007 Quantum of Solace: ¿Bond?

domingo, diciembre 07, 2008 |

Cuando Daniel Craig se estrenó como James Bond en 2006 con Casino Royale, reemplazando al popular Pierce Brosnan, recibió tantas críticas que estoy seguro que en algún momento el pana se preguntó si de verdad estaba haciendo lo correcto. Afortunadamente para él, el guión estaba en manos de un excelente director (Martin Campbell) que ya había resucitado la saga del agente 007 con GoldenEye, y resultó en una de las mejores películas de la franquicia, como ya lo he comentado antes. Así que obviamente había una gran expectativa con la siguiente en la que Craig repetiría el papel, además coincidiendo con el 100º aniversario del nacimiento del creador del espía británico, Ian Fleming.

A mí me encantó Casino Royale. Ver a Bond desarrollar su refinación, ese viaje de autodescubrimiento que emprende mientras sigue siendo en esencia un matón de gobierno fue asombroso. Y la intensidad y el talento de Craig contribuyeron a confirmar que en efecto este es un Bond para el nuevo milenio; adiós a la Guerra Fría de una vez.

Lamentablemente, pareciera que Bond para el siglo XXI está tomando prestado demasiado de Jason Bourne.

Quantum of Solace es la primera película de las 22 "oficiales" que es una secuela directa, donde Bond está tratando de descubrir la organización criminal responsables de la muerte de su amada Vesper Lynd (Eva Green) en Casino Royale. Durante su investigación, tropieza con los planes de un eco-magnante llamado Dominic Greene (Mathieu Almaric) quien está preparando a Bolivia para un golpe de estado que sirva sus propios propósitos. Pero Bond se ha encerrado emocionalmente, todo lo que puede pasar por su cabeza tiene que ser diluido por la imagen de Vesper y su deseo de venganza. El hecho de que se haya tropezado con Camille (Olga Kuryelenko), una agente de seguridad boliviana (creo que hasta digo servicio secreto boliviano, si me lo creen), que también quiere usar a Greene por sus propósitos de venganza.

Esta comparación se ha hecho mucho, pero creo que es válida. Sustituyan a Daniel Craig por Matt Damon y cambien el nombre del personaje y tendrán una película muy válida de la serie de Bourne. El director Marc Forster hace su debut en películas de acción (antes dirigió tal variedad como Más Extraño que la Ficción y Finding Neverland, por ejemplo) y pareciera que está buscando imitar el estilo de Paul Greengrass en esa serie. Las tomas son muy parecidas, con close ups y rápidas ediciones y tomas borrosas, y en algunos momentos hay demasiados close ups como para poder seguir lo que está pasando (hay una escena de pelea de avión que aun no entiendo cómo terminó).

Craig es, sin duda, electrizante, mostrando una ira contenida a duras penas en sus intensos ojos azules, especialmente ahora que está al margen de su organización, a despecho de M (la magnífica Judi Dench), pero ahora también permite un pequeño atisbo de un sentido del humor que lo hará famoso después. También maneja sus escenas de acción bastante bien, y hay MUCHAS escenas de acción, que es la primera diferencia con su predecesora, lo que hizo a Craig decir que filmar aquella fue un paseo en el parque en comparación a ésta. Ciertamente son emocionantes, nos e crea que no, pero uno no tiene tiempo de angustiarse o estar en suspenso.

Otra historia es Dominic Greene. Almaric viene de hacer de paraplégico en La Escafandra y la Mariposa y ahora tiene un papel sumamente físico —el cual no le queda. Cuando lo comparan con el Le Schiffre de Mads Mikkelsen, con sus lágrimas de sangre, los ojos saltones de Almaric y la calma con la que amenaza (en una escena, le dice a un supuesto aliado que si no hace lo que le dice amanecerá con sus testículos en la boca) no se comparan. Más que Almaric es cabeza y media menor que Craig y no parece representar un peligro para él, aunque la furia con la que pelea podría ayudar; más peligrosa es Olga Kuryelenko como la chica Bond de turno, que evidentemente entrenó fuerte para este papel —y sin embargo, no es una actriz particularmente virtuosa; su actuación se limita a parecer alternativamente triste e "intensa".

Leyendo lo que escribí, creo que transmito que la película no me gustó. Sin embargo, es una película entretenida, no aburrida, y mira que las películas de Bond se pueden sentir aburridas (recuerdo Vive y Deja Morir haciéndome pensar "¿cuánto falta?"). Es un guión bien escrito, un buen elenco, y es un orgullo que hayan filmado en América Latina (en diversas zonas de Chile, haciendo las veces de Bolivia, algo que no cayó bien en algunos sectores). Craig lentamente se crece en su papel como Bond mientras inteligentemente evade la tipificación que tanto daño le hizo a Roger Moore (pronto lo veremos en el drama de la Segunda Guerra Mundial Defiance), y la serie empieza a tener algunos elementos que reconocen los fanáticos, como una organización criminal al estilo de SPECTRE o SMERSH. Pero como película de Bond, siento lo mismo que sentí cuando vi Indiana Jones y el Misterio de la Calavera de Cristal, que al querer llevar la franquicia en una nueva dirección descuidaron algunas de las cosas que la hacen grandiosas. Supongo que son cuestiones pequeñas aunque se noten (¡cómo es eso que Bond no va decir "Bond. James Bond"!), aunque también creo que Foster no era el director para esto. Esperaremos a ver qué pasa para la próxima.

Mientras tanto, en Internet...

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