Gone Girl: Donde la principal víctima es el matrimonio
viernes, diciembre 12, 2014 | Etiquetas: 2014, cartelera, drama, reseña |
Nick Dunne (Ben Affleck) pide ayuda al público para encontrar a su esposa (Rosamund Pike) junto con sus suegros (Lisa Banes y David Clennon) en Gone Girl. |
Hay cosas que uno espera cuando uno entra a una película
cuyo crédito final dice “Dirigida por David Fincher”. Sabes que cada toma fue
meticulosamente planificada. Sabes que el suspenso va a ser medido por el
encuadre de la toma, el momento específico que entra la música, la
yuxtaposición de secuencias. Y sabes que el otrora director de joyas como Seven, Zodíaco, La Red Social y La Chica del Dragón Tatuado se siente
atraído por personajes que no están exactamente bien de la chaveta.
Recibes todo eso en la nueva película Gone Girl, basada en la novela homónima de Gillian Flynn, quien
además la adaptó al cine. Y con creces. La diferencia con otras obras de
Fincher es que esta está llena hasta el tope de personajes con diversos grados
de perturbación. Pocas veces una película me ha hecho quedarme ahí sentado,
boca abierta, mirando la pantalla susurrando “mierda, qué bolas”.
Nick Dunne (Ben Affleck) es un frustrado escritor, dueño de
un bar en Misuri, que el día de su quinto aniversario de bodas llega a casa
donde vive con su hermosa esposa Amy (Rosamund Pike), hija de escritores de
cuentos para niños, para encontrar los restos de una pelea, sin señal de su
mujer. Inmediatamente empieza una búsqueda que lentamente se transforma en un
circo mediático, para molestia de la hermana de Nick, Margo (Carrie Coon) y la
detective que lidera el caso (Kim Dickens) y su sarcástico compañero (Patrick
Fugit). Se sabe que había un ex novio que la acosaba (Neil Patrick Harris),
pero poco a poco, hay algo que no cuadra en todo esto. ¿No se ve Nick demasiado
tranquilo, muy poco preocupado? ¿Está ocultado algo? ¿Y si tuvo algo que ver
con la desaparición de Amy? Todos estamos por ver que, de nuevo, nada es lo que
parece.
La historia y la hábil mano de Fincher sacan lo mejor de las
estrellas principales de Gone Girl.
Denle hasta la madre por ser el próximo Batman, pero Affleck cava bien adentro
para dar una actuación que es tan inquietante como lastimosa. Coon se roba cada
escena en la que está llevando lo que podría ser el cliché de la sarcástica
hermana con el corazón de oro a un nuevo e interesante nivel. Harris pasa por territorio
en el que no lo hemos visto en un rato; este no es Barney Stinson. Pero esta es
la película de Pike, de cabo a rabo. Pocas actuaciones este año son capaces de
mostrar tantas capas. Verla trabajar es una de las grandes sorpresas de la película
en medio de muchas sorpresas. Una muy merecida nominación al Globo de Oro. (La película logró cuatro, incluyendo además Mejor Película de Drama, Mejor Director para Fincher. También para Mejor Banda Sonora para Trent Reznor y Atticus Finch, la tercera colaboración del dúo con Fincher, pero esta vez mucho menos inspirada que la de La Red Social, que les mereció un Oscar. ¿Muy ocupado con el nuevo disco de Nine Inch Nails, Trent? Así sí te lo pronto.)
Lo que sí puedo decir es, esta es una película muy peligrosa
de ver en pareja, pues la principal víctima es el matrimonio. Todo mito que se sepa
del matrimonio es explorado y destripado como un cochino. ¿Matrimonio perfecto?
¿La guerra de los sexos? Pura paja. El mito de la pareja es opresivo. “Somos tan
lindos que quiero golpearnos en la cara”, dice Amy en un momento. La gran pregunta que deja la película es, ¿no hay la posibilidad que todo matrimonio perfecto implique un poco de victimización de parte de los dos integrantes? Darles más
detalles sería un spoiler tan masivo que ustedes me golpearían a mí. Baste
decir, no comparen Gone Girl con su relación
de ninguna manera. Si se pillan haciéndolo, la respuesta es sí, tienen problemas,
y sí, quizá sea demasiado tarde.
Gone Girl: Donde la principal víctima es el matrimonio
2014-12-12T08:13:00-04:30
Juan Carlo Rodriguez
2014|cartelera|drama|reseña|
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