El Cine Tuyo, Mío y Vuestro

Nada como una mala noticia para empezar un lunes. El domingo a las 12:30 del mediodía, varias personas reportaron ver a un hombre estacionar su carro cerca del puente Vincent Thomas, entre las islas de San Pedro y Terminal en Los Ángeles, subir una reja del lado sur y, en palabras del departamento forense y la policía portuaria, saltar “sin titubeo”.

A las 4:30 de la mañana de hoy, la policía recuperó el cadáver del hombre, y es con tristeza que digo que fue identificado como Tony Scott, el hermano menor del también director Ridley Scott y creador de algunas de las más influyentes películas de mi juventud. Esta noticia me pegó con una fuerza inesperada, precisamente por eso.

Ridley ya es prácticamente una leyenda gracias a Blade Runner y Alien y Gladiador, pero Tony tiene su sitio como el que hacía unas increíbles películas de acción  de calidad; casi todas sus películas eran como intensos videos musicales llenos de mucha tensión y emoción. Ver la filmografía de Tony Scott es un mapa de lo que hizo grande el cine de acción de los 80 y 90, en especial gracias a Top Gun, que quizá es responsable de la mayor cantidad de alistamientos en la Fuerza Aérea que cualquier comercial de reclutamiento. (Un comentario que veo en Slashfilm sobre la noticia: “Soy un aviador de la Marina y nos metemos con Top Gun más que con cualquier otra cosa, pero mentiría si no es una de las fuerzas que me empujó a donde estoy ahora. QEPD Tony Scott”.) Y el hombre consiguió ese trabajo gracias en parte a este comercial de Saab, que impresionó a los productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer.



Quizá no sorprenda, entonces, que el siguiente trabajo de Scott con Tom Cruise haya sido Days of Thunder, donde Cruise hace de un piloto de carreras. Top Gun fue seguida por la secuela a Beverly Hills Cop, quizá la última vez en que Brigitte Nielsen se veía buena. Luego de un par de baches que casi nadie recuerda (Revenge, con Kevin Costner y Madeleine Stowe, y The Last Boy Scout con Bruce Willis), Scott logró meterse en los rangos de directores de culto dirigiendo un guión de Quentin Tarantino llamado True Romance, una demencial exploración de la leyenda de Bonnie y Clyde con una brutal actuación de Gary Oldman.

La siguiente película de Scott daría inicio a una de las mejores colaboraciones del cine de acción entre un actor y director, pues fue en Crimson Tide que conoció a Denzel Washington, donde hizo del segundo al mando de un submarino nuclear comandado por Gene Hackman. La tensión que despide esta película se puede picar con una navaja de bolsillo, y fue otro éxito de taquilla. Primero Scott repetiría con Hackman en Enemy of the State, con Will Smith, y hasta trabajó con Robert redfords y Brad Pitt en Spy Game, pero fue cuando se juntó con Washington otra vez y lo convirtió en el tipo más arrecho de la cuadra en Man on Fire que la gente se acordó que este tipo era único. Washington ya tenía fama de buen actor gracias a su trabajo en Glory (que le valió un Oscar de reparto), pero su trabajo con Scott lo confirmó como un excelente actor de acción también. Los dos harían tres películas más juntos: Déja Vu, The Taking of Pelham 1-2-3 y Unstoppable. Aunque ninguna fue la cosa de leyendas que fue Man on Fire, todas dejaron una buena huella en taquilla, y les digo algo, Déja Vu demuestra más imaginación de la que muchos le dan crédito. De hecho, creo que la única película de Scott que puede considerarse un auténtico fracaso es The Fan, con Wesley Snipes y Robert De Niro; hasta su debut, The Hunger, con David Bowie y Catherine Deneuve, tiene algo de un culto.

Y aunque la mayoría lo ha olvidado, no podemos olvidar que este fue quien le dio a nuestro Edgar Ramírez su primera oportunidad en Hollywood, narrando la verdadera historia de una modelo convertida en cazarrecompensas llamada Domino Harvey. Héctor Torres empieza su libro Caracas Muerde (cómprenlo YA) contando cómo Édgar convenció a Tony de que interpretara a Choco, un compañero de Domino originalmente de Honduras, como un malandro caraqueño.

Como productor, tanto en cine como en televisión, Tony también contribuyó con proyectos de calidad, como las series Numb3rs y The Good Wife y las películas The A-Team y la última de su hermano, Prometheus. El hombre tenía al menos diez películas en diversas etapas de desarrollo, incluyendo una secuela para Top Gun y una posible adaptación al cine de la serie 24. Colaboraba muchísimo con su hermano Ridley en la productora que fundaron los dos, RSA Productions, y estaban trabajando en una película llamada Killing Lincoln. De paso deja una esposa (la actriz Donna Scott) y dos hijos gemelos. Había una nota de suicidio en su oficina, pero quién sabe si el contenido se sabrá alguna vez; la familia obviamennte ha pedido privacidad. Lo que sí se sabe es que ahora hay un enorme hueco donde Tony Scott solía estar, y va a pasar mucho tiempo antes que se pueda llenar.

ACTUALIZACIÓN: De acuerdo con ABC News (que leo en Screen Rant), Tony Scott había sido diagnosticado con cáncer en el cerebro inoperable. ¿Será esta la razón por la que se suicidó?