In memoriam: Patrick Swayze

lunes, septiembre 14, 2009 |

No es como si a nadie le agarrara de sorpresa. Desde que anunciara en 2008 que Patrick Swayze sufría de un agresivo tipo de cáncer pancreático --uno de los tipos de cáncer más difíciles de detectar a tiempo-- eran pocos los que contaban con que pudiera mejorarse. Todos excepto el mismo Swayze, por lo visto; el hombre trabajó casi hasta el final. Y sinu embargo, es duro aceptar que alguien que haya sido tal estrella de cine, tal imagen de entereza y salud, haya podido en efecto terminar por perder una batalla así, como sucedió hoy, cuando dejó de existir a los 57 años de edad (los acababa de cumplir el 18 de agosto pasado).

Ninguna mujer que haya sido adolescente en los '90 dejó de suspirar por este nativo de Houston, Texas, hijo de una coreógrafa que fue clásicamente entrenado en ballet desde joven. Luego de bailar en un desfile de Disney y hacer el papel de Johnny Suko en una producción de Vaselina en Broadway, el cine llegó llamando, luego de algunos papeles menores en televisión, con su actuación en el film de Francis Ford Coppola de 1983, The Outsiders, sobre los conflictos entre dos pandillas. Allí compartió con los que seían otras estrellas: Emilio Estévez, Rob Lowe, Matt Dillon, Tom Cruise, C. Thomas Howell y Diane Lane. Volvería a tener un elenco de lujo al año siguiente con Red Dawn, sobre un grupo de adolescentes que defiende su pueblo de una invasión rusa (una película que está rehaciéndose, por cierto). Howell repitió en el elenco, junto con el hermano de Estévez, Charlie Sheen (sí, ese Charlie Sheen), Lea Thompson y Jennifer Grey.

Grey volvería a entrar en la vida de Swayze más adelante, pero antes el actor se consolidó como líder romántico en la miniserie Norte y Sur, sobre dos familias durante la Guerra Civil estadounidense. El honor de su personaje Orry Main, un soldado de Alabama que se hace amigo de otro de Boston (James Read), sin mencionar las intensas escenas de amor con su coestrella Lesley-Ann Down, conquistó los corazones de miles y estableció a Swayze como una sólida presencia en el cine.

Quizá es por ello (y su experiencia en el baile) que el director Emile Ardolino buscó a Swayze para protagonizar en 1987 una pequeña película sobre una joven citadina que encuentra el amor en un resort veraniego en la persona del instructor de baile. Ni los mismos creadores se podían creer que Dirty Dancing se convirtiera en el masivo éxito que fue, pero la magia que proyectaban él y Jennifer Grey hacían que la gente no pudiera dejar de ver la película, además que nadie podía dejar de decir: "Nadie deja a Baby en una esquina". Us. Eso hasta le mereció una nominación al Globo de Oro como mejor actor ese año, y hasta contribuyó con una canción al soundtrack que también fue un éxito. (Y lo más insólito es que los dos protagonistas se odiaban con la misma pasión con la que se me amaban en la pantalla.)

Queriendo buscar un cambio, Swayze agarró un papel muy distinto en la cinta de acción Road House en 1989, donde hacía de un rudo experto en seguridad que empieza llegando a cuidar un bar y termina rebelándose contra el líder criminal del pueblo (Ben Gazzara) mientras dispensaba sabiduría zen: "El dolor no duele". No fue muy exitosa --aunque es una de mis favoritas de los '80-- al contrario de su siguiente película, donde demostró que ni siquiera la muerte podría matar el amor. En Ghost, una mezcla de drama romántico con comedia paranormal (cortesía de la inigualable Whoopi Goldberg), Swayze y su compañera Demi Moore convenció a miles de pareja a probar la arcilla, le dio un Oscar a Goldberg y hasta resucitó un tema de los Righteous Brothers. Después de eso, a Swayze lo bautizaron "el rey de los 'sleepers'", pues ya tenía dos éxitos inesperados.

Swayze nunca se conformó con un solo tipo de papel, y por eso su siguiente decisión fue interpretar a un surfista en el clásico de culto Point Break, junto a Keanu Reeves, y dirigida por Katherine Bigelow. No conforme con eso, un tiempo después decidió eliminar por completo su imagen de macho junto a Wesley Snipes y John Leguizamo y decidieron interpretar a un trío de transfors en Reyes o Reinas (en inglés, To Wong Foo, With Love, Julie Newmar). hTambién aprovechó de participar en Saturday Night Live en un sketch junto a Chris Farley que ya se ha vuelto legendario en los anales de la comedia. Una serie de papeles de acción después, sin embargo, demostraron que la estrella de Swayze ya no estaba brillando igual, pues nunca volvió a tener el éxito de los '90.

Cuando le diagnosticaron el cáncer, Swayze había vuelto a la televisión en la serie de A&E The Beast, donde hacía de un veterano y poco ortodoxo policía que entrena a uno más joven. La crítica alababa su actuación y todos lo admiraban por decidirse a trabajar a pesar de su enfermedad, pero fue cancelada después de sólo una temporada. Y eso fue lo último que se vio de una de las jóvenes promesas de los '90, un actor que buscaba escapar de ser sólo un sex symbol y logró escapar de su demonios de alcohol y drogas exitosamente. Ahora sólo basta que haya logrado la paz eterna que muchos le deseábamos. Que en paz descanse.

Mientras tanto, en Internet...

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