Este es el propio caso del rayo que cae dos veces en el mismo lugar. Según el diario uruguayo El País (la información la leí en Film Junk), Álvarez recibió una muy interesante llamada hace dos semanas: el director y productor Sam Raimi (Drag Me To Hell, la saga de Spider-Man). Resulta que su casa productora, Ghost House Pictures, compró los derechos (luego de una fuerte batalla, es bueno acotar) de Ataque de Pánico y quiere que Álvarez haga un largometraje basada en ese concepto (Álvarez dijo a El País que no sería una versión exacta, sólo que sería de ciencia ficción). ¡Y tiene entre 30 y 40 millones de dólares para hacerlo! Raimi lidiaría con las políticas del estudio, mientras que Álvarez tendría control creativo completo.
Suena a una burda imitación, de hecho, de la historia de Blomkamp. Pero la verdad no le veo nada de malo, en especial si recrea el éxito de Sector 9, una humilde peliculita de menos de 40 millones de dólares situada en Sudáfrica sin una sola cara conocida que terminó recopilando más e 115 millones en taquilla. ¿No sería genial que el próximo Blomkamp salga de Latinoamérica? Y Ataque de Pánico está por cumplir un mes en YouTube y ya ha recibido casi 700.000 vistas, así que es obvio que algo sabe hacer el amigo. Es una inspiración para cualquier joven realizador y, sobre todo, el poder de Internet para propagar el arte de maneras que nadie habría podido imaginar.
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