El Cine Tuyo, Mío y Vuestro

El que se extrañe por qué le estamos haciendo un homenaje a Steve Jobs en un blog de cine –segunda vez que hago algo así— no sabe muy bien la historia de Apple (perdonable) o no sabe cuánto contribuyó este pana –nacido fuera del matrimonio de sus padres, dado en adopción, salido de la universidad y transformador del mundo— en la forma en que podemos usar la tecnología para enfatizar nuestra creatividad.

Jobs había dejado a Apple el 13 de septiembre de 1985 tras serias diferencias con el entonces presidente, John Sculley. Al año siguiente, invirtió en una empresa llamada The Graphics Group, una subsidiaria de una tal Lucasfilm que se especializaba en la producción de gráficos por computadora. Luego de El Retorno del Jedi el fracaso de Howard The Duck, la empresa se separa de Lucasfilm y toma un nuevo nombre: Pixar.

Mientras estaba a cargo de Jobs, Pixar vendía un sistema llamado Pixar Image Computer, cuyo principal cliente eran agencias estatales y compañías médicas. Pero también eran compradas por los estudios Disney, que las usaba en los primeros proyectos que combinaban animación a tinta con la computarizada.

Tan contentos estaban con Pixar que Disney se asoció con ella en 1991 para crear largometrajes animados a computadora, y lo que sigue es historia: Toy Story, Bugs, Cars, Monsters, Inc., Buscando a Nemo, Ratatouile, Up, Wall-E… En 2006, Disney compra todas las acciones de Pixar por 7.400 millones de dólares –dejándole a Steve Jobs una participación de 7% en la compañía. ¡Es su mayor accionista!

Detrás de escenas, Jobs y su compañía también contribuyeron muchísimo a la creación de películas. Primero con su programa de edición Final Cut Studio, que ha contribuido a quién sabe cuántas maravillosas ediciones; y luego con iMovie, una aplicación que te permite editar películas en un iPhone o un iPad. De hecho, ya el iPhone es una herramienta que le está permitiendo a jóvenes aspirantes a cineasta desarrollar su potencial de maneras en las cuales simplemente no le era posible a sus predecesores. ¡Si ya hasta hay un Festival de Cine del iPhone!

Todos podemos estar de acuerdo, seas un “fanboy” de Apple o no –y yo no lo soy—en que Jobs era un visionario. Pura y sencillamente. El hombre logró integrar nuestras computadoras al entretenimiento casi indeleblemente, e hizo aparatos que todo el mundo conocía años y años atrás populares de nuevo. (¿O es que crees que el iPad es la primera tableta?) Fue sin duda uno de los grandes genios del siglo XX, y el mundo es más vacío cuando se va gente así.

En nombre de todos los que amamos el entretenimiento, sea música o cine, y a los que nos consideramos creativos de alguna manera, gracias Steve. Descansa en paz.

Y he aquí el discurso que dio en Stanford en 2005, uno de los más inspiradores discursos que ustedes puedan escuchar en su vida. Tiene subtítulos. Las fotos que están arriba son Jobs jurungando los filtros del programa Photo Booth en una oficina en 2006.

Steven Paul Jobs

(24 de febrero de 1955 – 5 de octubre de 2011)