Si hubiera pasado... Adaptaciones de libros que se perdieron en el camino

domingo, julio 24, 2011 |



Hace algún tiempo hice una muy breve lista de mejores adaptaciones de un libro a la pantalla que era excesivamente corta, principalmente porque dejé fuera muchísimos casos en los que, triste de mí, no sabía que eran adaptaciones. ¿Aló? ¿Dejé afuera La Naranja Mecánica? ¿Sideways? ¿Ninguna de las salidas de libros de Dennis Lehane (Shutter Island, Mystic River, Gone Baby Gone)? Puedo tener la excusa que no he leído los libros, pero igual, vale…

Y es por eso que hay ciertas cosas que hay que dejarles a los profesionales. La gente de Flavorwire –quienes ya antes me han dado material para este blog—publicaron hoy una interesante lista de diez proyectos de adaptación de un libro que por una u otra razón nunca se dio –y hay algunos que son realmente bizarras. (Honestamente ojalá esta lista incluyera El Código Da Vinci… libro me encantó, película me hizo dormir)

Hearts of Darkness, por Orson Welles. Eventualmente, la novela por Joseph Konrad no sólo fue hecha, sino que se convirtió en uno de los más grandiosos clásicos bélicos, Apocalypse Now. Pero me pongo a pensar cómo el genio del cine que se llamó Orson Welles la hubiera podido filmar como él lo quería: contada desde un punto de vista subjetivo del capitán Marlow. Habían tantas técnicas innovadoras que el presupuesto  para la película sobrepasó lo estipulado con creces y se debió abandonar, dejando que Welles escogiera otra película para su debut. Pueden leer el guión original de Welles sobre Hearts of Darkness aquí.)




La Conjura de los Necios, por Harold Ramis y David Gordon Green. Para los que no lo saben, la madre del autor John Kennedy Toole encontró el manuscrito de La Conjura de los Necios 11 años después que el autor se suicidara, y sólo fue publicada en 1981, más de 20 años después que fue escrita, ganando un Pulitzer luego. Narra las aventuras de un ingenuo y anticuado personaje que para Harold Ramis (Los Cazafantasmas, Groundhog Day) era perfecto para Richard Pryor y John Belushi, hasta que éste murió. Luego casi sucedió cuando David Gordon Green (Pineapple Express) se comprometió a dirigir un guión escrito por Steven Soderbergh (director de Ocean’s Eleven) y Scott Kramer, con Will Ferrell de protagonista. Hasta se hizo una lectura dramatizada en el festival de cine Natucket en 2003, pero al final se canceló por la indecisión de Paramount y el ataque de Katrina sobre Nueva Orleans.

Blood Meridian, por Terrence Malick. Cormac McCarthy ha visto dos de sus más exitosos libros adaptados al cine: No Country for Old Men, que le valió Oscars a sus directores, los hermanos Coen, y a Javier Bardem por su papel de Anton Chigurh, y The Road, dirigida por John Hillcoat y protagonizada por Viggo Mortensen y Cody Smith-McPhee. Pero su novela debut, Blood Meridian, ha sido un reto de filmar. La historia de un chico que se une a un grupo de forajidos en la frontera entre Estados Unidos y Méjico y el juez que lo persigue ha sido interés de varios, incluso de James Franco. La que habría sido la unión perfecta era el plan que tenía Terrence Malick, el único director igual de elusivo que McCarthy. Considerando todo lo que se ha hablado de la magnificiencia de las imágenes que Malick ha logrado con su actual Tree of LIfe, sin mencionar su profunda capacidad para parecer que cada película sea íntima y personal, sólo imagen qué habría hecho con estas reflexiones sobre bien y mal.

The Stand, por George Romero. Esta es la que más dolor me da que no se haya dado. En 1982, mi autor favorito colaboró con el director de Night of the Living Dead para la antología de terror Creepshow, y siempre lo hicieron con la intención de atraer la atención de los estudios y conseguir el dinero para adaptar la que aún es considerada la magnum opus de King, su historia sobre una terrible epidemia que prácticamente mató a toda la población mundial y el aún peor mal que los supervivientes deben enfrentar después. King trató de escribir el guión él mismo, pero eventualmente le pasó el trabajo a Rospo Pallenberg (Excalibur) que sacó un monstruo que habría durado tres horas. Todo estaba listo, y Warner se echó para atrás. Aún en aquel entonces, hacer una película de terror de tres horas clase “C” asusta a los estudios (miren a Guillermo del Toro parir para adaptar At The Mountains of Madness, por H.P. Lovecraft). Eventualmente The Stand sí fue adaptada en los 90, en una miniserie de cinco horas, pero que a nadie satisfizo por la eliminación de sus aspectos más perturbadores, por aquello de que estaba hecha para televisión abierta. Esperemos que la ambiciosa adaptación de la serie The Dark Tower de King propuesta por Ron Howard –tres películas mezcladas con dos temporadas de una miniserie—no siga el mismo camino. (Si tienen los 200 dólares, pueden comprar el guión de Pallenberg en Amazon.)

