Brave: La clásica princesa a lo Disney con un toque bien moderno
sábado, agosto 11, 2012 | Etiquetas: 2012, animación, cartelera, Disney, Pixar, reseña |
El concepto de la “la princesa Disney” ha sabido inteligentemente cambiar con los años, a medida que las mujeres ya no necesitan a los hombres para cada pequeña cosita. Piensen cuánto hemos evolucionado desde Blancanieves, la princesa Aurora (La Bella Durmiente) o Cenicienta, dulces féminas que inspiraban a los hombres, fueran enanos, príncipes o ratones, a defenderlas, ayudarlas, protegerlas. Ya para cuando llegamos a Ariel (La Sirenita), Bella (La Bella y la Bestia) y Pocahontas, empezamos a ver los héroes que deben ser salvados por ellas, una evolución que además llegó a mujeres fuertes como Esmeralda (el Jorobado de Notre Dame), Jazmín (Aladdin) y Megara (Hércules) que incluso usan su sexualidad para conseguir lo que quieren (y no me digan que no –¿han visto a Esmeralda?)
Entonces, en una época en que el papel de la mujer se ha equiparado con el de muchos hombres –un momento en que básicamente la diferencia se reduce a lo biológico—, hace sentido que Pixar debute como su primera protagonista femenina a una muchacha fuerte e independiente, una “tomboy”, para los gringos (“marimacha” suena como despectivo) –con resultados hermosísimos.
En la Escocia del siglo XII, la princesa Mérida (voz en inglés de Kelly MacDonald) ha crecido más pendiente de su arco y flecha que los modales, para la diversión de su padre, el rey Fergus (Billy Connelly), y el horror de su madre Elinor (Emma Thompson). Eso hace que madre e hija choquen casi constantemente, que llega a su límite cuando se convoca a los jefes de los principales clanes (Robbie Coltrane, Kevin McKidd y Craig Fergusson) y sus hijos para combatir por la mano de Mérida. En un desafío a las costumbres, huye al bosque donde se topa con una vieja bruja (Julie Walters) y le pide un deseo –que no sólo no sale como ella espera, sino que puede traer consecuencias notorias para el reino.
Al centro de esta película está la relación madre e hija, cómo las madres podrían sobrecoger a las hijas porque el amor que tienen las enceguece. Claro, llevarlo al extremo como hizo en Brave –un título que sigue palideciendo al lado del original, en mi opinión, que era The Bear and the Bow—quizá lleve el punto a lo pesado y hasta predecible, pero debo admitir que lo hizo efectivamente –no me importa admitir que el guarapo se aguó más de una vez. Y la increíble animación ayuda muchísimo, sin distraer las flojeras del guión –¿qué propósito verdadero juegan los tres hermanitos de Mérida, aparte de risas? Y no me digan que sin ellos… Bue, deje así.
Eso sí, los momentos cómicos, cómicos son. Necesito ver esta película en inglés, pues todos son actores que hacen su mejor trabajo cuando los dejan divertirse, sin mencionar que aplaudo a Pixar por escoger actores verdaderamente escoceses en sus papeles (con la excepción de Thompson). Y las escenas de acción auténticamente emocionantes, con muchas tradiciones escocesas usadas de manera efectiva.
Pixar cojeó un poquito en su calidad a raíz de Cars 2, única película del estudio que no gozó del favor de la crítica (aunque sí de la audiencia), pero con Brave recuperan la magia que los lleva a mostrar relaciones auténticas en una animación. Es una bellísima fábula que bien lleva a la princesa de Disney a un mundo moderno. ¿Qué hacen que no la han visto?
Entonces, en una época en que el papel de la mujer se ha equiparado con el de muchos hombres –un momento en que básicamente la diferencia se reduce a lo biológico—, hace sentido que Pixar debute como su primera protagonista femenina a una muchacha fuerte e independiente, una “tomboy”, para los gringos (“marimacha” suena como despectivo) –con resultados hermosísimos.
En la Escocia del siglo XII, la princesa Mérida (voz en inglés de Kelly MacDonald) ha crecido más pendiente de su arco y flecha que los modales, para la diversión de su padre, el rey Fergus (Billy Connelly), y el horror de su madre Elinor (Emma Thompson). Eso hace que madre e hija choquen casi constantemente, que llega a su límite cuando se convoca a los jefes de los principales clanes (Robbie Coltrane, Kevin McKidd y Craig Fergusson) y sus hijos para combatir por la mano de Mérida. En un desafío a las costumbres, huye al bosque donde se topa con una vieja bruja (Julie Walters) y le pide un deseo –que no sólo no sale como ella espera, sino que puede traer consecuencias notorias para el reino.
Al centro de esta película está la relación madre e hija, cómo las madres podrían sobrecoger a las hijas porque el amor que tienen las enceguece. Claro, llevarlo al extremo como hizo en Brave –un título que sigue palideciendo al lado del original, en mi opinión, que era The Bear and the Bow—quizá lleve el punto a lo pesado y hasta predecible, pero debo admitir que lo hizo efectivamente –no me importa admitir que el guarapo se aguó más de una vez. Y la increíble animación ayuda muchísimo, sin distraer las flojeras del guión –¿qué propósito verdadero juegan los tres hermanitos de Mérida, aparte de risas? Y no me digan que sin ellos… Bue, deje así.
Eso sí, los momentos cómicos, cómicos son. Necesito ver esta película en inglés, pues todos son actores que hacen su mejor trabajo cuando los dejan divertirse, sin mencionar que aplaudo a Pixar por escoger actores verdaderamente escoceses en sus papeles (con la excepción de Thompson). Y las escenas de acción auténticamente emocionantes, con muchas tradiciones escocesas usadas de manera efectiva.
Pixar cojeó un poquito en su calidad a raíz de Cars 2, única película del estudio que no gozó del favor de la crítica (aunque sí de la audiencia), pero con Brave recuperan la magia que los lleva a mostrar relaciones auténticas en una animación. Es una bellísima fábula que bien lleva a la princesa de Disney a un mundo moderno. ¿Qué hacen que no la han visto?
Brave: La clásica princesa a lo Disney con un toque bien moderno
2012-08-11T21:55:00-04:30
Juan Carlo Rodriguez
2012|animación|cartelera|Disney|Pixar|reseña|
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)