IN MEMORIAM: Roger Ebert (1942-2013)

jueves, abril 04, 2013 |

RogerEbertHay que arrancar como es: thumbs down to cancer.

Si alguna vez han apreciado lo que hago en este blog –que lamento tanto hacer con tan poca frecuencia últimamente—, si leen lo que sale en otros blogs, si les gusta discutir sobre películas entre amigos más allá del “ay que fino”, ustedes tienen mucho que agradecer a Roger Ebert. Creo que yo no habría aprendido cómo escribir sobre cine –cómo amar el cine—si no hubiera sido por él.

Es por eso que hoy tiene que ser un día de gran pesar para todos los cinéfilos del mundo, pues Ebert falleció víctima del cáncer que venía batallando desde 2002 hoy en su casa en Chicago.

Cuenta oficial de la red de videos Vimeo

Lo que más duele de su partida es que hasta el final, Roger era la imagen de la esperanza y las ganas de vivir. La última entrada en su blog personal, que empezó en 2006 cuando el cáncer tiroidal le quitó la capacidad de hablar, comer o beber, termina con tanta esperanza que leerlo ahora me parte el alma.

“Así que en este día de reflexión, digo otra vez, gracias por estar en este viaje conmigo. Los veré en el cine”.

Más que ningún otro crítico, Roger Ebert popularizó el diálogo sobre películas, gracias a su programa At The Movies, con su amigo y rival Gene Siskel. Empezó en 1982, siguió en 1999 con Richard Roeper cuando Siskel murió de un tumor cerebral, y sólo en 2006 debió dejar de hacerlo cuando perdió su voz audible. Pero jamás dejó de escribir; de hecho el no hablar le dio nuevas fuerzas para escribir con aún más fuerza.


Darren Aronofsky, director, Pi, Black Swan, The Wrestler (todas películas que Ebert amó)


Como bien dice el Tribune en su obituario, “Roger amaba las películas. Excepto las que odiaba”. Podía ser increíblemente brutal con las películas que no le gustaba, y eso siempre era divertido. De North, con Elijah Wood: “Odié esta película. Odié odié odié odié odié  esta película. Odié cada mocoso, estúpido, vacante momento que insultaba a la audiencia. Odié la sensibilidad que pensaba que a alguien le podría gustar. Odié el insulto implícito a la audiencia por su creencia que alguien pudiera estar entretenido por ella”.


Pero cuando le gustaban, era como el padre que está orgulloso de sus hijas. Una de las más recientes que recibieron cuatro estrellas de su parte: “Life of Pi de Ang Lee es un logro milagroso en narración y un hito en maestría visual”. (Estas fueron sus 10 películas favoritas de todos los tiempos.) Gracias a esa pluma tan versátil, divertida y mordaz, Ebert se convirtió en el primer crítico en ganar el premio Pulitzer en 1972 y el único en tener su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. No quiere decir que no haya tenido sus polémicas (en especial entre geeks cuando escribió que “los videojuegos jamás podrán ser arte”), y cuando dijo que La Momia: la Tumba del Emperador Dragón era “la mejor en la serie” (no lo era, coño), pero nunca fue aburrido de leer.

Richard Kelly, director, Donnie Darko, The Box

Aparte de los muchos libros sobre cine que escribió (la serie Las Grandes Películas y el genialmente titulado Your Movie Sucks), también escribió un libro de cocina sobre la arrocera (The Pot And How To Use It) y una autobiografía que un tal Martin Scorsese y el guionista Steve Zaillian (Moneyball, Schindler’s List) están preparando para adaptar al cine, así como un documental por Steve James (Hoop Dreams).
Comentó varias películas en su versión para DVD; sus comentarios para Ciudadano Kane y Casablanca fueron para mí escuelas. Y cosa insólita, Ebert también escribió un guión: Beyond The Valley of The Dolls.


Brian Raftery, editor contribuyente de la revista Wired.


Si hay algo que le agradezco a un hombre que nunca conocí, fue el haber inspirado a una generación a ver las películas de una manera distinta a como se venía haciendo, a apreciar cada detalle de ellas y agradecer o despreciar a su creador. Y en sus últimos años, que no dejó nunca de ser una inspiración en mantener su sentido del humor aún después que sufrió cosas que habrían deprimido a un ser humano menor. Descanse en paz, señor Ebert. Gracias por la inspiración. E igualmente, lo veré en el cine. Y gracias.


Para que terminen de llorar un ratico, no dejen de leer el perfil que Esquire le escribió en 2010, y vean esta charla TED sobre cómo perdió su voz y la recuperó, de cierta manera.
ACTUALIZACIÓN: Dos grandes del cine de terror mostraron su respeto por Ebert en Twitter. Mucha clase.



Y ahora Spike Lee y Ron Howard.

Y por favor no se pierdan lo que escribió Martin Scorsese (Ebert escribió un excelente libro sobre el director).

La muerte de Roger Ebert es una pérdida incalculable para la cultura del cine y crítica cinematográfica. Y es una pérdida para mí personalmente. Roger siempre me apoyó, siempre estaba allí para mí cuando lo necesitaba más, cuando de verdad contaba --al mero principio, cuando cada palabra de aliento era preciosa; y luego otra vez, en el punto más bajo de mi carrera, allí estaba, igual de alentador, igual de cálido apoyo. Había una distancia profesional entre nosotros, pero luego podía hablar con él con mucha más libertad de lo que podía con otros críticos. En realidad, Roger era mi amigo. Es así de sencillo.

Mientras tanto, en Internet...

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