen puede salir algo bueno
martes, julio 15, 2008 | Etiquetas: corto, opciones de cine, reseña |
Me encanta que mi post No. 100 se lo pueda dedicar a un grupo de amigos que estudiaron conmigo y están cumpliendo sus sueños.Es algo simpático y bastante importante cuando gente con la que estudiaste puede ser destacada en los medios principales. De hecho, cuando recibí la invitación para el estreno del cortometraje Tarde Para Perdonar, nunca pensé que esta gente recibiera la atención que recibieron. Pero cuando los vi anunciados en periódicos, Internet y radio, me impresionó las conexiones que lograron. Y eso se logra trabajando duro.
Pero antes de que piensen que esto es una simple jaladera a gente que conozco, les debo decir que disfruté bastante el corto.
Tarde Para Perdonar es el primer corto de Pedro Camacho y Alexander Szabunia, y es protagonizada por un debutante (en el cine) Johann Pérez y Antonio Delli, con una actuación especial de la primer actriz teatral Diana Volpe. Y todo el equipo de producción son compañeros de la universidad, lo que creo que debe haber constituido un interesante ambiente de trabajo. Pero es una idea muy interesante que menos mal que la usaron para un corto, pues hay pequeñas cositas que sólo funcionan por un ratico.
Pérez hace de Antonio, un maquillador de cadáveres en una morgue, y recibe la invitación de su hermano mayor René, interpretado por Delli. No se han visto o hablado en diez años, desde que hubo una tragedia en la familia. Siempre han sido rivales, más que nada por sus diferentes personalidades: Antonio es obsesivo compulsivo, René es más de libre pensar y actuar. Hace diez años hubo un incidente por el que ambos se culpan y los alejó, lo que lleva a la pregunta original: ¿se es muy tarde para perdonar? Todo llega a un interesante final sorpresa que funciona mejor que, digamos, el final de La Aldea de M. Night Shyamalan.
Hay un interesante efecto para mostrar el paso del tiempo, usando actores de distintas edades interactuando con Delli y Pérez, como también son los efectos de luz. Pero destaco las actuaciones. Delli es, bueno, Delli, pero debo reconocer que, aunque ciertamente sabe hacer su trabajo, no me convence su estilo de actuación. No le veo preocupación en su rostro, sólo perenne molestia. Pérez, por su parte, sabe mantener lo suyo. Netamente actor de teatro (recuerdo su incomparable amor por el género cuando estábamos en clase), el corto lo ayuda a lucirse en ese aspecto, con frecuentes acercamientos que muestran el rango de emociones en su rostro. Quizá se creyó mucho más su papel, o como el resto del elenco, esto fue una labor de amor mientras que para Delli fue un trabajo más. (Si no fue así que me disculpen, pero así lo percibí.)
En fin, fue una experiencia agradable, aunque el hecho que hayan recibido más gente de la que esperaban hizo que el sitio les quedara chiquito. Pero el corto, la esencia de estar ahí, fue un muy buen trabajo. Los felicito muchachos, y estaré pendiente de sus siguientes trabajos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