Dune, por Alejandro Jodorowsky. Duna es quizá la novela de ciencia ficción más compleja y filosófica que se haya hecho que ya vio una adaptación –críticamente ignorada—por David Lynch. Antes de eso, sin embargo, el visionario chileno Alejandro Jodorowsky trató de adaptar la obra de Frank Herbert que, de acuerdo con el propio autor, tenía un guión “del tamaño de un directorio telefónico”. Jodorowsky había contratado gente de la talla de Salvador Dalí, HR Geiger (quien diseño la famosa criatura de Alien), Orson Welles, Geraldine Chaplin, Mick Jagger y David Carradine, con Pink Floyd contratados para la banda sonora. Iba a ser una épica de 10 horas, y se llegó tan lejos como gastar dos millones de dólares en la preproducción. Obviamente no se llegó a hacer, pues el financiamiento francés se acabó rápidamente, Pronto se estrenará un documental sobre el intento; pueden ver un video aquí.

El Hombre que Mató a Don Quijote, por Terry Gilliam. El director más salado del mundo ha intentado varias veces de adaptar la gran obra de Miguel de Cervantes (mezclada con sátira moderna) tantas veces que todos hemos perdido la cuenta. Un protagonista herido, mal tiempo sin cesar y problemas para filmar sucedieron sólo en la primera semana del proyecto. Todo está en un documental llamado Lost in La Mancha de 2002, que fue seguido por intentos de Gilliam de resucitar su sueño. En 2009 logró tener a Robert Duvall y Ewan MacGregor como Don Quijote y Sancho Panza, pero justo un mes y medio antes que arrancara el proyecto, se le acabó el dinero. Gilliam no está listo para darse por vencido aún –y considerando todos los problemas que ha tenido en, bueno, todas sus películas, no sorprende—y este proyecto sigue tratando de despertarse.


Fletch Won, por Kevin Smith. Los 80 eran el universo de Chevy Chase, en especial cuando interpretó al periodista investigador Irwin Fletcher en 1985 en Fletch. Hubo una secuela en 1989, Fletch Lives, que no fue tan exitosa y no estaba basada en ninguna de las seis novelas sobre el personaje creado por Gregory McDonald. Unos años después, Miramax adquirió los derechos de Warner Brothers y le asignaron a Kevin Smith la tarea de dirigir una nueva versión, una tarea que el creador de Clerks, Chasing Amy y Dogma aceptó con gusto, pues cita a los libros de Fletch como la forma en que aprendió a escribir diálogo. Claro, ahí vinieron los problemas: el primer encuentro entre Smith y Chase terminó un tanto incómodamente (cero peleas, muchos malentendidos; Smith lo cuenta aquí), por lo que decidieron hacer Fletch Won, la primera aventura del periodista. Pero Smith no podía ver a alguien que no fuera Jason Lee en el papel, y Miramax primero insistía en que no era lo bastante conocido, y luego, cuando sucedió My Name Is Earl, le dijeron que estaba demasiado viejo. Smith se dio por vencido, y los derechos volvieron a Warner, quien jura que habrá otra aventura de Fletch.

Catcher In The Rye, por… Jerry Lewis. Si son fanáticos de la literatura estadounidense, han escuchado hablar de Guardián en el Centeno, un libro de 1951 que se hizo tristemente famoso por ser el que Mark David Chapman estaba leyendo cuando mató a John Lennon. Pero ya era famoso por ser la más conocida de las novelas del recluso auto J.D. Salinger, quien nunca aceptó una entrevista y por siempre rehusó conceder permiso de filmar Catcher luego de la mala experiencia con la adaptación de su cuento “Uncle Wiggly in Connecticut” (My Foolish Heart de 1949). La lista de directores (Terrence Malick, Billy Wilder, Elia Kazan), productores (Sam Goldwyn, Harvey Weinstein) y actores (Jack NIcholson, Leonardo di Caprio, Marlon Brando) que han tratado de adaptarlo sin éxito es impresionante, con una sola excepción: Jerry Lewis, quien peleó por tanto dirigir y protagonizar una versión en lso años 70 –lo que habría sido absolutamente absurdo, dado que Holden Caufield, el protagonista de Catcher, tiene 17, y Lewis estaba por cumplir 54. ¿Majomenos?

Mientras tanto, en Internet...

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